Narrar y actuar con esperanza: Jubileo y comunicación

4:00 p.m. | 21 feb 25 (VTN/CCV).- Las comunicaciones, que tienen un impacto creciente en la vida de las personas, fueron el foco del primer jubileo especial de los 36 programados para este Año Santo. La Iglesia católica se une en esta gran celebración, enfocándose en la esperanza. Durante tres días de peregrinación y actividades, cientos de comunicadores compartieron reflexiones y testimonios. Se discutieron temas como el poder de narrar historias para conectar con la humanidad del prójimo, los riesgos de la desinformación, y más.

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El año jubilar 2025 fue inaugurado con el Jubileo del Mundo de la Comunicación durante los días viernes 24, sábado 25 y domingo 26 de enero. Para ofrecer una panóramica del evento y varios detalles de las múltiples actividades organizadas durante los tres días, recurrimos a extractos de la crónica de Agustina Gómez, coordinadora de comunicación de las Carmelitas de la Caridad (España) quien participó del encuentro, de la cobertura de Vatican News para los eventos centrales y de otros medios, que ofrecen también comentarios sobre el discurso del papa Francisco a los comunicadores reunidos y sobre otros temas abordados en el resto de la programación.

El momento inicial quedó marcado por la llegada de miles de periodistas y comunicadores de todo el mundo, que cruzaron la Puerta Santa de la basílica de San Pedro, momento emblemático del Jubileo. Además de los eventos centrales, en la información adicional compartimos reseñas de otros encuentros cercanos, como el seminario “Uniendo comunicadores para un viaje compartido” que reunió más de 150 jóvenes profesionales de la comunicación de más de 60 países.

También se difundió el Congreso Internacional de Comunicadores Institucionales Católicos, al que se presentaron cerca de 200 responsales de las Comisiones Episcopales de comunicación y directores de las oficinas de comunicación de los episcopados y familias religiosas.

Crónica del Jubileo del Mundo de la Comunicación

Ser católicos es, por definición, ser personas con esperanza. Ante toda evidencia, ante todo pronóstico, seguir confiando. El lema de este jubileo, “Peregrinos de la esperanza”, a los comunicadores nos interpela concretamente para crear un mundo mejor con las herramientas que mejor manejamos: nuestra capacidad de contar historias, que son lo que nos conecta con las personas. Este fue el mensaje que hiló todos los eventos del jubileo, tanto los públicos como los de la conferencia: la esperanza de que podemos hacer un mundo mejor, desde donde estamos, siendo quienes somos, resonó en las palabras de todos los ponentes.


Liturgia penitencial

Todas las cosas importantes necesitan una preparación. El camino jubilar requería un corazón abierto, dispuesto a recibir con humildad y agradecimiento. Por ello, fue muy especial comenzar el programa del Jubileo con este encuentro dedicado al sacramento de la reconciliación. En la imponente Basílica de San Juan de Letrán, se celebró la liturgia penitencial y misa en honor a San Francisco de Sales, patrón de los periodistas; también se expuso una reliquia del corazón del santo para la ocasión. Más de 60 sacerdotes estaban a disposición de los peregrinos para confesar en diferentes lenguas.


Peregrinación a la Puerta Santa

La Puerta Santa es el símbolo más característico del Jubileo, el camino dedicado para atravesarla. El segundo día del encuentro, los peregrinos partimos muy temprano desde la Piazza Pia en dirección a la Basílica de San Pedro. Desde las 8 de la mañana, un grupo lingüístico tras otro iba avanzando siguiendo la cruz y orando en los distintos idiomas. Fue conmovedor recorrer la Via della Conciliazione a medida que el sol iba iluminando la fachada de la basílica, y llegar por fin a la Puerta Santa rodeada de peregrinos.


Encuentro cultural con María Ressa y Colum McCann

Después de la peregrinación hasta la Puerta Santa y recorrer el imponente interior de la Basílica de San Pedro, fuimos dirigidos al Aula Paolo VI. Allí, miles de peregrinos nos sentamos en un espacio impresionante, y experimentamos en carne propia la amplitud de la Iglesia universal: más de 139 nacionalidades distintas se encontraban allí reunidas.

Allí tuvo lugar una mesa redonda moderada por el periodista italiano Mario Calabresi, con la intervención de María Ressa, periodista filipina, Premio Nobel de la Paz en 2021 y directora de la plataforma Rappler; y Colum McCann, escritor irlandés y cofundador de la red Narrative 4, una organización que fomenta la narrativa con la narración de historias. Siguiendo el lema del Jubileo, los oradores trataron el tema de la esperanza en la comunicación, señalando que la narración del mal no puede ocupar todo el espacio disponible, y que nuestra misión es hacer el contrapeso de una narración esperanzada.

Maria Ressa invitó a la reflexión sobre la crisis de la democracia y los peligros de la manipulación por Internet. Periodista de investigación, ha sido durante décadas el blanco de ataques del expresidente filipino Rodrigo Duterte. En su discurso, compartió con cercanía y naturalidad su punto de vista en cuanto al momento de rápidas transformaciones que estamos viviendo, y el rol de los periodistas en él. Fue especialmente impactante escucharla decir que: “La violencia online es violencia real. La una alimenta la otra”.

Colum McCann, por su parte, hizo una reivindicación del poder de las historias y narrativas, especialmente en el mundo actual, ya que esto es lo que nos revela la humanidad en los otros: “Si vivimos en tiempos de ruptura, entonces el nuevo tema debe ser la reparación”. El escritor invitó también a la acción, ya que el cambio no se produce solo con la recepción de las historias, sino con el movimiento que estas desencadenan.

Después de las intervenciones, disfrutamos de un pequeño concierto del maestro Uto Ughi, uno de los grandes exponentes de la escuela violinística italiana, acompañado de su orquesta. Arropado por los últimos compases llegó finalmente el papa Francisco, quien eligió abreviar el discurso de 9 páginas que tenía preparado, para compartirnos sucintamente la esencia de lo que quería decir: lo que hacemos los comunicadores importa. Hagámoslo de verdad, y siendo nosotros mismos.

Posteriormente, el Santo Padre bajó del escenario y recorrió los pasillos saludando a los asistentes. Fue un momento emocionante, en el que la energía y la ilusión borboteaban por la sala, y los participantes, todos comunicadores, incluso se subían a las sillas para obtener una foto del Papa al pasar por su lado.

En la tarde del sábado se celebraron los encuentros “Diálogos con la ciudad”: un amplio programa de conferencias en distintos lugares de Roma, dedicados a diferentes temas. Yo asistí al coloquio titulado “Periodismo al servicio de la democracia”, donde más de 10 ponentes del mundo periodístico italiano expusieron diversas reflexiones sobre el oficio, los roles y las oportunidades actuales.


Santa Misa en la Basílica de San Pedro

El Jubileo terminó por todo lo alto con la celebración eucarística en la Basílica de San Pedro y presidida por el Santo Padre. Fue una Eucaristía emocionante, en la que los numerosos asistentes se involucraron con sus diversas lenguas en la celebración del Domingo de la Palabra de Dios, uniéndonos todos en oración. La larga procesión de sacerdotes y obispos concelebrantes, y el cierre de la ceremonia con el himno del Jubileo interpretado por el coro, fueron algunos de los momentos más destacados.

VIDEO. Evento central completo, intervenciones de Calabresi, Ressa, McCann y el Papa


VIDEO. Entrevistas a periodistas en el Jubileo de las Comunicaciones

Ressa y McCann: Comunicar esperanza en un mundo de drama

¿Cómo comunicar esperanza, y con esperanza, en un mundo donde la mentira se convierte en verdad, alimentando el odio a través de algoritmos y desinformación? Contando las historias que vienen de abajo, de lejos, de los que piensan diferente. En el evocador marco del Aula Pablo VI, tomaron la palabra Maria Ressa y Colum McCann. La conversación fue moderada por Mario Calabresi, periodista y escritor, antiguo editor de los conocidos diarios La Stampa y La Repubblica. “¿Se puede comunicar todavía la esperanza? ¿O la nuestra es sólo una narración desesperada?”, las preguntas de partida planteadas por Calabresi.

“Hay que contar el mal”, admite el periodista, pero su narración no puede ser totalitaria, “la única clave de lectura del mundo” o “el motor de la información”. De hecho, en ella se pueden discernir “signos de resistencia”, que la sociedad parece haberse vuelto incapaz de captar. “Debe haber salvación, puede haber salvación”, afirma Calabresi, y la tarea de contarla corresponde a los profesionales de la información. “El buen comunicador se asegura de que quienes escuchan, leen o miran puedan ser partícipes, puedan estar cerca”, dice Calabresi, citando el mensaje de Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.


La violencia en línea es real

Para Maria Ressa, la tarea de enmarcar el momento actual “de profunda transformación de nuestro mundo”, está inevitablemente marcado por las tecnologías modernas que, cuando se dedican a la única búsqueda del beneficio, “destruyen la confianza” de las personas, provocando una “epidemia general de soledad”. La censura del libre pensamiento ha sido parte integrante de su carrera periodística: a través de su sitio web periodístico Rappler y su relato crítico de las actuaciones del Presidente Duterte, Ressa ha sido detenida y condenada por diversos cargos, entre ellos difamación. Un total de diez, reducidos hoy a dos.

