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Se plantea una discusión académica de temas relevantes en la evaluación de impacto ambiental

En debate: La gestión ambiental, impacto ambiental y sus bases teóricas

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Oscar Cuya

Enrique Leff, señala que la racionalidad ambiental se construye mediante la articulación de cuatro niveles de racionalidad: valorativa, teórica, instrumental y cultural. Indica que el análisis de la racionalidad ambiental constituye un instrumento heurístico para analizar la consistencia de los principios del ambientalismo, y posibilita un análisis integrado de los objetivos, programas e instrumentos de la gestión ambiental (Leff 1994: 34-45). Para conocer algo más sobre el pensamiento de Enrique Leff, ingresar al enlace siguiente:
http://www.cep.unt.edu/papers/eschenhagen-eng.pdf

En el plano de la racionalidad valorativa (por ejemplo en nuestra valoración de la diversidad biológica o nuestra preocupación sobre el cambio climático) casi no hay desacuerdos. Coincidimos en que hay una serie de valores sobre el medioambiente que es necesario considerar para una plena convivencia. Sin embargo, en nuestra racionalidad teórica (nuestras creencias) con frecuencia tenemos discrepancias, en grados diversos; y ello a su vez genera diferentes instrumentos de gestión. Si todos somos conscientes sobre las consecuencias del cambio climático ¿Por qué algunos países siguen siendo renuentes a suscribir o ratificar plenamente el Protocolo de Kioto? Quizá interpretan que el instrumento, el Protocolo, es ineficiente y que otros instrumentos complementarios deben considerarse. La racionalidad teórica, en este caso, muestra las divergencias en la interpretación del problema y su instrumentalización para la solución.

Las emisiones que causan el calentamiento global (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso) tienen mucha relación con el empleo de la energía fósil. Si consideramos que el consumo de energía es directamente proporcional con el desarrollo económico, y a su vez planteamos que el nivel de emisiones de dióxido de carbono es proporcional al consumo de energía, tendríamos que orientar esfuerzos a buscar soluciones considerando otras alternativas de energía. Quizá un lineamiento de política, o bien podría ser la promoción de otros tipos de energías, renovables, o en su defecto optimizar el uso de la energía fósil. Ambas soluciones tiene sustentos diferentes: la primera señala que debe optarse por otras alternativas a la energía fósil; la segunda, propone seguir empleado la energía fósil pero con las previsiones del caso.

Este razonamiento, simplificado, muestra que lo instrumental siempre estará soportado por supuestos teóricos que subyacen en el instrumento. ¿Cuáles son los supuestos teóricos que subyacen en los instrumentos que se emplean en la gestión ambiental en hidrocarburos? ¿Compartimos todos tales supuestos?

Una visión instrumentalista de la gestión ambiental será poco consistente pues los instrumentos solo materializan nuestra racionalidad teórica, y es en este plano la necesidad de debate. Si el instrumento devino en inconsistente, deberá ser modificado o suprimido pues no aportará a la solución.

Antes del debate

Para plantear el debate es apropiado recordar lo que decía Karl Popper, que “[…] una discusión entre gente que comparte muchos supuestos es poco probable que sea fructífera, aunque quizá sea placentera; mientras que una discusión entre marcos muy diferentes puede ser extremadamente fructífera, aunque tal vez en ocasiones sea difícil, y tal vez no tan placentera”. Popper entendía por marco “un conjunto de supuestos básicos o principios fundamentales” (Popper, 1944: 46,47)

También será conveniente repasar el planteamiento de Jesús Mosterín acerca de racionalidad. Este pensador plantea que todos estamos frente a una racionalidad teórica y una racionalidad práctica; y no es lo mismo razón y racionalidad. Los humanos por definición no somos racionales (Mosterín, 1999:29-59). Para revisar algo más sobre los planteamientos de Jesús Mosterín, ingresar al enlace siguiente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Jes%C3%BAs_Moster%C3%ADn

Construimos nuestro hábitat a decir de Ortega y Gasset

Pongamos en debate lo que plantea Ortega y Gasset quien indica que el hombre es infeliz por naturaleza y por tanto siempre está a la búsqueda de algo faltante. También señala que el humano no habita directamente en el mundo; construye su hábitat y por la tanto modifica constantemente la naturaleza.

“… Mientras todos los demás animales habitan particulares regiones del globo, solo el hombre habita en todas. … Cada especie zoológica o vegetal encuentra en la tierra un espacio con condiciones determinadas donde, sin más, puede habitar. Los biólogos le llaman su hábitat. El hecho de que el hombre habite donde quiera, su planetaria ubicuidad, significa, claro está, que carece apropiadamente de hábitat, de un espacio, sin más, pueda habitar. Y, en efecto, la tierra es para el hombre originariamente inhabitable. Para poder subsistir intercala entre todo lugar terrestre y su persona creaciones técnicas, construcciones que deforman, reforman y conforman la Tierra, de suerte que resulte más o menos habitable.” Ortega y Gasset (1983: 640, 641)

“El habitar no le es dado, desde luego, sino que se lo fabrica él, por que en el mundo, en la Tierra, no está previsto el hombre, y este es el síntoma más claro de que no es un animal, no pertenece a este mundo. El hombre es un intruso en la llamada naturaleza. Viene de fuera de ella, incompatible con ella, esencialmente inadaptado. Por eso construye. Y como en cualquier lugar del planeta puede construir -y en cada uno con diferente tipo de construcción- es capaz, a posteriori, de habitar en todas partes”. Ortega y Gasset (1983: 640, 641)

“Solo la técnica, solo el construir asimila el espacio al hombre, lo humaniza. Pero todo esto, entiéndase, relativamente. A pesar de todos los progresos técnicos, no puede decirse, hablando con rigor, que el hombre habite. … De aquí, que, a mi juicio, ni él construye pues ya habita, ni el modo de estar y ser del hombre en la tierra es un habitar. Me parece más bien que es todo lo contrario – su estar en la tierra es malestar y, por lo mismo, un radical deseo de bienestar. El ser básico del hombre es subsistente infelicidad. Es el único ser constitutivamente infeliz y lo es por que está en un ámbito de existencia –el mundo- que le es extraño y, últimamente, hostil”. Ortega y Gasset (1983: 640, 641)

[El hombre] “Sin habitar no llega a ser. Por esta causa se esfuerza en ello y produce edificios, caminos, puentes y utensilios” Ortega y Gasset (1983: 644)

Debatamos

Lea críticamente las citas sobre el planteamiento de Ortega y Gasset, y los artículos obtenidos de las direcciones siguientes:

“Por la emancipación de territorios y pueblos de la energía fósil”

http://www.oilwatch.org/index.php?option=com_content&task=view&id=615&Itemid=48&lang=es

“Petróleo y medio ambiente”

http://www.gerencia-ambiental.com/septiembre_08_editorial.html

Responda las preguntas siguientes:

¿Estamos condenados a ser infelices (Como dice Ortega y Gasset) y modificar continuamente nuestro medio hasta el extremo de hacerlo inhabitable para nosotros mismos?

¿El mercado de carbono es una falsa solución?

¿Cree que es necesaria una civilización post-petrolera? ¿Qué hacer a nivel nacional para marchar hacia ella?

Bibliografía

LEFF, Enrique (1994). Sociología y ambiente: Formación socioeconómica, racionalidad ambiental y transformaciones del conocimiento. En: Ciencias sociales y formación ambiental. Barcelona: Gedisa. 321 pp.
MOSTERÍN, Jesús (1999). Epistemología y racionalidad. Lima: Universidad Inca Garcilaso de la Vega. 338 pp.
ORTEGA Y GASSET, José (1983). En torno al coloquio de Darmstadt. En: Obras Completas, Tomo XII. Editorial Alianza. Madrid. p. 632-644
POPPER, Karl (1994). El mito del marco común. En defensa de la ciencia y la racionalidad. Barcelona: Paidos. 225 pp.

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¿En un lugar de alta precipitación pluvial es suficiente una evaluación temporal de las variables biológicas consideradas en el estudio de impacto ambiental?

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Oscar Cuya

En general, las observaciones al estudio de impacto ambiental (EIA), sobre el número de estaciones temporales a evaluarse, inciden sobre las variables biológicas, tanto para el medio terrestre como para el medio acuático. Veamos a mayor detalle este punto, para el medio terrestre, y con relación a la vegetación.

Recordemos que por lo menos idealmente un estudio de impacto ambiental plantea sus conjeturas o predicciones de impactos. Luego establece las variables físicas, biológicas o sociales que pueden medir dicho cambio o impacto. Seguidamente, se selecciona la escala espacial y temporal en la que actúa o se manifiesta cada variable seleccionada. Al finalizar estos pasos, recién se puede planificar y ejecutar la etapa de campo. Los valores medidos u obtenidos para las variables seleccionadas constituirán la línea de base.

La línea de base es el hito de referencia para comparar los valores futuros de las variables de impacto, cuando el proyecto se ejecute. Si en dicho momento, se superase algún umbral, será manifiesto el impacto.

Es determinante establecer la escala espacial de la evaluación, la cual condicionará el diseño de muestreo. De la misma manera, es crítico el establecimiento de escala temporal de la evaluación, pues fijará el número de veces de ingreso a campo.

Es importante asegurarse que las variables seleccionadas midan el impacto; asimismo, es necesario reconocer la sensibilidad de tales variables ante las variaciones estacionales climáticas. Para ciertos lugares, con alta pluviosidad, en la selva tropical, se presenta la controversia acerca de la pertinencia de dos evaluaciones estacionales, dado que la precipitación no muestra algún comportamiento estacional definido.

En dicho caso, a menudo se dice que dado que la precipitación no muestras alguna estacionalidad definida, y en cambio se muestra aleatoria a lo largo del año, sería suficiente una sola entrada a campo. Esta afirmación no es muy consistente puesto que si hay aleatoriedad en las variables (no estacionalidad) se requeriría más de dos evaluaciones al año.

Es preciso aclarar que la precipitación no se mide en las entradas de campo del EIA; por lo mismo, desde este punto de vista, para efectos de la planificación logística del EIA es indiferente su comportamiento estacional o aleatorio. Las variables climáticas se miden (generalmente en horas sinópticas) todos los días del año durante muchos años. Una medición de días, semanas o meses, puede ser interesante, pero no es nada representativo de las condiciones climáticas del área y del comportamiento específico de sus variables, por lo que no es significativo incluirlo en un EIA.

La discusión se centra sobre la precipitación puesto que se tiene el supuesto que esta variable determina el comportamiento estacional de otras variables, especialmente de las variables biológicas. Veremos que este criterio es incompleto. La expresión que afirma que “dado que no hay estacionalidad en la precipitación es suficiente una entrada a campo para evaluar las variables biológicas” sería muy limitada.

La precipitación no controla directamente el comportamiento estacional de las variables biológicas (por lo menos las que se miden en el EIA). El control aludido corresponde a la disponibilidad hídrica en el suelo. Sobre este punto debe centrarse la discusión. Evidentemente hay correlaciones positivas entre la precipitación y el contenido de humedad del suelo; entre el contenido de humedad del suelo y alguna variación estacional de la vegetación; y entre la precipitación y el comportamiento estacional de la vegetación. Esta última relación no implica alguna relación directa de causalidad. En otros ámbitos puede ser otra variable, por ejemplo las temperaturas en el nivel crítico de heladas, la que determinen el desarrollo de la vegetación, incluso, condicionen su permanencia.

Solo en el caso que la variable sea homogénea durante todo el año podría argumentarse una sola entrada a campo. Dicho de otro modo, si la variable no es sensible a la estacionalidad climática o a la variación estacional de las lluvias, se mantendría constante y regular durante todo el año, por lo que sería suficiente una solo evaluación en el año, indiferente en la época o mes que se evalué. Este es el caso de la composición taxonómica, su abundancia y diversidad, variables que habitualmente se consideran en las evaluaciones biológicas como parte del EIA. Si dichas variables no son sensibles a la estacionalidad climática, y se mantienen constantes a lo largo del año, solo será suficiente una evaluación anual. La pregunta que sigue estaría relacionada con la verificación de si tales variables: composición taxonómica, abundancia y diversidad, miden los impactos del proyecto.

La mayor o menor pluviosidad influye sobre la disponibilidad hídrica del suelo. Las lluvias recargan el suelo de agua cuando hay déficit y se infiltran o escurren cuando hay excesos. Esta dinámica es mostrada en un balance hídrico.

