Religiones unidas por la humanidad en pandemia

9:00 p.m. | 19 may 20 (AL/DW).- Una jornada de oración global contra una pandemia global. El jueves 14 de mayo, líderes de las religiones del mundo se unieron -en una iniciativa inédita- como respuesta a la emergencia sanitaria del coronavirus, y convocaron en oración a los fieles de sus respectivas confesiones. Solo las cinco grandes religiones se estima que representan 6.850 millones de personas y el 66% de la población del planeta. En el Perú, los principales líderes religiosos se congregaron en la Plaza Mayor de Lima. Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, estuvo presente en representación de la Iglesia católica.

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Perú: Oración de líderes religiosos por la salud

Convocados por el llamado del papa Francisco, este jueves 14 de mayo los principales líderes religiosos en todo el país se congregaron en la Plaza Mayor de Lima para orar por todas las víctimas del COVID-19 y por el fin de la pandemia.

La ceremonia contó con la presencia del Apu Richard Rubio (Espiritualidad amazónica), la Hna. Nonie Reaño (Espiritualidad hindú), David Cerpa (Fe Bahà’i), Shej Ahmed Kassen (Comunidad Islámica), el Rabino Guillermo Bronstein (Comunidad Judía), Elder Guillermo Estrugo (Iglesia de Jesucristo), Sr. Edgardo Muguerza (Iglesia Adventista), Pastor Cristian Sheelje (Unión de Iglesias Cristianas Evangélicas del Perú ), Pastor Eduardo Concha (Concilio Nacional Evangélico del Perú ), y el Arzobispo de Lima Carlos Castillo (Iglesia Católica).

“El Consejo Interreligioso del Perú – Religiones por la Paz y el Ministerio de Salud del Perú nos unimos al dolor de las familias y de todos los que lloran a quienes ya no están entre nosotros víctimas del COVID-19. Murieron antes de tiempo, dejando ausencias, lágrimas y sufrimiento. Sus vidas brillan en la eternidad y son inspiración para continuar sembrando vida”, expresó Laura Vargas, secretaria ejecutiva del Consejo Interreligioso del Perú – Religiones por la Paz.

“Nos unimos esta noche a la Oración Mundial convocada por el Alto Comité de Fraternidad Humana, con el respaldo del papa Francisco, el jeque Ahmed el-Tayeb y Religiones por la Paz. Creemos en un Dios creador y dador de vida, en la humanidad compartida y en el respeto profundo por la Madre Tierra, sus ecosistemas y sus bosques. Nuestra fe es fuerza en tiempos duros y es luz para el futuro que ya estamos construyendo”, agregó Vargas.

La Oración Interreligiosa de este jueves 14 de mayo tuvo un momento de silencio en memoria de todos los fallecidos en el Perú por el Covid-19, mientras se escuchaba el sonido del pututu, instrumento de viento andino. También se proyectaron imágenes de las acciones solidarias de las comunidades religiosas.

“No pudimos acompañarlos en su aliento final. No pudimos cerrar sus ojos. No pudimos enterrarles. Pero en nuestras creencias sabemos que la muerte no tiene la última palabra, que nuestros hermanos y hermanas víctimas del COVID-19 continúan viviendo en nuestros corazones y que son la llama eterna que nos ilumina para seguir trabajando por un país con justicia y dignidad”, comentó Raquel Gago, secretaria ejecutiva adjunta del Consejo Interreligioso del Perú – Religiones por la Paz.

Arzobispo de Lima: Encontrar unidos un futuro justo, saludable y solidario

En representación de la Iglesia Católica, Monseñor Carlos Castillo oró por nuestra humanidad debilitada a causa del Covid-19 y pidió por la unidad de todos, encaminados a un futuro más justo y solidario:

“Padre misericordioso, que enviaste a tu Hijo Jesús, hombre y pobre, para revelarnos que eres el amor gratuito que crea y recrea al mundo, infunde tu Espíritu vivificador en nuestra humanidad debilitada por la pandemia, perdona nuestro pecado, haznos participes de tu sabia inspiración para encontrar todos unidos un futuro común, justo, bello, saludable y solidario”.

Al término de la ceremonia se colocó una ofrenda floral y se entonó el Himno de la Alegría con las voces del Coro Nacional de Niños y Coro Nacional del Perú: “Estamos unidos en nuestra fe, esperanza y solidaridad con los líderes religiosos de todo el mundo, reunidos en Religiones por la Paz, en un esfuerzo común para abordar el COVID-19. Como expresión de ello, colocaremos una ofrenda floral, pues la vida no termina, sino se transforma y florece, cantaremos el Himno a la Alegría, porque esperamos un nuevo día, y leeremos el compromiso interreligioso que dirigimos al Perú”, señaló Elías Szczytnicki, secretario general y director regional de Religiones por la Paz América Latina y el Caribe.

Oración mundial contra la pandemia

Oraciones en todo el mundo y de todas las religiones. Desde Asia hasta América Latina y Estados Unidos, desde Rusia hasta Sudáfrica, los líderes religiosos les piden a sus creyentes que recen este jueves 14 de mayo por la pandemia del COVID-19. El lema de esta convocatoria no tiene precedentes: “Rezar por la humanidad”.

El Alto Comité para la Fraternidad Humana -integrado por un conjunto diverso de líderes religiosos, académicos del ámbito de la educación y líderes culturales de todo el mundo- convocó a todos los creyentes del planeta, independientemente de la religión que profesen, a la jornada de oración, ayuno y súplica pidiendo a Dios que proteja a la humanidad contra el coronavirus.

De esta manera, el Comité establecido el pasado mes de agosto con el fin de lograr los objetivos del Documento sobre la Fraternidad Humana firmado el 4 de febrero de 2019 por el papa Francisco y el gran Imán de Al-Azhar, Ahmed al-Tayyeb; anima a todos los representantes religiosos y creyentes a unirse en una súplica común para invocar, con una sola voz, la ayuda de Dios para que preserve la humanidad, “la ayude a superar la pandemia, le restituya la seguridad, la estabilidad, la salud y la prosperidad, y haga que nuestro mundo, una vez eliminada esta pandemia, sea más humano y más fraterno”.

ENLACE. Francisco en los Emiratos Árabes: “Construyamos el futuro juntos o no habrá futuro”

El Comité se inició en los Emiratos Árabes Unidos, por lo que el Estado del Golfo, quien recibió al papa Francisco en febrero de 2019, trata de convertirse en un centro interreligioso entre Asia, África y Europa. Muchos líderes religiosos están convencidos que la pandemia cambiará la relación entre las religiones. Desde mediados de marzo en Alemania se comenzaron a celebrar servicios interreligiosos, los domingos por la mañana. La necesidad une. También se vio una cooperación en la asistencia social.

-Una “nueva era”, un dialogo interreligioso

“Gracias al coronavirus estamos entrando en una nueva era de diálogo interreligioso, precisamente porque todos reconocemos que estamos en el mismo barco”, dijo Gady Gronich, secretario general de la Conferencia Europea de Rabinos (CER), a DW. Los templos estuvieron cerrados durante semanas, las comunidades no se podían reunir. “Los problemas y los desafíos son iguales para todos”, dijo Gronich. Esto desencadenó en una nueva dinámica en el diálogo entre las religiones. El secretario de la CER pone como ejemplo las oraciones conjuntas, los mensajes o los intercambios de experiencias, “actividades que no hubieran existido antes del coronavirus”.

Gronich llama a un día de oración ante la pandemia. “Una hermosa señal de solidaridad y confianza”. Aiman Mazyek, presidente del Consejo Central de Musulmanes en Alemania (ZMD), hace referencia a una “iniciativita muy importante que nos promete fuerza y energía en estos tiempos tan difíciles”. También expresó que la religión sostiene a los hombres para afrontar esta prueba. “Los creyentes de todas las religiones particularmente se animaron entre ellos para que los servicios religiosos sean una prioridad en sus vidas”, expresó Mazyek.

El papa Francisco impulsó la iniciativa de unidad

“El Alto Comité de la Fraternidad Humana nos ha convocado a una jornada de oración y ayuno para pedir a Dios misericordia en este momento trágico de la pandemia. Todos somos hermanos”, expresó el Papa al comienzo de una misa con la que se sumó a la propuesta y a la que añadió la necesidad de que también sea una jornada “de caridad y ayuda a los otros”.

“San Francisco de Asís nos dice: todos hermanos. Y por eso, hombres y mujeres de cada confesión religiosa hoy nos unimos en la oración y en la penitencia, para pedir la gracia de la sanación de esta pandemia”, señaló en la monición de entrada.

Durante la homilía, ahondó todavía más en la necesidad de esta unidad de todos los creyentes en torno a la oración. “Que Dios detenga esta tragedia, que Dios detenga esta pandemia, que Dios tenga piedad de nosotros y que Dios también detenga todas esas otras pandemias horribles: el hambre, la guerra, los niños sin educación. Lo pedimos todos como hermanos: que Dios bendiga a todos y tenga piedad de nosotros”, imploró el Papa.

Francisco recordó la “pandemia moral” que vivió Jonás en Nínive: “Dios mandó a Jonás a predicar oración y penitencia”. “Delante de aquella pandemia, Jonás se asustó y escapó. Después el Señor, por segunda vez, lo llamó y el aceptó ir a predicar”, resumió. “Hoy nosotros, hermanos y hermanas de cada religión, oramos en esta jornada de oración, ayuno y penitencia”, insistió: “Que cada uno de nosotros rece a Dios: cada comunidad, cada confesión”.

“Estamos unidos en la fraternidad que tenemos en común en este momento de dolor y de tragedia”, ahondó el obispo de Roma que confesó cómo “no esperábamos esta pandemia, llegó sin que la esperásemos y ahora está aquí. Y tanta gente muere, tanta gente muere sola y sin poder hacer nada”.

Al hilo de esta cuestión, sumó otro pensamiento: “Muchas veces puede venir el pensamiento ‘Gracias a Dios, a mí no me toca, me he salvado’. Pero, piensa en los demás, en la tragedia, en las consecuencias económicas, en la educación, todo lo que vendrá después… Por eso, todos los hermanos y hermanas de cualquier religión, oramos a Dios”.

Además, hizo una defensa férrea de esta iniciativa conjunta: “Tal vez alguno dirá que esto no se puede hacer porque es sincretismo religioso: ¿Cómo que no se puede hacer rezarle al Padre de todos? Cada uno que rece como puede, como sabe, como ha recibido de su propia cultura”.

“Nosotros no estamos orando los unos en contra de los otros, esta religión en contra de otra”, enfatizó el Papa, que subrayó a continuación: “Estamos unidos como humanos, como hermanos, según la propia cultura y la propia tradición, según las propias creencias”.

“Lo importante es que somos hermanos haciendo ayuno, pidiendo perdón por nuestros pecados para que el Señor tenga misericordia de nosotros, para que nos perdone y detenga esta pandemia”, añadió.

Francisco compartió el ‘shock’ que él mismo ha padecido en primera persona: “Esta pandemia llegó como un diluvio, de golpe. Ahora nos estamos despertando un poco, pero hay otras tantas pandemias que hacen morir a las personas y nosotros no nos damos cuenta, miramos para otro lado”, dejó caer el Papa que entonó un ‘mea culpa’: “Somos un poco inconscientes delante de las tragedias ocurren en el mundo”.

En este momento de la homilía, el Papa se convirtió una vez más en voz de denuncia: “Solo quiero dar una estadística oficial de otra pandemia que no es el coronavirus: en los primeros cuatro meses de este año han muerto 3,7 millones de personas del hambre. Está la pandemia del hambre: en cuatro meses, cuatro millones de personas”.

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Fuentes:

Arzobispado de Lima / Vida Nueva / Deutsche Welle / Vatican News / Foto: Peru21

 

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