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¿Cómo abordamos nuestra tesis en gestión e impacto ambiental?

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Oscar Cuya
11 de marzo de 2011

Resumen

La nota hace un recuento de algunos conceptos sobre investigación, ciencia, tecnología, conocimientos representacional y operacional, explícito o tácito, vinculándolo a la gestión ambiental y en especial, a la investigación en gestión ambiental. Se precisa la naturaleza instrumental de la gestión ambiental y se enfatiza en la posibilidad de abordar aspectos operacionales antes que teóricos en la temática de las tesis en gestión ambiental.

Asimismo, se establece un paralelo entre la gestión ambiental y la gerencia social, planteando que la gestión ambiental es hacia la política ambiental como la gerencia social es hacia la política social. Sobre la base de dicha relación de correspondencia se propone que los desarrollos teóricos y operacionales logrados en la gerencia social, incluidas las metodologías de investigación, pueden servir de marco de referencia para la gestión ambiental.

La tesis, un problema

Existe un interés particular de muchos profesionales, en los diplomados o maestrías en gestión ambiental. Las diferentes universidades del país (Perú) ofrecen tales programas, atendiendo la demanda. Algo característico en la gran mayoría de las especializaciones es el bajo porcentaje de graduados.

Alguna explicación sobre esta situación podría ser la poca disponibilidad de tiempo de los graduandos, pues gran parte de los participantes en los programas de maestría son profesionales que laboran y realizan sus estudios de maestría en horas de la noche o fines de semana. Otra conjetura podría ser que no cuentan con los suficientes recursos económicos o que tienen dificultades en la aplicación de las técnicas de investigación en gestión ambiental. Como fuere, es posible formular un plan de investigación para un tema de gran interés, que no demande un gran gasto y que no consuma tiempos considerables en su ejecución. La claridad de los objetivos de investigación junto con la consistencia de las hipótesis y variables facilitará el desarrollo del trabajo de tesis.

Investigación científica

El término ‘investigación’ tiene múltiples significados en el habla popular. Muchas veces, estamos elaborando algún diagnóstico o línea de base y nos referimos a tales trabajos haciendo alusión a que estamos investigando, y nuestros interlocutores nos entienden. Esa acepción del término ‘investigación’ no es la que empleamos cuando nos referimos a investigación científica.

Referirnos a investigación científica supone una noción acerca de lo que es la ciencia. “Es común considerar a la ciencia como un modo de conocimiento que aspira a formular, mediante lenguajes rigurosos y apropiados […], leyes por medio de las cuales se rigen los fenómenos. Estas leyes son de diversos órdenes […]. Todas tienes, sin embargo, varios elementos en común: ser capaces de describir […] fenómenos; ser comprobables por medio de la observación de los hechos y de la experimentación, ser capaces de predecir – ya sea mediante predicción completa, ya mediante predicción estadística- acontecimientos futuros” (Ferrater, 1999: 545).

Tal definición de ciencia supone la existencia de conocimientos científicos. “El conocimiento científico es el resultado de determinada práctica o actividad específica que podemos denominar, en sentido amplio, teorización” (Díez y Moulines, 1999: 14). Nagel menciona que “el método más directo y satisfactorio para establecer los ámbitos de una ciencia y el carácter distintivo de sus explicaciones es examinar las leyes y teorías […] que constituyen, […], las premisas últimas de sus explicaciones” (1961: 154). Dicho a modo de síntesis, la investigación científica produce teorizaciones.

No está de más revisar con profundidad las diferencias entre el conocimiento de sentido común y el conocimiento científico. Se invita al lector a dar un repaso del “Capítulo I.- La ciencia y el sentido común”, páginas 15 al 26 del libro La estructura de la ciencia, de Ernest Nagel (Ver bibliografía).

Conocimiento representacional u operacional, explícito o tácito

Quintanilla (2005) indica que el conocimiento representacional es el conocer, el saber algo acerca de algo. En cambio el conocimiento operacional, no corresponde al conocimiento de las cosas, sino a las acciones, es decir a cómo hay que actuar. El mismo autor señala que el conocimiento tácito es el que posee la persona y que no está codificado en reglas o normas; a diferencia del conocimiento explícito que puede ser comunicado.

El conocimiento operacional explícito, el saber cómo hacerlo, es lo que está escrito; por ejemplo, en un manual de instrucciones para la operación de una máquina. En cambio, el saber hacerlo es un conocimiento operacional tácito que no tiene que ver con el manual de operaciones, tiene que ver “con una capacidad, con una habilidad que tiene un contenido cognitivo, para hacer esa cosa”. Por lo demás es preciso decir que el conocimiento científico es principalmente representacional y de dominio público o explícito. Sobre los tópicos mencionados se puede profundizar acudiendo a Quintanilla, 2005: 98-99 (Ver bibliografía)

Si bien la gestión ambiental requiere conocer el problema y sus implicancias (conocimiento representacional), su actuación implica saber hacerlo y aún más, hacerlo, por tanto requiere de un conocimiento operacional explicito y tácito. Este reconocimiento es clave para plantear nuestra tesis en gestión ambiental.

