Tumbes: Hospital de 120 millones de soles se cae a pedazos [VIDEO y FOTOS]

Hospital Regional de Tumbes fue construido hace tres años y recomiendan que sea demolido.

El sótano del hospital en Tumbes está inundado, tiene carteles de peligro y cientos de rajaduras en sus paredes. El Hospital Regional de Tumbes fue construido solo hace tres años y necesita ser demolido por poner en peligro la vida los usuarios y trabajadores.

Existe una parte del hospital que no es usado porque no está en condiciones. Las losetas del las recepción se sale con solo agarrarlas con las manos. No existe ningún responsable de la mala construcción.

El Hospital Regional de Tumbes fue construido en el gobierno de Ollanta Humala. El Consorcio Hospitalario Tumbes, con capital peruanos y argentinos, fue el encargado de la construcción del hospital y manifiesta que la culpa de este desastre lo tienen las lluvias.

Los trabajos del hospital se iniciaron en el 2011. El presidente regional de ese entonces era Gerardo Viñas Dioses,ahora en prisión por corrupción. Toda el hospital luce grietas en paredes y pisos. El muro de contención también colapsó.

“Podemos observar que existe un hundimiento. Tenemos una zona que está cerrada por que puede colapsar”, manifiesta el Director del Hospital Regional de Tumbes, Salvador Zelaya.

Manuel Boggio, ingeniero especialista en gestión de riesgo, manifestó: “Las construcción se está hundiendo producto de una mala cimentación. Esto es muy grave…esta construcción debe de demolerse”.

Se limpias las manos

Manuel Sullón, representante del Consorcio Hospitalario Tumbes, manifestó lo siguiente: “El hospital se ha hecho conforme a lo que manda los planos. Lo que mandan todas las especificaciones técnicas”.

Las justificaciones son tan abundantes como las grietas que siguen apareciendo en el hospital de Tumbes. Los especialistas aconsejan que lo mejor es demoler la construcción.

En: trome 

Imagenes:

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Hope Funds: más de mil acreedores frenaron una jugada del “Bernie Madoff argentino” en Tribunales

La empresa de Enrique Blaklsey, investigada por estafa y lavado de dinero, presentó un acuerdo preventivo en el fuero comercial con una sospechosa lista de deudas para frenar nuevos juicios en su contra. La oposición fue total: el juez Sebastián Sánchez Cannavó rechazó el acuerdo con un escrito lapidario

Enrique Blaksley, presidente de Hope Funds. Imagen: http://www.infobae.com/new-resizer/Uv2-82G1Q8HyXImPL_FeF9v0Ubo=/600×0/s3.amazonaws.com/arc-wordpress-client-uploads/infobae-wp/wp-content/uploads/2016/11/18140505/0012082658.jpeg?token=bar

Enrique Blaksley Señorans sufrió esta semana su primera derrota judicial, al menos, en un frente. El presidente y socio mayoritario en un 97 por ciento de Hope Funds -la firma financiera responsable de visitas internacionales como las de Roger Federer y Usain Bolt- hoy acusado de lavado de dinero por la AFIP y la Procelac además de estafar a casi 300 acreedores que invirtieron en contratos de mutuo en un esquema similar al cometido por el estadounidense Bernie Madoff, con una causa en su contra en el Juzgado Federal de María Romilda Servini, intentó en febrero pasado una jugada para descomprimir sus problemas judiciales. Fue, precisamente, en el fuero comercial, donde Blaksley y Hope Funds enfrentaron al menos 27 pedidos de quiebra.

La jugada misma estaba contemplada en la Ley 25.589 de Concursos y Quiebras, un recurso perfectamente lícito conocido como APE, o acuerdo preventivo extrajudicial.La mecánica del APE es simple: si dos tercios del total de acreedores de una empresa aceptan firmar el acuerdo y reestructurar su deuda, entonces la empresa sigue a flote y evita una quiebra.

Así, Blaksley apuntaba a neutralizar a su gran caudal de inversores, jubilados, amas de casa y jóvenes con pequeños ahorros, que, tentados por una oferta de tasas anuales de intereses de más de un 12%, pusieron su dinero: la gran mayoría asegura no haber visto un solo peso de vuelta.

Los viejos brokers de Blaksley, vendedores que se dedicaron durante años a captar a estos clientes hoy en pie de guerra, llamaban a los pequeños acreedores para convencerlos de firmar el APE con frases poco felices.  “A los que hacen juicio, Enrique -Blaksley- les va a pagar el Día de la Escarapela. Va a priorizar a los pequeños inversores que firmen los acuerdos”, oyó un joven empleado de callcenter que había invertido sus ahorros de 7400 dólares y que terminó por firmar el acuerdo.

El APE tramitó ante el Juzgado Comercial N°30, a cargo del doctor Sebastián Sánchez Cannavó. Los abogados de Hope Funds presentaron el acuerdo el 24 de febrero último, un documento firmado por el contador Sergio Orencel; era el presunto listado de todos los inversores que firmaron el acuerdo y de todas las personas y entidades a las que Hope Funds les debe dinero, al menos hasta el 15 de diciembre de 2016. El APE, por ley, obligaba a Hope Funds a una situación incómoda: decirle a la Justicia cuánta plata debe.

277 personas firmaron el acuerdo, al que accedió Infobae, un número que luego ascendió a 393. El presunto número de deuda fue de 449 millones de pesos, 18 de ellos en deudas laborales, 34,4 en impuestos impagos a la AFIP, otros 395,5 en contratos de mutuo impagos y proveedores. Sin embargo, fuentes cercanas al expediente instruido por Servini encontraron el contenido del acuerdo por lo menos llamativoPor ejemplo, el documento solo hablaba de Hope Funds y no de otras firmas que tomaron mutuos e imputadas por Servini, como la offshore Marketsite.

También figuran como acreedores una pariente del contador Orencel y varios nombres fuertes de Hope Funds: están Federico Dolinkué, socio minoritario de la firma, por tres millones y Verónica Vega, cuñada de Enrique Blaksley, por 700 mil pesos. No serían los únicos: fuentes que conocen la empresa aseguran que 61 de los 277 firmantes serían vendedores y ex vendedores de la empresa que siguieron leales a Hope Funds, por lo visto, a la fuerza. Muchos de ellos habrían puesto dinero en los mutuos, para no recuperarlo. Seguir en el barco era la única opción.

Infobae publicó los contenidos y las contradicciones del acuerdo de Hope Funds en abril. Blaksley tenía dos obstáculos para que su jugada prosperara: que los acreedores se opusieran y que el juez se negara a homologarla. Ambas cosas ocurrieron.

Luego de la divulgación del informe hubo 1159 presentaciones en contra de Hope Funds en el Juzgado N° 30, que llevó a abultar el expediente con 140 cuerpos y a complicaciones de tráfico en el sistema judicial informático Lex 100. A comienzos de esta semana, luego de casi cuatro meses de evaluación, el juez Sánchez Cannavó decidió anular la estrategia de Blaksley.

El acuerdo fue rechazado, con costas impuestas para el empresario financiero e informes elevados a la AFIP, la PROCELAC y la UIF. También, Sánchez Cannavó le generó un nuevo problema al empresario: envió una nueva denuncia por posibles nuevos delitos a la Cámara del Crimen porteña para que sea sorteada a un juzgado, en paralelo a lo que ocurre en el despacho de Servini. Los términos en el escrito del juez fueron lapidarios.

Sanchez Cannavó apuntó: “En el caso quedó acreditado que mediaron declaraciones insinceras, contradictorias, reticencia en la información, ocultamiento del activo y del pasivo e inexistencia de la mayoría exigida para la homologación judicial. Se trata de cuestiones que evidentemente no podían ser ignoradas por la deudora de acuerdo con una mínima pauta de razonabilidad”, afirmó el magistrado, que habló también de “reiterados incumplimientos”.

Junto a Benedicto XVI y Francisco. Imagen: http://www.infobae.com/new-resizer/AjTAz_Q0j5G99EUtHqTMFVbQ3Z4=/600×0/s3.amazonaws.com/arc-wordpress-client-uploads/infobae-wp/wp-content/uploads/2016/11/18140513/0012083261.jpeg?token=bar

Blaksley hizo una primera presentación ante Sánchez Cannavó junto a un primer acreedor, una suerte de avanzada. Mencionó dos raíces para sus problemas: las dificultades en el lanzamiento del country Verazul en Pilar, cuyo desarrollo está bloqueado por los jueces Sandra Arroyo Salgado y Adrián González Charvay. El empresario también le echó la culpa a la prensa. “Añadió que a ello se le suma una campaña de desprestigio mediático que originó la promoción de acciones judiciales en su contra y que afectaron su credibilidad y solvencia”. Blaksley aparentemente no mencionó, por ejemplo, que la Comisión Nacional de Valores le prohibió operar en noviembre pasado con una orden en su contra.

Blaksley, a sus acreedores, según el documento firmado por Sánchez Cannavó y por varias fuentes alrededor del caso, les ofreció pagarles, irónicamente, con plata generada por Verazul. “Por otro lado están los que se opusieron a la homologación del acuerdo preventivo extrajudicial”, apuntó el juez: “La gran mayoría refirió que no fueron incluidos en el listado de acreedores presentado por la apista, medió ocultamiento del pasivo y del activo, no se presentan las mayorías previstas y se verificaron irregularidades en la contabilidad y en las certificaciones presentadas por la deudora. Muchos también argumentaron que la propuesta resultó ambigua o incomprensible, fraudulenta y abusiva“. Otros acreedores pidieron, directamente, intervención de la CNV y el Banco Central.

Parte del escrito firmado por el juez Sánchez Cannavó. Imagen: http://www.infobae.com/new-resizer/GF8f0NOV66QDJHFya1qbPTO3iY8=/600×0/s3.amazonaws.com/arc-wordpress-client-uploads/infobae-wp/wp-content/uploads/2017/05/11114459/hope-funds-SF-2.jpg?token=bar

Los contadores de Blaksley se demoraron en traer los libros: se detectó el último registro de sueldos correspondiente a diciembre de 2012, se encontraron páginas anuladas en los libros de actas de asambleas, entre otras irregularidades que no fueron explicadas, se quejó Sánchez Cannavó. Hope Funds apenas indicó un solo automóvil en su activo presentado: otra causa en trámite en otro juzgado comercial indica que la firma tendría, al menos, tres.  

Hubo otro hueco que también llamó poderosamente la atención del juez: “Hope Funds participa en sociedades y emprendimientos que supuestamente en conjunto facturarían por año U$S 72.500.000 y $ 275.300.000“, apuntó Sánchez Cannavó. Sin embargo, la empresa no informó ser titular de cuentas bancarias, a pesar de haber ofrecido depósitos de hasta 268 mil dólares ante los pedidos de quiebrapresentados. “Por último”, aseguró Sánchez Cannavó, “no puede dejar de observarse que el propio directorio de Hope Funds le reconoció al contador interviniente que podrían existir otros activos que podrían no estar identificados a la fecha de elaboración del informe. Cuando se le requirió a la deudora que identifique cuáles serían esos activos, nada precisó“.

Por último, el juez dudó fuertemente del pasivo presentado en el APE por un motivo bastante lógico. Hope Funds habló de 393 acreedores: al juzgado se presentaron más de mil.

El rechazo del acuerdo y el envío a sorteo de una nueva denuncia a la Justicia penal son una señal para los abogados alrededor de la causa instruida por Servini en Comodoro Py. Víctor Varone, socio del estudio Iezzi & Varone, es uno de los querellantes. “No creo que Blaksley haya previsto que el juez Sánchez Cannavó extrajera testimonio para la Justicia Penal ni que le carguen costos y honorarios.Es importante que todos los damnificados se presenten en la causa que tramita en el Juzgado Federal N° 1 para dar real dimensión de la estafa”, asegura Varone.

El doctor Hernán Vega, abogado del mismo estudio que trabaja en la causa, completa: “El juez consideró que Enrique Blaksley y su empresa habían incurrido en la comisión del delito penal de estafa que se configuraría con la conducta desplegada al intentar homologar el APE con información y documentación falsa o engañosa.  Por ello sacó testimonios y los envió a la Cámara Criminal y Correccional”.

Gonzalo Romero Victorica representa junto al doctor Ezequiel Altinier a más de 200 presuntos damnificados que hicieron sus denuncias en la Justicia federal. “Se trata de la manipulación de la documentación, libros y registros societarios, que incluyen alteraciones en las participaciones accionarias de las sociedades, falsedades y omisiones dolosas en las certificaciones contables, ocultamiento y manipulación de créditos y deudas; todo lo cual importa la modificación, alteración y hasta la eliminación de prueba”, se sorprende Romero Victorica tras leer el fallo del juez Sánchez Cannavó. El abogado plantea un punto clave: seguir la ruta del dinero de Blaksley “para recuperarlo y devolverlo a los damnificados”.

Los testimonios ya comenzaron a ser tomados en el juzgado de Servini. Sin embargo, Blaksley, con respecto a los cargos de estafa, no fue llamado a indagatoria hasta el momento, mucho menos detenido.

En: infobae 

Odebrecht pagó US$ 2,6 millones por vía Carhuaz-Chacas-San Luis

A pedido de César Álvarez. Al asumir el cargo de gobernador regional de Áncash fue buscado por las grandes empresas brasileñas y le ofrecieron el 3.5% del valor total de las obras que les dieran en concesión, reveló un colaborador hace tres años. Aunque en un inició lo negó, Odebrecht entregó pruebas sobre entrega de dinero a través de testaferro Dirsse Valverde Varas.

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Con paciencia y tenacidad, el fiscal Elmer Chirre Castillo logró descubrir un nuevo caso de corrupción de Odebrecht en el Perú. El primer caso, tal vez el único en toda Latinoamérica, descubierto sin ayuda de los procuradores de Brasil o de los fiscales de Estados Unidos y Suiza.

Acorralada por las evidencias, la constructora brasileña ha debido reconocer que desembolsó dos millones 628 mil dólares al detenido gobernador regional de Áncash, César Álvarez Aguilar, para adjudicarse la construcción de la carretera “Callejón de Huaylas- Chacas-San Luis”, que se ejecutó entre el 22 de diciembre de 2010 y el 12 de setiembre de 2013.

Es un acto ilícito que no aparece en la delación premiada que la empresa firmó en su país. El fiscal no ha tenido que firmar un acuerdo de no procesamiento a Odebrecht ni viajar a Brasil a traer pruebas.

El equipo del tercer despacho de la Fiscalía Supraprovincial Anticorrupción, que dirige Chirre, trabajó en silencio durante tres años en esta investigación vinculada al caso ‘La Centralita’. Hoy sale a la luz porque el miércoles último el fiscal comunicó sus hallazgos a la Procuraduría y al subsistema anticorrupción.

En un documento de 238 páginas se explica esta trama de corrupción. Una crónica que permite dar contexto a la ola de violencia que sacudió la región Áncash. Hoy ya se puede afirmar con certeza que las muertes fueron consecuencias de los negocios ilícitos en el contrato de obras públicas

La historia de este trabajo data de 2014. Ese año un colaborador reveló que las grandes empresas brasileñas habían pagado 3.5 % del valor total de la obras para acceder a los contratos y que el intermediario era Dirsse Paul Valverde Varas.

