Amazonía en diálogo: I Asamblea de pueblos originarios

3:00 p.m. | 1 ago 24 (AF/QA).- Un espacio de intercambio entre culturas que permita “conocerse, valorarse, caminar juntos y construir una Iglesia más cercana a la realidad local” fue el objetivo de la primera Asamblea de los Pueblos Originarios, coordinada por misioneros de la Amazonía junto con líderes de nueve comunidades en territorios de Perú, Colombia y Ecuador. Mientras tanto, en Brasil, la Iglesia alzó la voz ante los índices de violencia contra estas poblaciones, con el respaldo de un reporte que considera “insuficientes” las medidas de protección del actual gobierno.

——————————————————————————————–

La localidad de Angoteros, ubicada en el distrito de Torres Causana de la provincia de Maynas, en la región Loreto, se convirtió en el epicentro de un encuentro histórico entre nueve pueblos originarios de los ríos Amazonas, Putumayo y Napo. La Primera Asamblea de Pueblos Originarios del Vicariato San José del Amazonas reunió a delegaciones de Perú, Colombia y Ecuador.

“Fortalecer el diálogo intercultural con el objetivo de caminar juntos hacia el monifue (Buen Vivir) y construir una Iglesia más cercana a la realidad de los pueblos indígenas”. Es lo que se han propuesto los representantes de los pueblos nativos de la Amazonía peruana, reunidos junto a misioneros en la I Asamblea de Pueblos Originarios. Es un “desafío”, dicen los misioneros, dirigido a las Iglesias locales que deberán reflexionar diaria y concretamente sobre cómo caminar junto a estos pueblos en el aquí y ahora.


La voz de los misioneros

Los representantes de seis misiones del Vicariato Apostólico de San José del Amazonas que conviven directamente con pueblos indígenas, junto con parte del personal administrativo, han compartido preocupaciones y experiencias comunes sobre cómo dar pasos concretos hacia una opción preferencial por los pueblos indígenas. “Somos conscientes de que esto exige una conversión en las formas, en los métodos, en los tiempos, en la lengua y en la espiritualidad, han señalado. Se ha consolidado de este modo la propuesta de celebrar esta asamblea con misioneros que libremente quisieran formar parte de este proceso: sentir, aprender, caminar con ellos, juntos en la construcción de esa plenitud de vida que en nuestro caso se basa en la gratuidad y la interculturalidad”.

Es importante recordar que, en la Amazonía peruana viven 51 pueblos indígenas, nueve de los cuales se encuentran en el Vicariato de San José del Amazonas; una Iglesia particular que ha caminado y navegado junto a estos pueblos a lo largo de los años. “En la lengua de los pueblos indígenas el concepto monifue significa abundancia –precisa el padre José Fernando Flórez Arias, misionero de la Consolata en San José del Amazonas– y esta primera asamblea representa precisamente eso: la cosecha de esta gran chagra (campo) sembrada en la diversidad que en ningún momento ha representado una amenaza sino una promesa. Ha sido significativo ver a los Kichwa de Ecuador con los de Perú; a los Murui de Colombia con los Murui-Uitoto de Perú”.

El Sínodo para la Amazonía, celebrado en octubre de 2019, propuso nuevas modalidades en las relaciones de la Iglesia con el territorio, las culturas y la vida ancestral. Por lo tanto, es necesario caminar con los criterios del papa Francisco que, en Puerto Maldonado, dijo a los pueblos indígenas “ayuden a sus misioneros a hacerse uno con ustedes”.


Nueve pueblos originarios comparten sabiduría, celebran diversidad

En el primer día de la asamblea, líderes locales y autoridades indígenas recibieron a los participantes con una ceremonia de apertura llena de danzas tradicionales y recitales poéticos. De esta manera, se dio la bienvenida a representantes de los pueblos Kichwa, Secoya, Ocaina, Arabela, Tikuna, Bora, Huitoto – Murui, Yagua y Maijuna, provenientes de la Amazonía de Perú, Colombia y Ecuador; así como miembros del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica CAAAP, la REPAM Perú y REPAM Ecuador.

Bajo el lema “compartiendo las sabidurías, celebramos la diversidad”, la población de Angoteros desplegó una cálida acogida organizada junto a la responsable de Pastoral Indígena del Vicariato Apostólico San José del Amazonas, Dominik Szkatula; la Organización Kichwaruna Wangurina del Alto Napo (ORKIWAN) y el liderazgo comunitario. Se establecieron comisiones de acogida y cocina, asegurando que las tradiciones locales y la hospitalidad fueran el corazón de la experiencia de este espacio.

Para Rafael Noteno Capinoa, presidente de ORKIWAN, ha sido un encuentro de “hermanos” de diferentes ríos y nacionalidades para organizarse mejor y caminar juntos como amazónicos: “Hemos conocido las historias de nuestros pueblos que nos ayudarán a enseñar a las nuevas generaciones a amar la vida en la Amazonía”. El vicario de San José del Amazonas, P. César Caro, resaltó que este encuentro significa una “revitalización de la Pastoral Indígena” que apuesta por el “acompañamiento y el caminar juntos con los pueblos”.

Con un total de 57 participantes, incluyendo misioneros y colaboradores de diversas organizaciones, la asamblea se centró en el diálogo intercultural y el intercambio de conocimientos. Los representantes de los nueve pueblos originarios eligieron los temas y la metodología que fue la base para el compartir de los siguientes días, priorizando los orígenes históricos de sus pueblos, la espiritualidad, la organización comunitaria, y la defensa del territorio y sus aliados. “Nos dividimos en cuatro grupos: Alto Amazonas, bajo Amazonas, Napo y Putumayo para hablar de la gama de temáticas que salieron y elegir un representante para que se reúna con el equipo organizador y podamos con ellos acompañarles y entregarle a sus manos todo el protagonismo del evento (…) Nada de papelotes, nada de exposiciones. Eran ellos con su experiencia, con su vida, rito, medicinas, costumbres”, sostuvo Dominik Szkatula.


El sentir de los pueblos

En palabras de Edgar Pastor Rosero, del pueblo Arabela, esta asamblea les permitió reforzar su compromiso con la revitalización de su cultura y lengua. “Estoy renovado en espíritu y sabiduría para animar a mi pueblo y fortalecer nuestra enseñanza bilingüe”, sostuvo. Rubiela Ríos Bunajima, lideresa del pueblo Murui, coincidió en que la asamblea les ha motivado a conocerse y reconocer que todos son iguales a pesar de hablar diferentes lenguas: “Es importante que sigamos motivando a los niños, compañeros y comunidades”.

Lizardo López Uribe, líder juvenil del pueblo Murui del Putumayo, en Colombia, reflexionó sobre el valor del encuentro: “Nos invita nuevamente a sentirnos como hermanos (…) Como joven hago la invitación a nuestra población, niños y mayores, para que a través de la cultura podamos generar dialogo, a través de la historia podamos hablar de identidad, a través de los cantos hablar de armonía en nuestro territorio. Si hay cultura, hay vida, si hay espiritualidad, hay vida”.

Leonardo Narvaes, representante de la REPAM Ecuador y el Vicariato de Aguarico, expresó que este espacio permitió reconocer los valores de cada una de las culturas y pueblos para caminar juntos en este proceso por la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. “Para la REPAM y la Panamazonía es importante la participación de los pueblos originarios, el cómo nos articulamos como Iglesia para defender la Casa Común, el territorio, los valores ancestrales y los derechos de la Amazonía y su gente”, mencionó.

La asamblea culminó con una noche cultural, donde los participantes compartieron danzas, cantos y leyendas ancestrales. El Vicariato Apostólico de San José del Amazonas, comprometido con una pastoral indígena revitalizada, planea continuar apoyando estos encuentros interculturales como parte de su misión de acompañamiento y defensa de los derechos de los pueblos de la Amazonía. Esta primera asamblea constituye no solo la celebración de la diversidad cultural, sino que también sienta las bases para futuros encuentros que fortalezcan la unidad y el Buen Vivir de las comunidades indígenas en la cuenca amazónica.


Diversidad que genera abundancia

El termino monifue significa abundancia y esta primera asamblea representa precisamente eso, como cosecha de esa gran chagra sembrada desde la diversidad que en ningún momento representó amenaza sino promesa. Monifue que se puede ver reflejada entre otras, en estos cuatro aspectos a resaltar.

1. No hay que esperar que los procesos lleguen de arriba hacia abajo. Los procesos llegan de necesidades cotidianas que palpan con más veracidad quienes las padecen. De allí que desde abajo se vienen jalonando procesos válidos que complementan las directrices institucionales sin perder la unidad y sin caer en la uniformidad.

2. La opción indígena va aliada a la opción de romper fronteras. Fronteras geografías, fronteras territoriales, fronteras existenciales. Solos y divididos no podemos. Fue significativo ver Kichwas ecuatorianos y Kichwas peruanos. Ver Murui de Colombia y ver Murui -Uitoto- de Perú. Los Estados Nación quisieron dividir, pero no pudieron romper la Espiritualidad de un mismo Pueblo. Y ello es un llamado de atención a las Iglesias hermanas a caminar juntas, a encontrarse, a reconocerse.

3. La Opción Indígena no se realiza desde el protagonismo; hacerlo, lleva a nuevos colonialismos en donde utilizamos al otro para crecer nosotros… no… aquí más bien habría que acoger la espiritualidad de Juan Bautista según la cual era necesario que Él (el maestro) creciera y que él (Juan) empequeñeciera. Los misioneros deberían sentirse como Juan para que vieran a los pueblos como Maestros de sabiduría.

4. Más que estar, es saber estar. Se dijo de muchas maneras que el territorio necesitaba de misioneros y misioneras alegres, abiertos a la escucha, a la palabra, al misterio para que juntos-juntas conociéndose, puedan juntos-juntas- proteger, defender y generar vida, no cualquier vida sino monifue vida (vida en abundancia).

LEER. Un sueño cumplido: Primera Asamblea de los pueblos originarios

Brasil: Violencia contra pueblos indígenas permaneció en 2023

Al menos 208 indígenas fueron asesinados en 2023 en Brasil, un 15,5 % más que en 2022, efecto de la violencia que permaneció en el país por la lucha de tierras en el primer año de mandato del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, según un informe. El Consejo Indígena Misionero (CIMI), organización vinculada a la Iglesia católica y autor del reporte, señaló que las acciones del Ejecutivo de Lula relacionadas con la regularización de tierras indígenas, la protección y la asistencia a los pueblos ancestrales fueron “insuficientes”.

El informe recopiló -en 253 páginas- datos sobre los derechos territoriales indígenas, los casos de violencia contra miembros de estas comunidades y los derechos vulnerados por el poder público durante 2023. Ese año se registraron 1.276 casos de violencia contra el patrimonio, 150 por derechos territoriales, 276 por invasiones, explotación ilegal de recursos naturales y daños diversos a la propiedad, y 404 incidentes de “violencia contra la persona”.

Según el CIMI, todos estos episodios ocurrieron en al menos 202 territorios indígenas de 22 estados de Brasil, pero la mayoría se concentró en Amazonas y en regiones donde prima la actividad agropecuaria, como Mato Grosso y Mato Grosso do Sul. Como en años anteriores, la deforestación que da paso a la minería ilegal, así como la extracción ilícita de madera y de otros recursos a través de la caza y la pesca, están entre las acciones vinculadas a la apropiación de tierras indígenas.

Durante el lanzamiento del informe, los investigadores señalaron que, pese a la promesa de Lula de promover “cambios profundos” en materia de regularización de tierras, luego de cuatro años del “mandato antiindígena” de Jair Bolsonaro, “hubo pocos avances”, con tan solo ocho casos. El Ministerio de Pueblos Indígenas de Lula reaccionó a las duras críticas culpando al gobierno anterior, diciendo que había dejado tras de sí un “escenario de destrucción”.

Datos del CIMI señalan que de las 1.381 tierras y demandas territoriales indígenas existentes, el 62 % lidia con conflictos administrativos para su regularización. A eso se sumó la problemática del denominado “Marco Temporal”, una tesis que limita los derechos de los indígenas a las tierras que ocupaban el 5 de octubre de 1988, cuando se promulgó la actual Constitución brasileña. La falta de definición sobre esa cuestión, aprobada por el Congreso y declarada inconstitucional por la Corte Suprema, así como la “ausencia de un señalamiento claro” en defensa de los pueblos indígenas por parte del Gobierno de Lula, tuvieron una “influencia directa” en el alto número de conflictos, según el CIMI.

LEER. Informe completo “Violencia Contra los Pueblos Indígenas de Brasil – datos de 2023”

VIDEO. Lanzamiento: Informe sobre la violencia contra los pueblos indígenas en Brasil

 

El informe también destaca la muerte de 1.040 niños indígenas entre 0 y 4 años por causa de las “omisiones del poder público” en la prestación de servicios de salud para enfermedades “evitables”, como gripe, neumonía, diarrea, gastroenteritis y desnutrición, con un incremento del 24,5 % frente a 2022. Entre los 344 casos de omisión del poder público, también fueron notificadas 111 muertes de indígenas “por falta de asistencia en salud”.

De esta forma, los ataques contra los indígenas persisten en el país pese a la creación de un ministerio ad hoc, el endurecimiento de los controles contra actividades ilegales y la renovación de organismos indigenistas y ambientales, medidas adoptadas por Lula tras asumir su tercer mandato, el 1 de enero de 2023. Un mes de iniciada su gestión, el mandatario declaró el estado de emergencia sanitaria en la Tierra Yanomami, el mayor territorio indígena del país, donde miles de mineros invasores devastaron extensos bosques, contaminaron los ríos con mercurio y arrinconaron a los pueblos originarios.

“Los ataques de mineros contra indígenas yanomami en Roraima y Amazonas continuaron a lo largo de 2023, pese a las operaciones realizadas en el primer semestre del año. Asesinatos, ataques armados, violencia sexual y la incitación de los indígenas a la minería ilegal, alimentando conflictos internos, formaron parte del trágico cuadro de continuidad de la violencia en ese territorio”, señaló el informe.

VIDEO. En Brasil, más de 200 indígenas fueron asesinados en 2023

 

VIDEO. Miles de indígenas acampan en Brasilia para reclamar regularización de tierras

Información adicional
Publicaciones relacionadas en Buena Voz Católica
Fuentes

Agenzia Fides / Querida Amazonía / Infobae / Consolota América / Videos: Consejo Indígena Misionero – DW Español – TelesurTV / Foto: Vicariato San José del Amazonas

Puntuación: 0 / Votos: 0

Buena Voz

Buena Voz es un Servicio de Información y Documentación religiosa y de la Iglesia que llega a personas interesadas de nuestra comunidad universitaria. Este servicio ayuda a afianzar nuestra identidad como católicos, y es un punto de partida para conversar sobre los temas tratados en las informaciones o documentos enviados. No se trata de un vocero oficial, ni un organismo formal, sino la iniciativa libre y espontánea de un grupo de interesados.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *