Corte Penal Internacional Emite Orden de Arresto Contra Vladimir Putin por Violaciones contra la Convencion de Ginebra y Derechos del Niño

En: IntlCriminalCourt

Today, 17th of March 2023, the International Criminal Court has issued two (2) warrants of arrest in the Ukraine situation for Vladimir Putin, president of the Russian Federation, and for Maria Lvova-Belova, commissioner of the Russian President for children’s Rights, for the alleged war crimes of deportation of children from Ukrainian occupied territories into the Russian Federation. It is forbidden by international law for occupying powers to transfer civilians from the territory they live in to other territories. Children enjoy special protection under the Geneva Convention. The contents of the warrants are secret in order to protect the victims. The ICC attaches great importance to the protection of victims, especially children. Nevertheless the judges of the chamber dealing with this case decided to make the existence of the world’s public in the interest of justice and to prevent the commission of future crimes.This is an important moment in the process of justice for the ICC. The judges have reviewed the information and evidence submitted by the prosecutor and determined that there are credible allegations against these persons for the alleged crimes. The ICC is doing its part of work as a court of law: The judges issue arrest warrants, their execution depends on international cooperation.

Hoy, 17 de marzo de 2023, la Corte Penal Internacional emitió dos (2) órdenes de arresto relacionadas a los eventos en Ucrania contra Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa, y para Maria Lvova-Belova, comisionada del presidente ruso para los derechos de los niños, por los presuntos crímenes de guerra de deportación de niños de los territorios ocupados de Ucrania hacia la Federación Rusa. El derecho internacional prohíbe a las potencias ocupantes trasladar a civiles del territorio en el que viven a otros territorios. Los niños disfrutan de una protección especial en virtud de la Convención de Ginebra. El contenido de las órdenes de arresto es secreto para proteger a las víctimas. La Corte Penal Internacional otorga gran importancia a la protección de las víctimas, especialmente de los niños. Los jueces de la sala avocada a este caso decidieron hacer público el interés mundial de la justicia para prevenir la comisión de futuros crímenes. Este es un momento importante en el proceso de justicia para la Corte Penal Internacional. Los jueces han revisado la información y las pruebas presentadas por el fiscal y han determinado que existen acusaciones verosímiles contra estas personas por los presuntos delitos. La CPI está haciendo su parte del trabajo como tribunal de justicia, los jueces emiten órdenes de arresto, mientras su ejecución depende de la cooperación internacional.

Notas:

  • Puede el Consejo de Seguridad de la ONU bloquear con el poder de veto de sus miembros esta orden de arresto contra uno de sus miembros?
  • Rusia no se encuentra dentro de la jurisdiccion de la Corte Penal Internacional.

Los secretos de la abogada rusa del hijo de Trump

Muchos ven en Natalia Veseltnitskaya como una apisonadora en los juicios. CRÓNICA. Imagen: http://e00-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/07/14/15000514843634.jpg

  • A sus 42 años y 300 casos ganados, incluido uno contra Ikea, Veseltnitskaya es una alfil de Moscú en la torre Trump.
  • Al poco de reunirse con Donald júnior, el entonces candidato a presidente dijo que tenía munición contra Hillary Clinton
  • Sus contactos tienen mucho que ver: estuvo casada con el viceministro de Transporte de Moscú

Para que Natalia Veseltnitskaya se sentase una tarde de junio del año pasado en el despacho del hijo de Donald Trump hizo falta una burbuja inmobiliaria en Moscú, un abogado muerto a palos en una prisión rusa, que decenas de huérfanos se quedasen sin padres adoptivos y que el actual presidente de EEUU saliese en un vídeo musical del hijo de un oligarca ruso. La letrada que hoy copa las portadas de los diarios de todo el mundo se graduó en 1998 en la Academia Jurídica Estatal de Moscú, y después de trabajar durante tres años en la oficina del fiscal estatal fundó Camerton Consulting. Para entonces ya sabía que en la Rusia de Putin todo es posible.

Las tierras de pasto que rodean Moscú siempre han dado poco fruto a los que las trabajan. Pero el crecimiento económico que logró encarrilar el presidente ruso, Vladimir Putin, durante la década pasada disparó su valor y decenas de burócratas bien conectados se lanzaron al abordaje legal. En esos pleitos la leyenda de Veseltnitskaya evoca a la de una Juana de Arco rusa capaz de luchar por unos pocos para salvar a muchos más. Es una apisonadora para algunos. Una gran profesional del derecho para muchos más.

A sus 42 años ha ganado más de 300 casos y sabe infundir miedo a sus demandados en los pasillos de los juzgados. “Se ha enfrentado a Ikea por la propiedad de unos terrenos, está en el ojo del huracán”, dice Ekaterina, que trabaja en una firma de abogados y teme dar su apellido. “Los años de la mafia rusa han pasado, pero en casos como el de Ikea siguen existiendo guerras políticas sin extinguir y lo puedes perder todo”, explica un destacado hombre de negocios en la capital rusa. Esas tinieblas legales auparon a la correosa Natalia, cuya frase favorita es “nunca supliques nada a nadie”.

Dicen que ante el tribunal interpreta su papel como una soprano, ajustando el timbre de voz, dramatizando cada gesto, dejando las manos volar en las argumentaciones. Si además de todo esto tiene unas cuantas conexiones con la élite, el éxito está al alcance. Veseltnitskaya estuvo casada con el viceministro de Transporte de la región de Moscú Alexander Mitusov. El jefe de su entonces marido era Peter Katsyv, hoy un oligarca que ha usado sus contactos para hacerse con valiosos terrenos donde se dejó de sembrar patatas para plantar ingentes centros comerciales.

Años después Veseltnitskaya salvaría al hijo de Katsyv Denis de las garras de la justicia norteamericana, que pretendía procesarlo por blanquear dinero en Manhattan. Y el negocio de los centros comerciales condujo a ambos ante Aras Agalarov, uno de los oligarcas más importantes del país gracias a la explosión del shopping. Agalarov es en cierto modo un Trump a la rusa: vividores, amigos del show business y de los pelotazos inmobiliarios. Sus caminos tenían que cruzarse.

Ahí comienza la segunda vida de esta abogada de los suburbios, una guerrera legal que vio convertidos en oro los lodazales de la carretera por la que iba hasta su trabajo cada día en el suburbio moscovita de Jimki. En Rusia el patriotismo puede ser una actividad muy rentable y Veseltnitskaya se convirtió en una de las escuderas llamadas a defender al país de los ataques de gobiernos extranjeros. Así, en su trayectoria profesional ha destacado su incansable presión contra la ley Magnitski, aprobada en 2012 para sancionar a las personalidades relacionadas con la muerte en prisión del abogado Serguéi Magnitski. La norma indignó al Kremlin, que no dudó en utilizar al eslabón más débil de la cadena que unía a Rusia y EEUU y canceló las adopciones por parte de padres norteamericanos, hasta entonces una importante vía de salida de los nutridos orfanatos del país.

Veseltnitskaya se ha presentado en EEUU como alguien que trata de desbloquear estas adopciones, pero la llave maestra de ese candado es que Washington ceda y olvide su lista negra: una victoria para Moscú. En una cuenta a su nombre en redes sociales hay más ataques contra los adversarios de sus clientes que menciones a los niños rusos. En Rusia la defensa de la patria con frecuencia empieza por la parte alta de la escala social: la labor de Veseltnitskaya en EEUU se ha centrado en frenar los posibles perjuicios de esta ley sobre los rusos más acaudalados. La reunión con Donald Trump júnior en la Torre Trump tuvo lugar precisamente cuando la abogada había viajado a Norteamérica a colaborar en la defensa de Denis Katsyv, acusado de participar en el blanqueo de los fondos procedentes de la macroestafa del caso Magnitski.

Los Katsyv “están muy conectados con el fiscal general, Yuri Chaika”, desvela a Crónica William Browder, jefe del fallecido Mangnitski e impulsor de la ley del mismo nombre. Y Chaika es uno de los sospechosos de haber sido la fuente de la información que la abogada ofreció a los Trump. En cuanto a su manera de actuar, Browder la define como entrenada “a la vieja usanza rusa de tomar una posición extrema sobre cada asunto, incluso aunque esta postura radical no sirva a sus intereses a largo plazo”.

Aquel caso contra Katsyv se cerraría con una compensación de unos seis millones de dólares sin admisión de culpa. Gracias, casualmente, a la intervención de Trump, que tras ganar las elecciones destituiría al fiscal que tenía acorralado a su cliente. Ella colocó la bandera rusa en su perfil: Rusia gana.

El sueño (anti)americano de Veseltnitskaya se acelera a la vez que la campaña de Trump. Se reúne con miembros del Congreso, organiza reuniones y la acusan de pasar al Gobierno facturas de hoteles de 900 euros la noche. Pero la Torre Trump es demasiado alta para escalarla y alguien le echa una mano desde Rusia. Los informes que manejaba Moscú desde hacía años sobre el empresario Trump recogen dos intereses con los que la élite rusa sabe jugar: los negocios audaces y las mujeres bonitas. Aquí reaparece el Trump ruso: Aras Agalarov, el rey de esos centros comerciales a quien Veseltnitskaya ayudó. El norteamericano lo conoció en un hotel de Las Vegas cuando se dedicaba a organizar Miss Universo. A Agalarov, considerado próximo al Kremlin, le encanta recordar el saludo del hoy presidente de EEUU.

-¡Mira quién viene por aquí, el hombre más rico de Rusia!

Era 2012. Un año más tarde Trump estaba en Moscú para hacer negocios… y para presidir junto a Agalarov el certamen de Miss Universo. Hicieron buenas migas: “¡He conocido a la mejor familia de Rusia!”. Tan íntima fue la relación que el hoy presidente salió en un vídeo musical de Emin, el hijo del oligarca, y publicitó su álbum en Twitter. Años más tarde, con el republicano despuntando en la campaña electoral, Emin se puso en contacto con Trump júnior para decirle que una abogada del Estado ruso se podía reunir con él. Era Veseltnitskaya, que -como han recordado tanto ella como el Kremlin- no trabaja para el Estado. Pero era el alfil apropiado para pasar una información valiosa compilada por Moscú de la que poco se sabe… salvo que horas después de esa cita en junio de 2016, el candidato Trump anunció que tenía munición sobre las fechorías de Hillary Clinton.

Veseltnitskaya, como buena soprano, ha saludado tirando de modestia al acabar la primera función. Diciendo que no conoce a nadie en la élite y que en su cesta no llevaba gran cosa a la Torre Trump. ¿Era una abogada oportunista o una enviada del Kremlin? En Rusia, como se vio en la invasión de Ucrania, todo es “potencialmente híbrido”, señala el analista Mark Galeotti: incursiones que pueden funcionar o no, pero que se pueden negar sin pillarse los dedos y que, llegado el momento, serán recompensadas por una élite que sabe quién es el jefe.

En: elmundo.es

Read Putin’s U.N. General Assembly speech

Russian President Vladimir Putin addressed the U.N. General Assembly on Monday and said the West was making an “enormous mistake” by not cooperating with Syrian President Bashar al-Assad in the fight against the Islamic State militant group. Here is the full text of his remarks.

PUTIN (THROUGH INTERPRETER): Your excellency Mr. President, your excellency Mr. Secretary General, distinguished heads of state and government, ladies and gentlemen, the 70th anniversary of the United Nations is a good occasion to both take stock of history and talk about our common future.

In 1945, the countries that defeated Nazism joined their efforts to lay solid foundations for the postwar world order.

But I remind you that the key decisions on the principles guiding the cooperation among states, as well as on the establishment of the United Nations, were made in our country, in Yalta, at the meeting of the anti-Hitler coalition leaders.

The Yalta system was actually born in travail. It was won at the cost of tens of millions of lives and two world wars.

This swept through the planet in the 20th century.

Let us be fair. It helped humanity through turbulent, at times dramatic, events of the last seven decades. It saved the world from large-scale upheavals.

The United Nations is unique in its legitimacy, representation and universality. It is true that lately the U.N. has been widely criticized for supposedly not being efficient enough, and for the fact that the decision-making on fundamental issues stalls due to insurmountable differences, first of all, among the members of the Security Council.

However, I’d like to point out there have always been differences in the U.N. throughout all these 70 years of existence. The veto right has always been exercised by the United States, the United Kingdom, France, China, the Soviet Union and Russia later, alike. It is absolutely natural for so diverse and representative an organization.

When the U.N. was established, its founders did not in the least think that there would always be unanimity. The mission of the organization is to seek and reach compromises, and its strength comes from taking different views and opinions into consideration. Decisions debated within the U.N. are either taken as resolutions or not. As diplomats say, they either pass or do not pass.

Whatever actions any state might take bypassing this procedure are illegitimate. They run counter to the charter and defy international law. We all know that after the end of the Cold War — everyone is aware of that — a single center of domination emerged in the world, and then those who found themselves at the top of the pyramid were tempted to think that if they were strong and exceptional, they knew better and they did not have to reckon with the U.N., which, instead of [acting to] automatically authorize and legitimize the necessary decisions, often creates obstacles or, in other words, stands in the way.

It has now become commonplace to see that in its original form, it has become obsolete and completed its historical mission. Of course, the world is changing and the U.N. must be consistent with this natural transformation. Russia stands ready to work together with its partners on the basis of full consensus, but we consider the attempts to undermine the legitimacy of the United Nations as extremely dangerous. They could lead to a collapse of the entire architecture of international organizations, and then indeed there would be no other rules left but the rule of force.

We would get a world dominated by selfishness rather than collective work, a world increasingly characterized by dictate rather than equality. There would be less of a chain of democracy and freedom, and that would be a world where true independent states would be replaced by an ever-growing number of de facto protectorates and externally controlled territories.

What is the state sovereignty, after all, that has been mentioned by our colleagues here? It is basically about freedom and the right to choose freely one’s own future for every person, nation and state. By the way, dear colleagues, the same holds true of the question of the so-called legitimacy of state authority. One should not play with or manipulate words.

Every term in international law and international affairs should be clear, transparent and have uniformly understood criteria. We are all different, and we should respect that. No one has to conform to a single development model that someone has once and for all recognized as the only right one. We should all remember what our past has taught us.

We also remember certain episodes from the history of the Soviet Union. Social experiments for export, attempts to push for changes within other countries based on ideological preferences, often led to tragic consequences and to degradation rather than progress.

It seemed, however, that far from learning from others’ mistakes, everyone just keeps repeating them, and so the export of revolutions, this time of so-called democratic ones, continues. It would suffice to look at the situation in the Middle East and North Africa, as has been mentioned by previous speakers. Certainly political and social problems in this region have been piling up for a long time, and people there wish for changes naturally.

But how did it actually turn out? Rather than bringing about reforms, an aggressive foreign interference has resulted in a brazen destruction of national institutions and the lifestyle itself. Instead of the triumph of democracy and progress, we got violence, poverty and social disaster. Nobody cares a bit about human rights, including the right to life.

I cannot help asking those who have caused the situation, do you realize now what you’ve done? But I am afraid no one is going to answer that. Indeed, policies based on self-conceit and belief in one’s exceptionality and impunity have never been abandoned.

It is now obvious that the power vacuum created in some countries of the Middle East and North Africa through the emergence of anarchy areas, which immediately started to be filled with extremists and terrorists.

Tens of thousands of militants are fighting under the banners of the so-called Islamic State. Its ranks include former Iraqi servicemen who were thrown out into the street after the invasion of Iraq in 2003. Many recruits also come from Libya, a country whose statehood was destroyed as a result of a gross violation of the U.N. Security Council Resolution 1973. And now, the ranks of radicals are being joined by the members of the so-called moderate Syrian opposition supported by the Western countries.

First, they are armed and trained and then they defect to the so-called Islamic State. Besides, the Islamic State itself did not just come from nowhere. It was also initially forged as a tool against undesirable secular regimes.

Having established a foothold in Iraq and Syria, the Islamic State has begun actively expanding to other regions. It is seeking dominance in the Islamic world. And not only there, and its plans go further than that. The situation is more than dangerous.

In these circumstances, it is hypocritical and irresponsible to make loud declarations about the threat of international terrorism while turning a blind eye to the channels of financing and supporting terrorists, including the process of trafficking and illicit trade in oil and arms. It would be equally irresponsible to try to manipulate extremist groups and place them at one’s service in order to achieve one’s own political goals in the hope of later dealing with them or, in other words, liquidating them.

To those who do so, I would like to say — dear sirs, no doubt you are dealing with rough and cruel people, but they’re in no way primitive or silly. They are just as clever as you are, and you never know who is manipulating whom. And the recent data on arms transferred to this most moderate opposition is the best proof of it.

We believe that any attempts to play games with terrorists, let alone to arm them, are not just short-sighted, but fire hazardous (ph). This may result in the global terrorist threat increasing dramatically and engulfing new regions, especially given that Islamic State camps train militants from many countries, including the European countries.

Unfortunately, dear colleagues, I have to put it frankly: Russia is not an exception. We cannot allow these criminals who already tasted blood to return back home and continue their evil doings. No one wants this to happen, does he?

Russia has always been consistently fighting against terrorism in all its forms. Today, we provide military and technical assistance both to Iraq and Syria and many other countries of the region who are fighting terrorist groups.

We think it is an enormous mistake to refuse to cooperate with the Syrian government and its armed forces, who are valiantly fighting terrorism face to face. We should finally acknowledge that no one but President Assad’s armed forces and Kurds (ph) militias are truly fighting the Islamic State and other terrorist organizations in Syria.

We know about all the problems and contradictions in the region, but which were (ph) based on the reality.

Dear colleagues, I must note that such an honest and frank approach of Russia has been recently used as a pretext to accuse it of its growing ambitions, as if those who say it have no ambitions at all.

However, it’s not about Russia’s ambitions, dear colleagues, but about the recognition of the fact that we can no longer tolerate the current state of affairs in the world. What we actually propose is to be guided by common values and common interests, rather than ambitions.

On the basis of international law, we must join efforts to address the problems that all of us are facing and create a genuinely broad international coalition against terrorism.

Similar to the anti-Hitler coalition, it could unite a broad range of forces that are resolutely resisting those who, just like the Nazis, sow evil and hatred of humankind. And, naturally, the Muslim countries are to play a key role in the coalition, even more so because the Islamic State does not only pose a direct threat to them, but also desecrates one of the greatest world religions by its bloody crimes.

The ideologists (ph) of militants make a mockery of Islam and pervert its true humanistic (ph) values. I would like to address Muslim spiritual leaders, as well. Your authority and your guidance are of great importance right now.

It is essential to prevent people recruited by militants from making hasty decisions and those who have already been deceived, and who, due to various circumstances found themselves among terrorists, need help in finding a way back to normal life, laying down arms, and putting an end to fratricide.

Russia will shortly convene, as the (ph) current president of the Security Council, a ministerial meeting to carry out a comprehensive analysis of threats in the Middle East.

First of all, we propose discussing whether it is possible to agree on a resolution aimed at coordinating the actions of all the forces that confront the Islamic State and other terrorist organizations. Once again, this coordination should be based on the principles of the U.N. Charter.

We hope that the international community will be able to develop a comprehensive strategy of political stabilization, as well as social and economic recovery, of the Middle East.

Then, dear friends, there would be no need for new refugee camps. Today, the flow of people who were forced to leave their homeland has literally engulfed first neighboring countries and then Europe itself. There were hundreds of thousands of them now, and there might be millions before long. In fact, it is a new great and tragic migration of peoples, and it is a harsh lesson for all of us, including Europe.

I would like to stress refugees undoubtedly need our compassion and support. However, the — on the way to solve this problem at a fundamental level is to restore their statehood where it has been destroyed, to strengthen the government institutions where they still exist or are being reestablished, to provide comprehensive assistance of military, economic and material nature to countries in a difficult situation. And certainly, to those people who, despite all the ordeals, will not abandon their homes. Literally, any assistance to sovereign states can and must be offered rather than imposed exclusively and solely in accordance with the U.N. Charter.

In other words, everything in this field that has been done or will be done pursuant to the norms of international law must be supported by our organization. Everything that contravenes the U.N. Charter must be rejected. Above all, I believe it is of the utmost importance to help restore government’s institutions in Libya, support the new government of Iraq and provide comprehensive assistance to the legitimate government of Syria.

Dear colleagues, ensuring peace and regional and global stability remains the key objective of the international community with the U.N. at its helm. We believe this means creating a space of equal and indivisible security, which is not for the select few but for everyone. Yet, it is a challenge and complicated and time-consuming task, but there is simply no other alternative. However, the bloc thinking of the times of the Cold War and the desire to explore new geopolitical areas is still present among some of our colleagues.