Conocimiento técnico

Señala Quintanilla (2005), que en el conocimiento técnico predominan los componentes operacionales más que los representacionales, a diferencia del conocimiento científico que es representacional, principalmente. Anota también que es apropiado reconocer dos tipos de conocimiento técnico: primario y secundario. La diferencia entre ambos “estaría en que el conocimiento técnico primario estaría más cerca del conocimiento operacional tácito y el secundario estaría más próximo al conocimiento operacional explícito”.

Usando las mismas expresiones de Quintanilla, podemos decir que el conocimiento primario es saber hacerlo; ejemplo el “conductor sabe conducir su auto, el deportista sabe ganar una carrera”. En cambio, el conocimiento secundario es el “conocimiento del ingeniero que ha diseñado el automóvil o lo ha fabricado, o del entrenador que sabe cómo hay que ganar la carrera” (2005: 102, 103)

Para mayores detalles sobre el conocimiento técnico se sugiere la lectura de la sección “Conocimiento científico y conocimiento técnico, descubrimiento, invención e innovación tecnológica”, páginas 89-130 del libro “Filosofía de la tecnología” de Miguel Quintanilla (ver bibliografía)

Podemos proponer que la gestión ambiental requiere un conocimiento técnico: un conocimiento teórico, representacional, para la diagnosis y sobre todo un conocimiento operacional para lograr los propósitos de la acción deseada en cuanto a la conservación del ambiente y el desarrollo sostenible.

Exigencia de las maestrías

La obtención del grado de maestría supone como requisito la elaboración de un trabajo de investigación. Así, la Ley 23733, Ley Universitaria (Perú), en su Artículo 24° señala que “para la Maestría y el Doctorado es indispensable la sustentación pública y la aprobación de un trabajo de investigación original y crítico”.

Los reglamentos de las escuelas de post grado acotan tal exigencia. Por ejemplo, el Reglamento de la Escuela de Post Grado (EPG) de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), aprobado mediante Resolución N°041-2002-UNALM del 31 de Enero de 2002, incluye varios requisitos para obtener el grado académico de “Magister Scientiae”, entre ellos el “haber sustentado y aprobado una Tesis de naturaleza original, siguiendo las pautas del método científico” (Artículo 42°).

En correspondencia con lo anotado, si estamos cursando nuestra maestría en gestión ambiental tendremos que elaborar una tesis, sobre algún tema relacionado con la gestión ambiental, siguiendo las pautas del método científico. Esta exigencia podría ser interpretada como la producción de conocimiento científico, un conocimiento teorizado, “capaz de explicar fenómenos, comprobable mediante la observación o experimentación y hábil para predecir el comportamiento del fenómeno estudiado” (Ferrater, 1999: 545). ¿Ello es posible en relación con la temática de la gestión ambiental?

Una salida para el tema de tesis: investigación científica

¿Cómo hacemos para producir conocimiento científico en la gestión ambiental? Tenemos muy claro que gestión ambiental no es una ciencia, ni básica ni aplicada, y que en cambio se nutre de las ciencias, naturales y sociales. Atendiendo a este argumento, pareciera que no podemos investigar científicamente en la gestión ambiental y que más bien debemos investigar en alguna ciencia básica o aplicada que brinde soporte a la solución de algún problema de gestión. Con esa premisa, planteamos nuestra tesis de investigación en alguna disciplina científica afín a nuestra formación profesional, con lo que resulta que nuestra tesis acaba correspondiendo a un trabajo de investigación en biología, geografía, hidrología, economía, sociología, antropología, u otra ciencia cercana a nuestra carrera profesional.

Esta salida sería sencilla, y por tanto si usted gusta de la biología podría realizar una tesis, por ejemplo, referida a la distribución de especies endémicas en el área de influencia de un proyecto de inversión. Es posible que obtenga la maestría en gestión ambiental con esta tesis biológica, pero no habría sido una investigación en el campo propio de la gestión ambiental. Si usted es ingeniero forestal quizá su tesis referida a la restauración de humedales habría sido calificada como tesis en gestión ambiental, aunque ciertamente su investigación habría sido más cercana a la ecología aplicada o la ingeniería ecológica.

Si nuestro interés de investigación se mantiene en el plano teórico podríamos acudir a la epistemología ambiental, disciplina que pretende ser una reflexión radical y profunda acerca de la base teórica para tratar la problemática ambiental. En este contexto, y a modo de ejemplo de algunas líneas de pensamiento que pueden ayudarnos a plantear nuestro tema de tesis, podemos señalar que Elling anota que “el carácter político de la evaluación de impacto ambiental debe ser revelado y no ocultado como es el caso de la actual práctica” y recomienda la “necesidad de ampliar la evaluación ambiental no solamente en los contenidos técnicos científicos sino también en los temas de ética y estética” (2008: 3). March anota que el principal problema en los estudios de impacto ambiental lo constituye la ausencia de una teoría ambiental general, que otorgue un basamento integral para el análisis del ambiente (2009: 209)”

En relación con los instrumentos podemos considerar lo que señala Leff (1998) quien anota que toda racionalidad social opera a través de la articulación de un sistema de valores (racionalidad substantiva), de teorías y conceptos (racionalidad teórica), de normas jurídicas e instrumentos técnicos (racionalidad instrumental). Dicho autor entiende por racionalidad social el “conjunto complejo de intereses, prácticas, comportamientos y acciones que dan sentido y organizan los procesos sociales a través de ciertas reglas, medios y fines socialmente construidos” y que “actúan como un mecanismo que establece criterios y legitima acciones para la toma de decisiones de los agentes sociales”.

Atendiendo los razonamientos expuestos podríamos plantear alguna investigación sobre la base teórica establecida para dar eficiencia, eficacia o efectividad a algún instrumento de gestión ambiental. También podríamos evaluar la consistencia de los supuestos teóricos de ciertos instrumentos de gestión ambiental con la realidad específica en el contexto de aplicación.

La gestión ambiental como empleo de instrumentos

Si revisamos las definiciones de gestión ambiental notaremos que ella es un conjunto de prácticas o diligencias que intervienen o actúan en el ambiente, a través de los denominados instrumentos de gestión ambiental. La aplicación de estos instrumentos se orienta al logro de un ambiente saludable y equilibrado. Si bien hay múltiples percepciones de lo que es o debe ser la gestión ambiental lo que es notorio es su carácter instrumental.

La Ley General del Ambiente, Ley N° 28611 (Perú), anota que “la gestión ambiental es un proceso permanente y continuo, constituido por el conjunto estructurado de principios, normas técnicas, procesos y actividades, orientado a administrar los intereses, expectativas y recursos relacionados con los objetivos de la política ambiental y alcanzar así, una mejor calidad de vida y el desarrollo integral de la población, el desarrollo de las actividades económicas y la conservación del patrimonio ambiental y natural del país (Artículo 13°). […] El Estado concierta con la sociedad civil las decisiones y acciones de la gestión ambiental (Artículo III). […] La gestión del ambiente se sustenta en la integración equilibrada de los aspectos sociales, ambientales y económicos del desarrollo nacional (Artículo V). […] La gestión ambiental tiene como objetivos prioritarios prevenir, vigilar y evitar la degradación ambiental” (Artículo VI).

En relación con los instrumentos de gestión ambiental, la Ley en referencia indica que “son mecanismos orientados a la ejecución de la política ambiental. Constituyen medios operativos que son diseñados, normados y aplicados con carácter funcional o complementario, para efectivizar el cumplimiento de la Política Nacional Ambiental y las normas ambientales que rigen en el país (Artículo 16°). La norma afirma también que constituyen instrumentos de gestión ambiental, […] el ordenamiento territorial ambiental; la evaluación del impacto ambiental; los planes de cierre; los planes de contingencias; los estándares nacionales de calidad ambiental; la certificación ambiental, las garantías ambientales; los sistemas de información ambiental; los instrumentos económicos, la contabilidad ambiental, estrategias, planes y programas de prevención, adecuación, control y remediación; los mecanismos de participación ciudadana; los planes integrales de gestión de residuos; los instrumentos orientados a conservar los recursos naturales; los instrumentos de fiscalización ambiental y sanción; la clasificación de especies, vedas y áreas de protección y conservación…” (Artículo 17°).

Anotaremos, que para muchos lectores cuando se hace referencia a la gestión ambiental suponen tácita y explícitamente la certificación ISO 14001, la cual ha tomado la nominación de Sistema de Gestión Ambiental. Este instrumento de aseguramiento ambiental, de aplicación voluntaria, permite a las organizaciones atender sistematizadamente sus asuntos ambientales; incluso buscar una integración con otros sistemas de la organización, dado que ISO 14001 se corresponde con otras normas de gestión como la ISO 9001 de calidad o la OHSAS 18001 de seguridad y salud laboral.

Debe aclararse que el campo de la gestión ambiental es más amplio que las normas de aseguramiento ambiental y supone acciones en el nivel nacional, sectorial, regional o local; y de iniciativa gubernamental (ej. Ministerios), no gubernamental (ONG) o privada (empresa). También se debe incluir acciones en el plano de la sociedad civil y acciones que corresponden a la gobernanza ambiental.

A modo de énfasis, nuestra tesis en gestión ambiental deberá reconocer toda la carga teórica que subyace en el mismo concepto de gestión y su accionar.

¿La gestión ambiental es una técnica o una tecnología?

Regresando al tema de la tesis, luego de precisar lo relacionado a la gestión ambiental, sobre su definición y su naturaleza instrumental, podemos ir llegando a una primera afirmación: la tesis para optar el grado de maestría en gestión ambiental tendrían que ser una investigación, aplicando el método científico, sobre algún instrumento de la gestión ambiental; y dado que los instrumentos ambientales son artefactos de intervención del medio, y no conocimientos puros o aplicados, nos conviene ubicarnos en la tecnología y la investigación tecnológica.

De acuerdo con Quintanilla “las tecnologías son las técnicas de uso industrial y de base científica” (2005: 14). Es una definición bastante difundida como la que anota Bunge quien señala que “habitualmente se entiende por tecnología la técnica que emplea conocimiento científico” (2010: 190). Sin embargo, este mismo autor ensaya otra definición menos restrictiva, así: “un cuerpo de conocimientos es una tecnología si y solamente si es compatible con la ciencia coetánea y controlable por el método científico y se […] emplea para controlar, transformar o crear cosas o procesos, naturales o sociales” (2010: 190).

Anota Bunge (2006: 191) que la tecnología comprende ramas materiales, sociales, cognitivas y generales. Las materiales pueden ser físicas (ingeniería civil, eléctrica, electrónica, nuclear y espacial), químicas (inorgánica y orgánica), bioquímicas (farmacología, bromatología), biológicas (agronomía, medicina, bioingeniería). Por otro lado, las tecnologías sociales pueden ser sicológicas (psiquiatría, pedagogía), sicosociológicas (psicología industrial, comercial y bélica), sociológicas (sociología y politología aplicadas, urbanismo, jurisprudencia), económicas (ciencias de la administración, investigaciones operativas), bélicas (ciencia militares). Las tecnologías cognitivas pueden ser informáticas (ciencias de la computación), inteligencia artificial.

En la línea de la definición expresada por Bunge (2006) podríamos anotar que la gestión ambiental estaría inmersa en las tecnologías sociales junto con las sociológicas y las económicas. La clasificación de Bunge no es exhaustiva y es posible incorporar otras tecnologías; por ejemplo, podríamos incorporar la gerencia social dentro de las tecnologías sociales y económicas.

La investigación básica y aplicada en ciencias sociales

Si hemos ubicado la gestión ambiental en el ámbito de las tecnologías sociales convendría, antes, precisar los objetivos de las investigaciones básica y aplicada, pues las tecnologías se nutren de ambos tipos de investigación.

De acuerdo con Ander-Egg (1995), podrían distinguirse dos niveles en la investigación básica: las investigaciones teóricas fundamentales y las investigaciones destinadas a la verificación de hipótesis o búsqueda de conocimiento de algún sector de la realidad.

Señala el referido autor que “las investigaciones teóricas fundamentales de hecho son realizadas por personas de gran talento que, en el campo de las ciencias sociales, formulan nuevas teorías, leyes, métodos de abordaje de la realidad”. En cambio, las investigaciones destinadas a la verificación de hipótesis son “investigaciones que, dentro del marco de determinadas teorías sociales, tienen el propósito de estudiar algún aspecto de la realidad, la comprobación de hipótesis y la solución de determinados problemas sociales” (Ander-Egg, 1995: 68).

Por otro lado, la investigación aplicada corresponde a investigaciones que se caracterizan por su “interés en la aplicación, utilización y consecuencias prácticas de los conocimientos. Buscan el conocer para hacer, para actuar (modificar, mantener, reformar o cambiar algún aspecto de la realidad social). Se preocupan por la aplicación inmediata sobre una realidad circunstancial antes que el desarrollo de teorías. Es el tipo de investigación que realiza de ordinario el trabajador o promotor social; en general, comprende todo lo concerniente al ámbito de las tecnologías sociales que tienen como finalidad producir cambios inducidos y / o planificados con el objeto de resolver problemas o de actuar sobre algún aspecto de la realidad social” (Ander-Egg, 1995: 68).

Características de la investigación tecnológica

A decir de Bunge “toda rama de la tecnología presupone no solo conocimiento ordinario y algunas pericias artesanales sino a veces también conocimiento científico y siempre conocimiento matemático”. Por otro lado, “desde el punto de vista metodológico la investigación tecnológica no difiere de la investigación científica. […] Además de ser metodológicamente parecidas, en ambos casos la investigación es orientadas a metas, solo que sus metas son diferentes […], al tiempo que el científico busca conocer por conocer, el tecnólogo busca conocer para hacer. […] (2006: 192, 195, 197, 203).

