El pasado martes 12 de diciembre, el Comité de Mercado Abierto de la FED (FED-FOMC) decidió mantener la tasa de interés de referencia en 5,25% por cuarta vez consecutiva, tal y como lo esperaba el mercado, dada la persistencia de riesgos inflacionarios, así como la desaceleración por la que atraviesa la economía norteamericana.
La publicación de los principales indicadores macroeconómicos dados a conocer durante la primera semana de diciembre habrían contribuido en esta decisión puesto que se evidenciaron presiones inflacionarias procedentes del mercado laboral, el cual, constituye uno de los sectores de la economía que la FED sigue más de cerca para sus decisiones de política. El índice de costos laborales unitarios (ULC) se incrementó 3,0% respecto a similar mes del año pasado, lo que demostró que se mantiene en niveles aún elevados y fluctuando por encima del crecimiento de la productividad (no agrícola). De igual forma, se dio a conocer también que la economía estadounidense, durante el mes de noviembre, habría creado más empleos de los que se esperaban, mientras que la tasa de desempleo se mantiene en niveles aún muy bajos (4,5%). Este mayor ajuste para el mercado de trabajo podría traducirse en mayores presiones salariales, luego en mayores niveles de consumo, y finalmente, en mayores presiones inflacionarias
En tal sentido, el crecimiento en los niveles de empleo y en los ingresos salariales habrían explicado la notable expansión, no vista en meses anteriores, del sector servicios de la economía[1], según el índice ISM no manufacturero.
Por otro lado, los datos sobre la continuidad de un mercado inmobiliario estancado y los indicios de recesión en el sector industrial (ISM manufacturero) dados a conocer tres semanas atrás, así como el pesimismo en el indicador de confianza del consumidor, durante el mes de diciembre, habrían contribuido también a que la FED haya decidido mantener su tasa de referencia sin variación durante su reunión. Por lo pronto, esta semana se conoció que el índice de precios al consumidor (CPI) subyacente se redujo inesperadamente durante el mes de noviembre [2], lo que confirmaría una ligera desaceleración de la inflación iniciada el mes anterior. Esta reducción habría sido explicada por la desaceleración en los precios de vehículos y de prendas de vestir.
[1] Todas las contrataciones de noviembre se dieron en este sector, alrededor de 172 000 nuevos empleos, mientras que las industrias productoras de bienes perdieron 40 000 puestos. Fuente: BCP – Reuters.
[2] El IPC trimestral (anualizado) se ubicó en 1,5%, en comparación al pico de 3,7% registrado en mayo de este año.