“Involucrar más a los pueblos amazónicos en la vida eclesial”

6:00 p.m. | 24 set 20 (VN/REPAM).- João Gutemberg Sampaio ha vivido 48 de sus 58 años de vida en la Amazonía brasileña. Es hijo y nieto de “seringueiros” (caucheros) y, desde joven se sintió llamado a la vida religiosa. Ahora, como hermano marista con años de experiencia misionera, ha sido nombrado secretario ejecutivo de la REPAM, ente que acaba de cumplir 6 años coordinando los esfuerzos de la Iglesia en la Amazonía. La REPAM se ha posicionado tanto en espacios eclesiales como en comunidades indígenas, con la misión de visibilizar y abordar problemas de la región, y acercar a su población a la vida eclesial. Recogemos una entrevista al hermano Gutemberg, y un balance del trabajo de la REPAM en estos años.

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Cuando se creó la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), hace seis años en Brasilia, João lideraba la misión educativa evangelizadora de los maristas en Manaos. También formaba parte de la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la CLAR, a quien representaba en Brasilia, en el histórico encuentro fundacional. El pasado 14 de septiembre se anunció su nombramiento como nuevo secretario ejecutivo de la REPAM, sucediendo al mexicano Mauricio López Oropeza.

Cuando nació la REPAM, se afirmaba que “la Panamazonía es fuente de vida en el corazón de la Iglesia”. ¿Qué balance hace del camino recorrido?

La REPAM ha ido transformando los sueños iniciales en realidades, dando pasos concretos a través de sus ejes de servicio y articulación con los nueve países que forman parte de la Amazonía y que participan, de una manera u otra –unos más organizados que otros–, en procesos interconectados y en profunda sintonía, aunque en diferentes contextos. En todo este tiempo, la Iglesia ha descendido a los territorios y, como red, les ha dado visibilidad y protagonismo.

¿Cómo ha sido la experiencia y la incidencia del eje de formación que usted ha liderado?

En el eje de formación que articulamos desde Manaos tuvimos la intuición, desde el inicio, de no estructurarlo demasiado, y de priorizar la formación de jóvenes líderes que se comprometieran con la causa de la ecología integral y de la Amazonía. Este fue un gran acierto. Actualmente, muchos de ellos están asumiendo liderazgos en organizaciones, en diversos sectores y niveles, en los distintos países.

Esta opción por la formación también ha repercutido en los equipos itinerantes de misioneros y misioneras. Ahora va a constituirse una red itinerante animada por la CLAR y la REPAM, conectada con instituciones de educación y de formación, con universidades e institutos de pastoral. Asimismo, como novedad del postsínodo, el eje de formación asumió la articulación de la Red de Educación Intercultural Bilingüe en la Amazonía (REIBA), que tiene su sede en Manaos y ya está vinculando a escuelas de educación bilingüe y escuelas primarias indígenas en siete países.

En la conferencia de prensa en la que se presentó como nuevo secretario, dijo que se ve a sí mismo como un instrumento de conexión. En esta red, ¿qué significaría esto?

En la REPAM, cuando se habla de red, la red es muy circular, es “lateralidad”, es lo que se dice, “muchos iguales para estar juntos”. Esta conexión es para profundizar la relación de tantos organismos y tantas personas que han tratado de conectarse con esta agenda amazónica. Personalmente, puede que no sea un exponente del desarrollo de temas o iniciativas en diferentes áreas, pero sí lo soy en el contar con todos aquellos que puedan colaborar para que cada área de conocimiento, incidencia, espiritualidad, se conecte con la REPAM para formar un conjunto armónico de lo que necesitamos para el buen cuidado de nuestra Amazonía.

¿Qué tarea le compete a la REPAM en este tiempo para hacer posibles los “nuevos caminos para una Iglesia con rostro amazónico y para una ecología integral”?

El Documento final del Sínodo señala casi 200 propuestas de acción para la Iglesia en la Panamazonía. Estas propuestas han sido valoradas por el papa Francisco, que en la exhortación apostólica postsinodal ‘Querida Amazonía’ pide que sean retomadas integralmente para que se lleven a la práctica. Muchas de esas acciones recaen sobre la REPAM, y varias de ellas ya las veníamos realizando en la atención a los pueblos y en la visión panamazónica de la Iglesia en este contexto, asumiendo los gritos de las realidades de estos pueblos, la defensa de sus derechos y dando visibilidad internacional a estos clamores, para proteger la vida del bioma, de los territorios y de quienes los habitan. Con todo, será fundamental el compromiso de la REPAM para que tengamos cada vez más conocimiento, ciencia, conciencia y cuidado de la Amazonía.

¿Qué papel jugarán los pueblos originarios en esta etapa postsinodal?

Los pueblos originarios amazónicos, los amerindios, han sido fundamentales en todo el proceso sinodal, tanto en la preparación –cuando fueron realizadas muchas asambleas en los territorios– como en el aula sinodal, donde estuvieron presentes algunos representantes que hablaron como lo hicieron los padres sinodales, con el mismo derecho, y ahora, en el postsínodo, continúan siendo nuestros interlocutores. Como REPAM, nos corresponde encontrar los medios adecuados para que participen aún más en la vida eclesial. No siempre sus formas de interlocución corresponden con nuestros modelos de asamblea o de reuniones. Sus aportes y sus reivindicaciones tienen maneras de expresión propias.

Presencia de la REPAM

No podemos olvidar que el servicio de la REPAM es algo muy amplio, que envuelve a mucha gente que trabaja en la base, tanto en las circunscripciones eclesiásticas como en espacios no eclesiales, como son las comunidades indígenas, siempre en una tentativa de estar entre los más frágiles y vulnerables. Así inicia un balance de la labor de la REPAM su presidente, el cardenal Claudio Hummes.

Años atrás el cardenal Hummes dijo haber visitado 38 circunscripciones eclesiásticas de la Amazonía brasileña, en una tentativa de participar de las vivencias de la gente, de escuchar, ver, alentar a quienes viven en las comunidades. Fue en ese recorrido que nació la REPAM, en septiembre de 2014, un servicio que quiere articular lo que existe, junto con aquellos que trabajan en favor de la Amazonía, en la preservación de las riquezas y de quienes la habitan, especialmente los pueblos originarios, que son su mayor riqueza.

Estos seis años de andadura de la REPAM ha sido un tiempo para implicarse, para estar presentes en el territorio, para escuchar y junto con las comunidades construir los nuevos caminos, en palabras del cardenal Hummes, que insistía en que “sentimos todos los días la presencia de Dios y de su Espíritu”, convencido de que “la causa era mucho mayor que las dificultades enfrentadas”.

Todo eso se concretó en el Sínodo, un momento en el que el Papa quiso oír a los obispos de la Amazonía y trazar nuevos caminos, un tiempo de discernimiento que tuvo como fruto el Documento Final, que el Papa llama a aplicarlo, y Querida Amazonía, donde “el Papa nos ofreció sus sueños, para transbordar más allá de lo cotidiano, pues si dejamos de soñar, dejamos de tener esperanza”. Todo ello, sabiendo, en palabras del purpurado, que “Dios fue el agente principal de ese proceso y continúa siendo”.

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Antecedentes en Buena Voz Noticias:
Fuentes:

Revista Vida Nueva / Vatican News / REPAM

 

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