Concluye Jornada Mundial de la Juventud (JMJ Cracovia 2016)

9:00 p m| 2 ago 16 (AGENCIAS/BV).- Francisco se despidió de Polonia el domingo pasado, después de un viaje apostólico de cinco días en los que participó de la Jornada Mundial de la Juventud -con actividades y discursos-, pero también visitó lugares de gran significado, como el santuario de Czestochowa y los campos de concentración de Auchwitz y Brikenau.

Pero los protagonistas fueron los dos millones de jóvenes de todo el mundo que participaron de la 31ª edición de la JMJ. Seis días para conocerse, convivir, festejar y reflexionar sobre dónde está la juventud católica y cómo hacer a partir de ahora, en la vuelta a casa, para sembrar misericordia y ser auténtica “esperanza para el futuro”.


1) Francisco llega a Polonia y advierte: “El mundo está en guerra” (27 de julio)

El Papa Francisco aterrizó en el Aeropuerto Internacional Juan Pablo II-Balice para participar en la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia, ciudad que lo recibió con fuertes medidas de seguridad, especialmente tras el ataque a un iglesia en Francia. Durante el vuelo que lo trajo desde Roma hizo una declaración alarmante: “El mundo está en guerra”. El Papa negó sin embargo que esté en curso en el mundo una “guerra de religiones porque todas las religiones queremos la paz”.

A su llegada, al pie de las escaleras del avión, le esperaban el presidente polaco, Andrzej Duda, su esposa Agata Kornhauser-Duda, y el arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, acompañados de dos niños ataviados con los trajes típicos polacos. Posteriormente la pareja presidencial y el pontífice escucharon los himnos del Vaticano y de Polonia y justo después la primera ministra polaca, Beata Szydlo, tuvo ocasión de saludar al Papa. Tras los actos de bienvenida, la comitiva se trasladó al castillo-catedral de Wawel, en el centro de Cracovia.

2) Encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático en el patio de honor del Castillo de Wawel (27 de julio)

En el patio de honor del complejo del Wawel, Francisco encontró a las Autoridades, la sociedad civil y el Cuerpo diplomático. Agradeciendo por la “generosa acogida” en su primera visita a Polonia, el Obispo de Roma mencionó la historia milenaria de la nación, alentándola a mirar con esperanza hacia el futuro. “Esta actitud favorece un clima de respeto entre todos los componentes de la sociedad, y un diálogo constructivo entre las diferentes posiciones; además, crea mejores condiciones para un crecimiento civil, económico e incluso demográfico, fomentando la confianza de ofrecer una buena vida a sus hijos”, observó el Pontífice.

En su discurso el Papa subrayó que, como ha ocurrido a lo largo de su historia, la nación polaca puede contar con la colaboración de la Iglesia Católica, “para que, a la luz de los principios cristianos que han inspirado y forjado la historia y la identidad de Polonia, sepa avanzar en su camino en las nuevas condiciones históricas, fiel a sus mejores tradiciones y llenos de confianza y esperanza, incluso en los momentos más difíciles”.

3) Saludo a los jóvenes italianos desde el arzobispado de Cracovia (27 de julio)

Desde el arzobispado de Cracovia, el Papa Francisco saludó ayer noche en directo a los jóvenes italianos que participan en la JMJ reunidos en el santuario San Juan Pablo II y respondió a tres preguntas que le formularon, la primera sobre cómo superar el miedo, después sobre la dificultad del perdón y la última acerca de qué pueden hacer los jóvenes para vivir y difundir la paz en el mundo.

Una joven recordó el reciente choque de tren en la región de Puglia, en el sur de Italia, y le dijo que cada vez que viaja en tren tiene miedo y le preguntó al Papa cómo puede vencer el miedo. Otro joven narró al Papa que durante el viaje hacia Polonia vivieron en primera persona el atentado en Múnich (Alemania) y le preguntó ¿cómo vivir y difundir la paz en este mundo que está lleno de odio?

4) Encuentro privado con los obispos polacos (27 de julio)

El encuentro del Papa con los obispos de Polonia en la Catedral de San Estanislao y San Wenceslao, en la colina de Wawel, última actividad del Pontífice en su primer día de visita a Cracovia, estuvo marcado por la sencillez y la familiaridad. Diversos los argumentos tocados durante el encuentro: la primera pregunta se refirió al tema de la secularización, el ateísmo y la vida en Polonia. Otros temas tratados fueron: cómo aplicar al misericordia, la validez de la parroquia, la importancia de los movimientos religiosos, y sobre los refugiados.

El P. Lombardi, portavoz del Vaticano, explicó la decisión del pontífice argentino de reunirse en privado con los obispos para tener un diálogo más directo y “sin la presión de la prensa”. Por ello, los obispos hicieron sus preguntas al Papa, quien contestó sin tener nada escrito.

5) Misa en el santuario de Jasna Góra en el 1050 aniversario del bautismo de Polonia (28 de julio)

El Papa Francisco comenzó su segunda jornada en Polonia con una visita al convento de las Hermanas de la Presentación, poco distante del arzobispado. El convento, constituido por una serie de edificios del siglo XVIII, comprende además una escuela media pública y una escuela superior y en él se encuentra la iglesia de San Juan, considerado uno de los edificios históricos más relevantes de Cracovia.

Luego se ha dirigido a Czestochowa, al sur de Polonia, surge el importante Santuario de Jasna Góra. Cada año rezan ante el famoso icono de la Virgen Negra, más de cuatro millones de fieles. Gracias a la comunidad de los monjes paulinos que aquí viven, los peregrinos reciben toda la atención necesaria.

En efecto, este santuario está ligado a la fundación de la Orden de San Pablo Primer Eremita de los monjes paulinos, que custodian y veneran el icono de la Virgen, cuya realización se atribuye al Evangelista San Lucas, aunque los estudios realizados sobre esta tabla indican que es posterior. Independientemente de su origen, hace ya 600 años que esta representación del busto de la Virgen con el niño Jesús en brazos se encuentra en esta nación.

A su llegada al Santuario, el Papa se detuvo en oración silenciosa. Como regalo a la Virgen, Francisco llevó una rosa de oro. Los monjes paulinos regalaron a Bergoglio una reproducción de la Virgen Negra.

Finalmente, frente al santuario de la Virgen Negra de Czestochowa, la imagen de la Virgen herida, Francisco celebró la misa por el 1050 aniversario del bautismo de Polonia e indica a la Iglesia cuál es la vía para evangelizar, meditando sobre la manera en la que Dios entró a la historia. El Papa subrayó cómo Dios entreteje en la humanidad la historia de la salvación, reiterando que el Señor prefiere instalarse en lo pequeño, al contrario del hombre, que tiende a querer algo cada vez más grande.

6) Ceremonia de acogida de los jóvenes en el Parque Jordan de Blonia (28 de julio)

En Blonia tuvo lugar el primer encuentro de Francisco con los jóvenes participantes en la JMJ que habían preparado una ceremonia de bienvenida bajo el lema “Llamada a la santidad”, comenzada con músicas y danzas de Cracovia para proseguir con un desfile de representantes de los diversos continentes que llevaban banderas y fotografías de los “testigos de las misericordia” de sus regiones: San Vicente de Paúl (Europa), Beata Madre Teresa (Asia), Santa María MacKillop (Australia y Oceanía) Santa Josefina Bakhita (Africa), San Damian de Veuster de Molokai (América del Norte) y la Beata Irma Dulce (América del Sur). Después hubo una “carrera de relevos de los santos” que empezó con santa Inés (siglo III) y terminó con los beatos Sbignew Strzalkowski y Michel Tomasz (siglo XX).

Francisco afirmó que la misericordia tiene siempre un rostro joven y subrayó que todos estaban reunidos en esta JMJ para ayudarse entre sí a no dejarse robar lo mejor de ellos mismos “las energías, la alegría, los sueños, con falsas ilusiones”. También pidió el Papa para los jóvenes el don de la escucha de quienes no comprendemos, de los que vienen de otras culturas, otros pueblos, incluso de aquellos a los que tememos porque creemos que pueden hacernos daño.

7) En Auschwitz-Birkenau Francisco guarda silencio y escribe en el Libro de Honor (29 de julio)

Elevando a Dios el corazón lleno de dolor, hecho oración silenciosa, el Papa peregrinó a los campos de concentración y exterminio de Auschwitz y Birkenau. La mañana del tercer día de su Viaje Apostólico que le llevó a Polonia, para la JMJ de Cracovia 2016, se caracterizó por la intensidad del silencio rezado en los lugares donde el odio y la guerra marcaron e hirieron el alma de la humanidad. Francisco también firmó el libro de visitas del campo de concentración, y dejó este mensaje escrito en español: “¡Señor, ten piedad de tu pueblo! ¡Señor, perdón por tanta crueldad!”.

Francisco entró a pie en el campo de concentración pasando a través del arco de entrada para dirigirse después a bordo de un coche eléctrico -hacia el Bloque 11, quizás el lugar más simbólico de Auschwitz, donde se encuentra el “Muro de la Muerte”, donde los nazis fusilaban a los prisioneros para trasladar sus cuerpos después al crematorio. En otoño de 1943, cuando los fusilamientos se trasladaron al crematorio de Birkenau el Muro se desmanteló pero en 1946 los exprisioneros del campo lo reconstruyeron.

Francisco se detuvo para rezar en silencio en la Plaza del Pasaje de Lista, donde eran ahorcados los prisioneros, y donde san Maximiliano Kolbe ofreció su vida a cambio de la de otro preso. En la entrada del Bloque 11 fue recibido por la primer ministro de Polonia Beata María Szydło y a continuación se encontró, uno por uno, con doce supervivientes del campo de concentración, el último de los cuales le entregó una vela con la que el Papa encendió la lámpara que ha llevado como regalo personal al campo.

8) Visita al Hospital Pediátrico Universitario (UCH) de Prokocim (29 de julio)

“No podía faltar, en esta mi visita a Cracovia, el encuentro con los pequeños ingresados en este hospital”, comenzó diciendo el Papa, visiblemente emocionado. “Me gustaría poder estar un poco cerca de cada niño enfermo, junto a su cama, abrazarlos uno a uno, escuchar por un momento a cada uno de vosotros y juntos guardar silencio ante las preguntas para las que no existen respuestas inmediatas. Y rezar”.

De nuevo, Francisco ha vuelto a denunciar las injusticias que encierra la “cultura del descarte, que es lo contrario de la cultura de la acogida”: “Las víctimas de la cultura del descarte son precisamente las personas más débiles, más frágiles; esto es una crueldad. Sin embargo es hermoso ver que, en este hospital, los más pequeños y necesitados son acogidos y cuidados. Gracias por este signo de amor que nos ofrecéis”.

9) Vía Crucis con los jóvenes en el Parque Jordan de Blonia (29 de julio)

Con un tono mucho más comedido que el de la ceremonia de acogida la noche anterior, en la tarde del viernes 29 de julio se desarrolló el vía crucis de la JMJ Cracovia 2016. En la explanada de Blonia, cientos de miles de jóvenes de todo el mundo recibieron el aliento del Papa, nada complaciente con ellos, más bien exigente: “Si uno que se dice cristiano no vive para servir, no sirve para vivir”. Ya lo había dicho un día antes: “No os dejéis guiar por los vendedores de humo”. Y esta ocasión les ha mostrado la respuesta: la cruz.

“La vía de la cruz es la vía de la felicidad de seguir a Cristo hasta el final, en las circunstancias a menudo dramáticas de la vida cotidiana; es la vía que no teme el fracaso, el aislamiento o la soledad, porque colma el corazón del hombre de la plenitud de Cristo. La vía de la cruz es la vía de la vida y del estilo de Dios, que Jesús manda recorrer a través también de los senderos de una sociedad a veces dividida, injusta y corrupta. La vía de la cruz es la única que vence el pecado, el mal y la muerte, porque desemboca en la luz radiante de la resurrección de Cristo, abriendo el horizonte a una vida nueva y plena. Es la vía de la esperanza y del futuro. Quien la recorre con generosidad y fe, da esperanza y futuro a la humanidad”.

10) Santa Misa con sacerdotes, religiosas, religiosos, consagrados y seminaristas polacos (30 de julio)

La cuarta jornada del papa Francisco en Cracovia ha comenzado con un tour por dos de los templos más importantes del país: a primera hora de la mañana se ha trasladado al Santuario de la Divina Misericordia, y, tras rezar ante la tumba de santa Faustina Kowalska, se dirigió al santuario dedicado a Juan Pablo II, donde ha presidido una misa con sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas polacos.

Cientos de personas lo esperaban a la puerta del Santuario de la Divina Misericordia, al que el Papa ha llegado antes de lo previsto. Tras rezar en silencio ante la tumba de santa Faustina y de la imagen de la Divina Misericordia que la religiosa polaca describió a partir de sus visiones, ha firmado en el libro de honor del santuario con las palabras: “Misericordia quiero y no sacrificios”.

Luego se trasladó al santuario Juan Pablo II, en donde exhortó a todos los sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas de Polonia a huir “de las situaciones gratificantes que nos ponen en el centro”. “Jesús no se sube a los estrados vacilantes de los poderes del mundo y no se adapta a las comodidades que aflojan la evangelización. Contento con el Señor, no se conforma con una vida mediocre, sino que tiene un deseo ardiente de ser testigo y de llegar a los otros”.

Recordando el Evangelio del día, Francisco ha querido hablar de la figura de Tomás, “un discípulo se nos asemeja un poco y hasta nos resulta simpático”. Tomás nos hace un gran regalo: nos acerca a Dios: “Jesús le mostró sus llagas gloriosas, le hizo tocar con la mano la ternura infinita de Dios, los signos vivos de lo que ha sufrido por amor a los hombres. Para nosotros, los discípulos, es muy importante poner nuestra humanidad en contacto con la carne del Señor, es decir, llevarle a él, con confianza y total sinceridad, hasta el fondo, lo que somos”.

Por último, ha animado a los sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas polacos a leer y releer continuamente el Evangelio, un “libro vivo de la misericordia de Dios que todavía tiene al final páginas en blanco: es un libro abierto, que estamos llamados a escribir con el mismo estilo, es decir, realizando obras de misericordia”. “Cada uno de nosotros guarda en el corazón una página personalísima del libro de la misericordia de Dios: es la historia de nuestra llamada, la voz del amor que atrajo y transformó nuestra vida, llevándonos a dejar todo por su palabra y a seguirlo”.

11) Almuerzo con los jóvenes en el arzobispado (30 de julio)

Clima relajado y menú polaco (sopa, “pierogi”, arroz, carne, dulce de leche y café). Un grupo de chicos y chicas (algunos pertenecen al personal que se ocupó de la organización de la JMJ) dialogaron con el Papa sobre diferentes temas, desde la evangelización hasta la situación de los presos, sin evitar cuestiones personales”. Después de la celebración con los sacerdotes polacos en el Santuario de San Juan Pablo II, en Cracovia, Papa Francisco se dirigió a la sede del arzobispado, en donde a las 13.00 almorzó con el arzobispo de la ciudad, el cardenal Stanislaw Dsziwiz (histórico secretario personal de Papa Wojtyla), y con 12 jóvenes que participan en esta JMJ.

12) Vigilia de oración con los jóvenes en el Campus Misericordiae (30 de julio)

El Papa se lo dijo a los jóvenes el jueves: “No os llevéis por los vendedores de humo”. El viernes les ofreció el camino de la felicidad, la cruz de Cristo. Y el sábado 30 de julio, en la vigilia de oración de la 31ª Jornada Mundial de la Juventud, les ha dado una motivación: “¿Queréis que otros decidan el futuro por vosotros?”.

Frente al riesgo de caer en la parálisis de la “sofá-felicidad”, el Papa llama a los jóvenes a ser “protagonistas de la historia”: “Jesús no es el Señor del confort, de la seguridad y de la comodidad. Para seguir a Jesús, hay que tener una cuota de valentía, hay que animarse a cambiar el sofá por un par de zapatos que te ayuden a caminar por caminos nunca soñados. Ir por los caminos siguiendo la ‘locura’ de nuestro Dios que nos enseña a encontrarlo en el hambriento, en el sediento, en el desnudo, en el enfermo, en el amigo caído en desgracia, en el que está preso, en el prófugo y el emigrante, en el vecino que está solo”.

“Dios espera algo de ti, Dios quiere algo de ti, Dios te espera a ti. Dios viene a romper nuestras clausuras, viene a abrir las puertas de nuestras vidas, de nuestras visiones, de nuestras miradas. Dios viene a abrir todo aquello que te encierra”, siguió alentando el Pontífice.

Y asegurándoles que “hoy Jesús te te llama a dejar tu huella en la vida”, terminó su discurso pidiendo al millón y medio de asistentes que unieran sus manos para construir “un puente humano. No por la fotografía, sino para seguir construyendo puentes más y más grandes. Que este puente humano sea semilla de tantos otros; será una huella”.