Para llegar a Roma, he tenido que pedir la aprobación del Tribunal Supremo filipino. “Si dices una mentira un millón de veces, se convierte en una verdad. Si convences a la gente de que las mentiras coinciden con los hechos, la controlas”, añadió, haciendo hincapié en el intento general de “manipulación” que se produce a diario en los medios de comunicación. “No son accidentes, es un diseño deliberado”, afirma Ressa, que señala cómo lo que ocurre en Internet trasciende su dimensión virtual, “cambiando nuestra forma de actuar, nuestra forma de vivir”.

“La violencia online es violencia real”, resume la periodista, citando protestas en Venezuela, Mozambique, Georgia, donde los opositores desfilan ondeando en el libro que escribió, Cómo plantar cara a un dictador: la lucha por nuestro futuro.


“Reconoce tu poder”

Siempre inspirándose en la actualidad, la periodista cita la reciente decisión de Facebook de eliminar sus actividades de verificación de hechos. “Querido Mark”, dice Ressa, dirigiéndose idealmente al CEO de Meta, Zuckerberg, “no es una cuestión de libre pensamiento, es una cuestión de seguridad”. De Myanmar a Gaza, pasando por Ucrania y Sudán, y los conflictos olvidados de Zimbabue, Etiopía, Afganistán, combatidos no sólo con armas, sino “con algoritmos, desinformación, la destrucción sistemática de la verdad”.

“Reconoce tu poder”, es la exhortación consecuente de Ressa, “puedes ser parte del cambio para el bien, guiado por el amor”. Concluye citando a T.S. Elliot, y su idea de un presente que ya es pasado. “Queremos hacer el bien ahora, porque cuando miremos atrás, un día, querremos decir que hicimos lo correcto”, cierra el discurso, saludado por un largo aplauso y una gran ovación de los presentes.

LEER. Discurso completo de Maria Ressa: La esperanza nace de la acción

VIDEO. Discurso completo de Maria Ressa

 

“Debemos entendernos”

“¿Cómo podemos promover la civilización a partir de los escombros causados por la guerra?”, es la pregunta inicial que plantea McCann. Una cita de un diálogo que tuvo lugar entre Sigmund Freud y Albert Einstein. El psicoanalista sostenía que la humanidad tenía un instinto natural “de odio y destrucción” imposible de erradicar. Sin embargo, a este oscuro presagio, Freud añadió un rayo de esperanza: “Luchar por la paz y la justicia no es imposible”, y cualquier fragmento de emoción “que cree lazos entre los seres humanos debe aprovecharse inevitablemente para hacer frente a los conflictos”. En resumen, la comunidad mundial está llamada a buscar una “comunión de sentimientos” y una “metodología de instintos”.

El escritor subraya el valor de las historias, “el pegamento que nos mantiene unidos”, sin el cual “no somos nada”. Recursos aún más valiosos cuando proceden de personas con orígenes poco convencionales. “Cuando ignoramos estas historias” llegamos “al quid de nuestro posible oscurecimiento”, capaz “de destruirnos, por completo”.

Así, “ya no podemos amar a nuestro prójimo, porque ya no tenemos prójimo que no sea nuestra propia persona”, afirma McCann. El resultado es la “anulación” de las historias de nuestros “supuestos” enemigos. “Un arma del tipo más insidioso”, señala McCann, con la que Einstein esperaba que pudiera lidiar alguna forma de “gobierno global”. De esta idea “nacieron instituciones como las Naciones Unidas”. Sin embargo, aunque nacieron de premisas prometedoras, “no han funcionado como hubiéramos deseado”.

El cambio empieza desde abajo

“Han llegado algunos fragmentos de bien, pero seguimos cerca de la oscuridad. Las decisiones siguen viniendo de arriba”. El cambio, en cambio, viene “de abajo”. McCann cita a dos padres, uno israelí y otro palestino, que a pesar de la pérdida de sus hijas en los conflictos de Oriente Próximo, “han mantenido su amistad”, y viajan por el mundo compartiendo su historia. Su filosofía “es simple, pero profunda: no tenemos por qué amarnos los unos a los otros. De hecho, ni siquiera tenemos que gustarnos. Pero sí tenemos que entendernos”.

