¿Como actuar en los accidentes ocurridos en estacionamientos privados en los Estados Unidos?

Recuerde: Actúe amablemente, no se desespere e intercambie la información necesaria para que el seguro se encargue de la reparación de daños. Imagen en: insurancehotline

Recuerde: Actúe amablemente, no admita la culpa, tome imágenes del hecho, no se desespere e intercambie la información necesaria para que el seguro se encargue de la reparación de daños. Imagen en: insurancehotline

Durante los holidays o fiestas, los estacionamientos en centros comerciales y supermercados se llenan más de lo esperado, lo que aumenta la posibilidad de accidentes entre automóviles. Si usted golpea, raspa o daña otro coche aparcado, o si usted es víctima de un accidente, no se desespere. Aquí le presentamos algunos pasos que puede tomar:

SI USTED ES EL CONDUCTOR QUE GOLPEÓ

No huya. Si una cámara de vigilancia lo registra o un cliente lo ve, usted podría ser castigado posteriormente por cometer un “choque y fuga” (hit and run).

Encontrar al dueño del coche que usted ha golpeado. Ingrese al establecimiento (tienda o mall) y hable con alguien en la oficina de servicio al cliente. Describa el auto que ha golpeado para que el empleado pueda anunciarlo a través del altavoz de la tienda.

Dejar una nota. Si no puede encontrar al conductor del auto que usted ha golpeado, anote información básica, su nombre, número de teléfono y una breve explicación del accidente y colóquelo en un lugar seguro en el coche. Anote el número de matrícula del vehículo y tome una foto de los daños si tiene una cámara con usted.

Llamar a la policía. Dependiendo de la magnitud de los daños, es posible que desee hacer patícipe a la policía. Ellos pueden apersonarse al lugar del accidente para levantar un reporte de los hechos, así como ayudarle a encontrar el dueño del otro automovil. También podría llamar al 911 para que quede constancia del hecho.

SI USTED ES LA VÍCTIMA

Primero póngase en contacto con el Agente del Seguro de su auto. Deje que él o ella sepa lo que ocurrió tan pronto como sea posible. Su agente le ayudará a determinar los próximos pasos.

Evidencia para el expediente. Tome fotografías de los daños con su teléfono o una cámara, si usted tiene una a mano.

Tome notas exhaustivamente. Si el otro conductor esta con usted, anote su nombre, dirección, número de teléfono, número de licencia, compañía de seguros del conductor y número de póliza. Recopile tanta información como sea posible.

Obtener un apoyo o testigos. Pregunte a otros en el estacionamiento si fueron testigos del accidente. También puede volver a la tienda y averiguar si ellos cuentan con imágenes de cámaras de seguridad que pueden corroborar el hecho.

SI USTED ES TESTIGO

Brinde apoyo a la víctima. Si el conductor infractor ha huído, ayude al otro conductor a documentar el daño. Ofrezca al conductor su información de contacto, en caso de que su agente de seguros o la policía tengan que ponerse en contacto con usted para una declaración posterior.

* Se asume que ambas personas (infractor y víctima) son residentes legales en el país, con auto asegurado y con licencia de conducir vigente.

** La policía no necesariamente puede acudir al lugar de los hechos al tratarse de un espacio privado así como por la cuantía del accidente. Si se trata de un lugar público (carretera estatal, highway, una calle o un estacionamiento público) la policía de todas maneras acude para escribir un reporte.

*** Si el accidente requiere de una grúa, no acepte a la primera que vaya al lugar de los hechos. Es mejor confirmar y utilizar el servicio de asistencia al conductor en el que usted está asociado (AAA, por ejemplo). 

**** Por último, pregunte a su agente de seguro si en su poliza tiene la llamada “accident forgiveness clause”, que es una claúsula que perdona el primer accidente ocurrido con su auto, y cuya ocurrencia no va a su record de conductor ni eleva la prima del seguro, pero solo por esa primera y única vez.

Un video del tema bajo las leyes de Texas (las reglas pueden cambiar dependiendo del Estado):

El escándalo que acabó con la carrera política de Richard Nixon

El ‘caso Watergate’, iniciado en la campaña de 1972, provocó la dimisión del presidente.

Richard Nixon lee el discurso sobre el estado de la Unión en 1974. Se sienta tras él el vicepresidente, Gerald Ford. (Foto: AP)

Richard Nixon lee el discurso sobre el estado de la Unión en 1974. Se sienta tras él el vicepresidente, Gerald Ford. (Foto: AP)

MADRID.- El escándalo que acabó obligando al republicano Richard Nixon a dimitir el 8 de agosto de 1974 salió a la luz en plena campaña presidencial, en la noche del 17 de junio de 1972, con la detención de cinco hombres en las oficinas del Comité Nacional del Partido Demócrata, situado en el complejo Watergate de Washington D.C.

