Categoría: ciencia

En: Mr.Scientific

• El cometa Oumuamua fue visto por telescopios en Hawái en octubre de 2017
• No tenía una nube de gas visible como otros cometas, por lo que algunos pensaron que era extraterrestre
• Los científicos ahora creen que en realidad produjo una capa invisible de hidrógeno en su lugar.

Cuando el cometa Oumuamua pasó zumbando cerca a la Tierra en 2017, los científicos estaban desconcertados por sus características inusuales.

Los cometas se aceleran cuando se acercan al sol porque, a medida que se calientan, el hielo almacenado en su interior se convierte en vapor de agua que es expulsado hacia el exterior, actuando como un propulsor.

Esta expulsión de gas se manifiesta como una cola de polvo o un halo brillante llamado ‘coma’; sin embargo, Oumuamua no tenía ninguna de estas cosas y seguía acelerando.

Esto llevó a muchos a sugerir que se trataba de una nave extraterrestre impulsada por un algun tipo de motor.

Pero ahora, investigadores de la Universidad de California, Berkeley y la Universidad de Cornell en los EE. UU. han encontrado una explicación nueva y más simple.

La falta de rastro podría deberse a que el pequeño cometa estaba expulsando una capa delgada de gas de hidrógeno que era indetectable para los telescopios.

La Dra. Jenny Bergner, primera autora del nuevo estudio, dijo: “Para un cometa de varios kilómetros de diámetro, la desgasificación sería de una capa muy delgada en relación con la mayor parte del objeto, por lo que tanto en términos de composición como de aceleración, usted no esperaría necesariamente que sea un efecto detectable.

“Pero debido a que Oumuamua era tan pequeño, creemos que en realidad produjo suficiente fuerza para impulsar esta aceleración”.

Apodadas ‘bolas de nieve sucias’ por los astrónomos, los cometas son bolas de hielo, polvo y rocas que generalmente provienen del anillo de material helado llamado nube de Oort en el borde exterior de nuestro sistema solar.

Se mueven hacia el sistema solar interior cuando varias fuerzas gravitatorias los desalojan de la nube de Oort, haciéndose más visibles a medida que se acercan al calor que desprende el sol.

A medida que se acercan, los cometas se derriten, liberando una corriente de vapor de agua, polvo y otras moléculas expulsadas de su superficie por la radiación solar y el plasma.

Este fenomeno se manifiesta con una cola nublada y orientada hacia el exterior, lo que les da un aventon hacia el exterior, lo que altera ligeramente la forma de su órbita alrededor del sol.

Alrededor de un cometa también hay una atmósfera delgada y gaseosa llena de más hielo y polvo llamada “coma”.

Sin embargo, el 19 de octubre de 2017, los científicos en Hawái vieron un objeto que pasaba cerca de la Tierra y que se veía y actuaba de manera ligeramente diferente.

En primer lugar, se movía muy rápido, a unas 97.200 mph (156.428 kph), una velocidad que los científicos concluyeron que no podría haber sido producida por la gravedad del sol.

Un análisis posterior reveló que Oumuamua tenía una forma inusualmente alargada, como un cigarro, y estaba dando vueltas por el espacio.

Estas observaciones sugirieron que el objeto no estaba unido al sol y, por lo tanto, fue el primero observado que provenía de más allá del Sistema Solar.

Si bien aceleraba de manera similar a otros cometas, también era mucho más pequeño de lo habitual, midiendo solo unos 377 pies (115 m) de largo.

Esto, sumado al hecho de que estaba bastante lejos del sol, significaba que no podría producir suficiente vapor de agua para darle el empuje no gravitacional que estaba exhibiendo.

Además, este objeto no tenía la característica cola o coma, lo que llevó al Instituto SETI (Search for Extra-terrestrial Intelligence), a decir que existía la posibilidad de que fuera “un artefacto extraterrestre”.

Para el nuevo estudio, publicado en Nature, los científicos querían probar una nueva teoría de que el cometa en realidad estaba siendo empujado por gas de hidrógeno indetectable.

Algunos han sugerido que el cometa era en realidad un iceberg hecho de hidrógeno o nitrógeno sólidos, ya que estos podrían vaporizarse a la distancia que Oumuamua estaba del sol.

Sin embargo, tales materiales nunca antes se habían observado, y las condiciones que darían lugar a su formación no están claras.

Entonces, el nuevo equipo buscó experimentos anteriores sobre cómo las partículas de alta energía, como la radiación cósmica del espacio interestelar, impactarían en el hielo atrapado dentro de un cometa.

Descubrieron que podían penetrar en la roca decenas de metros, alcanzar el hielo encerrado en su interior y convertirlo en gas hidrógeno.

Este permanecería confinado dentro de la roca hasta llegar cerca del sol, donde el calor cambiaría la estructura del hielo sólido y provocaría la expulsión del gas.

Los modelos mostraron que la fuerza de esta expulsión de gas sería suficiente para hacer que el pequeño objeto acelerara su trayectoria hiperbólica alrededor del sol.

Hasta ahora, nuestra comprensión de los cometas más pequeños que los de unas pocas millas de ancho ha sido limitada debido a la falta de observaciones.

Pero desde la llegada de Oumuamua, se han detectado más y más cometas sin coma y sin cola que actúan de manera similar.

Esta investigación demuestra que, lamentablemente, no son necesariamente signos de vida extraterrestre, y en realidad se comportan como debería esperarse.

“Lo hermoso de la idea de Jenny es que es exactamente lo que debería suceder con los cometas interestelares”, dijo el autor principal, el Dr. Darryl Seligman.

“Tuvimos todas estas ideas estúpidas, como icebergs de hidrógeno y otras cosas locas, y solamente es la explicación más genérica”.

En: dailymail.uk

Ver tambien:

En: Launch Pad Astronomy