En muchos lugares del país se presenta una estacionalidad climática bien definida; y es común observar sin follaje a las plantas caducifolias, en la época de déficit hídrico; o ver el gran desarrollo de plantas anuales, en la época de mayor humedad. En este caso, es evidente que el estudio de impacto ambiental debe considerar por lo menos dos épocas de evaluación de la vegetación dado que la composición florística y sus variables dependientes son sensibles a la estacionalidad climática.

En otros casos, en lugares de alta pluviosidad, las variables biológicas que habitualmente se evalúan en los estudios de impacto ambiental (composición y diversidad de especies) no son sensibles a la mayor o menor presencia de lluvias puesto que no se presenta en ningún momento algún déficit hídrico en el suelo. Siempre hay suficiente agua en el suelo como para continuar con el desarrollo. En estos lugares, las plantas no son estacionales, son perennes. Si bien pudiera presentarse algunos meses con mayor precipitación que otros, la cantidad de lluvias siempre estará sobre el umbral del déficit hídrico.

Debate

¿Está usted de acuerdo con la línea de razonamiento?

¿En un lugar con alta pluviosidad y excedente de agua es indispensable realizar dos entradas a campo como mínimo para evaluar la composición de especies y la diversidad? ¿O sería suficiente una entrada a campo para evaluar tales variables?
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En debate ¿Atender el impacto ambiental o la presión social?

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Oscar Cuya

La Oroya es un poblado andino cuyo ambiente está contaminado por la actividad minera. En la actualidad, la empresa minera DOE RUN tiene el compromiso con el Estado Peruano de implementar un Programa de Manejo y Adecuación Ambiental (PAMA), el cual permitirá reducir sensiblemente los problemas de salud y contaminación ocasionados por su planta metalúrgica. DOE RUN no había podido cumplir con el PAMA por problemas financieros; el Estado Peruano le ha extendido una ampliación.

El caso

Los problemas de contaminación en La Oroya se remontan a las operaciones de la antigua Cerro de Pasco Corporation y luego a la Empresa Minera del Centro (CENTROMIN). DOE RUN adquiere la planta metalúrgica y asume los pasivos ambientales. Se compromete con el Estado Peruano a implementar un Programa de Manejo y Adecuación Ambiental (PAMA). Entre los compromisos pactados se encuentra la construcción y operación de una planta para la producción de ácido sulfúrico, la cual permitiría utilizar el dióxido de azufre, principal contaminante de la planta.

En un noticiero local se anotaba lo siguiente: “Pese a haber transcurrido doce años desde que la fundición de La Oroya pasara a manos de Doe Run poco se ha hecho en remediar la contaminación que agobia a dicha ciudad. La empresa Doe Run ha sabido ampararse en el retraso en recuperar su inversión para postergar sus inversiones a favor del medio ambiente en La Oroya. Fue extraña la casi nula transparencia en la información financiera de la empresa a pesar de la bonanza de precios de los productos mineros, lo que en buena parte, ha originado que sucumba ante la crisis financiera mundial y, razón por la cual, hubiese sido reprochable si el Estado facilitase dinero a Doe Run bajo el argumento de evitar un conflicto social (a raíz de la pérdida de puestos de trabajos).” Janeth Sarmiento | Viernes, 3 Abril 2009
http://enlacenacional.com/2009/04/03/doe-run-salvada-y-la-oroya-sigue-contaminada/

Por problemas financieros, DOE RUN no había podido cumplir con su PAMA. La empresa había paralizado casi todas operaciones de refinación debido a que no podía conseguir nuevas líneas de crédito para adquirir su materia prima (concentrados).

En un diario local se indicaba lo siguiente: “La firma enfrentaría deudas por unos US$ 100 millones a las mineras proveedoras del mineral. Los problemas financieros de Doe Run podrían llevar al Gobierno peruano a salvarla de insolvencia. Para el ex presidente de Petroperú, César Gutiérrez, la posible intervención del Estado para auxiliar a una empresa privada que no supo manejar sus finanzas en el año de mayores precios de minerales no puede ser gratuita.” Expreso – Pág. 11, 24 de julio.
http://www.snmpe.org.pe/modulos/noticia/vernoticiapasadaneo.asp?idnota=52352