Los intrusos (James W. McCord, Bernard L. Barker, Frank A. Sturgis, Eugenio R. Martínez yVirgilio R. González), provistos de guantes de goma, equipo fotográfico, micrófonos y otros mecanismos para escuchas, habían entrado ya el 27 de mayo en estos bloques de apartamentos y oficinas, situados junto al río Potomac.

Su penetración en el complejo Watergate tenía como fin obtener archivos de los demócratas sobre las relaciones comerciales de Donald Nixon, hermano del presidente, con el millonario Howard Hughes.

Poco después, los cinco fueron acusados de haber entrado en la oficina para robar documentos, pinchar teléfonos e instalar escuchas electrónicas. En apariencia se trataba de ‘fontaneros’, como se les llamó entonces, excepto en el caso de McCord, ex agente de la CIA y funcionario de seguridad del Comité para la Reelección de Nixon.

Además, fueron citados E. Howard Hunt Jr., también ex agente de la CIA y consejero de seguridad de la Casa Blanca, y G. Gordon Liddy, consejero general en la sección de finanzas del Comité para la Reelección.

El 23 de marzo de 1973, todos fueron acusados de conspiración para interceptar conversaciones orales y telefónicas y Liddy, que se negó a colaborar, recibió una sentencia firme de un mínimo de seis años y ocho meses y un máximo de 20.

Unos meses después, el 9 de noviembre, Barker, Sturgis, Martínez y González fueron sentenciados a entre uno y cuatro años de cárcel; McCord, a entre uno y cinco, y Hunt, a entre dos y medio y ocho.

El escándalo ‘mancha’ al entorno de Nixon

Sin embargo, estos implicados no eran más que el principio de una larga historia que acabó salpicando a las más altas esferas de la Administración.

En otoño de 1972, la prensa empezó a hablar de que personal de la Casa Blanca estaba implicado en el ‘asalto’ al cuartel general de la campaña presidencial del Partido Demócrata.

En marzo del año siguiente, Nixon invocó la doctrina del “privilegio del Ejecutivo”, a la que recurrió por primera vez el presidente George Washington, para tratar de evitar los ataques y justificar las negativas de sus colaboradores a declarar ante el Comité de Investigación del Senado o el Jurado Acusador, creados ambos en febrero de 1973.

El presidente de dicho Comité, el senador demócrata Sam Ervin, insinuó en abril que si Nixon impedía a sus colaboradores testificar, los ciudadanos podrían intuir que el presidente tenía algo que ocultar. Dos semanas después, Nixon anunció que los miembros de la Casa Blanca comparecerían.

Ese mismo mes comenzaron las dimisiones en cadena de los colaboradores más directos del presidente, integrantes de lo que algunos conocían como ‘Muro de Berlín’: Jeb Magruder, Harry Robbins ‘Bob’ Haldeman, John Ehrlichman, Charles Colson, John Dean, Richard Kleindienst…

Comparecencias ante las cámaras

La toma de testimonios se inició el 17 de mayo, en público y ante las cámaras de televisión, y durante las 11 semanas siguientes desfilaron por el Comité del Senado casi todos los hombres cercanos a Nixon —incluidos el ex fiscal general John N. Mitchell, el abogado personal del presidente, Herbert W. Kalmbach, y los directores de la CIA Richard M. Helms y M.L. Patrick Gray—, además de los directamente implicados en la entrada en el edificio Watergate.

Dean, consejero de Nixon, fue el primero en revelar que el presidente estaba personalmente implicado en el caso. Lo hizo el 25 de junio, y días después otro testigo, Alexander P. Butterfield, sacó a la luz la existencia de cintas magnetofónicas que contenían la mayoría de las conversaciones que tuvieron lugar en la oficina presidencial desde principios de 1971.

Las grabaciones jugaron un papel clave en el proceso. Ante el rechazo de Nixon a comparecer y a permitir el acceso del Senado a sus archivos, expresada por carta el 7 de julio, el Comité y el fiscal especial, Archibald Cox, le enviaron un requerimiento para que entregara las cintas grabadas entre el 20 de junio de 1972 y el 15 de abril de 1973. El presidente se negó.

La batalla legal posterior concluyó el 13 de septiembre con una solución de compromiso ante el Tribunal de Apelaciones de EEUU, consistente en la entrega voluntaria de partes de las cintas por el presidente a Cox y a Charles Wright, representante de la Casa Blanca, para que las examinaran y decidieran qué fragmentos serían entregados al Jurado Acusador.

El 19 de octubre, Nixon ofreció entregar un resumen y, al día siguiente, destituyó a Cox y eliminó la Oficina del fiscal especial, ante lo cual el fiscal general, Elliot Richardson, presentó su dimisión.

Presión del Congreso

La amenaza de ‘impeachment’, el proceso de incapacitación para ejercer la Presidencia por el que años después tuvo que pasar Bill Clinton, llevaron a que Nixon entregara al juez las cintas, aunque con cuentagotas, a partir del 23 de octubre.