“Cuando César Álvarez asumió la presidencia del Gobierno Regional de Áncash fue buscado por las grandes empresas brasileñas, como Odebrecht, Camargo & Correa, Queiroz Galvao, entre otros, para llegar a acuerdos en torno al porcentaje que le correspondería (…) poniendo de manifiesto que si se les adjudicaba y otorgaba la buena pro, apoyarían su gestión a nivel de imagen y a nivel político, entregándole para ello la suma de 3.5 % del valor total de la obra”, relató un colaborador.

El dato parecía inverosímil. No se decía de qué obras se trataba. En el Perú siempre se habla del diezmo. Los empresarios pagan el 10% de un contrato para ganar una licitación.

Valverde Varas tampoco aparecía en la estructura de la organización de Álvarez. En Chimbote se había ordenado su captura, como testaferro de Álvarez, pero sin más evidencias todo parecía una leyenda.

Este personaje apoyó los inicios políticos de Álvarez y se desempeñó como subgerente de Infraestructura del Gobierno Regional de Áncash hasta el 2009. El equipo de Chirre fue completando la historia piedra a piedra. El testigo TR-01 describió que el 2007 se produjo una reunión de Álvarez con Fortunato Canaán, el personaje de los ‘Petroaudios’. En esa cita –dijo el testigo– participaron Valverde Varas y Raymundo Trinidade Serra, gerente de Odebrecht.

Producto del encuentro, el 28 de noviembre de 2007 se realizó un viaje aéreo a Chimbote y Huaraz, pagado por Odebrecht. Viajaron Trindade Serra, el ingeniero Manuel Basconcelos Boggio y Martín Belaunde Lossio, como representante de Álvarez. El objetivo era el proyecto Chinecas.

Belaunde lossio

Durante el viaje, “Martín Belaunde le señaló a Trindade que se había aprobado la iniciativa y que debían llegar a un entendimiento. Si quería ganar la buena pro se le debería entregar el 10% del monto del Proyecto Chinecas”.

Trindade respondió que llevaría la propuesta a sus jefes. Odebrecht no aceptó. Ese monto no garantizaba la ejecución de la obra. Belaunde se negó a negociar.

Entonces entra en escena Dirsse Valverde. En el primer trimestre de 2009 se puso en contacto con Trindade y le ofreció participar en un proyecto de infraestructura vial, llevando a los directivos de Odebrecht a un recorrido por carretera, entre Carhuas y el Callejón de Los Conchucos.

Valverde Varas no había renunciado sino que Álvarez lo desplazó a Lima para ser su operador y contacto para negociar las obras de infraestructura. Luego que la Fiscalía logró confirmar la existencia del vuelo, pagado por Odebrecht, empezó a bombardear a la constructora para que informen de sus vínculos con Dirsse Valverde.

Otro colaborador entregó documentos de los pagos realizados por la Concesionaria IIRSA Sur, a Dirsse Valverde. Allí, apareció el nombre de un viejo conocido de la Fiscalía: Luis Cavassa Roncalla, ex jefe electoral de la ONPE procesado por la masiva falsificación de firmas para inscribir la candidatura de Alberto Fujimori.Odebrecht se rindió. Contó todo y entregó las pruebas que faltaban.

Los brasileños contaron que en 2010, Dirsse Valverde volvió a visitar las oficinas de Odebrecht. Les comunicó que ya no era funcionario público, pero que la carretera Chacas-San Luis había pasado el SNIP y que, a través de la OEI se iba a convocar la licitación pública. Odebrecht decidió entrar en el proyecto.

En setiembre de 2010, cuando la propuesta ya estaba avanzada, Dirsse se comunicó con Trindade y en una reunión en el Swiss Hotel, le indicó que César Álvarez pedía la entrega de 2.5% del valor del contrato, descontando el IGV, a cambio de que la empresa gane la buena pro.

“Raymundo Serra hizo saber la propuesta a Jorge Barata, quien se tomó un tiempo de tres días a más en decirle que aceptaba la propuesta y que busque a Ricardo Paredes Reyes, que era responsable del proyecto”, indicó el colaborador TRI-2017.

Los funcionarios de Odebrecht dicen que la relación de Valverde Varas con Álvarez era evidente. “Los ofrecimientos que hacía Dirsse sobre acciones o decisiones que tomaría el Gobierno Regional sucedía en el tiempo y el modo ofrecido por Dirsse”, relató el colaborador.❧

Los pagos a Dirsse Valverde y una offshore en China

Los primeros pagos del 2.5% convenido entre Odebrecht y Dirsse Valverde Varas por la Carretera Chacas-San Luis se realizaron a través de contratos por asesorías ficticias en IIRSA Sur.

Los primeros contratos y pagos se realizaron a su nombre. Posteriormente, este personaje presentó a José Luis Cavassa Roncalla y pidió que se le entregue a él parte del dinero.

Entonces, el gerente de la Concesionaria IIRSA Sur, Eleuberto Martorelli, le comunicó a que todos los pagos no se podían realizar a través de esta institución, pues era mucho dinero. Una semana después, Valverde Varas regresó con un número de cuenta de una empresa en Hong Kong.

La información fue comunicada al Departamento de Operaciones Estructuradas para que realizara los pagos. Se realizaron cuatro depósitos de 600 mil dólares, cada uno. 2,4 millones de dólares, desde las cuentas de las offshore Innovations Meinl y Klienfeld Meinl, en el Meinl Bank, en Antigua, por orden de “Migolino”, identificado por lWAa Fiscalía como Olivio Rodríguez Junior. El dinero se depositó en una cuenta de la empresa Cirkuit Planet Limited, de Hong Kong.

En: larepublica 

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Colombia: “De Venezuela con amor: una noche de putas en el barrio Santa Fe”

Semana.com exploró con sus periodistas una de las zonas de tolerancia de Bogotá, a la que cada vez vienen más mujeres del país vecino en busca de dinero. Detrás hay un drama humano y migratorio sin freno.

De Venezuela con amor: una noche de putas en el barrio Santa Fe Foto: Archivo. https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2017/2/24/516619_1.jpg

Por: Rodrigo Urrego, José Guarnizo y Astrid Suárez.

Sari tiene 28 años y una mirada capaz de rendir a sus pies a cualquier hombre. No conoce Bogotá, apenas las sórdidas calles del centro donde fijó su residencia temporal. La capital colombiana no es sinónimo de futuro, pero sí tiene las llaves para cambiarle el decorado a un presente que cada vez lo advierte muy oscuro.

Su hija, de cuatro años, se ha quedado en Maracaibo, a la espera de buenas noticias, o por lo menos saber que comerá algo distinto que una arepa, el pan de cada día desde hace mucho tiempo, desde que la llamada revolución bolivariana dejó de ser una ilusión colectiva, para convertirse en una pesadilla. Una que de momento parece no tener despertar.

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Hace diez días, Sari empacó una pequeña maleta, apenas con lo necesario. Sus mejores prendas, sus cosméticos, dos teléfonos celulares. Dos horas y 25 minutos desde Maracaibo, en el estado de Zulia, a Maicao, en La Guajira.

Sabe que si la policía sospecha de sus movimientos, su voz es la carta para seducirlos y que se fijen en la vida de otro de los viajeros del bus. De allí, otro bus a Santa Marta,  cuatro horas de recorrido. Y de la ciudad donde murió Simón Bolívar a Bogotá, otras quince horas viendo pasar todo tipo de paisajes por el cristal de la ventana.

El frío de la capital obliga a Sari a vestir más abrigada que en su natal Maracaibo, aunque el plan que trae entre manos sugiere andar con prendas poco recatadas. No viajó sola, lo hizo con una amiga, su cómplice de travesía, la única compañía sincera que tendrá en los momentos donde la soledad aparezca como un fantasma.

