Este es una de las décimas de Nicomedes Santa Cruz.


TU VOTO

No hagas trato con la treta

ni Dieta con el idiota.

Da combate a quien te veta:

¡No votes por quien te bota!.

 

Unos con negro cinismo,

otros con doble intención,

más o menos, —quita y pon—

todos prometen lo mismo.

Te jalan del patriotismo,

te hacen una morisqueta

y tú, como la coqueta,

te da gratis o barata…

Patria que al trote te trata,

no hagas trato con la treta.

 

Muchos te fueron extraños

y proseguirán así,

otros se acuerdan de ti

—se acuerdan cada seis años—,

y por carteras y escaños

el cuello-duro y la bota

prometen patria patriota

y te hacen “la noche: día”.

¡No hagas politiquería

ni Dieta con el idiota!…

 

Negro, si te creen flojo

y te miran como esclavo,

¡ponte de pie! ¡ponte bravo!

¡ponte duro! ¡ponte rojo!…

¡Indio, ante tu despojo

socialista es la receta!…

¡Blanco, presumes la aceta

pero hallas fuerza reacia,

si es buena tu democracia

da combate a quien te veta!

 

Unos por canibalismo,

otros hendiendo traición,

más o menos, —quita y pon—

todos prometen lo mismo…

¡Dios mío, alumbra este abismo

o suelda mi lanza rota;

danos intuición patriota,

confunde al mal candidato;

…y tú, Perú, por un plato

no votes por quien te bota!.

 

Tomado de (c) Santa Cruz, Nicomedes. Cumanana. Décimas de pie forzado y Poemas. Lima, Librería-Editorial Juan Mejía Baca, p. 62-63.


Otra décima


RITMOS NEGROS DEL PERÚ

Ritmos de la esclavitud
contra amarguras y penas.
Al compás de las cadenas
ritmos negros del Perú.

 

De África llegó mi abuela
vestida con caracoles,
la trajeron lo’ españoles
en un barco carabela.
La marcaron con candela,
la carimba fue su cruz.
Y en América del Sur
al golpe de sus dolores
dieron los negros tambores
ritmos de la esclavitud.

Por una moneda sola
la revendieron en Lima
y en la Hacienda «La Molina»
sirvió a la gente española.
Con otros negros de Angola
ganaron por sus faenas:
¡zancudos para sus venas!,
para dormir ¡duro suelo!
y naíta ’e consuelo
contra amarguras y penas.

En la plantación de caña
nació el triste socabón,
en el trapiche de ron
el negro cantó la zaña.
El machete y la guadaña
curtió sus manos morenas;
y los indios con sus quenas
y el negro con tamborete
cantaron su triste suerte
al compás de las cadenas.

Murieron los negros viejos
pero entre la caña seca
se escucha su zamacueca
y el panalivio muy lejos.
Y se escuchan los festejos
que cantó en su juventud.
De Cañete a Tombuctú,
de Chancay a Mozambique
llevan sus claros repiques
ritmos negros del Perú.

Tomado de (c) Santa Cruz, Nicomedes. Cumanana. Décimas de pie forzado y Poemas. Lima, Librería-Editorial Juan Mejía Baca, p. 62-63.


 

Puntuación: 4.5 / Votos: 2