En el juicio final, celebrado entre el 1 de octubre de 1974 y el 1 de enero de 1975, siete ex colaboradores de Nixon resultaron condenados por conspiración para obstruir el curso de la Justicia, obstrucción a la Justicia y perjurio.

Con el pretexto de su tratamiento por flebitis en la pierna izquierda, Nixon no presentó prueba alguna ni testificó, pese a había sido encausado por el Jurado Acusador por encubrimiento de los hechos.

En julio de 1974, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes votó tres artículos del proceso de ‘impeachment’ en los que, entre otras cosas, se acusaba a Nixon de haberse “embarcado personalmente o a través de sus subordinados o agentes en un rumbo de conducta o plan dirigido a retrasar, impedir y obstruir la investigación” sobre el ‘caso Watergate’.

Adiós a la Casa Blanca

El 4 de agosto, Nixon reconoció haber participado en los esfuerzos por encubrir los hechos relacionados con la entrada en la oficina demócrata. Además, el ocupante del Despacho Oval había participado, utilizando a la CIA, en los intentos de desviar la atención del FBI, que apuntaba por entonces hacia la Casa Blanca.

Esta revelación minó los escasos apoyos con los que aún contaba el presidente en el Partido Republicano y, unida a todo lo que había dado a conocer anteriormente, acabó provocando sudimisión en la tarde del 8 de agosto.

Nixon fue sustituido al día siguiente por el vicepresidente, Gerald R. Ford, evitó así la incapacitación y, el 8 de septiembre, obtuvo de su sucesor el perdón total.

“Nos vamos con grandes esperanzas… y también con gran humildad”, afirmó en su despedida.

En: elmundo.es

Puede leer además:

Morrison v. Olson 487 U.S. 654 (1988)

Humprey’s Executor v. United States 295 U.S. 602 (1935)

Altiero Spinelli: un federalista incansable

Spinelli en el Parlamento Europeo, poco después de que aprobara su plan para una Europa federal en 1984

Spinelli en el Parlamento Europeo, poco después de que aprobara su plan
para una Europa federal en 1984

El político italiano Altiero Spinelli fue uno de los padres fundadores de la Unión Europea, principal responsable de la propuesta del Parlamento Europeo de un Tratado sobre una Unión Europea federal, el llamado «Plan Spinelli». La propuesta fue aprobada en 1984 en el Parlamento por amplia mayoría y fue una importante fuente de inspiración para la consolidación de los Tratados de la UE en los años ochenta y noventa. A los 17 años, Spinelli ingresó en el Partido Comunista, y a raíz de ello fue encarcelado por el régimen fascista italiano entre 1927 y 1943. Al final de la Segunda Guerra Mundial fundó el Movimiento Federalista en Italia. En su función de consejero de personalidades como De Gasperi, Spaak y Monnet, hizo mucho por la unificación europea. Jurista de formación, también fomentó la causa europea en el mundo académico y fundó el Instituto de Asuntos Internacionales en Roma. De 1970 a 1976 fue Comisario europeo encargado de política interior. Durante tres años fue diputado del Parlamento italiano por el Partido Comunista, antes de ser elegido diputado al Parlamento Europeo en 1979.

Primeros años

Altiero Spinelli nació en Roma el 31 de agosto de 1907 en el seno de una familia socialista. Empezó a participar activamente en la política a una edad muy temprana en el Partido Comunista italiano. En 1926, a consecuencia de sus actividades en el Partido Comunista, fue arrestado y condenado por el Tribunal especial fascista de Mussolini a 16 años y 8 meses de prisión. Finalmente pasó diez años en la cárcel y otros seis desterrado. Durante todo ese tiempo se negó a renunciar a sus ideales y a arrepentirse, aunque ello le hubiera permitido obtener un indulto. Mientras estaba en prisión, se dedicó en cuerpo y alma a estudiar y se convirtió en un acérrimo defensor de la integración supranacional. Criticó algunas de las posturas políticas del Partido Comunista. Su decepción con el Partido y los conocimientos que adquirió durante sus estudios le llevaron a abandonar a los comunistas y a unirse a la causa federalista. Fue durante el período que pasó en cautividad en la pequeña isla de Ventotene cuando sus ideas federalistas empezaron a tomar forma. Cada vez estaba más convencido de que un movimiento paneuropeo hacia el federalismo haría de contrapeso a la fuerza destructiva del nacionalismo.

El Manifiesto de Ventotene

Durante el tiempo que pasó en Ventotene, Spinelli leyó las obras de varios teóricos federalistas. Inspirado por sus pensamientos e ideas, redactó junto con otros presos políticos el Manifiesto de Ventotene, donde presentó las bases de su visión federalista y sobre el futuro de Europa. Este Manifiesto es uno de los primeros documentos que abogan por una constitución europea. Titulado inicialmente «Hacia una Europa libre y unida», el manifiesto declara que cualquier victoria sobre los fascistas resultaría inútil si tan solo conducía al establecimiento de otra versión del antiguo sistema europeo de Estados nacionales soberanos, aunque asociados en alianzas distintas. Esto solo acabaría provocando otra guerra mundial. El manifiesto proponía la formación de una federación supranacional europea, cuyo principal objetivo consistiría en unir a los Estados europeos hasta el punto de imposibilitar una nueva guerra.

El Movimiento federalista

Cuando se puso fin a su destierro en 1943, sus escritos sirvieron de programa al Movimento Federalista Europeo (Movimiento Federalista Europeo) que se creó ese mismo año. Durante el resto de los años cuarenta y la década de 1950, Spinelli se convirtió en un firme defensor de la causa federalista para una Europa unida. En este periodo criticó la falta de progreso en los esfuerzos por alcanzar la integración europea. Creía que la cooperación intergubernamental con plena soberanía nacional en organizaciones como la OCDE y el Consejo de Europa no bastaba. Por ello defendía a ultranza una mayor integración. Por ejemplo, como asesor político del entonces Primer Ministro italiano Alcide de Gasperi, convenció a este para que impulsara la creación de una Comunidad Europea de Defensa, aunque el proyecto acabaría fracasando, para gran decepción de Spinelli.

El «Club del Cocodrilo»

Durante la década de 1960, Spinelli trabajó como investigador y asesor del Gobierno, creó el Instituto de Asuntos Internacionales en Roma y fue miembro de la Comisión Europea entre 1970 y 1976. En 1979 fue elegido diputado al Parlamento Europeo. Como diputado al Parlamento Europeo, volvió a aprovechar la oportunidad de defender su visión federalista de Europa. En 1980, en colaboración con otros eurodiputados de ideas federalistas, fundó el «Club del Cocodrilo», así llamado por el restaurante de Estrasburgo que frecuentaban. El «Club del Cocodrilo» propugnaba un nuevo tratado europeo; de hecho, sus miembros presentaron una moción para que el Parlamento crease una comisión especial encargada de la redacción de un nuevo tratado sobre la Unión Europea, que sería prácticamente una constitución de Europa, excepto por el nombre.

El Plan Spinelli

El 14 de febrero de 1984, el Parlamento Europeo aprobó por aplastante mayoría el «Proyecto de Tratado por el que se establece la Unión Europea», el denominado «Plan Spinelli». Aunque finalmente los Parlamentos nacionales no apoyaron el tratado, el documento sirvió de base para el Acta Única Europea de 1986, que abrió las fronteras nacionales para el mercado común, y para el Tratado de Maastricht de 1992 por el que se creó la Unión Europea. El entusiasmo de Spinelli convenció al Presidente francés Mitterrand de que acabase con la hostilidad francesa hacia cualquier cosa que no fuese un enfoque intergubernamental de Europa. Esto dio a varios Gobiernos europeos el impulso que necesitaban para avanzar aún más con el proceso de integración europea

Aunque no todas sus ambiciosas ideas llegaron a realizarse, Altiero Spinelli luchó incansablemente por su objetivo de conseguir un gobierno supranacional europeo que evitase nuevas guerras y de congregar a los países del continente en una Europa unida. Sus ideas inspiraron numerosos cambios en la Unión Europea, en particular el considerable aumento de las competencias del Parlamento Europeo. En la actualidad, el Movimiento federalista sigue reuniéndose periódicamente en la minúscula isla de Ventotene. Altiero Spinelli falleció en 1986; el edificio principal del Parlamento Europeo en Bruselas lleva su nombre.

En: https://europa.eu/european-union/sites/europaeu/files/docs

Puede revisar además: Los Padres Fundadores de la UE

El Sistema del Servicio Civil en USA

El sistema de servicio civil es la denominación general dada al sistema de gestión del personal público utilizado para la mayoría de las posiciones de los empleados del gobierno a nivel municipal, estatal y federal en los Estados Unidos. El Servicio Civil o sistema de personal basado en el mérito surgió como resultado de los abusos en las prácticas tradicionales de designación en puestos públicos por parte del gobierno en la administración pública.

Conocido como patrocinio político (political patronage) o sistema del botín (spoils system), esta fue la primera forma de repartir los trabajos del gobierno como una recompensa a las personas basada en su afiliación política al partido, el apoyo en la campaña o las contribuciones políticas hechas a los candidatos electos. Sin embargo, las reacciones por parte del público contra el clientelismo político o tráfico de influencias crecieron dado el evidente despilfarro e ineficiencia en el gobierno. Los empleos públicos ya no serían vistos solo como “premios” por el apoyo político prestado o la lealtad al partido, ya que los trabajos importantes requerían conocimientos, habilidades y destrezas específicas. En medio de las crecientes críticas, el asesinato del presidente Garfield en 1881 por un job-seeker insatisfecho, elevó la atención nacional sobre los problemas del sistema de patronazgo.

Charles J. Guiteau, asesino del vigésimo presidente de los Estados Unidos, James Garfield. Lo asesinó al no obtener respuesta sobre su nombramiento para un puesto diplomático en el extranjero.

Charles J. Guiteau, asesino del vigésimo presidente de los Estados Unidos, James Garfield. Lo asesinó al no obtener respuesta sobre su nombramiento para un puesto diplomático en el extranjero.

Como resultado, el Congreso estableció el sistema de servicio civil con la aprobación de la Ley de Servicio Civil de 1883. Conocida como la Pendleton Act, esta ley establecía el principio de mérito en el empleo del gobierno federal y estableció la Civil Service Commission (Comisión del Servicio Civil) para la administración de la nueva norma. El nuevo sistema establecido por el Congreso consistía en un conjunto de normas basadas en los principios de mérito y neutralidad política. Así, los principales aspectos del sistema de servicio civil incluyeron la eliminación del factor puramente político en las decisiones de personal; la selección de personal civil por exámenes abiertos y competitivos; el nombramiento de las personas sobre la base del mérito; y sistemas de reclutamiento, selección y compensaciones eficientes y justas.

Mientras la reforma del servicio civil se producía en el nivel federal del gobierno, varios Estados se animaron a desarrollar sus propios sistemas de servicio civil (incluyendo el estado de Nueva York en 1893 y el estado de Massachusetts en 1884). Desde 1970, el gobierno de EE.UU. ha requerido que cada estado establezca un sistema de personal basado en el mérito para los empleados estatales. Los nombramientos en estos sistemas estatales también se determinaron sobre la base de concursos de méritos, sin importar la raza, religión, color, origen nacional, sexo o afiliación política.

Desde 1883 una serie de medidas legislativas promulgadas se han llevado a cabo para mejorar el diseño original del sistema del servicio civil federal regulado por la Ley Pendleton. La más notable de ellas fue la Civil Service Reform Act de 1978 (CSRA), que dividió las funciones de administrar y vigilar las políticas de empleo público a cargo de la Civil Service Commission mediante el establecimiento de la Office of Personnel Management – OPM (Oficina de Gestión de personal) para funciones administrativas y de personal, y la Merit System Protection Board para la aplicación y protección del mérito. A partir de 2000, se emplearon más de 2,7 millones de civiles dentro del gobierno federal, la mitad de los cuales trabajan en el Departamento de Defensa o el Departamento de Asuntos de Veteranos, y más de 4 millones de personas desarrollan sus labores dentro de los 50 gobiernos de los estados.

En:  Encyclopedia of Public Administration & Public Policy. David Schultz. Facts on file Inc. pag. 65, 2004.

USA: Uno no pasa la barra hasta que es abogado

En los Estados Unidos, los Juzgados está divididos en dos partes por una baranda o barrera llamada en inglés “the bar”. Solo los abogados, sus clientes y los testigos que son llamados a testificar pueden cruzarla. El término “bar”, que usa para referir coloquialmente a la profesión de abogado en su conjunto, se deriva de la tradición de restringir la presencia de los que no participan en el proceso en el área del juzgamiento.

En los Estados Unidos, los abogados deben ser admitidos en la barra o colegio profesional para ejercer en un estado en particular. Entre otros requisitos de admisión, los abogados deben rendir un examen del colegio de abogados administrado por una junta estatal de examinadores de dicho colegio.

Los exámenes del colegio de abogados se realizan dos veces al año, a finales de febrero y de julio. Normalmente, este examen está compuesto por el Multistate Bar Examination (“MBE”), examen de selección múltiple que cubre la ley estadounidense en seis temas: contratos, delitos , derecho y procedimiento penal, derecho constitucional, evidencia y propiedad. El MBE tiene una duración de un día y se administra en todos los estados que lo utilizan.

Configuración de un Juzgado en USA. Nótese la ubicación de la "barra" que divide a la corte.

Configuración de un Juzgado en USA. Nótese la ubicación de la “barra” que divide a la corte.

Ver: lawmaster

The China Factor in America’s State and Local Economies

As the world’s second-largest economy falters, pensions and tax revenues here are feeling the pinch.

(Shutterstock)

(Shutterstock)

BY LIZ FARMER | AUGUST 2016

Earlier this summer, New York state’s pension fund announced a mediocre year. Investment earnings were essentially flat, and as a result the fund lost $5 billion because its other receipts — contributions from government and from current employees — didn’t cover retiree payouts.

The New York pension system was the victim of a global event that began halfway across the world a year ago this month. In August 2015, the world’s second-largest economy officially began to stumble. China’s central bank stunned investors by devaluing the yuan, lending credence to what outsiders had long been suspecting: China’s years of astounding annual economic growth — at times cresting at double digits — was slowing down.

