Siria: un pueblo en el corazón de los Papas



9:00 p.m.
| 23 mar 21 (VTN).- El martirizado país de Oriente Medio, sacudido no sólo en los últimos tiempos por la tragedia de la guerra y la violencia, sigue buscando, entre páginas diarias de sufrimiento, el camino de la paz. Vatican News hace un repaso, empezando por el papa Francisco, de algunos discursos y mensajes de los pontífices referidos a la situación siria a lo largo de los años. Además, reunimos información actual de la acción de organizaciones católicas en la región.

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Siria está viviendo semanas que marcan un año más de un conflicto que estalló el 15 de marzo de 2011. El balance es muy elevado: más de 400.000 víctimas, 12 millones de desplazados y 12,4 millones de personas, equivalentes al 60% de la población, afectadas por la inseguridad alimentaria. En esa oscuridad se busca la luz de la auténtica paz.

“La paz no exige vencedores ni vencidos, sino hermanos y hermanas que, a pesar de las incomprensiones y las heridas del pasado, se encaminan del conflicto a la unidad. Pidámoslo en la oración para todo Oriente Medio, pienso en particular en la vecina y martirizada Siria”. El camino hacia la paz no es posible sin “compartir y acoger”. Se condensa en estas palabras la más grande esperanza para Siria, expresada el pasado 6 de marzo por el Papa durante el encuentro interreligioso en la Llanura de Ur, en Iraq, en la tierra de Abraham.

En la conferencia de prensa de dos días después, el 8 de marzo, durante el vuelo de regreso de Bagdad a Roma, Francisco recordó el sufrimiento del pueblo sirio. Agradeció en particular a los países generosos, entre ellos el Líbano, que acogen a los migrantes y se remontó con su recuerdo a la vigilia de oración por Siria del 7 de septiembre de 2013. “Recuerdo al inicio del pontificado aquella tarde de oración en la plaza de San Pedro, había adoración al Santísimo, se rezaba el rosario. Pero cuántos musulmanes, cuántos musulmanes con alfombras rezaban con nosotros por la paz en Siria, para detener los bombardeos, en ese momento en el que se decía que tendría lugar un bombardeo feroz. Llevo a Siria en mi corazón”.

El diálogo y la fraternidad son las vías que hay que emprender para erradicar el flagelo de la guerra. En el Ángelus del 9 de febrero de 2020, el Papa recordó a la “amada y martirizada Siria” y renovó un sentido llamamiento “a la comunidad internacional y a todos los actores implicados para que hagan uso de los instrumentos diplomáticos, del diálogo y de las negociaciones, en el respeto del Derecho humanitario internacional, para salvaguardar la vida y el destino de los civiles”. En 2019, el Papa Francisco recuerda el drama de Siria en un discurso en el Founder’s Memorial en Abu Dhabi. “La fraternidad humana nos exige como representantes de las religiones -indicó en aquella ocasión- el deber de desterrar todos los matices de aprobación de la palabra guerra”.

En su Mensaje Urbi et Orbi para la Navidad 2017, el Papa pronuncia estas palabras: “Vemos a Jesús en los rostros de los niños sirios, marcados aún por la guerra que ha ensangrentado ese país en estos años. Que la amada Siria pueda finalmente volver a encontrar el respeto por la dignidad de cada persona, mediante el compromiso unánime de reconstruir el tejido social con independencia de la etnia o religión a la que se pertenezca”.


Siria y el autodenominado Estado Islámico

2014 es el año que se abre en Siria e Iraq, con la creación del autodenominado Estado Islámico, otra página dramática marcada por una violencia incalificable. El 29 de junio de 2014 Abu Bakr al-Baghdadi proclama desde la mezquita de al Nuri, en Mosul, el nacimiento de un califato en un territorio que incluye el noreste de Siria y la región occidental de Iraq. La ciudad de Raqqa, en el noreste de Siria, es elegida como capital. A un mes del nacimiento del llamado Estado Islámico, la situación ya es explosiva. Los enfrentamientos y los combates llevan tiempo inflamando amplias zonas de la región de Oriente Medio.

ENLACE. Cronología de la guerra en Siria


Benedicto XVI sobre la violencia en Siria: ¿por qué tantos horrores?

El don de la paz para los habitantes de Siria y los países vecinos. Así lo imploró Benedicto XVI durante su viaje apostólico al Líbano del 14 al 16 de septiembre de 2012. El último día en el País de los Cedros, en Beirut, el Pontífice constató en el Ángelus que “se sigue oyendo el clamor de las armas, así como el de las viudas y los huérfanos”. Y se plantea dos cuestiones: ¿Por qué tantos horrores? ¿Por qué tantas muertes? Preguntas a las que el Papa respondió con un llamamiento a la comunidad internacional. “Quien quiera construir la paz -subraya- debe dejar de ver en el otro un mal que hay que eliminar”. “Que Dios -anhela Benedicto XVI- conceda a su país, a Siria y a Oriente Medio el don de la paz del corazón, el silencio de las armas y el cese de toda violencia”.


Juan Pablo II y la oración desde los Altos del Golán

Las heridas impresas en la historia de Siria también han sido recordadas en varias ocasiones por San Juan Pablo II. En particular, durante la peregrinación jubilar a Grecia, Siria y Malta, el Papa Wojtyla elevó su oración desde los Altos del Golán, desde la iglesia de Quneitra, medio destruida por la guerra. Es el 7 de mayo de 2001. “Desde este lugar, tan desfigurado por la guerra -recuerda el Pontífice- quiero elevar mi corazón y mi voz en una oración por la paz en Tierra Santa y en el mundo”. La historia de la ciudad de Quneitra está ligada a las páginas de la “Guerra de los Seis Días”. Quedó casi completamente destruida antes de la retirada israelí en junio de 1974.


Pablo VI: pasemos del odio a la fraternidad

Que “el sentimiento de emulación y odio se transforme en un sentimiento de perdón y fraternidad”. Esta es también la esperanza expresada por Pablo VI, en 1968, en su Mensaje Urbi et Orbi para la Pascua. Las del Pontífice son palabras que también hacen referencia al difícil contexto de Oriente Medio. “El mundo -señala el papa Montini- se ha visto temerosamente sacudido por los recientes conflictos en Extremo Oriente y en Oriente Medio, así como en la tierra de África, en su sistema constructivo de armonía mundial: que resuciten, en cambio, los grandes ideales de la organización ordenada y pacífica del mundo; que no triunfe el escepticismo respecto a la ineptitud constitucional de la humanidad para progresar en la libertad, la justicia y la paz: sino que se confirme la esperanza y, con la esperanza, se actúe para resolver los conflictos actuales y prevenir los futuros”.


Pío IX y “los tribulados fieles de Siria”

En el siglo XVIII la historia de Siria también presenta páginas dramáticas. Poco antes de la Navidad de 1860, el papa Pío IX, en el discurso “Multis Gravibusque”, recordó a “los tribulados fieles de Siria”. “Estamos angustiados y conmovidos -subraya el Pontífice- por el miserable estado de los cristianos en Siria”. Aunque tengan un respiro “del sufrimiento de una cruel masacre”, la violencia puede volver a estallar con “robos y masacres”.

Las palabras de Pío IX se refieren al sangriento conflicto que estalló en esa región en el verano de 1860 y que causó la muerte de miles de cristianos. Incluso después de 1860, la historia de Siria estaría marcada por otros dramas. El futuro, en este país martirizado, es un camino que se recorre entre la ansiedad y la esperanza. Un camino que hay que recorrer en la estela de la fraternidad para vivir por fin en paz, no sólo en Siria.

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Fuente

Vatican News

 

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