Decidir inversiones en coherencia con nuestra fe

11:00 a.m. | 22 mar 23 (VN/OM).- Expertos en asesoría financiera reseñan Mensuram Bonam (Una Buena Medida), la última guía sobre inversión económica difundida por la Santa Sede. La finalidad del documento es orientar a quienes desean optimizar sus recursos desde un plan de trabajo acorde con la Doctrina Social de la Iglesia. Especialmente enfocado a instituciones católicas, sus propuestas pueden servir a cualquier iniciativa que priorice el desarrollo inclusivo e inversiones sostenibles, sin sacrificar el rendimiento. Mensuram Bonam propone principios y criterios, pero también incorpora indicaciones prácticas y metodológicas.

——————————————————————————————–

Una guía y un llamado a la acción en el ámbito de las finanzas es Mensuram Bonam, documento de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. Dirigido a cualquier organización católica -congregación, fundación, diócesis, asociaciones, ONG, etc.- para que lleve a cabo sus inversiones económicas en coherencia con la fe católica, pero “es poco conocido”, como ha advertido el director de Vida Nueva, José Beltrán. Por ello, Jorge Bolívar, socio fundador de ETS-Alveus, y Ramón de Meer, responsable de comunicación de ETS-Alveus, han desgranado las claves de este documento inédito de la Santa Sede en un taller digital.

“A veces nos pasa en la Iglesia que los documentos no son prácticos, pero Mensuram Bonam es muy práctico”, ha explicado De Meer. “El documento de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales es una llamada a que los inversores católicos transformen la realidad con sus inversiones”, ha agregado. Según De Meer, “el documento da al ecónomo la libertad de tomar la decisión de dónde invertir, pero da las pautas básicas, porque la rentabilidad no es el criterio económico único, tenemos que tener en cuenta a la persona, el bien común, la caridad, la justicia, la subsidariedad, la Casa común y la ecología integral”.

Como ha afirmado el experto, es necesario “escapar del absolutismo fiduciario”, pues “la medida de las ganancias no es absoluta”. Asimismo, ha recordado que “la fe enriquece, no coarta las finanzas”. Y es que “Mensuram Bonam ofrece a la economía un punto de partida alternativo a las ideologías”. De Meer ha llamado a la acción advirtiendo que a la hora de invertir es necesario “aplicar criterios de discernimiento cristiano, fijar una política de inversión como guía de prioridades, establecer valores y objetivos positivos, estar al tanto del seguimiento de los progresos o tomar en cuenta la primacía de la prudencia”.

LEER. Mensuram Bonam. Medidas desde la fe para inversionistas católicos (PDF)

“La coherencia de nuestras inversiones con la fe exige un esfuerzo, pero no la renuncia a la rentabilidad”

Jorge Bolívar, socio fundador de ETS-Alveus, ofrece en esta entrevista pistas sobre Mensuram Bonam.

¿Cuál es el mandamiento principal para gestionar hoy “como Dios manda”?

Mensuram Bonam insiste en el bien común y el desarrollo integral del hombre como objetivos prioritarios de toda actividad financiera y, en concreto, de las inversiones. Por tanto, podríamos decir que el “amarás al prójimo como a ti mismo” (Jn, 13, 34) debería ser la directriz de esa “vocación” en la que, citando el documento, puede convertirse la inversión a la luz de la fe.

¿Cuánto tiempo puede llevarle a una institución eclesial acomodarse a los criterios planteados por Mensuram Bonam?

El tiempo dependerá de la complejidad y liquidez de las inversiones activas de cada institución. Pero lo importante es la decisión de ponerse en marcha. Entender la importancia del camino y avanzar. Mensuram Bonam es un documento claro, completo y orientado a la acción libre pero bien informada. Habla con claridad sobre la luz que pueden y deben proporcionar el Evangelio y la DSI sobre las decisiones que se toman en el ámbito de la economía y en concreto en el de las inversiones. Pero no se detiene ahí y continúa con una guía muy bien estructurada en base a los principios de la DSI, sus implicaciones de cara a los inversores y toda una serie de preguntas que deberíamos plantearnos a partir de lo anterior. Nos plantea interrogantes pero no soluciones finales. Esas nos toca a nosotros imaginarlas, probarlas y, si se comprueba que funcionan y Dios quiere, extenderlas.

Está claro que invertir de acuerdo con la DSI supone llevar a cabo una gestión coherente con la fe. ¿Pero también puede ser rentable?

Efectivamente, sí podría exigirnos renunciar a la rentabilidad potencial de ciertas inversiones concretas pero no a la rentabilidad de nuestra cartera final. El mercado ofrece un gran abanico de posibilidades y siempre es posible identificar inversiones potencialmente rentables y éticas bajo el prisma de la DSI. La coherencia de nuestras inversiones con la fe exige un esfuerzo adicional de información y análisis pero no la renuncia a la rentabilidad. Alveus lo demuestra a través de sus propuestas de inversión ética directa en sectores tan “comprometidos” como el de la salud.

Si una institución se acerca hoy a Alveus para actualizarse a la medida de Mensuram Bonam, ¿qué es lo primero que le aconsejarían?

En primer lugar, creemos esencial concretar los requerimientos financieros de todas esas obras/proyectos que nacen de la misión de cada institución. Este ejercicio conlleva un análisis de los estados financieros de la institución, no solo agregados sino, muy importante, de cada proyecto. Este ejercicio nos permitirá entender que es lo que debemos pedir a nuestro patrimonio en términos de rentabilidad y riesgo asumible. A partir de ahí, una revisión exhaustiva de las inversiones activas en términos de costes, ética e idoneidad de cada producto y del conjunto de cartera en su finalidad principal de financiar la misión. Parece complejo pero se trata de un procedimiento claro que permitirá a la institución, no solo aproximarse a las directrices de la DSI, sino también aprender mucho en el camino.

