[Visto: 359 veces]
Las palabras mencionadas son recurrentes en la prensa nacional “prevención, emergencia, crisis y capacidad”. Anexo una ontología y casos del mal uso de estas:
Prevención. La prevención implica desplegar acciones dirigidas a gestionar los riesgos por eventos futuros disruptivos. Cuando la prensa que hoy promueve la renuncia del presidente Castillo, que es la misma prensa que promovía la vacancia, que es la misma que promovía el falso fraude, que es la misma que promovía los intereses de los grupos corruptos que han gobernado el Perú 30 años, dicen en tono atrevido e ignorante que el decreto supremo N° 025-2022-PCM, atentaba las libertades de tránsito, obvian convenientemente las razones que obligaron tales medidas, “el desarrollo de las manifestaciones (por la huelga de transportistas de carga), se agrava el 04ABR2022, al sumarse otros gremios de transportes (urbanos y informales), produciéndose el escalamiento del conflicto social, actos vandálicos, pillajes, saqueos en centros comerciales, mercados, bodegas, atentados contra la tranquilidad y el orden público.”, según comunicado de la PNP, convenientemente no presentado en los medios masivos golpistas. El actuar de los delincuentes el 05 de abril, tratando de quemar instalaciones del PJ, JNE, Fiscalía no dejan dudas la necesaria acción de prevención, a pesar las limitaciones que esta medida ocasionó.
Emergencia. La emergencia implica lo visible a ser atendido, en términos de la afectación y daño por la realización de eventos disruptivos. La recua de golpistas del Congreso, no entienden que las emergencias requieren acciones inmediatas, cuando “se equivocan convenientemente” incluyendo el total de carnes y derivados de alimentos de harinas, en la canasta básica familiar, evidencia o su ánimo de boicotear la exoneración de tributos enviada por el Poder Ejecutivo, dada la crisis económica o buscar “beneficiar sus apetitos” particulares, en cualquier caso es prueba suficiente de su total incapacidad para ejercer el cargo de representación.
Crisis. La crisis es el estado con el que se convive post evento disruptor. La crisis actual tiene distintos orígenes: (i) la derecha “limitada” peruana, que enarbolaron mentiras alrededor de las elecciones, las cuales hicieron perder al gobierno actual diez meses, para organizarse, planificar, desarrollar y conformar un gobierno viable, (ii) la presencia copiosa de funcionarios serviles ligados a partidos políticos, estos últimos con extenso prontuario, que han ingresado a instituciones públicas desde el gobierno Fujimontesinista, por citar algunos: La Defensoría del Pueblo, La Fiscalía, La Contraloría,…(ii) la acción militante de la prensa golpista, que hacen eco de narrativas de desinformación, odio y estigmatización, solo por citar dos casos y probar que viene de larga data, la campaña contra la vacunación promovida por el actual congresista de Fuerza Popular, Ernesto Bustamante, quien en Willax, en una expresión de miseria humana se atrevió a decir que la vacuna contra el Covid-19 de Sinopharm era “agua destilada”, campaña que sin lugar a dudas a sido una de las causantes de miles de muertes de los no vacunados. Otro ejemplo más reciente es la campaña de desinformación hecha por Peru21 frente a la relación de la lobista Karelim López con el Presidente Castillo, afirmando la directora de dicho medio de comunicación que “…el presidente recibe a la representante de un coimero”, “…el presidente también la recibe en esa casa donde el va camuflado”, “…(esa representante de un coimero) llega con una bolsa gorda llena de no se sabe que” todas expresiones destinadas a crear una narrativa orquestada entre los medios para minar la figura del novel mandatario, semanas después el mismo abogado de la lobista, desmiente cualquier reunión entre el Presidente y Karelim Lopez (video) y (iii) la acción irresponsable del partido político Perú Libre, de extorsionar al mandatario con cuotas de poder, cuotas para los que evidentemente no está preparados, dados los antecedentes de sus representantes colocados en los ministerios.
Capacidad. La capacidad es una unidad de medida resultante de una acción, no se puede decir “no tiene capacidad para tomar de decisiones”, tampoco “no tiene capacidad de tomar buenas decisiones” y menos aún “no tiene capacidad para gobernar”, si no hay resultados del ejercicio de la acción que generaron esas decisiones. Cuando se critica de las elecciones de funcionarios sin conocimientos y experiencia esta se hace basado en los antecedentes, pero entonces no se está hablando de la capacidad, que por lo ya mencionado se valida con las acciones por hacer, sino por las que se hicieron o se dejaron de hacer en el pasado (no tener estudios ni experiencia), este error de los políticos y prensa no es una cuestión meramente semántica, es expresión causa-raíz de un mal nacional, pensar que “mi círculo de amigos, conocidos o gente parecida a mí”, si tienen derecho a ejercer los cargos de poder. Ejemplo, la expresión de desprecio “…ustedes que nunca han tenido la oportunidad de ganar diez mil soles”, lanzada por el congresista Carlos Antonio Anderson Ramirez, cuyo aporte al conocimiento de la economía según Scopus, WOS, CTI Vitae es nula, habla más de las carencias del mencionado limitado congresista, que de aquellas personas que pretende humillar. (video).