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VIDEO. Discurso completo de Colum McCann

Francisco a los comunicadores: “Comunicar es salir de uno mismo”

“En un mundo atravesado por la desinformación y la polarización, donde pocos centros de poder controlan un volumen de datos sin precedentes, el periodismo enfrenta desafíos inéditos”. Así comienza el mensaje del papa Francisco, con motivo de la 59ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se hizo público en los mismos días que se celebró el Jubileo de la Comunicación.

Francisco reconoce el “valiente compromiso” de los comunicadores y los invita a asumir una responsabilidad trascendental: poner en el centro de su labor al prójimo y convertirse en verdaderos “comunicadores de esperanza”. Este llamado plantea una renovación del oficio periodístico, recordándonos que, en tiempos turbulentos, la comunicación puede ser un puente hacia la verdad, la paz y la reconciliación.

En su mensaje, el papa Francisco comparte un anhelo profundo: “Una comunicación que no venda ilusiones ni fomente temores, sino que inspire razones para la esperanza”. Citando a Martin Luther King, recuerda que el sentido de nuestras acciones, palabras y gestos está en la capacidad de aliviar el sufrimiento del otro y llenar de sentido nuestras propias vidas. Este ideal, tan sencillo como revolucionario, interpela profundamente a quienes nos dedicamos al periodismo y a la comunicación.

En este contexto de saturación informativa, resulta urgente replantear la comunicación como un espacio para amplificar las voces de los últimos, los pobres, los marginados y los excluidos. Mientras el ruido mediático suele silenciar sus historias, el desafío es escuchar y transmitir su grito, dando visibilidad a sus luchas y esperanzas. El Papa sueña con una comunicación que nos ayude a reconocer la dignidad de cada ser humano y a cuidar juntos nuestra casa común.

Estos sueños que comparte, no solo humanizan el ejercicio del periodismo, sino que se convierte en un acto de cuidado mutuo, de solidaridad con quienes más sufren. Comunicar estas realidades ayuda al mundo a ser menos sordo ante el sufrimiento, menos indiferente ante la injusticia y menos cerrado a la posibilidad de cambio y abre caminos hacia una convivencia más justa y armoniosa, enraizada en el respeto y la compasión.

Para lograr estos sueños, Francisco llama a sanar lo que él describe como las “enfermedades del protagonismo y la autorreferencialidad”. En un tiempo donde la exposición y el impacto inmediato parecen ser la medida del éxito, advierte sobre el riesgo de discursos vacíos, diseñados más para alimentar egos que para construir comunidades. En contraste, el buen comunicador -según el Papa- es aquel que logra que su audiencia se sienta parte de lo narrado, que se reconozca en las historias y descubra la mejor versión de sí misma.

En el discurso para los participantes del jubileo promovido por el Dicasterio para la Comunicación, el Papa subrayó un principio esencial: todos tenemos la responsabilidad de descubrir y narrar historias de bien que muchas veces son silenciadas porque solo parece interesar amplificar el mal. Sin caer en la ingenuidad de negar la existencia del mal, Francisco insistió en que este debe ser presentado de manera que interpele, inspire reflexión y provoque respuestas que conduzcan al cambio. En un mundo dominado por narrativas negativas y divisorias, el Pontífice exhortó a realizar un trabajo “sinfónico”, integrando a todas las voces: jóvenes y ancianos, mujeres y hombres, utilizando todos los lenguajes disponibles, desde la palabra hasta las imágenes y el arte.

En línea con su llamado a esta comunicación transformadora, el Papa insistió en la necesidad de desarmar una narrativa que alimente la agresividad y la violencia. En un contexto donde los discursos polarizantes y confrontativos parecen ser la norma, el Pontífice planteó una alternativa que tenga un cambio radical: una comunicación que no busque vencer al otro, sino tender puentes hacia el entendimiento y la reconciliación.

La palabra puede ser un arma, pero también un bálsamo. Es tarea de los comunicadores decidir si se convierte en un instrumento de división o en una herramienta de construcción, capaz de sanar heridas y abrir caminos de paz. Este desafío no es menor, pero, como enfatizó el Papa, es un paso imprescindible para responder a las urgencias de nuestro tiempo y hacer del periodismo un verdadero servicio al bien común.

LEER. Mensaje del Papa para la LIX Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

LEER. Discurso del Papa en el Jubileo de la Comunicación

VIDEO. Discurso del Papa en el Jubileo de la Comunicación

Otras actividades y testimonios en el Jubileo de la Comunicación
Información adicional
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Fuentes

Carmelitas de la Caridad de Vedruna / Vatican News (2) / Infobae / Videos y Foto: Vatican Media

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