Francisco: “Muerte de Benedicto ha sido instrumentalizada”
8:00 a.m. | 11 feb 23 (LN/AM).- En la conferencia de prensa que concedió al regresar de África, el papa Francisco consideró “cuentos chinos” las versiones sobre presuntas diferencias con su predecesor, salidas de “gente de partido, no de la Iglesia”. Con respecto a su relación con Benedicto XVI, explicó que siempre pudo hablar de todo con él, que sentía su apoyo, y si surgía algún problema lo conversaban sin dificultades. Y por primera vez en una conferencia de prensa en el avión, en la que abordaron también otros temas, respondieron junto al Papa los líderes cristianos que lo acompañaron en la peregrinación ecuménica que llegó a Sudán del Sur.
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Recordemos que el Papa había participado en una peregrinación por la paz junto con el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, Iain Greenshields, en su visita a Sudán del Sur. Los tres líderes cristianos habían ofrecido un extraordinario ejemplo de unidad religiosa en este viaje, y en la tradicional conferencia de prensa en el vuelo de regreso a Roma una pregunta comenzó haciendo referencia a ese ejemplo.
“Se ha hablado mucho en estos días de unidad”, comenzó el periodista antes de preguntar a Francisco: “Tras la muerte de Benedicto, ¿se ha hecho más difícil su misión? Se han hecho más difíciles las tensiones entre las distintas alas de la Iglesia católica?”.
“Algunas de las historias que se cuentan, de que Benedicto estaba amargado por lo que hizo el nuevo Papa, son cuentos chinos. De hecho, lo consulté a Benedicto para tomar algunas decisiones. Y estuvo de acuerdo”, aseguró. Y fue más allá: “creo que la muerte de Benedicto ha sido instrumentalizada por personas que quieren llevar agua a su propio molino. Y los que instrumentalizan a una persona tan buena, tan piadosa, casi diría un santo padre de la Iglesia, diría que son gente sin ética, son gente de partido no de la Iglesia”, denunció.
“Dejo de lado esas cosas, porque no prosperarán, caen por su propio peso, como en el resto de la historia de la Iglesia”, agregó, al hablar por primera vez de las internas y de las críticas de los sectores más conservadores tras la muerte del papa emérito. Aunque no mencionó a nadie, el Papa aludió, claramente, al libro de memorias que escribió el arzobispo alemán, Georg Ganswein –secretario privado de Benedicto- que creó gran revuelo porque justo salieron anticipos con trapos sucios en los días del funeral de Joseph Ratzinger.
Ganswein, que en ese libro habló de dos visiones de Iglesia y de dos bandos, en una entrevista incluso dijo que la decisión de Francisco de limitar el uso del antiguo rito en latín le había “roto” el corazón al papa emérito. Benedicto renunció al trono de Pedro en febrero de 2013 convirtiéndose en el primer pontífice en 600 años en dimitir y se retiró a vivir en un monasterio en los Jardines del Vaticano.
“Me gustaría decir que he podido hablar de todo con el papa Benedicto. Siempre estaba a mi lado, apoyándome, y si tenía alguna dificultad, me lo decía y hablábamos. No hubo problemas”, aseguró el Papa. Francisco contó incluso que cuando una vez “alguien que se cree un gran teólogo” fue a denunciarlo ante Benedicto porque él había hablado en favor de las uniones civiles de homosexuales, el papa emérito “no se asustó”.
“Una vez que hablé del matrimonio de las personas homosexuales, del hecho de que el matrimonio es un sacramento y que nosotros no podemos hacer un sacramento, pero que existe la posibilidad de asegurar los bienes a través de la ley civil (…) una persona que se cree un gran teólogo, a través de un amigo del papa Benedicto, fue a verlo e hizo una denuncia en mi contra. Benedicto no se asustó, llamó cuatro cardenales teólogos de primer nivel y les dijo, explíquenme y ellos le explicaron. Y así terminó la historia”, evocó. “Es una anécdota para ver cómo se movía Benedicto cuando había una denuncia”, explicó, pasando luego a denunciar la “instrumentalización” de su muerte por parte de gente “sin ética”.
En la conferencia de prensa en el avión, por primera vez no estuvo solo, sino junto al arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el Moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, Ian Greenshields, con quien compartió el peregrinaje ecuménico de paz a Sudán del Sur. Y, como en otras oportunidades, volvió a denunciar la venta de armas, que definió “la mayor plaga del mundo”.
Preguntado si, como hizo en 2019 con los líderes políticos rivales de Sudán del Sur que se reunieron en el Vaticano, le besaría los pies al presidente ruso Vladimir Putin, el Papa contestó que, como ese gesto no fue pensado, sino que fue “un impulso interior”, no sería repetible. Pero volvió a manifestarse dispuesto a reunirse con el mandatario ruso y su par ucraniano, Volodimir Zelensky y reiteró que si no fue hasta ahora a Kiev fue porque no fue posible ir a Moscú.
En todo caso, destacó que la de Ucrania no es la única guerra. “Desde hace doce o trece años Siria está en guerra, desde hace más de diez Yemen está en guerra; pensemos en Myanmar, en los pobres Rohingya que viajan por el mundo porque han sido expulsados de su patria. En todas partes, en América Latina, ¡cuántos focos de guerra hay! Sí, hay guerras más importantes por el ruido que hacen, pero, no sé, el mundo entero está en guerra y en autodestrucción”, lamentó. “Detengámonos a tiempo, porque una bomba te pide otra más grande y otra más grande y en la escalada no sabes dónde acabarás”, advirtió.
Ante una pregunta sobre su salud al cabo de un viaje de seis días más que exigente a dos países del corazón del África con temperaturas tropicales, en el que utilizó la silla de ruedas por su problema de rodilla y donde fue aclamado por cientos de miles de personas, el papa Francisco, de 86 años, apeló al humor porteño. “Ya se sabe que yerba mala nunca muere”, dijo, al admitir que no se siente “como al principio del pontificado” ya que “esta rodilla molesta”.
Adelantó, además, que, al margen del viaje previsto a Lisboa, Portugal, para la Jornada Mundial de la Juventud, en agosto, está pensando en ir el 23 de septiembre a Marsella para un encuentro de obispos de puertos del Mediterráneo y de ahí volar a Mongolia. “Pero aún no es definitivo, es posible”, precisó, al detallar, por otro lado, que podría ir a la India el año próximo.
Por último, y como había hecho en su reciente entrevista con AP y luego de un viaje a dos países donde la homosexualidad no es aceptada, el exarzobispo de Buenos Aires volvió a reiterar que “criminalizar a las personas con tendencias homosexuales es una injusticia”. Un periodista dijo que había conocido a personas LGBT en el Congo que habían sido rechazadas por sus familias. Preguntó: “¿Qué les dice a las familias del Congo y de Sudán del Sur que siguen rechazando a sus hijos, y qué les dice a los sacerdotes, a los obispos?”.
Francisco recordó que había hablado de esta pregunta varias veces, incluso volviendo de Brasil en 2013 y de Irlanda en 2018, y más recientemente en una entrevista con The Associated Press. Volviendo de Brasil, había dicho: “Si una persona con tendencias homosexuales es creyente y busca a Dios, ¿quién soy yo para juzgarla?”. De regreso de Irlanda, había aconsejado a los padres: “Los niños con esta orientación tienen derecho a quedarse en casa; no se les puede echar de casa”.
Y en su entrevista con The Associated Press, el Papa había condenado la criminalización de la homosexualidad. Señaló que unos 50 países habían penalizado la orientación homosexual, añadiendo que en 10 de ellos se castigaba con la pena de muerte. “Esto no está bien”, dijo el Papa. “Las personas con tendencias homosexuales son hijos de Dios. Dios les ama, Dios les acompaña. “Condenar a esas personas es un pecado”, dijo Francisco. Y añadió: “El Catecismo de la Iglesia católica dice que no deben ser marginados”.
“Ojalá hubiera hablado con tanta elocuencia y claridad como el Papa”, dijo el arzobispo Welby al comentar el asunto. “Estoy totalmente de acuerdo con cada palabra que ha dicho aquí”. Y añadió: “La Comunión Anglicana ha aprobado resoluciones en dos conferencias de Lambeth contra la criminalización, pero realmente no ha hecho cambiar de opinión a mucha gente”. Esta semana, durante el Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra, dijo, la cuestión de la criminalización de la homosexualidad será uno de los principales temas de debate. “Y ciertamente citaré al Santo Padre”, dijo el arzobispo Welby. “Lo ha dicho de forma hermosa y precisa”.
El reverendo Dr. Greenshields añadió: “No hay ningún lugar en mi lectura de los cuatro Evangelios donde vea a Jesús rechazando a alguien. En los cuatro Evangelios no veo otra cosa que Jesús expresando su amor a quien encuentra. Y como cristianos, esa es la única expresión que podemos dar a cualquier ser humano en cualquier circunstancia”.
LEER. Transcripción de la conferencia de prensa en el avión
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Fuentes
La Nación / America Magazine / Videos: Vatican News – Rome Reports / Foto: Tiziana Fabi – EPA