Condena a expresidente del banco Vaticano

6:00 p.m. | 5 feb 21 (CX/LN).- En un proceso inédito, el Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano condenó a Angelo Caloia (81) expresidente del Instituto para Obras de Religión (IOR), y a Gabriele Liuzzo (97), abogado del instituto, a 8 años y 11 meses de prisión por delitos de malversación de fondos, lavado de dinero y desfalco agravado. También deberán pagar una indemnización de unos 23 millones de euros. Caloia presidió el IOR durante 20 años, entre 1989 y 2009, en tiempos de Juan Pablo II y Benedicto XVI. La resolución y exposición de este juicio es una muestra de la reforma financiera vaticana impulsada por Francisco, que apunta a la transparencia y tolerancia cero ante la corrupción.

——————————————————————————————–

En una sentencia muy esperada, que confirmó la voluntad del papa Francisco de limpieza en las finanzas del Vaticano y de “tolerancia cero” ante conductas y operaciones turbias, también fue condenado a 5 años de prisión Lamberto Liuzzi, hijo del abogado, que además deberá pagar una multa de 8000 euros. Los tres imputados, en el proceso que comenzó en mayo de 2018, tampoco podrán acceder a empleos públicos en el futuro.

Según dictaminó el presidente del tribunal del Vaticano, Giuseppe Pignatone, exprocurador jefe de Roma, también se dispuso la confiscación de 38 millones de euros (ya incautados de las cuentas corrientes de los imputados) y un resarcimiento al IOR y a la SGIR (Società per la Gestione di Immobili Roma, ente controlado por el IOR, resposable de una parte del patrimonio inmobiliario del instituto) de una cifra superior a los 20 millones de euros, según informó el Vaticano.

El Vaticano había comenzado a investigar a Caloia en 2014, luego de una denuncia procedente del propio IOR por “conductas ilícitas” cometidas en las altas esferas del instituto entre 2002 y 2007, cuando fue malvendido parte del patrimonio inmobiliario del instituto, en provecho de sus directivos. Los fiscales del Vaticano habían acusado a Caloia y a su abogado de haber vendido 29 inmuebles ubicados principalmente en Roma, pero también en Milán y en Génova, que valían 150 millones de euros en el mercado a un precio mucho más bajo. Algo que causó un agujero de aproximadamente 59 millones de euros para las arcas de la Santa Sede, suma de la que se apropiaron indebidamente y luego en parte reciclaron en Suiza, con la ayuda del hijo de Liuzzo, los mismos inmuebles a través de empresas off-shore.

Durante la audiencia, el promotor de Justicia del Vaticano, Gian Piero Milano, destacó que el juicio, seguramente muy complejo, había sido llevado adelante en forma “muy profunda y rigurosa de parte de todos”. “Aunque se realizó en el ‘microsistema’ y en el mínimo Estado del Vaticano, se trata de un proceso destinado a quedar en la historia”, subrayó, según pudo relatar un pool de periodistas acreditado para la audiencia.

El juicio es un hito si se considera que Caloia no era un objetivo cualquiera. Desempeñó sus funciones después del período oscuro del instituto, en los años ochenta (sustituyó al arzobispo estadounidense Paul Marcinkus), cuando oscuras tramas con implicaciones criminales unieron el nombre del banco a logias masónicas y miembros de la mafia. Estuvo en el poder durante tanto tiempo (20 años), que prácticamente se le consideraba inmortal entre los conocedores del Vaticano. Por lo tanto, verle condenado por un tribunal vaticano es muy impactante. El actual abogado del banco vaticano, Alessandro Benedetti, dijo que el veredicto en sí es un manifiesto. “El mensaje es que la fiesta se ha terminado”, dijo Benedetti. “Hoy en día, hay tolerancia cero”.

No solo es la primera vez que un funcionario vaticano de tan alto nivel es condenado por delitos financieros, sino que también es la primera vez que un proceso de este tipo es enteramente iniciativa del Vaticano. En los pocos casos anteriores en los que el Vaticano ha procesado a alguien por un delito de este tipo, el caso comenzó en realidad como una investigación civil italiana o fue denunciado por partes externas, con el Vaticano más o menos obligado a reaccionar. Por otro lado, Caloia difícilmente irá a prisión porque se trata de una condena de primera instancia, que será apelada y por su edad.

El delito fue llevado a la luz tras una auditoría ordenada por el Papa y que realizó la empresa estadounidense Promontory, una de las más prestigiosas del sector. Fue uno de los primeros resultados de la operación de limpieza que ordenó Francisco en su llegada a la Santa Sede. En línea se manifestó el presidente del Tribunal, Pignatone, que agradeció a todos por la contribución que le habían dado a este proceso, “tanto en la reconstrucción de hechos complicados, como en la contribución de derecho para cuestiones de notable complejidad”.

La misma complejidad que seguramente los fiscales del Vaticano han encontrado en otra investigación en curso, que pronto desembocará en otro gran juicio, relacionada con el escándalo financiero por la oscura compra de un inmueble en Londres con fondos reservados de la Secretaría de Estado. Esta inversión fue realizada cuando era sustituto de la Secretaría de Estado el excardenal, Angelo Becciu, que fue defenestrado por el papa Francisco en octubre pasado.

También en este caso, tal como contó el propio Papa, fue el director general del IOR, Gianfranco Mammí, quien avisó a la magistratura del Vaticano que había algo oscuro. Para cortar por lo sano, el Papa decretó recientemente quitarle el manejo de dinero e inmuebles a la antes todopoderosa Secretaría de Estado, otro paso adelante sin precedente en la limpieza y la transparencia.

Antecedentes en Buena Voz Noticias
Información adicional
Fuentes

Columnas de Elisabetta Piqué (La Nación) y John L. Allen Jr. (Crux) / Vatican News / Foto: AFP

 

Puntuación: 5 / Votos: 1

Buena Voz

Buena Voz es un Servicio de Información y Documentación religiosa y de la Iglesia que llega a personas interesadas de nuestra comunidad universitaria. Este servicio ayuda a afianzar nuestra identidad como católicos, y es un punto de partida para conversar sobre los temas tratados en las informaciones o documentos enviados. No se trata de un vocero oficial, ni un organismo formal, sino la iniciativa libre y espontánea de un grupo de interesados.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *