Con la presencia de la gripe aviar en más de una veintena de países, su llegada a Latinoamérica no parece ya una pregunta de cómo o por qué vía sino de cuándo. Y con ella también su impacto sobre las economías de la región. Milán Brahmbhatt, economista senior para la región de Asia Oriental y Pacífico del Banco Mundial, ha estimado una pérdida global de US$ 800 mil millones al año como consecuencia de dicha enfermedad.
¿Tendrá un efecto tan perverso en la región?. Si bien no se pueden dar cifras con certeza por no haberse iniciado la pandemia, lo que sí se sabe es que los efectos más perversos se darán por el lado del deterioro de la infraestructura, pues, dada su escasez, su no utilización generará pérdidas cuantiosas.
Sumado a ello, el ausentismo laboral, la disminución en el comercio, el turismo y sobre todo la baja del consumo en los países industrializados afectarán la actividad interna.
Al respecto, sólo algunos países han tomado precauciones; Argentina a la cabeza, con más de 50 mil dosis de Seltamivir en 361 hospitales, es el país mejor preparado para prevenir cualquier brote de influenza. Uruguay, Brasil, Colombia y Perú han comprado entre 20 mil y 40 mil dosis de manera preventiva, y Chile sólo ha prohibido la importación de aves, específicamente pollos. El resto de países permanece en silencio.
A nivel gubernamental, a diferencia de la UE, cuyo Consejo de Agricultura se acaba de reunir para analizar el impacto de la gripe aviar en su economía, ningún gobierno latinoamericano ha motivado una agenda de trabajo conjunta contra los efectos de esta enfermedad.
De la misma manera, a nivel empresarial, a diferencia de las transnacionales norteamericanas como McDonald´s que ya han tomado precauciones en sus sucursales ubicadas en oriente y organizado una estrategia, nuestras empresas han destacado por su falta de planeamiento. Ninguna de las TOP 20 empresas latinas han publicado una postura institucional sobre el tema.
Si bien es cierto en la epidemia anterior de influenza, SARS, los efectos no fueron tan nocivos como se pensaron y sólo quedaron relegados a pocos países considerados focos de infección como Singapur, nada asegura que lo mismo pase con el virus de la gripe aviar, o H5N1. En todo caso, esperemos que la historia se repita.