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Llegaron a la zona de tolerancia del barrio Santa Fe, una cuadra debajo de la Avenida Caracas, entre calles 20 y 22. En la Piscina, club nocturno, uno de los más apetecidos de la zona, encontraron techo. Ambas comparten una modesta habitación donde las horas se pasan despacio, hasta que llegan las 5:00 p.m., cuando el sol comienza a ocultarse, y da paso a la noche con todas sus pasiones desenfrenadas.

Es la media noche del sábado 18 de febrero. En las calles del sector de tolerancia, varios mozos con chalecos estilo billarista, interceptan a decenas de hombres que van husmeando las puertas para elegir el lugar, y les ofrecen paisas, caleñas y venezolanas como principales atractivos. Sari es una de las ‘estrellas’ de la Piscina. Lo suyo no es el tubo, el pole dance, o quitarse la ropa de forma seductora delante de la mesa que ha pedido una botella de ron, aguardiente o whisky, que da derecho a tener de cerca a alguna de las mujeres del club.

Tampoco viste prendas que le dejen ver más allá de lo prohibido. Un jean claro, ceñido, que le resalta  sus nalgas y sus muslos, y una camisa blanca que le deja al descubierto el ombligo y la cintura, una pinta más para una fiesta, o porque no para la universidad, que para pasar la noche a la caza de clientes en un putiadero.

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Las calles afuera de los clubes son un hervidero de hombres. Hay muchedumbre pero seguramente detrás también soledad. Bogotá es una ciudad en la que según el concejal Hosman Martínez hay 23.400 personas que se dedican al oficio de la prostitución. En dos horas las aceras han casi cuadruplicado el número de visitantes. No se puede casi andar. Es el punto más alto de una fiesta que comienza a salirse de madre. Un joven de unos veinte años está tirado en la vía boca arriba, con la cara pegada al andén, en el centro de un tumulto. Tiene la frente ensangrentada y el semblante de quien se ha bebido una botella entera. ¿Qué le pasó? Parece que no importa. La gente sigue de largo.

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El acento venezolano es un plus en el ambiente de la noche. Sandra, una colombiana esbelta y menos voluptuosa que sus compañeras de La Piscina, intenta hacerse pasar por caraqueña. Le da más réditos, más opciones de cazar un cliente. Pero su inocultable deje de bogotana y el desconocimiento sobre el país vecino la delatan ante la primera pregunta. Pero Sandra insiste. No abandona, en ningún punto de la conversación, su acento simulado.

Nadie –ni las autoridades- se pueden aventurar a dar un número exacto de venezolanas que vinieron a probar suerte en oficios sexuales. Migración Colombia cuenta apenas con el registro de los extranjeros que, por no reunir los requisitos legales de estancia en el país, devuelve a la frontera. Pero hay miles trabajando sin permiso y de ellos no se tiene noticia.

Desde hace tres años la cifra de venezolanos que entran sellando el pasaporte en los puestos de control ha subido sin parar. Los números aumentan de a miles: en el 2014 entraron más de 291.000 personas, en 2015 ya eran 329.000 y en 2016 llegó casi a 379.000. Como es bien sabido, Venezuela pasa por una turbulencia social de la que no se recupera hace por lo menos diez años. De hecho, la mayoría de personas entran para abastecerse de los alimentos que, al otro lado de la frontera, son un tesoro perdido.

Por las trochas, atravesando el río, con sus niños y asumiendo el riesgo de ser ‘pillados’ entran otros miles. Son los ilegales. Se saltan los papeles y, si la suerte no los acompaña, Migración Colombia los deporta después de operativos y verificaciones. Cada vez también hay más expulsados: en 2012 deportaron 11 venezolanos, mientras que en 2016 devolvieron a 1.956.

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Entonces vienen las preguntas. ¿Es legal lo que hacen mujeres como Sari? ¿Una prostituta puede solicitar visa de trabajo para entrar a Colombia de manera regular? No es la primera vez que Christian Krüger, director de Migración Colombia, responde este interrogante. Con sus manos ajusta su traje y pausadamente responde que no conoce el primer caso, que cuando entran por los puestos de control vienen como turistas, y cuando no lo hacen así pues ingresan por las trochas y ellos no se enteran.

Con el tema de la prostitución Krüger es cuidadoso, reitera que las mujeres son deportadas no por estar ejerciendo ese oficio, sino por estar de manera irregular en Colombia. “Es un drama humano (…) un tema desafortunado porque se han encontrado casos de personas profesionales ejerciendo la prostitución”, dice.

Y cada vez aparecen más mujeres, por desbandadas, en las ciudades menos pensadas. A un kilómetro de Tunja, en la vía que va hacia el frío pueblo de Cómbita, en Boyacá, el año pasado llegó una inusitada ola de bonitas y jóvenes foráneas.

Fue difícil para las recién llegadas pasar desapercibidas entre los boyacenses del páramo. Muy pronto la comunidad comenzó a llamar a la Policía tras el éxito intempestivo que comenzó a tener entre los clientes un bar llamado ‘Champagne Las Vegas’.

El 29 de agosto la Policía irrumpió en el establecimiento, en medio de la fiesta. Adentro estaban 39 venezolanas y una peruana, todas indocumentadas. Un grupo de ellas estaba en la azotea del negocio, con pocas ropas, muertas de frío y del pánico. Ahí terminó el sueño de reunir los pesos que necesitaban para volver a la realidad. A lo de siempre.

***

Apoyada en la barra, y en un corrillo con otras chicas, Sari atendió al primero de los hombres que se fue a la conquista. Poco tiempo tardó en convencerla y la mujer aceptó acompañarlo a la mesa que compartía con otros cinco hombres, también en planes de levante. Sari se sentó y empezó a servir copas de trago con intenciones de acabar rápidamente con la botella. Ellas tienen ese objetivo: que los clientes llamen a los meseros para que aparezca más licor.

Sari sabía que no duraría más de una semana en Bogotá. Apenas consiguiera el dinero que necesitaba empacaría su maleta y emprendería la travesía de regreso. Volvería a Venezuela por su hija y para operarse las tetas. Estudió relaciones públicas, su carrera la financió la revolución bolivariana, pero desde hace cinco años no conseguía trabajo. En Colombia, encontró la fórmula para conseguir dinero.

Sentada en esa mesa, Sari no paraba de inspeccionar con su mirada los otros rincones del lugar. En frente, tres hombres brindaban con media botella de ron. Se fijó en uno de ellos, el que la miraba fijamente, y al menor descuido de su primer ‘enamorado’, le mandó un beso a la distancia, que fue recibido en aquella mesa con risas nerviosas. Minutos después se levantó de su silla y caminó hasta donde los tres hombres. Agarró la media botella de ron y sirvió el trago hasta la última gota.

Mientras en la pasarela, una voluptuosa mujer había bailado dos pistas de música electrónica hasta quedarse desnuda, Sari le hablaba al oído al hombre en el que se había fijado para enredarlo tan fácil como a un niño, con ese acento caribeño al que difícilmente se le podía contestar con un no. Lo sacó a bailar, lo agarró de la nuca, le acarició el pelo, le puso el cuello cerca de la nariz para que no se le olvidara su olor; le dio besos en la cara y hasta le agarró sus partes nobles. Parecían novios.

Antes de que terminara la canción, la única que bailarían, le propuso hacer el amor. El hombre no se pudo negar a pesar de que intentó una rebaja de los $120.000 que Sari le cobró. Se fueron agarrados de la mano, traspasaron una puerta, subieron el ascensor hasta el cuarto piso. Veinte minutos después bajaron separados, como si no se conocieran. En un rincón oscuro se despidieron, para nunca volverse a ver.