Sobre la base de las ideas citadas, y extendiéndolas a la gestión ambiental, igualmente podría decirse que dado que la gestión ambiental implica una acción modificadora de la realidad se podría plantear una investigación tecnológica, para obtener un conocimiento operacional antes que científico.

Otra salida para el tema de tesis: Investigación técnica en gestión ambiental

Si para optar el grado de “Magister Scientiae” en gestión ambiental debemos “haber sustentado y aprobado una Tesis de naturaleza original, siguiendo las pautas del método científico” (UNALM 2002), al plantear nuestra tesis como investigación tecnológica estaríamos cumpliendo también dicha exigencia, dado que las metodologías de la investigación tecnológica incluyen el método científico. Debemos recordar que ‘tecnología’ es un término con una acepción amplia que trasciende la simple asociación del concepto a la producción industrial.

En resumen, la investigación en gestión ambiental no solo debe suponer tácita o implícitamente una investigación en alguna disciplina científica o aplicada. La gestión ambiental, al ser una práctica, supondría la necesidad de una investigación más tecnológica, la cual igualmente emplearía el método científico.

Entre los temas a investigar se puede mencionar lo relacionado con la evaluación de impacto ambiental. Por ejemplo, se critica a los estudios de impacto ambiental por ser demasiado voluminosos ¿Qué causa que ellos sean voluminosos? ¿Cómo mejorarlos?. Si bien los estudios de tipo diagnóstico, línea de base y evaluación son todos distintos, con objetivos diferentes, y claramente reconocidos por los especialistas ¿Qué hace que en las guías técnicas para elaborar estudios de impacto ambiental no haya suficiente claridad sobre tales tipos de análisis y se use indistintamente, como términos sinónimos, la alusión a ellos? ¿Por qué la línea de base de un estudio de impacto ambiental no constituye propiamente una línea de base de impactos, y en cambio conforma un documento de acopio de datos y mapas, que incluso dista de ser un diagnóstico?. Se dice que el trámite para la certificación ambiental es extenso en demasía ¿Qué hace que el procedimiento sea extenso? ¿Cómo reducir el tiempo de tramitación?

Se enfatiza que la ejecución de los proyectos deben contar con la licencia social ¿El otorgamiento de la certificación ambiental del proyecto incluye la licencia social? ¿Debe regularse la licencia social como un instrumento de la gestión pública? ¿La licencia social es un instrumento de la sociedad civil?. Múltiples proyectos, en la ciudad, se ejecutan casi simultáneamente creando impactos acumulativos y sinérgicos ¿Es conveniente incluir una evaluación de impactos acumulativos como una categoría especial de estudios ambientales exigibles a los proyectos en la ciudad?

La lista de temas que requieren ser investigados puede ir extendiéndose: ¿Qué hace que haya una tendencia a usar los decretos de urgencia para liberar a ciertos proyectos de la certificación ambiental previa? ¿Será que luego de más de dos décadas de haberse establecido la exigencia de la evaluación de impacto ambiental de proyectos aun sea percibida como un requisito y no como un instrumento útil al proyecto durante su ejecución y operación?. ¿La población del área de influencia del proyecto conoce las implicancias de la certificación ambiental como instrumento de gestión ambiental?. ¿La evaluación de impacto ambiental es un instrumento político?

Otros temas de investigación podrían atender las preguntas siguientes: ¿Por qué en el estudio de impacto ambiental se incluye una valoración económica y no una valoración axiológica de los impactos? ¿Cuál es la conceptualización de los términos compensación e indemnización en los planes de manejo ambiental de un estudio de impacto ambiental? ¿Por qué se espera que la valoración económica ambiental sea un estimado para la compensación? ¿Y las tasaciones? ¿Cómo son empleados los conceptos de externalidad ambiental e impacto residual en la evaluación de impacto ambiental? ¿Es lo mismo valoración o calificación de impactos? ¿La calificación de impactos a través de tablas y formulaciones debe ser estandarizada o es una buena práctica que cada analista emplea el método que le aviene? ¿Para evaluar los impactos acumulativos es suficiente incluir una variable ad hoc y el puntaje respectivo en las formulaciones existentes?

Si la ciudad y el campo tienen componentes notoriamente diferentes ¿Por qué los términos de referencia para realizar un estudio de impacto ambiental de un proyecto en la ciudad son similares a los de un proyecto que se ejecutará en el campo? ¿La diversidad de especies de un jardín es una variable para medir el impacto biológico de un proyecto en la ciudad? ¿Los mapas de zonas de vida, uso actual de la tierra y capacidad de uso mayor son útiles para predecir impactos en un proyecto que se ejecutará en la ciudad?. Si se parte de la premisa que existen guías para los estudios de vegetación y fauna ¿Se requiere una guía específica para la evaluación de la flora y fauna con fines del estudio de impacto ambiental? ¿No será preferible contar con un conjunto de lineamientos con respecto al contenido y los supuestos teóricos para abordar tales estudios biológicos?

La gerencia social y la gestión ambiental

Dado que la gestión ambiental debe “administrar los intereses, expectativas y recursos [públicos, privados y de la sociedad civil] relacionados con los objetivos de la política ambiental” (Ley N° 28611, Perú) al igual que la gerencia social debe materializar lo señalado en la política social se puede inferir una correspondencia paralela entre los objetivos de ambas actividades. Así, la gestión ambiental es hacia la política ambiental como la gerencia social es hacia la política social. Ello permite proponer que los desarrollos teóricos y operacionales logrados en la gerencia social pueden extenderse, con las adecuaciones del caso, hacia la gestión ambiental. De igual manera podríamos aprovechar las metodologías de investigación en gerencia social en la investigación en gestión ambiental.

La gerencia social puede reconocerse como el “proceso de guiar o dirigir organizaciones o instituciones públicas hacia el logro de los objetivos que se han propuesto en políticas, programas y proyectos, en un gradiente complejo que requiere negociación constante con actores o grupos internos y externos en la organización. Lo que implica necesariamente creatividad, liderazgo, participación, iniciativa y lectura permanente de los factores ambientales, así como visión prospectiva y uso racional de los recursos” Bobadilla (S.F.: 8).

Entre las disciplinas de la gerencia social pueden mencionarse: planificación de la política social; diseño organizacional; liderazgo y gestión del talento humano; gestión de la calidad; gestión del entorno; costos, tiempos y presupuestos; sistemas de información y comunicación; auditorias; gestión de la logística del abastecimiento. El gerente social debe diseñar políticas de desarrollo en general y políticas especiales en particular; tener excelente dominio de las teorías de desarrollo social y de la coordinación con las medidas económicas, políticas y medioambientales; buscar coherencia en los cambios en el sistema social con los sistemas económico, político, cultural y medioambiental; implementar las políticas, programas y proyectos sociales; tener dominio de las disciplinas de la gerencia social (Jurado y Chueca, 2007: 21-26).

Tovar, anota que “la gerencia social implica una intervención voluntaria en el campo de los problemas sociales y del desarrollo; interviene y actúa mediante políticas, programas y proyectos en asuntos de interés público con miras a obtener resultados. El gerente social emprende y gestiona programas y proyectos sociales y de desarrollo. Para este efecto, requiere determinados conocimientos sobre la esfera social en la que actúa, es decir mirar la realidad con relación a la acción emprendida desde los proyectos y programas. Adicionalmente, el gerente social requiere también producir conocimientos sobre su propia intervención en el contexto social, y sobre las intervenciones de otros gerentes y programas sociales” (2008a: 7)

El perfil de un gestor ambiental no diferiría notoriamente del perfil del gerente social. El dominio de las disciplinas de la gerencia social por parte de un gestor ambiental le proporcionaría suficiente instrumental para abordar con mayor efectividad su labor.

Investigación en gerencia social y en gestión ambiental

Tovar, señala, textualmente, que “la investigación para la gerencia social se orienta a la acción […] y examina sus bases, procesos y resultados. Ella produce conocimientos para la toma de decisiones. En cambio, el objetivo de la investigación social es otro: generar conocimientos; y para ello explora, examina y reflexiona sobre puntos […] poco conocidos […] para esclarecer problemas y producir conocimientos para descifrar la realidad. Ambos tipos de investigaciones, producen conocimientos, pero de distinto tipo. Mientras que la investigación social genera conocimientos para comprender y explicar mejor la realidad, la investigación en gerencia social da lugar a conocimientos útiles para la toma de decisiones en materia de políticas y programas sociales y de desarrollo” (2008a: 9).

También señala que “lo específico de la investigación en gerencia social es pensar sobre la acción emprendida para mejorarla. Por ello es que examina las bases, procesos y resultados de las políticas, programas y planes sociales de desarrollo, con el fin de retroalimentarlos o de fundamentar nuevas propuestas. En otras palabras, la investigación en gerencia social tiene como objeto de estudio específico a las políticas sociales, sus bases, contenidos y procesos, las que se traducen en planes, proyectos y programas de acción. La investigación en gerencia social es, en última instancia, el análisis de las políticas sociales y de las políticas públicas en función del desarrollo” (Tovar, 2008a: 9)

Sobre la base de lo anotado, la investigación en gestión ambiental se orientaría al examen de las bases, procesos y resultados de los instrumentos de gestión ambiental, en especial las políticas ambientales, las que se traducen en planes, proyectos y programas de acción.

Estrategia metodológica y formas de investigación

Habíamos anotado que la gerencia social y la gestión ambiental tenían cierta correspondencia en tanto la primera se orientaba a las políticas sociales y la segunda a las política ambientales. Habíamos también señalado que era posible acercarnos a la gerencia social como disciplina de referencia para emplear sus métodos de investigación y adaptarlas a la investigación en gestión ambiental. Sobre la base de este argumento podríamos adecuar las siguientes sugerencias, pensadas para la gerencia social (Tovar, 2008b: 25), a la investigación en gestión ambiental:

• La determinación del tema, problema u oportunidad: Identificado a partir de la intervención profesional en el marco de una política ambiental.
• Formulación de preguntas: Nacen de una preocupación de intervención en la gestión ambiental y se convierten en hipótesis de investigación.
• Formulación de objetivos: Aquello que se pretende lograr en términos de conocimiento y propuesta.
• Identificación de variables: Ubicadas en las preguntas o hipótesis de investigación
• Elección de la forma de investigación y de la estrategia metodológica: ¿Qué podemos decidir a partir de nuestras preguntas centrales?
• Construcción del marco teórico: Aproximación a la situación de partida y definición de los conceptos claves.
• Diseño de la investigación: Determinación de indicadores, unidades, fuentes, técnicas y herramientas.

En la investigación en gestión ambiental también podría considerarse las estrategias metodológicas de la investigación cuantitativa o cualitativa, y las formas de investigación: diagnóstico, sistematización, evaluación, estudios de caso, investigación documental y el análisis de contenido, principalmente. Mayor información sobre las formas de investigación aplicadas a la gerencia social se puede encontrar en el documento Métodos y Técnicas de Investigación en Gerencia Social (ver en la bibliografía, Tovar, 2008b: 23-64)

Conclusión

Las premisas y propuestas esbozadas, en sentido estricto, constituyen también conjeturas o hipótesis de trabajo, que la propia actividad de investigación en gestión ambiental las podrá validar.

Si bien la investigación en gestión ambiental puede plantearse en el nivel teórico, acudiendo por ejemplo a la temática que ofrece la epistemología ambiental, las posibilidades más efectivas están en el plano operacional, dada la naturaleza instrumental de la gestión ambiental.

La investigación en gestión ambiental planteada en el plano del conocimiento operacional puede abordarse empleando las metodologías de la investigación tecnológica.

Si bien no es la única vía, la investigación en gerencia social ofrece una referencia o modelo para el desarrollo metodológico de la investigación en gestión ambiental.

Bibliografía

BOBADILLA, Percy (S.F.). La gerencia social en el nuevo siglo: una aproximación teórica. Temas en gerencia social. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú. 31 pp.
BUNGE, Mario (2006). Epistemología. 5ta. Ed. Buenos Aires: Siglo XXI. 252 pp.
DIEZ, José y Ulises MOULINES (1999). Fundamentos de la filosofía de la ciencia. Barcelona: Ariel, 501 pp.
ELLING, Bo (2008). Rationality and the environment: decision-making in environmental politics and assessment. London: Earthscan, 281 pp.
FERRATER, José (1999). Diccionario de filosofía. Tomo I. Barcelona: Ariel. 957 pp.
JURADO, Joel y Marcela CHUECA (2007). Fundamentos de la gerencia social (Material del curso -Maestría en Gerencia Social, modalidad virtual). Lima: PUCP.
LEFF, Enrique (1998). Saber ambiental: sustentabilidad, racionalidad, complejidad, poder. México D.F.: Siglo XXI. 285 pp.
NAGEL, Ernest (1961). La estructura de la ciencia. Barcelona: Paidos, 555 pp.
MARCH, Juan (2009). Criterios de racionalidad e indicadores de impacto ambiental. Un estudio de caso desde la epistemología de las ciencias ambientales. Buenos Aires: Universitas. 432 pp.
QUINTANILLA, Miguel (2005). Filosofía de la tecnología. Lima: Universidad Inca Garcilaso de la Vega. 392 pp.
TOVAR, María (2008a). Introducción a la investigación en gerencia social (Material del curso -Maestría en Gerencia Social, modalidad virtual). Lima: PUCP.
TOVAR, María (2008b). Métodos y técnicas de investigación en gerencia social (Material del curso -Maestría en Gerencia Social, modalidad virtual). Lima: PUCP.
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¿Por qué un estudio de impacto ambiental de un proyecto específico no es tema de tesis?

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Oscar Cuya

En general, la elaboración de un estudio de impacto ambiental corresponde a la práctica o ejercicio profesional de un grupo de especialistas, no de un solo profesional; al igual, que la elaboración de estudios de zonificación económica ecológica, o incluso estudios de cartografía de suelos, inventario de vegetación, zonificación climática, etc. Dichos estudios, sobre todo si se siguen los procedimientos convencionales, corresponden a una práctica profesional, no a un trabajo de investigación científica. Son aplicaciones multidisciplinarias e interdisciplinarias, generalmente asociadas a la profesión o profesiones. La información que se obtiene de los mencionados estudios es valiosísima para la planificación del uso de los recursos o desarrollo de un determinado lugar, pero tales estudios no pretenden nuevos conocimientos científicos o comprobaciones de hipótesis, leyes o teorías. Si bien, dichos estudios pueden emplear el método científico no por ello se convierten en científicos.

Los problemas que trata la ciencia son problemas de conocimiento. Si la formación en el nivel de maestría se orienta a desarrollar competencias particulares para la producción científica, los estudios arriba mencionados no se corresponden con una tesis de maestría.

La investigación científica clarifica o genera nuevos conocimientos científicos, básicos o aplicados. Un problema para la investigación básica, relacionada con la evaluación de impacto ambiental, podría ser ¿Cómo perciben las comunidades nativas su bienestar o su desarrollo? Es un tema básico, no es específico para la evaluación de impacto ambiental, pero sí de utilidad particular y relevante. En cambio, la pregunta ¿Las comunidades nativas del área de influencia de un proyecto comprenden el sentido de la evaluación de impacto ambiental? correspondería a una investigación aplicada.

La investigación tecnológica se orienta a la producción de objetos concretos o artefactos; aunque la producción subsecuente de los objetos ya no es investigación, es el arte o la práctica de elaborar el artefacto; ello no es menos importante por cierto, pero ya no es investigación. Si consideramos que el estudio de impacto ambiental es un instrumento podríamos decir que es pertinente la investigación tecnológica sobre dichos estudios. No está demás señalar que el estudio de impacto ambiental es el instrumento central en la evaluación de impacto ambiental.

La investigación tecnológica emplea los métodos de la investigación científica. En esta línea de ideas, una nueva forma de abordar la predicción y calificación de impactos ambientales, de tal manera de convertirlos en procesos participativos, podría ser un tema propio del campo de la investigación tecnológica. Esta línea podría ser apropiada para los casos orientados a la obtención del título profesional.

En nuestro medio, la investigación específica en impactos ambientales no es abundante a pesar de que existen numerosos temas o tópicos necesarios de abordar desde una investigación científica. En otros medios sí se investiga el tema. Existen revistas científicas que dan cuenta de tal investigación.

Existen también numerosas publicaciones sobre la mejor forma de llevar adelante el proyecto de investigación. Empleando los materiales del curso de Métodos y Técnicas de Investigación en Gerencia Social que ofrece la maestría en Gerencia Social de la PUCP se podrían hacer las recomendaciones siguientes:

No olvidar que debemos definir nuestro problema de intervención, nuestra pregunta general (¿Qué nos preocupa?) y nuestras hipótesis (¿Qué debemos mirar?). Igualmente, nuestros objetivos, los cuales indicarán el tipo de conocimiento que deseamos conseguir.

Nuestros objetivos (¿Qué queremos lograr?) establecerán que se investiga, cómo y para qué; y permitirán la direccionalidad de la investigación, a modo de una brújula para un caminante. Seguidamente se deben establecer las variables y los indicadores. Ambos son parte sustancial de las hipótesis. Las variables son características de la realidad susceptibles de ser investigadas y los indicadores permiten hacer las mediciones.

Nuestras metodologías en la investigación en gestión ambiental, al igual que en gerencia social, podrían corresponder al diagnóstico, sistematización, evaluación, estudio de caso, investigación documental, análisis de contenido, línea de base, mapeo de grupos de interés, balance social, entre otras formas. Para la opción elegida se debe establecer la estrategia que se seguirá: cualitativa o cuantitativa. En el primer caso las herramientas pueden ser entrevistas, grupo focal, etc., y el muestreo debería ser significativo. En el segundo caso las técnicas pueden ser encuestas o censos, y el muestro debe ser representativo.

A modo de contribución ¿podría usted sugerir un tema problemático en la evaluación de impacto ambiental cuya solución requiera la investigación científica?

En los enlaces siguientes se puede ingresar a una tesis doctoral relacionada con la evaluación de impacto ambiental.

GARCÍA, Luis
2004 Aplicación del análisis multicriterio en la evaluación de impactos ambientales. Tesis doctoral. Barcelona: Universidad politécnica de Calaluña. Programa de Doctorado en Ingeniería Ambiental. 285 pp. Fecha de consulta: 20 de octubre de 2009.

http://www.tesisenxarxa.net/TESIS_UPC/AVAILABLE/TDX-0803104-125133//01Lagl01de09.pdf
http://www.tesisenxarxa.net/TESIS_UPC/AVAILABLE/TDX-0803104-125133//02Lagl02de09.pdf

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