Durante las últimas dos semanas, y como consecuencia de la alta volatilidad registrada en el tipo de cambio ante los resultados de las encuestas electorales, el BCRP ha venido interviniendo sistemáticamente en el mercado cambiario, vendiendo hasta la fecha US$ 345 millones de sus reservas. Este elevado nivel de negociación en tan poco tiempo, y en plena coyuntura electoral, motivó la reacción de diversas instituciones y analistas, quienes señalan que el BCRP estaría buscando simplemente tranquilizar al mercado ante la subida en las encuestas de Ollanta Humala, candidato que sería de su simpatía. Se acusó de estar desgastando las reservas internacionales en vano, y que debería de abstenerse de intervenir dejando que el “tipo de cambio se eleve libremente para transmitir a la ciudadanía los efectos negativos que provoca en la economía la posibilidad de que Humala llegue al poder”[1].
Sin embargo, ¿se ha pensado en cuales podrían ser las consecuencias macroeconómicas de esta propuesta? La evidencia sobre los mecanismos de transmisión de la política monetaria para la economía peruana señala que el tipo de cambio es a priori un canal de transmisión importante ya que los activos en moneda nacional y extranjera son altamente sustitutos; esto implica que los movimientos importantes en el precio del dólar se transmitirían a los precios domésticos (Pass-Through) [2].
En un reciente informe, “Macroconsult” [3] señala que este efecto traspaso, mantiene actualmente un rezago de varios meses; por ello, el repunte de la inflación, producto de la decisión de dejar flotar libremente el tipo de cambio, empezaría a notarse recién hacia fines del 2006, peligrando así la meta de inflación objetivo del Banco Central.
Por otro lado, ocurriría también un efecto perjudicial sobre las finanzas nacionales ya que los agentes que mantienen deudas en dólares pero que perciben ingresos en nuevos soles, experimentarían un aumento real en sus deudas; las consecuencias de este descalce de monedas podrían repercutir en mayores niveles de morosidad bancaria y crediticia, con lo que se afectaría también a los bancos comerciales e instituciones financieras en general.
En este sentido, tal propuesta sobre las intervenciones del BCRP en el mercado de cambios estaría en contra de la función principal que se le ha encomendado en la Ley Orgánica: “La finalidad del Banco es preservar la estabilidad monetaria, para lo cual adoptará las decisiones de política que considere necesarias”. Es por esto que si se quiere mantener la credibilidad y eficiencia que ha venido ganando el BCRP en la conducción monetaria, este debe de continuar con sus intervenciones cambiarias amortiguando los movimientos bruscos que pudieran darse en el precio del dólar.
[1] Declaraciones de José M. Morales, Presidente de la CONFIEP. Fuente: Diario “Perú 21” 16/01/06.
[2] Quispe, Zenón: “Política Monetaria en una Economía con Dolarización Parcial: El caso del Perú” 2000.
[3] Fuente: Diario “Gestión” 09/01/06.
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