Entrevista realizada por
Marco Lovón [ linguïsta ]
El aimara es una de las lenguas nativas más habladas en el Perú y en Bolivia. Sus hablantes cuentan hoy con la traducción de una de las obras más importantes de la literatura mundial, El principito, novela escrita por el francés Antoine de Saint-Exupéry. Esta obra ha sido traducida por el lingüista Roger Gonzalo Segura, catedrático de cursos de gramática aimara y quechua en la Pontificia Universidad Católica del Perú, quien nos cuenta su travesía por el mundo de la traducción.
Roger has hecho una labor espectacular al haber traducido por primera vez El Principito al aimara, una de las novelas cortas más importantes y más vendidas de la literatura universal, y que incluso ha sido llevada a las pantallas del cine en varias ocasiones. Como docente universitario y hablante de la lengua, ¿cómo te sientes de haberla traducido? ¿Consideras que este es un logro para el pueblo aimara?
Emocionado. No esperaba estar más que satisfecho por haberse convertido este trabajo en noticia nacional e internacional. Tuvo bastante acogida por la prensa. Eso significa que trabajar por mantener vital una lengua nativa u originaria como el aimara es también hoy una labor de los periodistas, de la prensa, del cine, de los medios de comunicación en general… Eso está muy bien. Eso significa que no han trabajado en vano ni los líderes de las comunidades indígenas ni los intelectuales de las diversas ciencias como la Pedagogía, la Lingüística, la Antropología, la Sociología, para poner en la agenda pública el tema de la diversidad lingüístico-cultural como uno de los ejes fundamentales para fortalecer los cimientos de la nación peruana, la que aún está en construcción. Y la traducción de El principito, ahora Pirinsipi wawa, es un aporte más para demostrar que la lengua está más vital que nunca, y es preciso que sus hablantes la mantengan así, desarrollándola en diversos campos del saber humano.
Al respecto, ¿por qué es importante traducir obras como esta a la lengua aimara? ¿Pirinsipi wawa es un libro que puede ser leído por los hablantes del aimara del Perú y los aimaras de Bolivia?
Otra vez. Eso me recuerda las casi últimas palabras de Pirinsipi wawa: “Arumanakaxa warawaranaka uñch’ukinta. Warawaraja sinti jisk’akïpana, kawkinkki ukxa janiwa uñacht’aykiriksmati. Ukaxa ukhamakïphana. Jumana uñjata kawkïri warawaräphasa, ukaxa warawarajarakïniwa (“Por la noche mirarás las estrellas; no puedo señalarte la mía, mi casa, porque es demasiado pequeña. Así es mejor; mi estrella será para ti una de ellas, cualquiera”). Me hace imaginar que esos dos millones de hablantes de aimara son otros tantos millones de estrellas que yo quisiera que no se apaguen jamás. Yo quisiera que este libro ayude a que cada una de ellas brille más y más para decir al mundo que la nación aimara existe y existirá.
Ya veo. Cobra sentido lo que dices. Es un libro de esperanza. Un libro para todos. Por otro lado, Roger, sabemos que tardaste dos años en traducir la obra. Como lingüista y traductor, ¿podrías comentarnos cuál es el papel del lingüista en el proceso de la traducción? ¿Requeriste de algún equipo consultor?
En fin, he tenido que hacer de todo para que la obra salga muy bien. Para la traducción de obras a otras lenguas como al castellano, por ejemplo, existen traductores profesionales o aquellos especializados para traducir obras literarias. Cuentan con suficientes lingüistas que pueden juzgar el documento traducido. En este caso, claro que mi trabajo hubiera deseado que pase por ese proceso; por ello, es que he tenido que realizar un trabajo cuidadoso, trabajar cuidando bien el sentido en la traducción, es decir, el sentido de una palabra de una lengua a otra, también la parte formal… como uso de los signos de puntuación, la ortografía normalizada para la lengua…, e incluso el estilo literario; todo ello ha corrido por mi cuenta. Sin embargo, también recibí aportes externos. La ayuda que me brindó mi amigo, profesor y lingüista sanmarquino Felipe Huayhua Pari fue muy importante para obtener un control de calidad. Sus observaciones fueron necesarias. También los alcances del maestro Rodolfo Cerrón-Palomino en la versión preliminar fueron fundamentales; recuerdo que de él obtuve una opinión favorable sobre el trabajo. No podía desaprovechar la lectura previa de mis alumnos, hablantes de la lengua aimara, de la Maestría de Lingüística Andina de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno. Ellos me alcanzaron sus impresiones, quizá hasta la crítica. Tuve que responder a muchas preguntas en clase. También, algunos fragmentos los había mostrado a mis alumnos de los cursos de Quechumara y Quechua de la Pontificia Universidad Católica del Perú para que dieran cuenta sobre el paralelismo formidable que hay entre las dos lenguas andinas, la quechua y la aimara, en todos los niveles. Para este caso, para el quechua, ya existe la traducción del francés al quechua, el trabajo de Lydia Cornejo Endara y César Itier (2002). Solo luego de pasar por todo este proceso, envié la versión final a Javier Merás, el editor de la traducción, para que tengamos ya el libro publicado hoy.
La labor de traductor entonces se sirvió de tu papel de lingüista y docente, e incluso de tus contactos profesionales. ¡Interesante!
Por supuesto, la competencia que tengo como bilingüe aimara-castellano y mi formación lingüística me han permitido reflexionar sobre la estructura y el funcionamiento de ambas lenguas, y han sido de mucha ayuda para la realización de este trabajo. Sin embargo, no fue suficiente. Pienso que para traducir textos se debe tener otras competencias, como el conocer ambos universos culturales para que los equivalentes sean los más pertinentes y accesibles para el lector, y en este caso he tenido que pensar en unos 2 millones de hablantes de esta lengua andina. Esto significa que no solo fue suficiente comprender bien el texto, sino que luego llegó algo más laborioso, el expresar, el comunicar lo que comprendí a otras personas para quienes traduje, y que ellas comprendan lo que yo comprendí, viví, sentí… o hasta lograr sentir que me comprometí con los personajes de la obra. Esto fue la parte un tanto difícil para mí. Además, he tenido que pensar cómo debe presentarse una narración de este tipo. Para eso, el conocimiento casi natural que creo que tengo sobre el estilo que usan los narradores aimaras o las personas que poseen esa habilidad natural de contar historias, es decir, mi experiencia como el que escuché cientos de historias en mi niñez y hoy como hablante nativo de la lengua aimara y como lector de obras literarias de corte universal, hicieron que cuide también otros aspectos que un texto de este tipo debe tener: el cuidado del estilo, el uso de muchos recursos, a los que dicen en la cultura occidental, literarios, entre otros aspectos.
Es decir, lo que traté de hacer es que presentar al lector la traducción como si estuviera presentando un cuerpo, por ejemplo, de un animal donde sus partes deben estar donde deben estar. Y, finalmente, hice de corrector o editor. He cuidado que se use una ortografía normalizada, que los signos de puntuación estén correctamente usados: el punto, la coma, los signos de interrogación, la inserción de diálogos haciendo el uso de la raya, etc.
Viendo la situación en la que he estado al hacer de traductor, me permito afirmar que ser traductor de una lengua indígena será un tanto dificil si no hay formación linguística de sus profesionales… quienes hoy muchos de ellos han aprendido en la práctica. Para ser traductor, previamente uno tiene que ser un bilingüe y bicultural, dominar una determinada especialidad, o varias especialidades, por la carencia de traductores, para traducir textos de diverso tipo. Todo esto
naturalmente crea una necesidad: la formación universitaria de lingüístas y traductores en lenguas indígenas. Muchos tenemos que bregar en este ámbito con mucha dificultad, y no nos queda más que confiar en la experiencia y el sentido común.
Me da gusto saber de todo tu compromiso como lingüista, traductor y educador. Ahora bien, Roger, dime, ¿cuál sería la siguiente traducción? Debes de tener algo pensado.
Estoy esperando una respuesta de unos amigos españoles para empezar con la traducción de Platero y yo, narración del Nobel Juan Ramón Jiménez. Si se lleva a cabo, será otro trabajo que realizar con mucho entusiamo, claro, buscando que el aimara también sea una lengua en la prosa poética sin que se pierda la estética impresionante de la palabra al traducir. También, estoy interesado en traducir relatos, historias personales, colectivas, comunitarias. Se necesita recoger la historia de los aimaras. Y traducirlas también estas al castellano, al inglés, al francés. Sobre otros textos de la literatura universal, como he comentado en otras entrevistas, espero traducir El Quijote de Cervantes, Cien años de soledad de García Márquez, Pedro Páramo de Juan Rulfo, obras que he leído y espero verlas en aimara; al igual que las obras peruanas de José María Arguedas, Julio Ramón Ribeyro, César Vallejo, Clorinda Matto de Turner, y de los puneños de la talla de Gamaliel Churata, Carlos Oquendo y Feliciano Padilla. Todo eso. Tengo que empezar a traducir aquellos textos universales y peruanos.
Y, por supuesto, también tu tesis y tus futuros libros del castellano al aimara (risas). Bueno Roger, para cerrar esta entrevista, recuerdo una de las frases más citadas de El principito, que nos hace pensar que la vida debe verse más allá de la simple vista, o incluso más allá de la razón y los problemas, la cual se cita entre amigos, esposos, o familiares: “He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”. ¿Cuál es su traducción al aimara?
Akaxa jumatakiki arujaxa. Aka arunakasti chuymampi ist’añakiwa. Ukhama wali chanini yänakaxa janiwa nayrampi uñjatäkasphati.
¡Genial! Gracias Roger.
Frases más recordadas de El Principito traducidas por Roger Gonzalo Segura
«Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya». |
«¿Sapaqata jaqina katjasiñapatakiti warawaranakaxa qhantanpacha? |
«Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú y solo tú tendrás estrellas que saben reír!» |
«Aruma, laqampu uñch’ukinta ukjaxa, naya mayïri warawarana utjasitaja layku, ukana wali k’uchi larusitaja layku, jumatakixa taqpachani warawaranakasa kusisita larusipkaspha ukhamäniwa. ¡Uka taqpacha kusisita warawaranakaxa jumankakiniwa!» |
«Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos». |
«Chiqaparuki sarasaxa, janiwa kawki jaysa sarkarakisphati. |
«Se debe pedir a cada cual, lo que está a su alcance realizar». |
«Ukathpi sapa maynirusa kuntixa luraña yatkixa ukaki lurayañaxa». |
«Es una locura odiar a todas las rosas sólo porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños sólo porque uno de ellos no se cumplió». |
«Maya rusa ch’apipampi jumaru maxantipanti jumaxa uñisiwxasma ukaxa janiwa akch’asa askïkasphati. Maya kunasa pasxipanakti taqpacha thakinakama armasismasti». |
«No se debe nunca escuchar a las flores. Solo se las debe contemplar y oler. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no era capaz de alegrarme de ello». |
«Panqaranakaruxa janipuniwa ist’añäkasphati. Jupanakaxa uñañataki, suma mukt’añataki, ukatakikiwa. Nayana panqarajaxa planetaja wali suma thujsayirïnawa; ukatha, ukampirusa, nayaxa janiwa mukt’irïkthsa». |
«Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante». |
«Wali jaya pacha rusamampi chikatamawa rusamxa jumatakixa wali aski kankañaniptayisa, wali chaniniptayisa». |
«Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer». |
«Kuna pachatixa chuymasa ina ch’usaki putukki ukjaxa, kunasa “iyawa” sasa lurañjamakirakiwa». |
«No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo». |
«Qamaqijaxa pataka waranqa qamaqi kikipakïnawa. Kunapachatixa amiwuchasipxtha ukjathxa, jupjama qamaqixa janiwa kawkinsa utjxiti aka uraqpachanxa». |
«Sólo se conocen bien las cosas que se domestican». |
«Kuntixa yatkattayasinta ukakpunwa sumpacha uñt’asmaxa». |
«Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso». |
«Sapüru jayp’utixa pusi ura saraqataru purinintaxa, kimsa uräkipanwa k’uchisiña qallantxajaxa». |
«Uno se expone a llorar un poco, si se ha dejado domesticar». |
«Khitirusa yatkatsna ukjaxa, jachañxa munakipunsnapuxa». |
«Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Para mí, tú serás único en el mundo. Para ti, yo seré único en el mundo». |
«Jumatixa yatkattayasitantaxa, nayasa jumathayaja, jumasa nayathayantawa. Aka pachanxa jumaxa naya sapajankakintawa, nayasa juma sapamankakijawa». |
«Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio”. |
«Juma kikimaruti jucha t’aqasintaxa, yaqha jaqinakana juchapa t’aqañatha sipanxa, juk’ampi ch’amächixaya. Wali amuyuni amawt’awa khititixa jupa kikipana juchapa suma uñt’aski ukaxa». |
Otras noticias referenciales
De la Cruz, Chinn . “Roger Gonzalo: ´Se piensa que la selva tiene aves de colores, pero no personas, y menos pueblos indígenas’”. Perú21.pe. Sección Cultura. Lima: 3 de mayo de 2016. <http://bit.ly/292Rf4y>
EJU! El principito es traducido por primera vez a lengua aymara. La Paz: 3 de mayo de 2016. <http://bit.ly/28YN8Vi>
Friera, Silvina. “Hijos de las estrellas de otros cielos”. Página12. Sección Cultura & Espectáculos. Lima: 28 de junio de 2016. <http://bit.ly/299q7CU>
Gimeno, Fernando. “El principito, un clásico traducido por primera vez al aimara”. Agencia EFE. Sección Perú, Literatura. España: 4 de mayo de 2016. <http://bit.ly/29025us>
Punto EDU. Docente de la PUCP traduce “El principito” al aimara. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú. 10 de mayo de 2016. <http://bit.ly/28YTv9A>
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