La inversión en infraestructura se puede considerar entre las inversiones potencialmente más atractivas para los fondos de pensiones, en la medida que son de largo plazo y por cuanto pueden generar tasas de rentabilidad adecuadas, en condiciones de estabilidad política, reglas claras y desarrollo económico.
De acuerdo a la normativa vigente, las AFP pueden realizar inversiones en proyectos de infraestructura utilizando los recursos de las carteras administradas. Estas inversiones pueden realizarse de forma directa, mediante la compra de instrumentos de deuda o acciones emitidas por las empresas concesionarias de los proyectos de infraestructura; o de forma indirecta, mediante la compra de cuotas de participación en fondos de inversión especializados en infraestructura. A diciembre de 2005, las AFP han realizado inversiones directas en infraestructura eléctrica y sanitaria (3% del fondo) e indirectas (1,8% del fondo).
Cabe mencionar que la inversión en infraestructura suele ser muy riesgosa en países donde a pesar de tener una necesidad importante de infraestructura, también sufren de inestabilidad jurídica y política. Las inversiones en infraestructura pueden verse afectadas por las renegociaciones de los contratos de concesión, por el riesgo de expropiación, por los cambios en la regulación tarifaria, por modificaciones de las tasas de los impuestos, por el incumplimiento de los compromisos de inversión, entre otros.
En la experiencia chilena, la inversión en proyectos superaba el 16,1% del fondo hacia 2004, destacándose la inversión en letras hipotecarias (8,3% del fondo) y la inversión en proyectos de infraestructura vial[1], eléctrica, sanitaria y de telecomunicaciones (7,7% del fondo). Es importante señalar que una parte de esta inversión se dio por medio de los bonos de infraestructura, emitidos por el Estado chileno y que sirven de fondeo para las empresas concesionarias que no tienen un historial de emisiones y que se encuentran en la parte preoperativa del proyecto.
[1] Hacia 2002, la inversión en infraestructura vial representaba US$ 256,8 millones, es decir menos del 1% del fondo.