13) Santa Misa para la Jornada Mundial de la Juventud en el Campus Misericordiae (31 de julio)

El Papa Francisco celebró en el Campus Misericordiae la santa misa que clausura la XXXI edición de la Jornada Mundial de la Juventud en la que han participado más de un millón de personas. Antes de la celebración el Papa, recibido por el alcalde de Wielizcka, en cuyo territorio se encuentra el Campus y por el director de la Caritas diocesana, visitó uno de los dos edificios destinados a la acogida de los pobres y ancianos con problemas, y bendijo la instalación.

En la homilía que pronunció después del evangelio, el Santo Padre, poniendo el ejemplo de Zaqueo, invitó a los jóvenes a aceptarse tal como son, sin entristecerse ni rumiar el pasado, sino a apuntar alto, a participar en la vida, y a recordar que la JMJ no se acaba en Cracovia porque la presencia de Jesús está en su vida cotidiana, en sus proyectos, en sus afectos y en sus sueños.

La celebración fue tranquila, hasta que llegó el momento del ángelus y de la noticia: la próxima JMJ tendrá lugar en Panamá en 2019. Fue una explosión de felicidad. La bandera de cuatro paneles y dos extrellas azul y roja se hizo dueña de la explanada, mientras en el altar, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, abrazaba y felicitaba a Lorena Castillo, la esposa del presidente panameño Juan Carlos Varela.

La Arquidiócesis de Panamá compartía en redes sociales un festivo vídeo en el que el arzobispo José Domingo Ulloa Mendieta explicaba: “Panamá ha sido bendecida por el papa Francisco. Entre los pequeños, nos ha elegido para ser la sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud 2019. Panamá amplió su canal, y ahora abre sus brazos para acoger a la juventud del mundo”.

14) Francisco celebró con los voluntarios su último acto en Polonia (31 de julio)

En el pabellón Tauron Arena de Cracovia transcurrió el último acto de esta JMJ y de la visita de Francisco a Polonia. Desde luego, el más desenfadado de la semana, entre aplausos, cánticos y ‘vivas’ continuos. Varios jóvenes expusieron sus respectivos testimonios ante el Papa, uno de ellos, un panameño que agradeció “la bendición de recibir la próxima JMJ en mi país”.

Pero el recinto se vino abajo cuando el Papa se levantó, cogió su discurso preparado y se lo entregó al obispo Damian Muskus –auxiliar de Cracovia y coordinador de la JMJ– porque “es muy aburrido”, y tras una pequeña negociación con los asistentes, pronunció en español un breve discurso improvisado.

“Ustedes son la esperanza del futuro”, les aseguró, pero para eso deben cumplir dos condiciones: “La primera, tener memoria, preguntarme de dónde vengo, memoria de mi pueblo, memoria de mi familia, de toda mi historia”. Y para ello, les recomendó hablar con los mayores, sobre todo, con los abuelos y los ancianos: “Pregúntenles, son la sabiduría de un pueblo”.

La segunda condición, “tener coraje, ser valiente, no asustarse. Si tienen memoria y coraje, van a ser la esperanza del futuro. ¿Está clarito todo?”.

En un clima de alegría masiva, Francisco les advertía que “no sé si voy a estar en Panamá”, sede de la próxima JMJ en 2019, pero sí les aseguró: “Pedro va a estar en Panamá. Y Pedro les va a preguntar si hablaron con los abuelos, si tuvieron coraje para enfrentar y si hablaron con los abuelos, y a Pedro le van a responder.

15) Francisco: “No es verdad ni es justo decir que el islam sea terrorista”

Francisco volvió a pedir durante el vuelo en el que regresaba a Roma desde Cracovia que no se identifique al islam con el terrorismo y aseguró que también hay fundamentalistas católicos. Francisco ya había defendido con decisión este concepto en el vuelo hacia la ciudad polaca para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) cuando manifestó que el mundo está en guerra, pero que “no se trata de una guerra entre religiones”.

Explicó que no le gusta hablar “de violencia islámica ya que todos los días se leen en los periódicos violencias de todo tipo” y también cometidas por católicos.

Recordó el largo discurso que mantuvo hace algunos meses en el Vaticano con el gran imán de la universidad islámica de El Cairo Al Azhar, Ahmed Al Tayeb, y que ahí pudo comprobar cómo desde el islam “buscan la paz y el encuentro”. Francisco también destacó cómo en Europa se ha dejado solos a muchos jóvenes y que han acabado en grupos fundamentalistas”.

Otros enlaces sugeridos:

Fuentes:

Radio Vaticano / Vatican Insider / Vida Nueva / Clarín

Puntuación: 5 / Votos: 3

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