Toward the end of that month, China’s stock market endured its biggest one-day fall since 2007. The state media dubbed it “Black Monday” and the result shocked the world. Emerging market currencies slumped, commodity prices fell and Western financial markets reeled. At one point, General Electric’s stock was down by more than 20 percent. The markets seemed to recover just in time for a January report from China that the country’s growth rate for 2015 — 6.9 percent — was the weakest in a quarter-century. Although robust by U.S. standards — GDP growth in the United States last year was 2.4 percent — the bad news from Beijing once again sparked market volatility here and abroad.

In short, China has made it a difficult year for institutional investors, public pension plans prominent among them. But financial markets aren’t the only way China’s economy can impact states and localities.

For the last decade, with China a reliable engine for economic growth, other countries around the world have been feeding off it. China is the leading destination for a handful of states’ exports and accounts for more than $115 billion in goods shipped annually from the U.S. The country is a key consumer of U.S.-made airplanes, cars and medical equipment. Meanwhile, Chinese companies have stepped up their investment in U.S. cities and industries, building auto plants, investing in oil fields and buying real estate — a Beijing-based company now owns the Waldorf-Astoria hotel in New York. There is essentially no region in the U.S. without some connection to China, and at least some vulnerability to a downdraft.

U.S. economists and state development officials are familiar with the ways negative economic events in Europe, such as Britain’s recent vote to leave the European Union, can have an effect here at home. And for the near future, events in Western Europe and some other developed powers, such as Japan, will continue to have the greatest impact on states and localities. But if things in China worsen, the economic pain for governments in this country could be severe.

Even before China’s crisis rattled the U.S. stock market, state and local pension plans were struggling. Last year, annual investment returns were meager. Because of the 2015 market plunge in China, most pension plans in the United States will likely report even worse returns for 2016. The two-year hit, says a Moody’s Investors Service analysis, will effectively wipe out the funding improvements seen in 2013 and 2014.

Under Moody’s most optimistic scenario, according to which U.S. investment returns average 5 percent for this year, overall pension plan liabilities will increase by 10 percent. Under the credit rating agency’s most pessimistic outlook, where investment losses are 10 percent for the year, Moody’s sees liabilities growing by more than half. In that case, governments would be faced with demands to put significantly more general fund money into pension plans than was previously forecast.

Market volatility doesn’t just affect pension plans. A number of state governments find their tax base is significantly exposed when investment income — capital gains revenue — has a bad year. California, Connecticut and New York all tend to “get clobbered” when financial markets have a down year, says Donald Boyd, the Rockefeller Institute of Government’s fiscal studies director. These three states and Oregon (which banks heavily on personal income tax payments in general), have the highest reliance in the nation on capital gains revenue. “If you have a lot of rich people and you tax them relatively heavily,” Boyd says, “then you’re going to be most affected by this kind of scenario.”

SOURCE: Rockefeller Institute of Government

SOURCE: Rockefeller Institute of Government

While there’s unlikely to be anything like the 20 percent revenue drops seen during the U.S. financial crisis in 2008 and 2009, states are already starting to feel the revenue impact of the past year’s stock market reactions to China’s slowdown. Income tax collections make up about one-third of the average state’s total revenue. In April, the single biggest income tax collection month for states, the average state’s income tax revenue was down nearly 10 percent from the previous year, according to a Reuters analysis.

It’s a taste of what could happen if China falters further. California had to trim its overall income tax revenue expectations for the 2016 fiscal year by nearly $2 billion, thanks to an April shortage of about $1 billion in collections. Connecticut, Massachusetts, New Jersey and Pennsylvania also announced declines in actual or projected income tax receipts after April.

What made this issue doubly challenging was that the news came in around the time state lawmakers were in the midst of the tricky business of drawing up the next year’s budgets. “This throws a monkey wrench into it,” Boyd says, noting that it creates future problems as well. “When you’re dealing with a budget shortfall with only a few weeks to go in the fiscal year, there’s a good chance lawmakers aren’t going to find some kind of [permanent] solution. So that sets them up a year down the road for more trouble.”

Washington sends about one-fifth of its exports to China from the Port of Seattle. (AP)

Washington sends about one-fifth of its exports to China from the Port of Seattle. (AP)

Over the past decade, states and localities have jumped at chances to increase their business with fast-growing China. U.S. merchandise exports to China increased by 177 percent between 2005 and 2015. Chinese investment in U.S. companies and properties went up exponentially over the same time period, from $2.5 billion in total investment across 24 states to nearly $63 billion spread over all but three states.

Admittedly, the growth represents only a tiny slice of overall U.S international business. Exports to China account for less than 8 percent of overall outbound U.S. shipments. Chinese foreign direct investment totals less than 1 percent of all foreign investment here.

Some regions, however, have more established business ties. When it comes to exports, Washington state-based businesses are by far the most exposed to fluctuations in China. Last year, Washington businesses exported $19.4 billion in goods to the Asian nation — about one-fifth of all the state’s exports. Over the past year, Washington’s dealings with China have been ratcheting down. Last year saw a 5 percent drop in exports to China; data through May of this year shows exports to China down by about 25 percent. Robert Hamilton, Gov. Jay Inslee’s trade adviser, says trade activity is being driven down from weak economies “everywhere — not just China.” Indeed, overall U.S. exports fell 5 percent last year, the largest decrease since the recession.

Data compiled by Amber Tong, from state trade offices and U.S. Census Bureau

Data compiled by Amber Tong, from state trade offices and U.S. Census Bureau

Still, Washington state’s exposure creates some concerns. Trade directly and indirectly accounts for one out of every four jobs in the state. Last year, Moody’s flagged it for being an at-risk state thanks to a slower China. This year, Moody’s has been careful not to sound apocalyptic about Washington state’s situation. “They’re pretty well insulated,” says Moody’s Washington analyst Kenneth Kurtz. But China-watchers in the state remain nervous.

Other regions in the U.S. will see an impact if China’s demand for consumer products wanes significantly. Computer equipment, for example, is a top export to China. Companies based in San Jose, Calif.; Boise, Idaho; and Austin, Texas, are the nation’s top producers of those products, and will feel a pinch if Chinese shoppers stop buying. Detroit and other regions reliant on auto manufacturing could also see a dip in business if China’s high demand for U.S.-made cars slows.

Chinese investment in the United States has grown rapidly over the past decade, although it has been concentrated on a limited number of targets. The vast majority of the investments from China have been in mergers and acquisitions. These ownership changes tend to grab headlines — like when Chinese insurance giant Anbang bought the Waldorf from the Hilton hotel chain for nearly $2 bllion last year. In most cases, new Chinese ownership does not change a company’s economic footprint. Hilton, for example, remains the Waldorf’s operator.

One other area where Chinese investment has had an impact is in so-called greenfield purchases. Those are investments where the parent company builds its operations here from the ground up, such as Yuhuang Chemical’s $1.85 billion methanol plant in Louisiana or Tranlin Paper’s $2 billion paper plant in Virginia, both of which broke ground last year. In the San Francisco Bay Area, which has long been a favorite of Chinese companies, more than one-quarter of greenfield investment value in the region comes from China, according to the Brookings Institution’s Joseph Parilla. Other top areas in the country for greenfield purchases are Chicago, New York City, San Jose and Seattle.

Most greenfield investments are typically made with a long-term view, so a Chinese slowdown like the current one might not have much immediate effect on them. It’s possible that a slower economy at home could cause Chinese companies to direct more new investment toward stable economies like the United States and away from riskier markets in emerging countries. But it’s also possible that a weaker economy at home could force Chinese investors to pull back in all world markets as foreign development becomes a more expensive proposition than the country’s corporations want to make.

From time to time, there are fears about a local real estate market in the United States “being gobbled up” by the Chinese and other private global investors. “If they all pull back, then all of a sudden, you’ve got this glut of really high-end real estate built for folks who are not necessarily in your metro area,” Parilla says, adding that this is something to watch in New York City and San Francisco, and to a lesser extent Chicago and Seattle.

For now, China is a lesson in perspective. Long isolated from the rest of the world, it has taken advantage of its rapid growth and fast-growing connections to other countries to become a major force in global markets. As state and local governments in the United States have become more enmeshed with the Chinese economy, opening offices in China to attract more direct development, they have increased their exposure. Fears about the effects of a prolonged Chinese downturn played a big role in the psychological contagion that roiled U.S. financial markets last year.

So far, most of the negative fallout in this country has been confined to a limited number of regions and economic sectors. But if the Chinese economy remains sluggish for a long period, the effects will be felt much more broadly by American investors and state and local governments. That is why even governments that haven’t felt the effects so far may want to train a wary eye on the fiscal picture in Beijing.

In: governing

Old Navy interracial ad resurrects heated debate

https://youtu.be/TFd4b4oDeBs

By Adam Howard

Three years after a Cheerios ad featuring an interracial couple sparked backlash, the advertising industry is being rocked again by reactions to another campaign – this time it’s Old Navy that’s under fire for putting a mixed race family front in center in one of their spots.

The retail chain has been accused of promoting “miscegenation,” “white genocide” and “anti-white propaganda” by mostly anonymous social media users this week. That hostility has already been met by its own counter-punch, delivered by Sen. John McCain’s son Jack, a Navy helicopter pilot who has been married to an African-American woman since 2013. The McCains are no strangers to pushing back against racial animus towards mixed race families, since they’ve had to fend off below the belt attacks of their adopted daughter from Bangladesh for years.

Jack McCain has posted several photos with his wife, Renee Swift McCain, who is a captain in the USAF reserve, while calling out “ignorant racists.” Later, Swift McCain tweeted a photo of herself and her husband with the caption: “I was just in @OldNavy this weekend! Bought something for me and my husband. #LoveWins.”

This so-called controversy is another example of how our nation’s retail stores are becoming a new battleground for its culture wars (Target has been vilified for its pro-equality bathroom policies), and of the challenges advertisers face when trying to present a more realistic portrait of multicultural America.

“Sometimes there are folks in the room who actually believe we live in a post-racial society,” cultural strategist Denitria Lewis, who has been been working in advertising for 15 years, told MSNBC Thursday. “If you pay only a modest bit of the attention to the news, you know we don’t.”

Lewis, who has worked with brands like Toyota and Wal-Mart to help address how internal and external biases might effect their commercial messaging, didn’t find the backlash to the Old Navy ad shocking, but admitted she is “tired” of hearing critics cast any ad that portrays mixed race couples in a positive light as an act of political provocation.

“This Old Navy ad was pretty benign on the surface. There’s nothing about that ad that would have stood out to me as edgy,” she said.

The same could have been said for the Cheerios ad, which simply showed a family playfully enjoying their breakfast together. But perhaps it’s the normalcy with which these ads approach multiracial families that has proved most threatening to prejudiced viewers.

I think this [past] year we’ve seen a resurgence of people who are just anti-diversity and inclusion and anti-being politically correct, and very much rising up against anything that is around equality,” said Neisha Tweed, a creative strategist at Facebook who is in an interracial relationship. “I think partially it’s Donald Trump … it existed and now it’s more exposed and kind of mainstream.”

Tweed, who hails from the Caribbean and rose up the ranks on the creative side of the business writing ads, is hopeful companies won’t get discouraged by a small, albeit loud minority of critics.

“You can’t let them win,” she said. “I think it’s brave for brands to start doing that and start reflecting the way America is.”

Though Barack Obama, the child of an interracial relationship, has now served as president of the United States for nearly eight years, and a 2010 Census recorded a 28 percent rise in the number of inter-ethnic and interracial couples in the U.S., the Old Navy ad is getting hit with the same ominous accusation of promoting “white genocide” that the blockbuster film “Star Wars: The Force Awakens” received when its trailer prominently featured black actor John Boyega.

When you have been in a position where you have been promoted and praised your entire life, anything [else] is going to feel like oppression to you,” Lewis opined. Also working against advertisers, according to Lewis, is the perception that they are “almost the enemy, because we’re trying to relieve you of the money in your pocket.”

Tiffany R. Warren, the Senior VP and Chief Diversity Officer at Omincom Group, as well as the founder of ADCOLOR, says that most companies are also becoming increasingly aware of the fact that “we have to respond to diversity or we die.”

“I think they’re responding to their consumer base,” she told MSNBC. “The core reason why they do is that they are reflecting their consumers, they are not reflecting people who might hate them.”

According to Warren, most companies either have an already diverse base of consumers, or they’re looking to grow. As someone who came of age in Boston during the 1970s battles of multicultural diversity programs, and who saw firsthand how few people of color had risen in the ranks of advertising when she was getting started, she is well aware that there are growing pains across the board when it comes to incorporating inclusion into a person’s mindset.

“It’s a talent issue, not a creative issue,” Warren said. “We are really moving the ball forward in terms of equality. Are we moving a little faster than everyone else? I’m not quite sure. But the key part is we are connecting with consumers.”

Although Lewis said she has seen some significant improvement on race matters in the last two to three years, she concedes that the makers of the ads we watch are often just as off-base as their haters. “Working in this business can still be very frustrating,” she said, “and it is because of that lack of representation in the room a lot times.”

When it comes to the uproar over Old Navy, Lewis suggested that ”to place that much meaning on it is very much a projection of that person’s normative way of life. It’s frightening to see a couple that is antithesis of what you think a wholesome family would be. I don’t know if the general public is prepared to have their brands are tell them how to live.”

Still, the backlash could cut both ways – with more progressive-minded consumers embracing a company because it takes the risk of appearing more tolerant. Tweed says Target’s bathroom stance and Old Navy’s interracial couple ad actually made her personally more motivated to shop in those stores.

“Brands could actually win a little bit more in that way,” she said. “Taking such a strong stance could actually be better for your business … you might end up getting people who want to be on your side because you’re doing the right thing.”

“I think that’s a comforting thought,” Warren said. “But at the end of the day it really does signal that there’s a lot of cultural insensitivity in our country.” However, she cites diversity efforts by well-established brands like Marvel and Barbie as a positive step in the right direction.

“I’m glad that people are talking about this,” Tweed said. “But I’m glad that they’re talking about it more in a positive way around the need for it to continue to be done, and how people are supporting [Old Navy] for doing this, versus giving too much airtime to the people who are saying the bad things.”

In: nbc

You can also read: http://www.attn.com/stories/7934/twitter-response-interracial-old-navy-ad

1 10 11 12 13 14 22