La contaminación

La población de La Oroya muestra signos de deterioro de su salud por contaminación de plomo; asimismo, el ambiente natural de este poblado presenta los signos de la contaminación por dióxido de azufre: el paisaje es desértico, sin la vegetación típica de pajonal que corresponde a dicho ecosistema. El contenido elevado de plomo de la sangre retrasa el desarrollo intelectual de los niños. Los diarios reportaban las notas siguientes:

“El complejo metalúrgico de La Oroya, en la provincia de Yauli, de Junín, produce diariamente 1.070 metros cúbicos de humos tóxicos que contienen quince metales dañinos para la salud, entre ellos el dióxido de azufre, un gas altamente contaminante, afirmó ayer el secretario ejecutivo de la Mesa de Diálogo Ambiental de Junín, Washington Mori Andrade. La emanación de este gas ha alarmado a la población en los últimos días hasta el punto de verse obligada a utilizar pañuelos para cubrirse el rostro y poder respirar. Mori dijo que las emanaciones de humo contienen plomo, cadmio, zinc, arsénico, molibdeno, mercurio, bario, berilio, cesio, cobalto, platino, antimonio, talio, tungsteno y uranio. La presencia de estos metales fue comprobada por la Universidad Saint Louis de Missouri mediante estudios que realizó en convenio con el Arzobispado de Huancayo. Estos tenían como finalidad determinar los niveles de metales tóxicos en sangre y orina de la población de La Oroya.” (El Comercio – Pág. A 12,) 20 de Agosto del 2008
http://www.snmpe.org.pe/modulos/noticia/vernoticiapasadaneo.asp?idnota=43870

“El alcance de la grave contaminación ambiental por plomo, producto de la explotación metalúrgica de las mineras, en la región Junín era mucho mayor y más peligroso de lo que todos creían. Un reciente estudio revela que este problema no está focalizado únicamente en la ciudad de La Oroya, en la provincia de Yauli, sino que llega a las provincias vecinas. Instalándose, de igual modo, en la sangre de los pobladores sin hacer distinción alguna de su edad. Mediante análisis hechos en la provincia de Concepción, en el valle del Mantaro, ubicada a 120 kilómetros de distancia de La Oroya, se descubrió que la población de este lugar posee también altos niveles de plomo en la sangre.” (República – Pág. 20,) 24 de Agosto del 2008
http://www.snmpe.org.pe/modulos/noticia/vernoticiapasadaneo.asp?idnota=44039

“La Oroya es una ciudad donde se nace enfermo. Según explicó Hugo Villa, médico integrante del Movimiento por la Salud de La Oroya (MOSAO), un estudio demostró que una gran cantidad de neonatos presenta alarmantes niveles de plomo en la sangre. Según el estudio, los niños nacen con niveles por encima de los seis microgramos de plomo por cada decilitro de sangre, cuando el máximo aceptado para una persona adulta por la comunidad médica es de cinco microlitros.” (El Comercio – Pág. A 14,) 9 de Junio del 2008
http://www.snmpe.org.pe/modulos/noticia/vernoticiapasadaneo.asp?idnota=41014

Debate

¿Bajo qué condiciones se le otorgó la ampliación del PAMA a DOE RUN?

¿Qué derechos humanos establecidos en nuestra Constitución se vulneran o se ven afectados?

¿Qué desafíos a la democracia, la gobernabilidad y el estado de derecho se plantean en esta problemática de La Oroya?

¿DOE RUN utilizó la crisis financiera internacional y los conflictos sociales que generaría su cierre para condicionar al Estado Peruano la solicitud de ampliación del plazo de cumplimiento de su PAMA?

La población anteponía su necesidad de trabajo ante su necesidad de salud, y como medida de presión, en numerosas oportunidades, había cerrado la carretera central. ¿La población de La Oroya al bloquear la principal vía de comunicación condicionaba al Estado Peruano?

Documento revisados

Las notas periodísticas han sido tomadas de la fuente siguiente:

SOCIEDAD NACIONAL DE MINERIA, PETRÓLEO Y ENERGÍA – SNMPE. Síntesis de noticias. www.snmpe.org.pe

El caso para el debate se ha adaptado de un trabajo del autor para el curso de Ética y Gerencia Social – MGS PUCP

Se puede revisar adicionalmente las notas siguientes:

La Primera – Pág. 10, 5 de Junio del 2009
http://www.snmpe.org.pe/modulos/noticia/vernoticiapasadaneo.asp?idnota=54544

El Comercio – Pág. A 4, 9 de diciembre del 2004
http://www.snmpe.org.pe/modulos/noticia/vernoticiapasadaneo.asp?idnota=1979

República – Pág. 22, Perú 21 – Pág. 19, La Primera – Pág. 6, 3 de Abril del 2009
http://www.snmpe.org.pe/modulos/noticia/vernoticiapasadaneo.asp?idnota=52586 Sigue leyendo

En debate ¿La evaluación de impacto ambiental tiene carácter político?

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Oscar Cuya

FERNÁNDEZ (1994: 15) pone en discusión la validez de la evaluación de impacto como instrumento resolutivo. Anota que “(…), la antigua energía eficientista del ‘punto final’ (equivalente al diseño ortodoxo de planes, proyectos o modelos resultantes de la aplicación de los Estudios de Impacto Ambiental) ha perdido su protagonismo resolutivo”. Este autor anota además que “el concepto de ‘agenda’, como marco englobante general de una acción política de determinados actores sociales (Estado, ONG´s, empresas, etc.), en relación al manejo global y completo de lo ‘ambiental’, abre perspectivas susceptibles de no incurrir en reduccionismos en la resolución de cuestiones socioambientales innegablemente complejas, sin por ello perder de vista su efectividad social, cultural y política.”

Para efectos de un debate académico, sobre la afirmación anterior, podríamos recordar el caso del Cerro Quilish (Cajamarca), en el cual se dejó sin efecto la certificación ambiental que autorizaba la exploración minera de dicho lugar. La población mostró su desacuerdo mediante protestas. El conflicto se resolvió mediante una mesa de diálogo. Sobre el caso, DAR (2004) comunicó en su nota informativa del momento, lo siguiente: “Dejan sin eficacia la parte resolutiva de la R.D. N° 361-2004-MEM/AAM, que aprobó la evaluación ambiental del proyecto de exploración minera del Cerro Quilish por parte de la Empresa Minera Yanacocha S.R.L.”

Dicha medida fue tomada por la autoridad competente ambiental del caso, Ministerio de Energía y Minas, luego que el conflicto se tornara violento. El gobierno tuvo que formar una comisión de alto nivel. Las organizaciones sociales, las fuerzas políticas y la Municipalidad Provincial conformaron un Comité Cívico; igualmente, la Municipalidad creó la Mesa de Diálogo para atender los conflictos socioambientales.

Para agregar mayores elementos al debate podemos anotar que ELLING (2008: 3), afirma que la evaluación de impacto ambiental no es solo un tema técnico es también un tema político, y que se trata de mantener oculto. El carácter político de la evaluación de impacto ambiental debe ser revelado y no ocultado como es el caso de la actual práctica; además, existe la necesidad de ampliar la evaluación ambiental no solamente en los contenidos técnicos científicos sino también en los temas de ética y estética. ELLING (2008: 3).

Debate:

¿De acuerdo con su punto de vista, cuál fue el problema central en el caso del Cerro Quilish y la empresa Minera Yanacocha?

¿Está usted de acuerdo con lo que señala ELLING (2008: 3)?

¿Existe alguna relación entre lo que señala ELLING (2008: 3) y el problema central en el caso del Cerro Quilish y la empresa Minera Yanacocha?

¿El caso del Cerro Quilish y la empresa Minera Yanacocha confirma lo que señala FERNÁNDEZ (1994: 15)?

Bibliografía

DERECHO, AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES DAR
2004 Nota informativa No. 21.
En: www.dar.org.pe/publicaciones/notas…/2004/21-2004-DAR.doc (consulta realizada en 26 de agosto de 2009)

ELLING, Bo
2008 Rationality and the environment: decision-making in environmental politics and assessment. London: Earthscan, 281 pp.

FERNÁNDEZ, Roberto
1994 “La problemática ambiental como nuevo paradigma del saber. Complejidad y reorganización de saberes disciplinarios. En: Formación ambiental. México D.F.: PNUMA, Vol. 6, No. 13, pp.13-16

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