Armas incautadas en el plan de desarme en Cali
Las autoridades en Cali, informó el País.
El trabajo de Unipol, una unidad de la policía nacional dedicada a investigar a los jefes de los grupos criminales, también ha ayudado a la reducción de la violencia.
Varios de los programas de seguridad se pusieron en práctica en noviembre de 2013, el mismo mes en que los mismos homicidios comenzaron a caer, informó Entorno Inteligente. Las estrategias de seguridad implementadas en las tres comunas con el mayor número de homicidios en 2013 han permitido que estos tres distritos se ubiquen entre los diez con la mayor reducción en los asesinatos durante el año.
Según el secretario de Gobierno, Carlos José Holguín, la cifra de homicidios registrada entre enero y junio de 2014 es la más baja de cualquier período de seis meses durante los últimos seis años.
Análisis de InSight Crime
La guerra criminal por el control de Cali librada por pandillas callejeras y estructuras criminales conocidas como “Oficinas de cobro”, que actúan en nombre de organizaciones criminales más grandes, como los la ciudad más violenta de Colombia.
Aunque presuntamente los líderes de los Urabeños y los Rastrojos llegaron a un pacto para poner fin a las hostilidades en diciembre de 2013, es poco probable que el acuerdo haya tenido un gran impacto sobre las tasas de homicidio. A diferencia de Medellín, donde un pacto entre los Urabeños y la condujo a una disminución significativa de los asesinatos, el panorama criminal en Cali está más fracturado, algunas facciones disidentes de los Rastrojos no jugaron ningún papel en el pacto y hay otros actores criminales importantes que también están luchando por el territorio.
La reciente disminución de la violencia ofrece evidencia preliminar de que las estrategias de seguridad implementadas en Cali han tenido un relativo éxito. En lugar de centrarse exclusivamente en aumentar la presencia de las fuerzas de seguridad, las autoridades han combinado esta línea dura con programas más blandos destinados a mantener a los jóvenes alejados de la delincuencia, lo que debería tener un impacto a largo plazo. También se han implementado iniciativas que ya habían sido probadas en el pasado, como el programa de desarme, que ha demostrado ser exitoso en Medellín y Bogotá.
Sin embargo los retos continúan, especialmente en el proceso judicial -la tasa de impunidad de homicidios en Cali todavía es cercana al 80 por ciento según funcionarios locales. Además, la eficacia a largo plazo de las políticas no puede ser juzgada adecuadamente hasta que el incremento de las fuerzas de seguridad haya terminado y los niveles policiales vuelvan a sus niveles de largo plazo.
Escrito por Kyra Gurney. Martes, 08 julio 2014
Ver: es.insightcrime.org
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