First, they continue their policy of expanding NATO. What for? If the Warsaw Bloc stopped its existence, the Soviet Union have collapsed (ph) and, nevertheless, the NATO continues expanding as well as its military infrastructure. Then they offered the poor Soviet countries a false choice: either to be with the West or with the East. Sooner or later, this logic of confrontation was bound to spark off a grave geopolitical crisis. This is exactly what happened in Ukraine, where the discontent of population with the current authorities was used and the military coup was orchestrated from outside — that triggered a civil war as a result.

We’re confident that only through full and faithful implementation of the Minsk agreements of February 12th, 2015, can we put an end to the bloodshed and find a way out of the deadlock. Ukraine’s territorial integrity cannot be ensured by threat of force and force of arms. What is needed is a genuine consideration for the interests and rights of the people in the Donbas region and respect for their choice. There is a need to coordinate with them as provided for by the Minsk agreements, the key elements of the country’s political structure. These steps will guarantee that Ukraine will develop as a civilized society, as an essential link and building a common space of security and economic cooperation, both in Europe and in Eurasia.

Ladies and gentlemen, I have mentioned these common space of economic cooperation on purpose. Not long ago, it seemed that in the economic sphere, with its objective market loss, we would launch a leaf (ph) without dividing lines. We would build on transparent and jointly formulated rules, including the WTO principles, stipulating the freedom of trade, and investment and open competition.

Nevertheless, today, unilateral sanctions circumventing the U.N. Charter have become commonplace, in addition to pursuing political objectives. The sanctions serve as a means of eliminating competitors.

I would like to point out another sign of a growing economic selfishness. Some countries [have] chosen to create closed economic associations, with the establishment being negotiated behind the scenes, in secret from those countries’ own citizens, the general public, business community and from other countries.

Other states whose interests may be affected are not informed of anything, either. It seems that we are about to be faced with an accomplished fact that the rules of the game have been changed in favor of a narrow group of the privileged, with the WTO having no say. This could unbalance the trade system completely and disintegrate the global economic space.

These issues affect the interest of all states and influence the future of the world economy as a whole. That is why we propose discussing them within the U.N. WTO NGO (ph) ’20.

Contrary to the policy of exclusiveness, Russia proposes harmonizing original economic projects. I refer to the so-called integration of integrations based on universal and transparent rules of international trade. As an example, I would like to cite our plans to interconnect the Eurasian economic union, and China’s initiative of the Silk Road economic belt.

We still believe that harmonizing the integration processes within the Eurasian Economic Union and the European Union is highly promising.

Ladies and gentlemen, the issues that affect the future of all people include the challenge of global climate change. It is in our interest to make the U.N. Climate Change Conference to be held in December in Paris a success.

As part of our national contribution, we plan to reduce by 2030 the greenhouse emissions to 70, 75 percent of the 1990 level.

I suggest, however, we should take a wider view on this issue. Yes, we might defuse the problem for a while, by setting quotas on harmful emissions or by taking other measures that are nothing but tactical. But we will not solve it that way. We need a completely different approach.

We have to focus on introducing fundamental and new technologies inspired by nature, which would not damage the environment, but would be in harmony with it. Also, that would allow us to restore the balance upset by biosphere and technosphere (ph) upset by human activities.

It is indeed a challenge of planetary scope, but I’m confident that humankind has intellectual potential to address it. We need to join our efforts. I refer, first of all, to the states that have a solid research basis and have made significant advances in fundamental science.

We propose convening a special forum under the U.N. auspices for a comprehensive consideration of the issues related to the depletion of natural resources, destruction of habitat and climate change.

Russia would be ready to co-sponsor such a forum.

Ladies and gentlemen, colleagues, it was on the 10th of January, 1946, in London that the U.N. General Assembly gathered for its first session.

Mr. Suleta (ph) (inaudible), a Colombian diplomat and the chairman of the Preparatory Commission, opened the session by giving, I believe, a concise definition of the basic principles that the U.N. should follow in its activities, which are free will, defiance of scheming and trickery and spirit of cooperation.

Today, his words sound as a guidance for all of us. Russia believes in the huge potential of the United Nations, which should help us avoid a new global confrontation and engage in strategic cooperation. Together with other countries, we will consistently work towards strengthening the central coordinating role of the U.N. I’m confident that by working together, we will make the world stable and safe, as well as provide conditions for the development of all states and nations.

Thank you.

(APPLAUSE)

END

In: thewashingtonpost

El plan Putin para Siria

Hasta ahora las informaciones sobre una presunta expansión de la presencia militar rusa en Siria no se han podido confirmar. Sin embargo, expertos no descartan que Putin esté planeando una futura intervención militar.

El presidente ruso, Vladímir Putin.

El presidente ruso, Vladímir Putin.

Desde principios de septiembre aumentan los informes de los medios de comunicación según los cuales Rusia aparentemente habría enviado tropas a Siria para apoyar la lucha del Ejército de ese país contra el Estado Islámico (EI). Sin embargo, hasta ahora estos no se han podido comprobar.

No es ningún secreto que desde hace décadas Rusia tiene presencia militar en Siria. “Es completamente normal que haya militares rusos en Siria”, dice Alexei Malashenko, experto en Cercano Oriente del Centro Carnegie de Moscú. “Los rusos están en Cercano Oriente desde 1955, ya que el Ejército sirio está equipado completamente con armas rusas, y estas necesitan mantenimiento”, explica.

Los Gobiernos de Moscú y Damasco son viejos aliados. En el puerto sirio de Tartús, en el Mar Mediterráneo, Rusia mantiene una base de reparaciones para su Marina. Y desde el comienzo de la guerra civil en Siria en 2011, Rusia ha apoyado al régimen en Damasco suministrándole armas. Ahora, Moscú justifica su apoyo con la lucha contra el EI.

Expertos: intervención rusa sería “gran error”

El experto ruso Alexander Golz duda que Rusia esté interviniendo militarmente en Siria, pero no lo descarta para el futuro. “Puesto que en Rusia un solo hombre toma todas las decisiones, todo es posible”, dice Golz a DW. Una intervención militar solo tendría sentido si pudiera cambiar radicalmente el desarrollo de la guerra, pero actualmente Rusia no podría enviar suficientes tropas para vencer al EI en Siria e Irak, cree el experto.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y el presidente sirio, Bashar Al Assad, en Damasco (2012): viejos aliados.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y el presidente sirio, Bashar Al Assad, en Damasco (2012): viejos aliados.

También Alexei Malashenko opina que una intervención militar rusa en Siria sería “un gran error”. Tendría pocas perspectivas de éxito y la sociedad rusa probablemente no la aprobaría, señala el experto.

En la segunda mitad de septiembre, el jefe del Kremlin viajará a Nueva York. Desde agosto se especula en Rusia sobre un “plan Putin”, que el mandatario ruso anunciaría en EE. UU. Hasta ahora solo se sabe que Moscú pretende crear una coalición internacional contra el EI que apoye al presidente sirio, Bashar Al Assad. Si bien ya existe una alianza contra los yihadistas liderada por Washington, esta no apoya al mandatario sirio. Occidente exige la dimisión de Al Assad, haciéndolo responsable de la guerra civil en su país.

¿Fin de las sanciones a cambio de ayuda contra el EI?

En los medios rusos también se especula sobre otro motivo del Kremlin. Según el renombrado periódico moscovita Novaya Gazeta, a cambio de su ayuda en la lucha contra el EI Putin esperaría concesiones en lo que respecta a la crisis ucraniana, ante todo, que se levanten las sanciones de Occidente. Asimismo, Alexei Malashenko, del Centro Carnegie de Moscú, cree que en primer lugar Putin pretende apoyar a su aliado Al Assad y no tanto combatir al Estado Islámico.

En: DW

Vladimir Putin, el nuevo héroe de China

Ya en 2001, más de una década atrás, podían leerse en medios de todo el mundo titulares como este: “China y Rusia buscan estrechar lazos”.

El contexto era entonces un viaje a China de Vladimir Putin, presidente en ese momento, luego primer ministro y ahora otra vez presidente.

El acercamiento entre ambos países no dejó de profundizarse (ese titular, con variaciones, se siguió repitiendo en numerosas ocasiones a lo largo de los años), un acercamiento que no sólo se ha dado al nivel de las altas esferas políticas y los grandes proyectos de intercambio comercial y de recursos, sino también desde el punto de vista popular y personal.

Muy personal: en China la figura de Vladimir Putin es tenida en muy alta estima.

La intervención en Crimea, “heroica”

Tanto que la portada del primer número de este año de la revista Global People, publicada por el People’s Daily (órgano del Partido Comunista Chino) estuvo dedicada al mandatario ruso, quien fue retratado con admiración y reverencia.

Yuwen Wu, especialista en China de la BBC, dice que el atractivo de Putin para el público chino radica en que es visto como un líder nacionalista, que no duda en defender los intereses de su país (aunque advierte que hay quienes consideran que la forma en que los medios chinos representan en general a Putin es demasiado parcial).

“Lo que hizo en Crimea (anexar el territorio que pertenecía a Ucrania) es visto como heroico en China”, explica Yuwen.

En China “uno tiene una población educada en torno a ciertas líneas, líneas que hablan de hacerle frente a Occidente, de nacionalismo, de no ser intimidado por Occidente”, le dice a BBC Mundo Steve Tsang, de la Escuela de Estudios Contemporáneos sobre China de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido.

La figura de Putin encaja a la perfección en esta narrativa, explica.

Además, dice, los censores de internet en China no permiten que aparezcan críticas al presidente ruso. “Si uno publica cosas demasiado negativas sobre Putin, pueden ser eliminadas”, y agrega: “Pero puedes decir cosas mucho más negativas de (Barack) Obama”.

http://www.youtube.com/watch?v=f8dmMjp7Mxc&showinfo=0

Éxito de ventas

Desde que comenzó el conflicto en Ucrania, China es uno de los pocos países donde, de acuerdo con una encuesta del Centro Pew en Washington difundida en julio de 2014, mejoró la imagen de Rusia.

Más aún, muestra también que mientras en la mayor parte de los 44 países revelados los encuestados no confían en la forma en que Putin maneja los problemas globales, en China un 62% dijo confiar (solo en Rusia misma y en Vietnam la cifra fue mayor) en cómo lo hace.

Y una encuesta en línea publicada por el popular sitio web chino qq.com asegura que entre 2008 y 2014 la imagen positiva de Putin ha excedido el 90%.

Pero no sólo son artículos periodísticos y encuestas, la industria editorial china le ha dedicado varias biografías al presidente ruso.
Una de ellas, “Biografía de Putin: nace para Rusia”, estuvo entre los diez libros de no ficción de más ventas en septiembre, de acuerdo con el diario Beijing News.

Su propio Putin

Yuwen Wu, de la BBC, sugiere que la admiración por Putin da cuenta del deseo del público de ese país de un liderazgo fuerte.

Y dice que con la llegada al poder del nuevo presidente chino Xi Jinping, es posible que finalmente lo hayan encontrado puertas adentro.

Xi es respetado y admirado, también visto como un hombre fuerte, quien le ha plantado cara, por ejemplo, a los problemas de corrupción en el país.

Le dicen “Xi dada” (dada es una forma respetuosa de referirse a una figura de autoridad en chino), tratamiento que no recibió nunca su antecesor.

Tal vez, ahora que parece haber encontrado a su propio hombre fuerte en casa, el público chino tenga menos necesidad de mirar hacia Rusia para encontrar un modelo de estadista que los satisfaga.

Es algo que Yuwen Wu no descarta.

Y ahora, un reportaje de investigación del serio programa “De Película”:  

http://www.youtube.com/watch?v=Fxs4mmWP94U&showinfo=0

En: BBC

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Vladimir Putin y sus 15 años en el poder de Rusia

Criticado por uno, amado por otros. Este es un interesante artículo que describe la carrera de Vladimir Putin, un personaje que ha ido cobrando una presencia gravitante en el hemisferio oriental desde su ingreso al poder de uno de los paises con mayor extensión geográfica del mundo hace ya 15 años.

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Hace 15 años, Vladimir Putin asumió el poder en Rusia tras suceder a Boris Yeltsin. Desde el Kremlin ha enfrentado a Occidente en lo político y comercial pese a que hubo momentos en que logró un cierto consenso con Estados Unidos y la Unión Europea.

En 2005, el presidente ruso aseguró que la caída de la Unión Soviética “es la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX”. Esta frase levantó suspicacias y ha perseguido desde entonces al exoficial de la KGB.

Hoy adquiere una rotunda vigencia tras los conflictos en el este de Ucrania, pues han logrado anexarse Crimea y tener en vilo a Occidente ante la eventual anexión de más regiones del este ucraniano.

UN DESCONOCIDO PUTIN
Putin era casi un desconocido cuando asumió el cargo de primer ministro, el 9 de agosto de 1999, y pocos preveían que se mantuviera en el poder tanto tiempo. “Él puede aglutinar a aquellos que en el nuevo siglo XXI deberán renovar la gran Rusia ”, anunció Yeltsin.

Su política de mano dura contra la guerrilla separatista chechena disparó su popularidad y le otorgó una contundente victoria en las presidenciales de marzo de 2000.

Desde entonces, el nuevo hombre fuerte del Kremlin mantuvo una relación de amor y odio con Occidente. Putin cooperó con su homólogo estadounidense, George W. Bush, y entabló amistad con el canciller alemán, Gerhard Schroeder, y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. También aportó en la solución de los conflictos con Irán, Corea del Norte o Libia.

Según los analistas, el líder ruso se afanó en lograr el respeto de Occidente, pero este nunca llegó a tratar a la Rusia de Putin como a un igual entre las naciones democráticas, por lo que el inquilino del Kremlin decidió romper la baraja.

LÍDER RUSO APUNTA
El primer síntoma de ruptura fue la guerra ruso-georgiana por el control de la separatista Osetia del Sur (2008), la primera intervención rusa en el exterior desde la invasión soviética de Afganistán. Años más tarde, la ejecución del líder libio Muamar el Gadafi encendió todas las alarmas en Moscú, que, además, acusó a Occidente de instigar las protestas antigubernamentales de 2011.

El retorno de Putin al Kremlin, en mayo de 2012, abrió una etapa de supuesto renacimiento de la Unión Soviética, una clara reorientación de la diplomacia rusa hacia China y un reforzamiento de los lazos con el espacio euroasiático.

La bola de nieve ha sido imparable y actualmente el campo de batalla del antagonismo es la vecina Ucrania. Moscú ha concentrado tropas en la frontera y Occidente castigó con sanciones contra funcionarios y empresas, a lo que el Kremlin respondió con la prohibición de las importaciones agroalimentarias.

Putin podría perpetuarse en el poder hasta 2024 y se ha aliado con potencias emergentes como India, Brasil o Venezuela para desafiar el orden internacional acuñado por Occidente.

DATOS
Durante cuatro años, Putin cedió la presidencia a Dmitri Medvédev para encabezar él mismo el Gobierno (2008-2012) como primer ministro. Se graduó de la carrera de Derecho y luego ingresó al servicio de espionaje del KGB. Además, es abstemio y practica la lucha rusa (sambo) y el judo desde los 11 años.

En: Peru21

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Interesante artículo sobre los recuerdos de una infancia: ‘Vladimir Putin y la reconstrucción de la Rusia ‘soviética’ ‘

El mundo se estremeció cuando Rusia se anexionó Crimea. Pero, ¿por qué tanta sorpresa? El escritor y periodista Oliver Bullough sostiene que el presidente Vladimir Putin nunca ocultó su intención de recuperar el poder ruso. Lo que aun queda por verse, dice, es cuánto más puede sostenerse este ascenso.

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El 16 de agosto de 1999, los miembros del Parlamento de Rusia -la Duma Estatal- se reunieron para aprobar la candidatura de un primer ministro. Escucharon el discurso del candidato, le hicieron unas preguntas y debidamente lo confirmaron en el cargo.

Era la sexta persona en ocupar el puesto en los 16 meses de la presidencia de Boris Yeltsin y un alto miembro del partido se confundió con el nombre. Expresó que apoyaría la candidatura del Stepashin -el apellido del recién destituido primer ministro- en lugar de su desconocido remplazo, antes de rectificar el embarazoso error.

Si los altos diputados de la Duma ni siquiera podían recordar el nombre del nuevo primer ministro, tampoco se podía esperar que el resto del mundo prestara mucha atención a su discurso. Era poco probable que fuera líder del gobierno ruso por más de unos meses así que, ¿para qué tomarse la molestia?

De desconocido …

Ese individuo era un exagente de la agencia de inteligencia KGB, Vladimir Putin, y ha estado a cargo del país más extenso del mundo, como presidente o primer ministro, desde entonces.

Pocos se dieron cuenta en ese momento, porque pocos estaban escuchando, pero ese discurso esbozaba el esquema de casi todo lo que ha hecho, de cómo reformularía un país que estaba al borde de un colapso catastrófico.

Hacía apenas 364 días que Rusia había entrado en cesación de pagos de su deuda. Los salarios de empleados del sector público y las pensiones se pagaban, con suerte, con meses de atraso. La infraestructura básica se desmoronaba. Los bienes más preciados de la nación estaban en manos de un manojo de “oligarcas” bien conectados que manejaban el país como un feudo privado.

El otrora poderoso ejército ruso había perdido la guerra en Chechenia, un lugar con menos habitantes que el número de soldados rusos.

Ademas, tres antiguos aliados del Pacto de Varsovia se habían afiliado a la OTAN, llevando la alianza de Occidente hasta las fronteras de Rusia.

Entretanto, el país era conducido por Yeltsin, un borracho irascible en frágil estado de salud. La situación era apremiante, pero Putin tenía un plan.

“No puedo abarcar todas las tareas que enfrenta el gobierno en este discurso. Pero de una cosa estoy seguro: ninguna de esas tareas pueden realizarse sin la imposición de un orden y disciplina básicos en este país, sin el fortalecimiento de la cadena vertical”, manifestó a los parlamentarios congregados.

Nacido en Leningrado, en 1952, Putin se crió en los años de oro de la Unión Soviética, el período después del espectacular triunfo de la URSS en la Segunda Guerra Mundial.

Sputnik, la bomba de hidrógeno, la perra Laika y Yuri Gagarin eran testimonio del ingenio soviético. Las apabullantes intervenciones en Hungría, en 1956, y Checoslovaquia, en 1968, fueron una muestra de su determinación.

Los ciudadanos soviéticos gozaban de un período de paz y prosperidad. La vida era estable. La gente recibía su salario. Cada quien estaba en su puesto. El mundo los repetaba.

Cuando Putin habló ante la Duma, su patria era otro lugar, caído en desgracia ante el resto. Hablaba como un hombre que añoraba las épocas cuando Moscú era tomada en serio. No lo mencionó de manera explícita pero claramente estaba golpeado por la inhabilidad rusa de evitar que la OTAN explusara las fuerzas de su aliado, Serbia, de Kosovo hacía unos pocos meses.

…. a omnipresente

“Rusia ha sido una gran potencia durante siglos y aún lo sigue siendo. Siempre ha tenido y tendrá zonas de interés legítimo…No deberíamos bajar la guardia en este aspecto ni permitir que nuestra opinión sea ignorada”, dijo.

u política interna era restaurar la estabilidad, frenar lo que llamó las “revoluciones” que habían hundido a Rusia. Su política exterior era recuperar el lugar de Rusia en los asuntos mundiales.

Esos dos objetivos fundamentales han dirigido todo lo que ha hecho desde entonces. Si lo hubieran escuchado, ninguna de sus medidas los hubiera tomado por sorpresa.

Desde entonces, se ha aferrado de cuanta oportunidad le ha brindado la historia -desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 hasta la revolución en Ucrania de 2013- para concretar sus metas. Ha sido tácticamente astuto y despiadadamente oportunista.

Tanto en el interior como en el exterior, quiere que Rusia recupere el prestigio que tenía cuando crecía.

El lugar obvio para iniciar esta campaña fue Chechenia, el símbolo del colapso de Rusia. Los chechenos derrotaron la campaña de Yeltsin de aplastar su independencia autodeclarada, pero resultó ser una victoria amarga. La guerra devastó el pueblo, la economía y la infraestructura de Chechenia. El territorio se convirtió en un antro de secuestros, violencia y crimen sin que nadie -hasta que llegó Putin- hiciera algo al respecto.

Finalmente, para los acongojados rusos patrióticos, aquí tenían a un hombre no solamente capaz de pagar sus pensiones, sino preparado para ensuciarse las manos defendiendo a la patria. Al cambio del milenio, cuando Yeltsin abandonó la presidencia y designó a Putin como su sucesor, los índices de aprobación del desconocido primer ministro superaban el 70%, un nivel que ha bajado poco desde entonces.

Grupos de los derechos humanos y algunos gobiernos de Occidente acusaron a Putin de violar la ley rusa e internacional en la cacería de sus opositores chechenos. (El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha fallado contra Rusia en 232 casos de “derecho a la vida”, efectivamente señalando a Rusia de asesinatos continuos durante la campaña chechena). Pero eso no ha mermado la popularidad de Putin.

En Chechenia, murieron cientos de soldados y miles de civiles. Centenares de miles de chechenos huyeron buscando asilo fuera de Rusia, pero la integridad territorial se conservó y Putin inició su tarea de recuperar el prestigio ruso.

Después del 11 de septiembre de 2001, Putin reformuló su campaña en Chechenia como parte de la guerra global contra el terrorismo, acallando así a la crítica internacional por la conducta de sus tropas.

Se acercó brevemente al presidente estadounidense George W. Bush -quien inclusive afirmó haber avistado el alma de Putin- hasta que la guerra en Irak los volvió a apartar.

En Irak, Putin insistió en el cumplimiento de la ley internacional; ninguna invasión podría realizarse sin la aprobación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y esa aprobación no estaba a la mano.

… y domésticas

Internamente, aplastó a los oligarcas más poderosos, primero aquellos que controlaban los medios, doblegando así la animada escena televisiva y, luego, en 2003, arrestó a Mijáil Khodorkovsky, el hombre mas rico del país.

Su compañia petrolera fue desmenuzada y comprada por una empresa estatal. Jorokovsky fue encarcelado en un proceso tan indignantemente predeterminado que Amnistía Internacional lo declaró un prisionero de consciencia.

“Creo que quedó absolutamente claro, cuando arrestaron a Khodorkovsky, que Putin no iba detrás de los oligarcas para reafirmar el poder de la sociedad democrática civil sobre esos titanes. Él lo hacía como parte del plan para construir un régimen autoritario”, opina Chrystia Freeland, que era editora en jefe de la oficina en Moscú del diario Financial Times cuando Putin llegó al poder y ahora es diputada liberal en el Parlamento de Canadá.

Freeland también es una de los 13 canadienses a quienes se les prohibió la entrada a Rusia por la respuesta de Canada a la imposición de sanciones contra funcionarios rusos.

Putin mantuvo un férreo control sobre las elecciones parlamentarias a finales de 2003 y sus aliados obtuvieron dos terceras partes de la Duma. Elogió el proceso como un paso hacia el “fortalecimiento de la democracia”, un proceso al que los observadores de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea tildaron de “abrumadoramente distorsionado”.

En apenas cuatro años, Putin había aplastado a Chechenia, dominado los medios libres y a los oligarcas, ganado una mayoría parlamentaria que le permitía hacer lo que quisiera y demostrado que Rusia tenía una voz fuerte en asuntos internacionales.

“Él dice lo que piensa y hace lo que dice -por lo menos con mayor frecuencia que ninguno de los otros políticos o estadistas contemporáneos. Los analistas y políticos de Occidente siempre tratan de encontrar un fondo falso a sus declaraciones y frecuentemente no lo encuentran. Eso se puede aplicar a muchos otros líderes soviéticos, incluyendo Stalin -por lo menos antes y durante la Segunda Guerra Mundial”, sostiene Dmitry Linnik, jefe de la oficina en Londres de la emisora La Voz de Rusia.

La ideología

“Él es un nacionalista -en el sentido del país ruso, no de la etnia rusa. Esa es su mayor fuerza conductora, creo yo, no una sed de poder ni ambición personal”.

Pero Freeland no está de acuerdo.

“Creo que ha tomado una serie de decisiones, de manera muy racional desde su estrecho punto de vista, que le dan en este tipo de régimen autocrático la mayor cantidad de poder y riqueza personal”, argumenta.

Pero faltaba algo para que el mundo de su infancia fuera completo: la ideología.

Putin restauró los símbolos soviéticos: el himno nacional y los emblemas y elogió el triunfo soviético en la Segunda Guerra Mundial. Pero también adoptó algunos objetivos de la era presoviética.

Se acercó a la Iglesia Rusa Ortodoxa y mencionó a filósofos antisoviéticos como Ivan Ilyin, cuyos restos repatrió a Rusia y enterró con honores.

Esa tendencia hacia una forma exclusiva de conservadurismo de Rusia se aceleró después de la ola de protestas contra el fraude electoral que estalló en Moscú entre 2011 y 2012 y que enemistó a Putin con los liberales rusos.

Contradicciones en su círculo cercano

Entre sus ideólogos favoritos está Vladimir Yakunin, un viejo amigo y compañero de la KGB, creyente ortodoxo, y que ahora es el jefe del sistema de ferrocarriles rusos, una de las compañías más estratégicas y significativas.

“Rusia no está entre Europa y Asia. Europa y Asia están a la izquierda y a la derecha de Rusia. No somos un puente entre ellos, sino un espacio de civilización separado, donde Rusia une las comunidades del este y el oeste”, dijo Yakunin en una entrevista reciente con la agencia rusa Itar-Tass.

La semana pasada, supo que su nombre estaba en la lista “de los miembros más cercanos al círculo de liderazgo de Rusia” que Estados Unidos elaboró para aplicar sanciones tras la anexión de Crimea.

La idea de que Rusia esté separada pero no equiparada a occidente le conviene, puesto que le permite al Kremlin rechazar las críticas de Occidente de que sus elecciones, sus sentencias judiciales y su política exterior son parcializadas e irrelevantes.

Muchos de los amigos de Putin, pese a ser críticos con las políticas, los valores, las estructuras y la economía occidental, están muy apegados a sus comodidades. Los dos hijos de Yakunin viven en Europa occidental, uno en Londres y el otro en Suiza, y sus nietos están siendo educados allí.

Según el activista contra la corrupción Alexei Navalny, el propio Yakunin se ha construido un palacio a las afueras de Moscú con piedra caliza y materiales llevados de Alemania, algo extraño en un hombre que se supone que aboga por crear una economía rusa independiente de Occidente.

Los principios de Putin

Putin también abrazó algunos principios que después dejó de lado cuando vio que no le valían.

En 2003 en Irak, hizo una defensa pública del derecho internacional en la que se oponía a una eventual invasión sin el visto bueno de Naciones Unidas.

En Georgia, en 2008 envió tropas sin ni siquiera tratar de consultarlo en el Consejo de Seguridad.

El año pasado no se planteaba la intervención en Siria. Y este año, justifica la intervención en Ucrania y la considera indudablemente legítima.

Debe ser que los principios nunca han sido un problema y que el objetivo de Putin ha sido siempre maximizar el poder de Rusia y desafiar los intentos de Occidente de controlar su país.

“Tenemos todas las razones para asumir que la infame política de contención llevada a cabo en los siglos XVIII, XIX y XX sigue vigente hoy. Tratan continuamente de acorralarnos porque tenemos una posición independiente”, afirmó Putin en un discurso este mes, al anunciar la anexión de Crimea.

En esa alocución repitió los puntos de 1999, pero con 15 años de resentimiento adicionales.

“Si comprimes el muelle hasta su límite, regresará a su posición incial de manera violenta. Recuérdalo siempre”.

Grupo clave de colaboradores

No es fácil rediseñar un país por tu cuenta y Putin necesitó la ayuda de un grupo clave de la sociedad rusa. Mientras que aplicó mano dura contra periodistas independientes, hombres de negocios y políticos, se apoyó en autoridades estatales para asegurarse de que sus ideas se implementan.

Y han sido muy bien recompensados por su ayuda. Los salarios para los más altos funcionarios aumentaron el año pasado en un 20%, una cifra que se cuadruplicó en los presupuestos generales.

El atracón de gastos de Putin significa que, para conseguir el equilibrio presupuestario, el crudo Brent ahora debe rozar los US$117 por barril, más de cinco veces el nivel de 2006, según el análisis de Deutsche Bank.

Pero ni siquiera eso es suficiente para los más altos funcionarios. El ministro del Interior, Vladimir Kolokontsev, dijo la semana pasada que en 2013 el precio del soborno medio en el país se duplicó a los US$4.000.

El año pasado, Transparencia Internacional situó a Rusia en el número 127 del Índice de Percepción de Corrupción, un lugar que le pone a la altura de países como Paquistán, Mali y Madagascar.

“Putin se ha descalificado a sí mismo al destruir todas las fuertes independientes del poder en Rusia. Ahora sólo puede confiar en la burocracia y debe seguir aumentando sus fondos para asegurarse las lealtades“, asegura Ben Judah, el autor británico del libro El Imperio Frágil, un estudio de la Rusia de Putin.

“Al final, el dinero se acabará y entonces se encontrará en la misma posición que los líderes soviéticos a finales de 1980, cuando se vieron obligados a enfrentar la crisis política y económica mientras trataban de mantener unido su país. Ahora parece fuerte, pero su Kremlin está construido en algo que Rusia no puede controlar: el precio del petróleo”, afirma Judah.

La Rusia de su infancia

Putin ha conseguido construir una versión del país de su infancia que puede actuar de forma independiente en el mundo y en el que la disidencia se controla y el poder del Kremlin no lo desafía nadie. Pero es una espada de doble filo porque la Unión Soviética se desmoronó por un motivo y una Rusia creada a su imagen y semejanza se arriesga a compartir ese destino.

Según Vladimir Bukovsky, un disidente que pasó una década en prisión en la era soviética antes de exiliarse en Occidente en 1976, Putin es totalmente sincero cuando dice que la desintegración de la Unión Soviética fue una “catástrofe geopolítica”.

“No entiende que el colapso soviético fue predeterminado, por lo tanto, cree que su misión es restaurar el sistema soviético lo antes posible”, dice.

Bukovsky considera que, como oficial de rango intermedio de la KGB que amaba la Unión Soviética, Putin careció de la perspectiva de los del alto mando, que sabían perfectamente que el desplome vino dado por el peso de su propia ineficiencia en lugar de por un complot occidental.

“Eso lo lleva exactamente a… repetir los mismos errores. Quiere que todo su país sea controlado por una persona del Kremlin, lo que lo va a llevar al desastre”, dice.

La decisión de Putin de invadir Crimea fue tomada de forma rápida e impulsiva por un pequeño grupo de sus favoritos en el alto mando.

Eso significa que Putin no tiene a nadie que le advierta de las consecuencias de sus acciones a largo plazo y hasta que se dé cuenta por sí mismo, seguirá con este rumbo, lo que implica que la relación con Occidente seguirá siendo incómoda, especialmente en áreas que considera ser su “zona de legítimo interés”.

Pero no podemos decir que no estaba advertido.

Oliver Bullough
Para BBC *

*Oliver Bullogh es editor para el Cáucaso del Instituto de Información de Guerra y Paz (IWPR, en inglés). Su último libro, “El último hombre en Rusia”, detalla el declive demográfico ruso.

En: BBC

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Último minuto: Estados Unidos tomará acciones militares contra el régimen sirio

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“He decidido que Estados Unidos debe tomar acción militar en Siria”. Con estas declaraciones, el presidente de los Estados Unidos y Premio Nobel de la Paz, Barack Obama, abre nuevamente un cuestionable tópico en el mundo globalizado: El gasto militar y la actual crisis económica mundial. Mientras Rusia apoya al gobierno de Bashar Al Assad y exige que el gobierno norteamericano presente pruebas del uso de armas químicas contra la población civil siria, el Primer Ministro del Reino Unido, David Cameron, apoya la posición del presidente de los Estados Unidos, quien ha señalado que buscará la aprobación del congreso norteamericano para continuar con las acciones militares en Siria.

La orden para el ataque iniciaría con Obama, y sería entregada al general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos y al secretario de Defensa, Chuck Hagel.

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Los cinco destructores de la Marina estadounidense —USS Gravely, USS Mahan, USS Barry, USS Stout y USS Ramage— ya están en el Mediterráneo a la espera de la orden para atacar.

La ONU ha sido dejada de lado en este tema pues los reportes de los agentes especializados en armas químicas demorarían hasta 3 semanas para ser revisados por el Secretario General Ban Ki-moon. En ese sentido, esta acción militar no tomaría en cuenta ninguna Resolución de Asamblea General ni del Consejo de Seguridad.

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El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó hoy que ha decidido llevar a cabo una “acción militar” contra Siria tras haber dado por probado que el régimen de Bashar Al Assad fue el responsable del ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto en la periferia de Damasco.

Sin embargo, el mandatario estadounidense indicó que decisión se tomará en el Parlamento de aquel país.

“Voy a buscar autorización para el uso de la fuerza en los representantes del pueblo estadoundense en el congreso”, sostuvo en una conferencia desde la Casa Blanca.

REITERÓ QUE TIENE EVIDENCIA DE ATAQUE CON ARMAS QUÍMICAS
“En total, más de 1000 personas asesinadas, gaseadas por su propio gobierno. Tenemos pruebas contundentes. Es un asalto a la seguridad humana. Es un peligro a la comunidad internacional. Amenaza a nuestros vecinos, aliados, Israel, Líbano, Iraq”, expresó.

“Este tipo de amenazas deben ser enfrentadas”, subrayó.

“No podemos y no haremos vista gorda a lo que pasó en Damasco”, afirmó el presidente estadounidense.

Ver: Reino Unido desplaza cazas a Chipre y EE UU planea un ataque a Siria con misiles desde el mar

Siria espera el ataque “en cualquier momento”

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