“El principal pecado del ecónomo es considerarse soberano”

Ramón de Meer, responsable de comunicación de ETS-Alveus, ofrece en esta entrevista un comentario sobre Mensuram Bonam.

¿Cree que Mensuram Bonam marca un antes y un después en la ética financiera de la Iglesia?

Mensuram Bonam es un documento eficaz y sobrecogedor precisamente porque no pretende marcar esa frontera con el pasado. Es una feroz crítica a inercias pasadas, a prácticas obsoletas, a la dejadez del mundo financiero o a su abandono de la ética; pero es una renovación firme y riquísima de la ética económica que la Iglesia siempre ha propugnado. En el documento no hay solamente palabras de Francisco y Benedicto XVI, sino ecos de la Rerum novarum o la Centesimus annus, de las Bienaventuranzas y hasta de los sagrados relatos del Génesis. El documento no pretende ser una rompedora innovación, sino una ilusionada oferta al mundo financiero, que corriendo el riesgo de la ceguera, la ambición y la codicia, puede encontrar luz en las palabras perennes de Cristo y su Iglesia.

¿Qué es lo que nunca puede hacer un ecónomo eclesial si quiere seguir la línea marcada por Mensuram Bonam?

El principal pecado del ecónomo es caer en el mismo pecado que acecha al financiero seglar: considerarse soberano. Soberano es el ilimitado, y muchas veces el economista puede sentirse tentado a desgajar sus decisiones financieras, la actividad de los mercados, sus apuestas e inversiones; de la raíz ética que necesariamente acompaña a toda acción humana. Mensuram Bonam lanza este clarísimo mensaje: nada se sustrae al Reinado de Cristo, y la economía debe estar no solamente regida por criterios éticos, sino orientada a la misión salvífica y plenificante de la Iglesia.

El documento tiene una fundamentación teológica relevante, pero a la vez incluye indicaciones prácticas. ¿Es aplicable en un mundo económico tan cambiante en el que hay tantos “tiburones” o es irrealizable para la institución que busque sumarse a sus criterios?

No solamente es aplicable, sino necesario. El genio de Mensuram Bonam consiste en volver a presentar principios católicos de una manera fresca y adaptada a un vocabulario cercano al financiero. Y el principal principio propuesto es la subsidiariedad, que rezuma de todo el documento: la Iglesia no está aquí para dictarle al ecónomo, al empresario o al gestor qué inversión concreta debe de hacer, sino para orientarle y guiarle en una toma de decisiones prudencial en que Cristo debe mantenerse siempre en el centro. Ese llamado a la prudencia, y las clarísimas directrices y criterios propuestos, son arpón suficiente ante mucho tiburón.

Mensuram Bonam. Inversiones económicas coherentes con la fe católica

Desde hace unos días está disponible en la página web de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, de la que es canciller el cardenal Peter Turkson -desde hace años al frente del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral- un documento titulado Mensuram Bonam (Buenas Medidas), que contiene algunas “medidas coherentes con la fe para los inversores católicos”.

Se trata de un conjunto de principios y criterios, así como de indicaciones prácticas y metodológicas dirigidas a quienes trabajan en el mundo de las finanzas, tanto como instituciones como a título individual, y que se esfuerzan por vivir su fe con coherencia, contribuyendo a la promoción de un desarrollo inclusivo e integral de las personas.

Es el resultado de un trabajo de varios años, al menos seis, en el que han participado diversos expertos del mundo de la ciencia y de las finanzas, además de inspirarse en las principales experiencias ya realizadas en diversas conferencias episcopales, sobre todo en las de Europa y Estados Unidos, o inspiradas por las confesiones religiosas. Está claramente en línea con toda la tradición de la Doctrina Social de la Iglesia, evidentemente con un enfoque específico en el mundo de las finanzas.


Principios y método

El documento se divide en dos partes. En el primero, se recogen los pilares de la fe y de la doctrina social de la Iglesia, a partir de los cuales se orientan las distintas actividades de inversión con visión y responsabilidad, para el desarrollo humano integral (principios). La segunda parte, en cambio, contiene respuestas operativas, presentando un método para las inversiones coherentes con la fe (FCI) con indicaciones sobre cómo aplicarlo: pasos a seguir, herramientas a utilizar, etc.

El apéndice también contiene algunos “criterios de exclusión” sobre temas sensibles que requieren un cuidadoso discernimiento de fe, que ya han sido evaluados en las Conferencias Episcopales. Por ejemplo, los ámbitos del armamento, las armas nucleares, la pornografía, las violaciones de los derechos humanos, la corrupción, las amenazas del cambio climático, etc. deberían quedar excluidos de las inversiones financieras.

Información adicional
Publicaciones recomendadas en Buena Voz Noticias
Fuentes

Revista Vida Nueva (2, 3 y 4) / Omnes Magazine / Foto – Imagen: CNS – Omnes

Puntuación: 0 / Votos: 0

Buena Voz

Buena Voz es un Servicio de Información y Documentación religiosa y de la Iglesia que llega a personas interesadas de nuestra comunidad universitaria. Este servicio ayuda a afianzar nuestra identidad como católicos, y es un punto de partida para conversar sobre los temas tratados en las informaciones o documentos enviados. No se trata de un vocero oficial, ni un organismo formal, sino la iniciativa libre y espontánea de un grupo de interesados.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *