Cardenal Kasper reaviva debate sobre problemáticas de divorciados en la Iglesia
11.00 p m| 02 jul 15 (THE TABLET/BV).- La comunión para los divorciados vueltos a casar, uno de los temas importantes planteados por el Instrumentum Laboris -documento guía para el Sínodo de octubre-, es a lo que hacen referencia una entrevista y un ensayo del cardenal Walter Kasper, defensor de una perspectiva desde la misericordia. Además del texto en la revista alemana Stimmen der Zeit sobre el “camino penitencial”, propuesto en el documento como alternativa para los divorciados y su inclusión, también se refirió al trato que la Iglesia ha sostenido hacia ellos en el diario francés Le Figaro. “Ha tratado de lavarse las manos de un problema difícil”, opinó.
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La Iglesia Católica se ha comportado como Poncio Pilato con los católicos divorciados que se han vuelto a casar, dijo Walter Kasper en una entrevista al diario francés Le Figaro. El cardenal alemán, quien ha propuesto que los divorciados vueltos a casar sean admitidos a recibir la Comunión, piensa que la Iglesia “ha tratado de lavarse las manos de un problema difícil”.
En la entrevista, que se publicó el mismo día en que se presentó el documento de trabajo (Instrumentum Laboris) para el Sínodo de la Familia, el cardenal argumentó así: “si Dios es misericordioso, entonces la Iglesia debe serlo”. Luego, comentó que una gran cantidad de obispos de “perfil bajo” le han dicho que están a favor de un cambio en la enseñanza de la Iglesia sobre el trato hacia los católicos vueltos a casar por lo civil.
Dijo que la cuestión clave con la comunión para estos católicos era si existía “pecado grave”, y para aclarar esto era necesario un diálogo con el individuo, ya que la Iglesia ha recibido el poder de Cristo para discernir qué se podría hacer en cada caso.
Las declaraciones del cardenal alemán hacen eco a una entrevista que el arzobispo de Accra (Ghana), Charles Palmer-Buckle, dio a principios de este año en la que menciona y reflexiona sobre Mateo 16:19, donde Jesús dice a Pedro: “A ti te daré las llaves del reino de Dios” y luego pronuncia: “lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”.
“La Iglesia puede, por tanto, atar o desatar, porque ese es un poder dado por Cristo”, dijo Kasper.
El arzobispo Palmer-Buckle citó el ejemplo de algunas iglesias protestantes que interpretan el mencionado pasaje bíblico de Mateo como una demostración de que Cristo dio el poder para “desatar” personas en algunos matrimonios.
Aquí la entrevista completa al arzobispo Palmer-Buckle. Publicada en el portal Aleteia.
Cómo funcionaría el “camino penitencial” para los divorciados vueltos a casar
El cardenal alemán, quien también es presidente emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, intenta explicar en un ensayo publicado por la revista alemana Stimmen der Zeit, cómo sería posible, desde la teología, que los divorciados vueltos a casar puedan recibir la Eucaristía, siempre bajo condiciones estrictamente definidas.
Lo que Kasper argumenta en este texto de nueve páginas, es que si bien no podría existir una solución “general” para este “espinoso y complejo” problema, sí se podría examinar caso por caso, y determinar si hay un verdadero arrepentimiento por el pecado cometido.
Los divorciados vueltos a casar emprenderían un “proceso doloroso pero saludable, de aclaración y reorientación, después de la catástrofe de un divorcio. Siempre apoyados en una conversación constante con un confesor – guía”, sugirió Kasper. El propósito de un “camino penitencial” sería que los divorciados elaboren una valoración honesta de su situación y el confesor evaluaría si se les concede la absolución. El proceso sería supervisado por el obispo local.
El cardenal dijo que era un “absurdo teológico” oponerse a tal sugerencia sobre la base de que significaba perdón sin arrepentimiento. “El Sacramento de la Reconciliación incluye, naturalmente, el arrepentimiento y el deseo de vivir de acuerdo a los valores del Evangelio en la nueva situación”, señaló.
“No es el pecado sino el pecador arrepentido el que es absuelto. La Eucaristía, en la que los pecadores arrepentidos pueden volver a participar, puede darles fuerza para perseverar en su nuevo camino. Los cristianos en situaciones difíciles dependen de esta fuente de fuerza que para ellos es el pan de vida”.
No es un caso de hacer una excepción a la ley, sino de “aplicarla de manera apropiada y misericordiosa”, explicó Kasper. El “camino penitencial” no es un descubrimiento moderno, más bien va en plena consonancia con la comprensión del matrimonio de Tomás de Aquino, subrayó el cardenal.
Aquí el ensayo completo (italiano). Publicado en la revista Stimmen der Zeit (Julio 2015), pp. 435-445
Fuentes:
The Tablet