En: semana.com 

Herzog, Dios, Kinski, iguanas y Busquets

El cineasta alemán, siempre genio y figura, levantó una gran expectación en su sesión en el CCCB

Barcelona 25 03 2017 El cineasta i escriptor alemany Werner Herzog abans de la conversa Extasi i terror a la ment de Deu de Kosmopolis BONA Foto Robert Ramos. Imagen: http://estaticos.elperiodico.com/resources/jpg/2/2/jgarcia37820245-barcelona-2017-cineasta-escriptor-alemany-werner170326151251-1490534143622.jpg

Desde que se anunció su asistencia en Kosmopolis, la sesión protagonizada por el cineasta alemán Werner Herzog el pasado sábado se convirtió, junto a la de la cantante PJ Harvey el día después, en uno de los eventos de este encuentro literario anual celebrado en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB).

Las entradas se habían agotado. El ‘hall’ del CCCB estaba a rebosar. Se habilitó otra sala para que los que no cabían en el hall pudieran ver la conferencia en ‘streaming’. No era para menos. Venía Herzog, el gran fabulador del cine contemporáneo, quien ha roto las fronteras entre ficción y documental, subido barcos por montañas (‘Fitzcarraldo’), hipnotizado a sus actores (‘Corazón de cristal’) y se ha jugado la vida filmando un volcán a punto de entrar en erupción (‘La Soufrière’. El cineasta que ha desmenuzado internet (en la reciente ‘Lo and behold’), capturado el alma de los que esperan en el corredor de la muerte (‘On death row’) y revelado al mundo personajes tan particulares como el amigo de los osos de ‘Grizzly man’.

Herzog también ha lidiado con estrellas como Klaus Kinski (‘Aguirre, la cólera de Dios’), Nicole Kidman (‘La reina del desierto’) y Nicolas Cage (‘Teniente corrupto’). Precisamente unas imágenes de este psicótico ‘thriller’ ambientado en Nueva Orleans después del Katrina sirvieron de prólogo al diálogo entre Herzog y Paul Holdengräber, creador del programa ‘Live’ de The New York Public Library. Aunque el título de la sesión era ‘Éxtasis y terror en la mente de Dios’, la charla empezó a girar sobre las iguanas que aparecen en ‘Teniente corrupto’: “Me encantan las iguanas”, dijo Herzog, “pero son unos animales muy estúpidos, no entienden nada. No saben que es un fuera de juego en fútbol”.

Así de aparentemente caóticos son algunos filmes de Herzog, y así fue una charla que pasaba de un tema a otro pese a los intentos de Holdengräber por dilucidar el éxtasis y el terror. La referencia al fuera de juego no fue la única sobre fútbol. Gran amante de este deporte, Herzog aseguró que “me gusta mucho Busquets, lee los partidos, lee el campo. El partido del Barça contra el PSG fue un milagro, ganaron un partido que parecía imposible. Tras el 3-1 se destruye la moral. Pero lo lograron. El fútbol tendría que haberse detenido con el 6-1, terminar los campeonatos, cerrar los estadios durante un año. Y empezar después a partir de esta nueva realidad”.

RELACIÓN CON LOS ACTORES

Iguanas, fútbol, Dios, los actores: “No me gusta explicarles en exceso lo que deben hacer. A Nicolas Cage le dije solo que debía intentar ser tan malo y vil como pudiera”. No faltaron referencias a su relación volcánica con Klaus Kinski: “Toda la ira de Kinski acostumbraba a salir cuando la cámara no estaba rodando. Yo conseguí que se mostrará así cuando grabábamos”. En este punto, Holdengräber leyó un fragmento de la autobiografía de Kinski muy virulento contra Herzog. “Yo le ayudé a escribir algunos de estos pasajes. Cuando hay mucho colorido en la descripción, ahí está mi huella”. Herzog, comediante inigualable.

De vez en cuando, el director volvió al enunciado de la sesión. “Utilizó el término Dios como algo diferente a la creación del universo”. Y recordó una frase del penúltimo Papa, Benedicto XVI, cuando se interrogó sobre donde estaba Dios cuando pasó el genocidio nazi. “Le preguntaría al Papa sobre su fe, si es sólida, si duda o no de la existencia de Dios”. Citaron entonces a Baudelarie, cuando dijo que aunque Dios no exista, no debemos de dejar de creer en él. Herzog sabe que nunca podrá plantearle estas cuestiones al Papa, como que “nunca me darán dinero para hacer un filme sobre la conquista de México vista desde la perspectiva de un caballo”.

Genio (verdadero) y figura (auténtica). Cineasta y aventurero. Conquistó lo inútil (ese es el título de su diario de rodaje de ‘Fitzcarraldo’, del que leyó varios párrafos), sabe que “toda dignidad viene de la tragedia”, que “el documental no debe basarse solo en hechos, estos no constituyen la verdad, en los hechos no hay poesía” y que “la persona que me ha de dar miedo aún no ha nacido”.

En: elperiodico.com 

Puntos de Vista: Guerra económica contra Venezuela

Por Germán Sánchez Otero*

¿Qué objetivos, cuáles efectos?

Desde mediados de 2012 Venezuela comenzó a ser víctima de una guerra económica integral y creciente, cuyo fin es derrocar al gobierno bolivariano, lograr el control de ese estratégico país y destruir el modelo alternativo al capitalismo que implementa la Revolución Bolivariana.

Se trata de una guerra no convencional, que ha logrado en los últimos cuatro años dislocar la economía y generar poderosos impactos humanos. Estos afectan a casi todas las familias en niveles muy severos, sin precedentes en Venezuela y pocas veces acaecidos en el mundo.

Guerra sin balas, es también inhumana y perversa. Desaparece medicamentos e insumos médicos; saca de los anaqueles alimentos básicos y productos de higiene esenciales, desviándolos al mercado ilegal; genera inmensas y continuas colas; provoca hiperinflación y degrada a extremos irritantes la capacidad adquisitiva del bolívar y por ende de los salarios y otros ingresos del pueblo humilde.

Antecedente: Golpe petrolero de 2002

Durante el paro empresarial y el sabotaje petrolero de fines de 2002 y principios de 2003, el gobierno de Estados Unidos intentó derrocar a Chávez por la fuerza, luego de fracasar del mismo modo ocho meses antes. Orquestó el nuevo plan golpista basándose en una parálisis de la economía, respaldada por las transnacionales, los grandes empresarios venezolanos, y buena parte de la gerencia de la empresa petrolera estatal.

Y otra vez participaron a tiempo completo casi todos los medios de comunicación privados, los partidos y entes civiles contrarrevolucionarios, y los militares golpistas –ahora fuera de la institución– derrotados en abril de 2002.

La embestida duró dos meses y provocó que el PIB se contrajera 18 %, entre los años 2002–2003. Hubo amplia escasez de productos básicos, incluso de gasolina, la inflación se duplicó, al igual que el desempleo y en general aumentó la pobreza. También creció la fuga de capitales y el índice de riesgo país se disparó, con grave incidencia para la obtención de préstamos.

El llamado “golpe petrolero” devino prueba medular para la Revolución Bolivariana, que logró la victoria sustentada en una sólida alianza del pueblo civil y los militares, bajo el liderazgo de Chávez.

Referendo contra Chávez de 2004

Al terminar la jornada sin éxito, Estados Unidos apuesta de inmediato a la vía electoral, por medio del referendo revocatorio (RR) contra el Presidente, posible de activar en agosto de 2003. Luego de crear tal adverso escenario económico y social para el proceso bolivariano, el imperio se propuso coronar su plan de derrocar a Chávez a través de las urnas y a ellas dedicó sus poderosos recursos.

Los desajustes que el plan golpista provocara en la economía y los graves impactos entre la gente humilde, hicieron creer a Estados Unidos que existía el escenario idóneo para derrotar a Chávez con votos. ¿Por qué estaban tan seguros?

En julio de 2003, según encuestas confiables, Chávez habría perdido el RR. Sin embargo, cuando se realiza 13 meses después, gana con 60 %.

¿Cómo fue posible derrotar este nuevo intento contrarrevolucionario, que abarcó desde febrero de 2003 hasta el 15 de agosto de 2004?

Vale la pena recordar los motivos:

––El estricto control de cambio en febrero de 2003, puso de rodillas a los empresarios. El gobierno logra un alto poder de fuego, al disponer de todas las divisas y usarlas según las prioridades del consumo de la población y del plan de desarrollo económico.

––Regulación de precios a una amplia lista de alimentos y medicamentos, y de productos de higiene.
––Creación y despliegue meteórico de las misiones sociales en la salud, la educación y la alimentación, y para promover empleos. Acciones todas de gran impacto social, que benefician en pocos meses a más del 65 % de la población.

––Unidad cívico–militar.

––Acelerada reactivación de la producción y de los canales de distribución.

––Movilización constante del pueblo, avances en su organización en las bases y en la conciencia. Papel fundamental del liderazgo de Chávez.

––Radicalización de la Revolución, al adoptar el signo antimperialista y enfrentar sin ambages al gobierno de George W. Bush.

Desde entonces (15 de agosto de 2004) y hasta 2013, la Revolución Bolivariana logra amplia hegemonía política y un vasto poder del Estado, en un contexto regional ventajoso con predominio de varios gobiernos de izquierda y progresistas, y favorecida por cuantiosos ingresos petroleros.

Crece mucho la influencia del presidente Chávez y del gobierno bolivariano en los procesos de unión e integración de la América Latina y el Caribe.

Por primera vez en la historia, el petróleo se convierte en potencial de solidaridad en vez de arma de presión.

Sin embargo, durante esa década ganada por la Revolución el imperio mantiene su objetivo y busca avanzar. No cesa de conspirar. Evalúa las causas de sus derrotas, aumenta la ayuda financiera y la asesoría a Ongs y partidos opositores.

Examina y explora nuevas variantes subversivas, entre ellas prepara a jóvenes opositores en los métodos de las “revoluciones de colores”. Y en 2007, cuando Chávez se propone realizar una profunda reforma a la Constitución, con el fin de acelerar y fortalecer el proyecto socialista bolivariano, Estados Unidos hace todo lo posible para evitarlo y, sin dudas, contribuye a la derrota de la reforma en las urnas.

Amén de otros factores, Chávez pierde el Referendo debido a la eficaz campaña ideológica y política contrarrevolucionaria, guiada desde Washington, y al sensible desabastecimiento programado e inducido, que abarcó el 25% de los productos esenciales.

Pero Chávez saca lecciones de la amarga experiencia y durante 2008 retomó la iniciativa, que no perdió nunca más.

Nueva arremetida imperial

En junio de 2011, la noticia sobre la sorpresiva enfermedad de Chávez reactiva en Washington y en sus aliados venezolanos, y de otros países, la esperanza de destruir en breve plazo a la Revolución Bolivariana.

Las gravedad de su salud resulta clara al comenzar 2012, año en que están previstas elecciones presidenciales en octubre. Surge así otra posibilidad de derrotarlo por la vía comicial y, de no lograrse, avanzar en un plan integral de desestabilización y de asalto al poder.

Esta vez, las acciones económicas y financieras radicales e interrelacionadas van a ocupar un papel central desde la primera etapa: una especie de ablandamiento artillero que no debe cesar hasta lograr la derrota del adversario, con el uso de un amplio arsenal y numerosas variantes de ataque.

Quienes concentran la propiedad del capital, la producción y la distribución, sobre todo de los bienes esenciales para la vida, pueden manipular los mercados, sus precios y las cantidades de los productos. Ellos poseen armas muy poderosas para derrocar gobiernos.

Y como lo demuestran varios ejemplos de la historia, esos entes económicos y financieros, actúan acorde con la estrategia política decidida en los centros de poder del imperialismo estadounidense.

Así obraron, por ejemplo, contra el gobierno de Salvador Allende y después frente a la Revolución Sandinista. Y también contra Cuba, aunque nuestro pueblo ha demostrado que es posible resistir y derrotar incluso la versión más extrema y prolongada de la agresión.

No es casual que la guerra económica contra Venezuela se inicie meses antes de los comicios presidenciales de octubre de 2012. Y que se recrudezca de modo acelerado, una vez que es notoria la extrema gravedad de Chávez.

Luego que él fallece en marzo de 2013 y ante la nueva elección presidencial de abril de ese año, aceleran el paso. Al triunfar Nicolás Maduro –por una diferencia mínima-, Estados Unidos acentúa su decisión de desestabilizar a fondo toda la economía y culpar de tal desastre al modelo socialista que adelanta la Revolución Bolivariana.

El imperio no pierde un minuto, a fin de aprovechar la coyuntura anómala que se crea en el campo bolivariano durante 2012 y hasta el 5 de marzo de 2013, y en el lapso del proceso de sustitución de Chávez y de toma de experiencia por su sucesor, el presidente Maduro.

A mediados de 2012 comienza a ejecutarse el nuevo plan. Y en 2013 incrementan las acciones económicas, políticas, mediáticas, conspirativas y diplomáticas.

Bombardeo de la artillería pesada

El objetivo esencial en la primera etapa es desajustar a fondo el sistema económico. Para ello manipulan las importaciones, la producción, la distribución mayorista y minorista, y el valor del bolívar. Así impiden que el gobierno controle la inflación y otras categorías macroeconómicas. Todo vale para destrozar la economía y colocar a la defensiva al adversario.

¿En qué consiste esta guerra económica? ¿Qué actores económicos, políticos y conspirativos participan en ella?¿Cuáles son sus objetivos? ¿Qué efectos ha provocado en la población? ¿Qué medidas ha estado adoptando el gobierno para contrarrestarla? ¿Es posible derrotarla? ¿En qué plazo?

La economista venezolana Pasqualina Curcio Curcio, en su documentado libro “La mano visible del mercado. Guerra económica en Venezuela” (Ediciones MinCI, Caracas, 2017) ofrece datos y argumentos irrefutables.

Entre los instrumentos que emplea la guerra económica se encuentran: 1) el desabastecimiento programado de bienes esenciales; 2) la inflación inducida; 3) el boicot en el suministro de los bienes de primera necesidad; 4) el embargo comercial encubierto; y 5) el bloqueo financiero internacional.

Quienes utilizan estas armas lo hacen de manera oculta, no muestran sus rostros.

Actúan respaldados por sistemáticas campañas comunicacionales, cuya línea principal es responsabilizar al gobierno bolivariano con el desastre creado, debido a sus decisiones puntuales y, sobre todo, por adoptar un modelo económico alternativo al capitalismo.

Participan en esta guerra no convencional las grandes corporaciones transnacionales, en complicidad con los monopolios nacionales de alimentos, medicamentos y artículos de higiene.

El diseño y la dirección estratégica recaen en los centros de poder de los Estados Unidos, que también utilizan a los entes políticos opositores de Venezuela, gobiernos aliados y a los medios de comunicaciones locales e internacionales.

Todos actúan para encubrir las acciones de la guerra económica, y confundir al pueblo sobre las causas y responsables de esta.

Guerra económica e importaciones

Ofrezco y comento enseguida algunos datos, aportados por Pasqualina. El PIB de 2015, año en que se registró un nivel de escasez superior al 30 %, fue 34 % mayor que el del año 2004, cuando ocurriera un nivel de escasez del 7 %, el más bajo en veinte años.

La tasa de desempleo en 2015 alcanzó 6 %, 62,5 puntos inferior a la de 1999. Esto contradice que se haya producido el cierre masivo de fábricas.

Por su parte, las cifras de las importaciones desmienten que la supuesta caída de estas haya provocado el desabastecimiento. Al contrario.

Ellas aumentaron 129 % desde 1999 hasta 2014. Y ese año, el 2014, las importaciones superaron los 31 000 millones de dólares, casi el doble que en 2004, cuando sumaron 16 000 millones de dólares.

La importación de alimentos ascendió a 7 700 millones en 2014 y en 2004 fueron 2,100 millones, o sea 259 % mayor. Y en el caso de los medicamentos, en 2014 se importaron 2 400 millones de dólares, mientras en 2004 apenas fueron 608 millones. Un incremento de 309 %.

Por consiguiente, la falta de alimentos, medicamentos, artículos de higiene, repuestos para el transporte y otros productos, así como las largas colas no pueden explicarse porque el sector privado haya dejado de recibir las cantidades suficientes de dinero para las importaciones.

Desde 2003, tales divisas son entregadas por el Estado a las empresas privadas, a un tipo de cambio preferencial, que actualmente es de 10 bs por US$.

En 2004 –año en que no hubo desabastecimiento– se les asignó 15 750 millones de dólares y en 2013, momento en que con mayor intensidad comienzan a escasear los rubros esenciales, la cantidad asignada se duplicó a 30 859 millones.

Desde que se instauró el control cambiario en 2003 y hasta 2016, las empresas privadas recibieron del Estado 338 331 millones de dólares para las importaciones. Hubo años, como el 2007 y el 2008, en que se les asignaron alrededor de 40 mil millones de dólares en cada uno.

En 2011, ante de comenzar la guerra económica, se les adjudicaron solo para alimentos 4 454 millones de dólares. En 2012, cuando empezaron a escasear varios productos y surgieron las colas, la cifra subió a 4 843 millones.

En 2013 fue de 4 624 millones. Y en 2014 alcanzó 4 173 millones.

¿Por qué ocurre el desabastecimiento?

El desabastecimiento tampoco puede ser explicado por el aumento del consumo. Por ejemplo, entre 2003–2013 la línea de tendencia del crecimiento del consumo es 5,07 %, mientras que la suma de lo que se produce más lo que se importa origina una tendencia creciente de 5,99 %. Son otras las causas del desabastecimiento.

Una de ellas, argumentada en detalles por Pascualina Curcio, es la diferencia entre el monto en dinero recibido para las importaciones y los valores de uso importados, expresados en kilogramos. Esta diferencia es clave.

La variación de las importaciones totales de bienes y servicios expresadas en dólares, fue de 388,9 % al comparar los años 2003 y 2013. Sin embargo al medir las importaciones totales de bienes y servicios, ahora expresadas en kilogramos, la variación en el mismo período fue de 57,6 %.

O sea, se importa menos bienes y servicios con una mayor cantidad de dólares asignados.

El costo promedio de importación por kilogramo en el 2013 fue 210 % más alto que en 2003. Ese año ascendió a 0,83 dólar por kilogramo y en 2013 fue 2,34 dólares por kilogramo. De tal modo, un factor del desabastecimiento radica en que con una mayor cantidad de divisas entregadas por el Estado, se ha importado menor cantidad de bienes.

¿Qué hicieron con los dólares los empresarios? Aquí está la respuesta: Las monedas y depósitos del sector privado en el extranjero, suben 233 % entre 2003 y 2013. Por supuesto, con el subterfugio típico de la sobrefacturación u otros trucos, donde además de agentes corruptos externos deben haber participado no pocas veces funcionarios venezolanos de la misma especie.

Un segundo factor importante del desabastecimiento, es el acaparamiento por parte de las grandes empresas importadoras y productoras de alimentos básicos, medicamentos, piezas y repuestos del transporte, semillas, etc.

Y el tercer factor es el contrabando de extracción en las fronteras, sobre todo hacia Colombia.

Tales desequilibrios provocan otros, como el llamado bachaquerismo, aquellos sujetos que adquieren los productos a precios subsidiados y luego los revenden en el mercado informal varias veces más caro.

Inflación inducida, vía internet

El arma más poderosa y efectiva de la guerra económica contra Venezuela, es la inflación inducida vía internet con fines políticos, al fijarse de manera arbitraria e ilegal cada día la tasa de cambio respecto del dólar.

A partir de 2013, en Venezuela los niveles de precio no los determina la demanda agregada y la liquidez monetaria, como ocurre en todos los países. Lo hace el dato arbitrario que aparece en la página “Dólar Today”.

Sus nocivos efectos en los precios (inflación) y por ende en el poder adquisitivo de la mayoría de los ciudadanos, en la distorsión de los mercados y en la caída de la producción, forman un haz diabólico.

Tales tasas de cambio, no responden a criterio económico alguno. Obedecen a una intencionalidad política, encaminada a desestabilizar a fondo y sin escrúpulos la economía y la sociedad.

Veamos estos datos. La variación promedio anual del tipo de cambio paralelo desde 1999 hasta 2011 fue de 26 %. En 2012 respecto a 2011 creció a 31 %. Y en 2013 se dispara en comparación con 2012: 224%. Sube a 475 % en 2015 y en estos momentos la cifra es superior a 600 %.

Basándose en un modelo matemático que contempla el monto de las reservas y la liquidez monetarias, Pasqualina Curcio estimó que en marzo de 2016 la tasa de cambio real debía ser de 84 bs para adquirir un dólar, mientras que en esa fecha la tasa de cambio ilegal inducida por internet era de 1212 bs.

Ella también hizo un gráfico donde muestra la diferencia entre el tipo de cambio manipulado y el real estimado. En 2013 el manipulado es 1,5 veces mayor que el real, en 2014 sube a 2,4 veces, en 2015, aumenta 7 veces y en 2016 el paralelo es 14, 5 veces superior al valor real estimado.

¿Bloqueo económico?

El imperio desarrolla la guerra económica contra Venezuela de modo simultáneo y creciente en todos los escenarios, con el fin de destruir los pilares que sostienen cualquier sistema económico.

Hasta el momento, Estados Unidos no ha codificado en sus leyes –como ha hecho con Cuba– esta criminal guerra de cuarta generación, equivalente a un bloqueo económico, comercial y financiero, con sus especificidades. Han actuado de modo solapado, basándose en los diversos aliados e instrumentos con que cuenta. Uno de ellos es el financiero internacional.

Venezuela sufre desde 2013 una especie de bloqueo financiero. Consiste en hacer cada vez más difícil y costoso a la República y en especial a Pdvsa, tener acceso a créditos en el mercado internacional y en entorpecer las operaciones financieras de tal rango.

También en este ámbito las armas han sido invisibles: sobre todo consisten en la publicación de elevadas cifras del índice de riesgo país y en enlentecer las transacciones financieras.

El riesgo país, como se sabe, es un índice que mide la garantía de un Estado para cumplir con sus compromisos financieros. Establece una prima de riesgo asociada a la probabilidad de incumplimiento en el pago de la deuda externa. Si el índice de riesgo país es mayor, los intereses y condiciones del préstamo serán más severos.

Todos los entes calificadores del riesgo país, son instrumentos de grandes bancos privados. Por ello no es casual que la guerra económica contra Venezuela haya incluido pintarla de rojo. Y desde 2015 está señalada como la nación de mayor riesgo, con más de 2 mil puntos.

Llama la atención que durante los años 2009 al 2012 el índice es bajo y estable y que se dispare a partir de febrero de 2013. Sin embargo, ninguno de los factores que podrían determinar tal fenómeno está presente: el pago de la deuda ha sido puntual, con cifras astronómicas; en 2013 el precio del petróleo aún no se ha desplomado; ni tampoco disminuye ese año el PIB y las reservas internacionales eran aceptables.

Lo que sí resulta evidente, como demuestra Pascualina, es la relación directa entre el tipo de cambio ilegal, la inflación inducida por este y el riesgo país. La razón es obvia: son tres categorías manipuladas con fines políticos por los autores de la guerra económica.

Imponen el tipo de cambio, lo elevan a cifras cada vez mayores y hacen lo mismo, en similar proporción irracional, con el nivel del riesgo país. El comportamiento de las tres variables –tipo de cambio ilegal, inflación inducida y riesgo país– está estrechamente relacionando y es resultado de un mismo plan de desestabilización política.

Sugerencias para el análisis final de los lectores

La guerra económica contra Venezuela ha logrado crear un escenario sumamente complejo para la Revolución Bolivariana. Es un reto de medular importancia, que ella puede vencer y adelantar con muestras contundentes que es así en el menor plazo.

Toda la sociedad ha sido impactada y sus efectos han contribuido de manera directa a la disminución de los votos obtenidos por los candidatos bolivarianos en las elecciones de octubre de 2012, abril de 2013 y diciembre de 2015 (Asamblea Nacional), donde ocurriera una derrota sensible.

Está probado con cifras, que en tales coyunturas la inflación se disparó y los abastecimientos básicos desaparecieron.

El objetivo final de la contrarrevolución no es ganar la presidencia y los demás poderes públicos a través del voto. Esto forma parte del plan desestabilizador –a lograr siempre que resulte posible–, pero no es lo único: la meta es extirpar la Revolución Bolivariana y el chavismo. Para lograrlo, pretenden hacer creer que ella es la causante de los profundos desajustes causados por la guerra económica.

En consecuencia, un frente de batalla principal para intentar derrotar a la Revolución es y seguirá siendo la agresión económica.

Junto a ella acrecientan la escalada de violencia, como sucede desde abril pasado, que conduzca a una guerra civil o la apariencia de ella, y entorpezca las acciones del gobierno para derrotar las agresiones económicas. Además tratan de afianzar la imagen de que “el régimen” es una dictadura, sin escrúpulos ni apoyo.

Promueven la idea de que existe una crisis humanitaria y se requiere ayuda internacional, y que se ha generalizado el caos. Aceleran presiones y maniobras a fin de estrechar el cerco diplomático y buscan crear las condiciones para una eventual intervención militar directa. Siempre con el más amplio respaldo comunicacional.

La coartada del imperio y sus adláteres dentro y fuera de Venezuela, es adjudicar al gobierno bolivariano y al modelo económico–social y político que este adelanta, la carga del desastre que han generado a consecuencia de la guerra económica y de las demás acciones subversivas.

Tal maniobra resulta urgente desmentirla, pues ella es la plataforma para justificar todas las agresiones, incluida la guerra sucia y la intervención armada.

No por cínica esa campaña disminuye su potencial para confundir a muchas personas, fuera y dentro de Venezuela, gracias al sistemático bombardeo de falacias mediáticas. Y porque los graves efectos de las agresiones económicas en la vida cotidiana de las personas, facilitan que se distorsione la realidad.

Desde mediados de 2012, es notorio que Estados Unidos actúa con premura para derrocar al poder bolivariano en el corto plazo. De ahí el ritmo y amplitud de la agresión económica. Y si no lo ha logrado, es debido a la fortaleza que ha mostrado la Revolución Bolivariana.

No es casual que luego de asumir el control de la Asamblea Nacional en enero de 2016, la oposición política se haya propuesto sacar al presidente Maduro en seis meses. Ni que actúen desde entonces con tanta beligerancia frente a los demás poderes.

Sin dudas, se sienten respaldados por el poderío del imperio. En especial perciben que es un éxito la guerra económica y apuestan a que esta será cada vez más recia, para favorecer el objetivo de arrasar de manera pronta con la Revolución.

Tal apremio y la subestimación de la fuerza popular y militar de la Revolución, hacen que el imperio y sus cómplices dentro y fuera de Venezuela cometan serios errores de estrategia y táctica políticas. Están enceguecidos por la oportunidad que creyeron definitiva, a partir de la muerte de Chávez en 2013.

Se sienten confiados por los efectos que han logrado con la guerra económica, las dificultades que le han surgido al gobierno bolivariano debido a la caída del precio del petróleo –a lo que Estados Unidos ha contribuido– y un contexto en Suramérica menos favorable.

El presidente Maduro y el liderazgo bolivariano han comprendido que la victoria sobre la actual arremetida imperial –la más integral, poderosa y aviesa desde 1999–, supone lograr revertir las causas que han propiciado en parte el éxito alcanzado por el enemigo en la implementación de la guerra económica.

Se trata de un frente de batalla tan decisivo como complejo, que el Presidente y el liderazgo cívico-militar bolivariano encaran con centralidad estratégica y acciones prácticas, sustentadas en la creatividad y entereza del pueblo chavista.

Son alentadores los resultados que se vienen logrando con la implementación de los Comités Locales de Alimentación y Producción (Claps) y la Gran Misión Abastecimiento Soberano, junto a diversas medidas asociadas a la supervisión y control de las importaciones, de la producción y la distribución y un mejor control de las fronteras.

Resultan loables las decisiones sobre el uso de las divisas y otras medidas semejantes en el terreno económico y financiero.

Y es crucial la definición y puesta en funcionamiento de los “quince motores” para avanzar hacia una nueva etapa de desarrollo, que supere por fin el deformador rentismo petrolero, acorde con el pensamiento económico de Chávez y su Plan de la Patria formulado en 2012.

Existe claridad sobre determinadas vulnerabilidades. Entre ellas: la elevada concentración de la producción, de las importaciones y de la distribución de bienes y servicios en un reducido número de empresas; el dominio de monopolios y oligopolios en los mercados de bienes de primera necesidad; la alta dependencia de las importaciones y el imperativo de sustituir buena parte de ellas con producción nacional.

También hay conciencia de que el Estado ha sido deficiente –con expresiones de corrupción– en su papel de regulador y supervisor de las grandes empresas productoras, comercializadoras e importadoras, y del sistema financiero y los bancos.

Por otra parte, esta es una guerra sui géneris donde hasta ahora no existen culpables ni presos. Sin embargo, hay desabastecimiento e inflación inducidos, sabotaje en el suministro, embargo comercial encubierto y altas cifras de contrabando vía frontera.

Y todo ello provoca graves violaciones a los derechos humanos del pueblo venezolano, que es víctima de la carencia de alimentos, de medicamentos e insumos médicos, y de otros artículos indispensables para la vida.

Es de esperar que la Asamblea Nacional Constituyente examine a fondo la actual estrategia contrarrevolucionaria concebida y dirigida por el imperialismo.

En particular, los componentes y responsables de la guerra económica, a fin de adoptar nuevas medidas de efectos más inmediatos y reforzar las de complexión estructural, para revertir sus efectos, suprimir las causas e impedir su repetición. Este es un reto medular.

Las secuelas de la agresión económica son enormes y no es conveniente minimizarlas. El imperio sacó provecho de una coyuntura inesperada. Atacó a fondo y sin piedad.

Por consiguiente, ser radical es la premisa, ir a las raíces es la senda. El pueblo bolivariano civil y militar, movilizado, consciente y unido –como ya ocurre-, será capaz de obtener otro laurel.

Esta vez, sin la presencia física de su líder histórico, aunque sí de sus leales seguidores encabezados por el presidente Maduro.

*Escritor y diplomático. Fue Embajador de Cuba en Venezuela.

(Tomado de Cubadebate)

En: radiohabanacuba 

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