Fe y progreso de Objetivos para el Desarrollo Sostenible

8:00 p.m. | 10 oct 23 (VTN/CL).- Vincular la creencia, la esperanza y la acción para construir un mundo mejor fue la pauta general de un panel organizado por Cáritas América Latina junto a la Alianza Interreligiosa por la Agenda 2030. Al observar que nuestra región muestra los índices más altos de desigualdad, las instituciones se han comprometido a seguir dando voz a los más vulnerables y abogar por respuestas concretas a las necesidades de las comunidades para que puedan salir de la crisis y avanzar hacia la recuperación y estabilización. La actividad fue parte de la Cumbre Mundial para los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

——————————————————————————————–

“Inspirar fe, esperanza y acción transformadora para acelerar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible” fue uno de los temas tratados en la Reunión de Alto Nivel en la Cumbre Mundial de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. ¿Cómo vincular la fe, la esperanza y la acción para lograr un mundo mejor? fue el punto de partida para los participantes en el panel, celebrado bajo el auspicio de Cáritas América Latina y el Caribe junto a las instituciones y organizaciones que forman parte de la triple alianza de redes interreligiosas para los ODS.

América Latina y el Caribe, centró el interés de la mesa redonda, “siendo la región más desigual del planeta y con una alta vulnerabilidad a la pobreza”. En efecto, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en 2022, se registraron 201 millones de personas (equivalente al 32.1% de la población total de la región) viviendo en condiciones de pobreza, de las cuales 82 millones (un 13.1%) se encontraban en situación de pobreza extrema. Un panorama que es el resultado, como lo afirma el papa Francisco, de un “modelo de desarrollo actual y de la cultura del descarte en la vida de las personas”.

Para las organizaciones basadas en la fe que trabajan con los más empobrecidos y vulnerables de la región, como los niños y adolescentes, las mujeres, los adultos mayores, los grupos étnicos y raciales, si bien mantienen su compromiso con los más desfavorecidos, aclaran “que esta tarea no es suficiente”. Según explica Nicolás Meyer, director ejecutivo de Cáritas América Latina, “nos enfocamos en el ODS 1, poner fin a la pobreza en todas sus formas. Actuamos a través de capacidades territoriales y de incidencia para brindar ayuda a quienes más sufren, utilizando diversas herramientas como transferencias monetarias, apoyo alimentario, promoción de la producción y comercialización para crear empleos, facilitar el acceso a crédito y promover la gestión sostenible de recursos”.

“La complejidad de la situación –afirma en este caso la declaración– exige una acción integral que aborde las múltiples causas de la pobreza y garantice que nadie quede rezagado”. En este contexto, se destaca el desafío señalado por el Papa, al señalar que vivimos en un momento histórico en el que la atención a los más pobres está en peligro, y las voces de quienes viven en la pobreza se silencian cada vez más.


Más que un compromiso: Acoger, proteger, promover e integrar

Siguiendo las indicaciones de Francisco, acoger, proteger, promover, integrar, la triple alianza interreligiosa que participó aseguró que no sólo se busca brindar asistencia, sino también fomentar la solidaridad y la subsidiariedad, comprometiéndose a influir en políticas en beneficio común. “No somos espectadores pasivos –se lee en la declaración-. Más bien, buscamos que las personas vulnerables sean parte activa en los procesos de cambio, asumiendo una corresponsabilidad para construir un futuro digno”.

La fe en este contexto de progreso y desarrollo parte de una acción que está alineada con la aspiración de lograr un futuro sostenible para toda la familia humana, adoptando la agenda de desarrollo sostenible con sus múltiples objetivos y metas. “Aspiramos a contribuir al diseño y la realización de un ‘plan para un mundo mejor’ y, a través de nuestras acciones de anuncio y denuncia, buscamos combatir la pobreza, la desigualdad, la degradación ambiental, promoviendo la prosperidad, la paz y la justicia para transformar nuestro mundo”.

“Nuestra principal herramienta es la voz de quienes no la tienen, siendo la voz de los más vulnerables y abogando por respuestas a las necesidades de nuestros pueblos”, afirman los participantes en el encuentro en Nueva York. Pero además en su actuación no sólo ofrecen un apoyo monetario, alimentario de producción o comercialización, sino que priorizan el desarrollo de capacidades en las comunidades para que puedan salir de la crisis y avanzar hacia la recuperación y estabilización, construyendo un futuro deseado en el que todas las personas puedan vivir la vida que desean.


Seis claves contra la pobreza

Cáritas América Latina y el Caribe han propuesto seis aspectos clave en la reducción de la pobreza:

1. Erradicar la pobreza y la pobreza extrema.
2. Promover acciones que reduzcan la pobreza en todas sus dimensiones.
3. Garantizar derechos a los recursos económicos, servicios básicos, propiedad y control de la tierra.
4. Promover el acceso y el uso sostenible de recursos naturales.
5. Fomentar la resiliencia frente a la vulnerabilidad climática y otras crisis y desastres económicos.
6. Establecer marcos normativos nacionales que aborden integralmente las desigualdades.


La Cumbre Mundial para los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Jefes de estado y de Gobierno, líderes mundiales, miembros de organizaciones civiles, religiosas, ONG’s han discutido sobre cómo encaminar la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pues corren el peligro de estancarse en medio de la crisis climática, las fluctuaciones económicas, los conflictos y las secuelas de las pandemias. La promesa de “no dejar a nadie atrás” –según el secretario general de la ONU, Antonio Guterres- que está en la base de la agenda de desarrollo se encuentra en serios problemas ya que, pese a algunos avances, a lo largo de los años han surgido brechas en la implementación de los 17 Objetivos, que incluyen la erradicación del hambre y la pobreza extrema para 2030.

En esta reunión de alto nivel participan líderes mundiales que buscan “volver a encaminar al mundo hacia un futuro más verde, limpio, seguro y justo para todos” sobre todo cuando la fecha límite de alcanzar los ODS –2030– está a medio camino.

De 140 metas acordadas tan solo va un 15% logrado, mientras que el restante 85% se encuentra a medias o sin avance; por ejemplo, si se sigue ese ritmo se tardaría 286 años en cerrar las brechas de género (ODS 5), 84 millones de niños no irán a la escuela y con 300 millones de niños y jóvenes en analfabetismo (ODS 4) para 2030. Se trata de un inminente fracaso colectivo si no se toman las medidas correctivas a tiempo, porque las secuelas más severas las sufren los países en desarrollo y las personas más vulnerables y pobres del mundo.

Guterres destacó, no obstante, que alcanzar los ODS no consiste en marcar casillas. “Se trata de las esperanzas, los sueños, los derechos y las expectativas de las personas y de la salud de nuestro entorno natural. Se trata de corregir errores históricos, curar las divisiones globales y poner a nuestro mundo en el camino hacia una paz duradera”.

VIDEO. Fin de la pobreza (ODS 1). Un análisis de Aurora Aranda

Gallagher: La Agenda 2030 requiere medidas con visión de futuro

“La cumbre sobre los ODS no debe servir de plataforma para declaraciones abstractas que se limiten a ‘apaciguar nuestras conciencias’, sino que debe utilizarse para intensificar los esfuerzos y acelerar los progresos para llevar al mundo por una senda sostenible y resiliente”. El Arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, comenzó recordando la admonición del Papa a la Asamblea General de la ONU el 25 de septiembre de 2015, en su discurso en el Diálogo de Líderes dedicado a “Movilizar la financiación y la inversión y los medios de implementación para lograr los ODS”, como parte del Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible bajo los auspicios de la Asamblea General, que se está celebrando en las Naciones Unidas en Nueva York.

Esto significa, explicó el Arzobispo, “tomar medidas concretas para hacer frente a los grandes desafíos de nuestro tiempo, en particular la guerra y los conflictos, la pobreza y el hambre, la violencia, la exclusión social, el cambio climático y la degradación del medio ambiente, y la omnipresente ‘cultura del descarte’, en nombre de la cual ‘las personas dejan de ser consideradas un valor primario que hay que cuidar y respetar, especialmente si son pobres o discapacitadas’, y son descartadas como ‘todavía no útiles’, como los no nacidos, o ‘ya no necesarias’, como los ancianos”.

La sostenibilidad y la resiliencia, por tanto, requieren “medidas con visión de futuro”. De hecho, la Agenda 2030 “no es simplemente una cuestión de movilizar más recursos y diseñar herramientas más eficaces para superar los numerosos retos técnicos que plantea la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible”. Por el contrario -subrayó Gallagher-, se trata ante todo de comprometerse y aplicar un nuevo modelo de desarrollo que tenga a la persona humana en el centro, se oriente hacia el bien común y se fundamente en principios éticos de justicia, solidaridad y responsabilidad compartida”.

Para que la Agenda 2030 siga siendo “un importante signo de esperanza”, una esperanza “que hace que las cosas sucedan y cambia vidas”, concluyó, haciéndose eco de nuevo de las palabras del papa Francisco, es importante “nuestro compromiso genuino con el multilateralismo como expresión de un renovado sentido de corresponsabilidad global” con la contribución de toda la familia humana.

VIDEO. La ONU pide más esfuerzos para cumplir con la Agenda 2030

Publicaciones recomendadas en Buena Voz Noticias
Fuentes

Vatican News (2) / ADN CELAM / Cáritas América Latina / Videos: Fundación Mainel – DW Español / Foto: ONU

Puntuación: 0 / Votos: 0

Buena Voz

Buena Voz es un Servicio de Información y Documentación religiosa y de la Iglesia que llega a personas interesadas de nuestra comunidad universitaria. Este servicio ayuda a afianzar nuestra identidad como católicos, y es un punto de partida para conversar sobre los temas tratados en las informaciones o documentos enviados. No se trata de un vocero oficial, ni un organismo formal, sino la iniciativa libre y espontánea de un grupo de interesados.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *