Papa: “La desinformación falsifica e instrumentaliza la verdad”

10:00 p.m. | 14 feb 23 (VTN/AYO).- “La llamada a hablar con el corazón interpela radicalmente a nuestro tiempo, tan propenso a la indiferencia y a la indignación incitadas por la desinformación“, escribe el Papa en su Mensaje para la 57 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Es una invitación enérgica a ir contracorriente para apoyar las aspiraciones de paz siguiendo el ejemplo de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas: “Necesitamos comunicadores dispuestos a dialogar, que se esfuercen por desmantelar la psicosis bélica que se anida en nuestros corazones”.

——————————————————————————————–

“Todo lo que no se da, se pierde”, repetía a menudo Dominique Lapierre. Palabras, las del periodista y escritor recientemente fallecido, que se pueden relacionar idealmente con el Mensaje de Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que este año -a celebrarse el domingo 21 de mayo- tiene como lema: “Hablar con el corazón, en la verdad y en el amor”. El Papa nos invita a ser artífices de una comunicación integral que no se refiera sólo a una parte de nosotros -con fines parciales o intereses instrumentales-, sino que implique la globalidad de la persona, todo nuestro ser.

Hablar “desde el corazón” no es ceder al sentimentalismo (o al sensacionalismo), tan en boga hoy en día, sino que tiene que ver con una tarea muy exigente: comunicar y entregarse. De alguna manera, tomando como ejemplo el testimonio de San Francisco de Sales, el Mensaje sugiere que somos lo que comunicamos. O al menos así debería ser. Por eso, uno de los puntos clave del documento es la cita del patrón de los periodistas -“basta amar bien para decir bien”-, que recuerda el agustiniano “ama y haz lo que quieras”.

Para el Papa, la comunicación es movimiento. Existe si es en salida, de lo contrario es un eco que rebota cansinamente en una habitación vacía. Procede de un corazón palpitante que -junto con la sangre de nuestras venas- también hace circular nuestras expectativas, nuestros deseos y nuestros sueños. No es casualidad que este mensaje, centrado en “hablar con el corazón”, llegue tras los de los dos años anteriores, dedicados a ver y escuchar. Una trilogía que gira en torno a tres verbos, tres acciones.

Igual que hizo en su primera homilía tras su elección a la Cátedra de Pedro, cuando el 14 de marzo de 2013 -en la Misa con los cardenales en la Capilla Sixtina- indicó en tres verbos, caminar, edificar, confesar, los hitos del camino para ser verdaderamente discípulos de Jesucristo. Diez años después, Francisco observa con pesar que hoy las polarizaciones y las oposiciones, que desfiguran a la humanidad, afectan también a la comunidad eclesial e incrustan así ese caminar. Tantas polémicas y controversias, mientras los cristianos -nos recuerda el Mensaje- debemos saber guardar la lengua del mal para evitar malentendidos y cerrazones autorreferenciales.

En un momento en que hay quienes querrían delegar incluso los sentimientos y las emociones en la inteligencia artificial, el Papa nos recuerda también que hay algo que ninguna tecnología podrá sustituir jamás: el corazón humano. Y así como este órgano hace circular la sangre y mantiene vivo nuestro cuerpo, a su vez, la comunicación que brota del corazón debe vivificar nuestras relaciones y hacernos más humanos, más hermanos los unos de los otros. La cultura del encuentro necesita una comunicación con los brazos abiertos.

Y requiere comunicadores valientes y creativos que sepan superar la cómoda tentación del “siempre se ha hecho así”. En el Mensaje, Francisco señala que el gran movimiento impartido por el proceso sinodal debe afectar también al modo en que nos comunicamos como cristianos. Parafraseando al gran teólogo Yves Congar, el Papa parece animarnos no tanto a hacer otra comunicación eclesial, sino una comunicación diferente. Una comunicación que sabe incendiar los corazones de los innumerables discípulos de Emaús de nuestros días que esperan una palabra de consuelo y esperanza. Que promueva la integridad de la persona, rechazando todo integralismo que pretenda reducirnos a meros individuos. Una comunicación, que no tira las piedras que encuentra en el camino, sino que convierte esas mismas piedras en ladrillos para construir una casa común para la humanidad.

LEER. Mensaje completo para las 57 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales – 2023

Un llamado a los medios, a los comunicadores, a todos

“En el dramático contexto del conflicto global que estamos viviendo, es urgente afirmar una comunicación no hostil. Es necesario vencer la costumbre de desacreditar rápidamente al adversario aplicándole epítetos humillantes, en lugar de afrontar un diálogo abierto y respetuoso”, aconseja el Papa en el texto. Agrega que se necesitan “comunicadores dispuestos a dialogar, comprometidos a favorecer un desarme integral y que se esfuercen por desmantelar la psicosis bélica que se anida en nuestros corazones”.

Destaca que “como hace 60 años, vivimos una hora oscura en la que la humanidad teme una escalada bélica que se ha de frenar cuanto antes, también a nivel comunicativo”. Y denuncia que “uno se queda horrorizado al escuchar con qué facilidad se pronuncian palabras que claman por la destrucción de pueblos y territorios. Palabras que, desgraciadamente, se convierten a menudo en acciones bélicas de cruel violencia”.

Por ello llama a los comunicadores “a rechazar toda retórica belicista”, así como “cualquier forma de propaganda que manipule la verdad, desfigurándola por razones ideológicas”. En cambio, “se debe promover a todos los niveles, una comunicación que ayude a crear las condiciones para resolver las controversias entre los pueblos”.

San Francisco de Sales, ejemplo de hablar con el corazón

Uno de los ejemplos más luminosos y, aún hoy, fascinantes de “hablar con el corazón” está representado en san Francisco de Sales, doctor de la Iglesia, a quien he dedicado recientemente la Carta apostólica Totum amoris est, con motivo de los 400 años de su muerte. Además, este 2023 se celebra el centenario de su proclamación como patrono de los periodistas católicos por parte de Pío XI.

De san Francisco de Sales, obispo de Ginebra en una época de fuertes disputas con los calvinistas, Francisco dice que “su actitud apacible, su humanidad, su disposición a dialogar pacientemente con todos, especialmente con quien lo contradecía, lo convirtieron en un testigo extraordinario del amor misericordioso de Dios”. Para el santo, la comunicación era un “reflejo del ánimo” y una manifestación de amor. “Somos lo que comunicamos”, nos recuerda.

Para Francisco, una tarea esencial para el cambio de época es convertirnos en una Iglesia no autorreferencial, libre de toda mundanidad pero capaz de habitar el mundo, de compartir la vida de la gente, de caminar juntos, de escuchar y de acoger. Y ese es precisamente el ejemplo que dio el santo de Sales, que nos invita, afirma el Papa, “a salir de la preocupación excesiva por nosotros mismos, por las estructuras, por la imagen social, y a preguntarnos más bien cuáles son las necesidades concretas y las esperanzas espirituales de nuestro pueblo”.

“Si vemos el panorama de la comunicación actual, ¿no son precisamente estas características las que debería tener un artículo, un reportaje, un servicio radiotelevisivo o un post en las redes sociales? Que los profesionales de la comunicación se sientan inspirados por este santo de la ternura, buscando y contando la verdad con valor y libertad, pero rechazando la tentación de usar expresiones llamativas y agresivas”.

LEER. San Francisco de Sales, guía de almas capaz de leer los signos de su tiempo

Información adicional
Publicaciones recomendadas en Buena Voz Noticias
Fuentes

Vatican News (2 y 3) / Alfa y Omega / Oficina de Prensa Vaticana / Videos: Vatican Media / Foto: Steven Youngblood (Arwa Damon en cobertura de conflicto en Irak)

Puntuación: 5 / Votos: 2

Buena Voz

Buena Voz es un Servicio de Información y Documentación religiosa y de la Iglesia que llega a personas interesadas de nuestra comunidad universitaria. Este servicio ayuda a afianzar nuestra identidad como católicos, y es un punto de partida para conversar sobre los temas tratados en las informaciones o documentos enviados. No se trata de un vocero oficial, ni un organismo formal, sino la iniciativa libre y espontánea de un grupo de interesados.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *