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En sentido estricto, no es posible compartir líneas de base entre proyectos, a pesar que la Ley N°30327 lo establezca. Lo que se comparte son los datos y la información

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Oscar Cuya

30 de junio de 2016,

Lima (Perú)

Comportamiento de una variable diagnóstica de impacto ambiental

Comportamiento de una variable diagnóstica de impacto ambiental

Las líneas de base (LDB) que se incluyen en los estudios de impacto ambiental (EsIA) son específicos para un estudio (EsIA), al igual que el estudio (EsIA) es específico para un Proyecto. Las LDB no son intercambiables entre proyectos, por muy similares que parezcan los proyectos, y se ejecuten en el mismo lugar. Lo que sí puede compartirse es toda la información, todos los datos, las libretas de campo y las hojas de cálculo que sirvieron para elaborar la línea de base del proyecto primero y utilizarlos (fuente secundaria) para elaborar la línea de base de un nuevo proyecto, si comparten el mismo ámbito de estudio. En el caso que el nuevo proyecto no sea similar al anterior probablemente se requiera información adicional (de fuente primaria).

Esta anotación, solo a modo de alerta; pues podría surgir la idea de que solo basta copiar o anexar el capítulo de la LDB del estudio (EsIA) del proyecto primero en el estudio (EsIA) del siguiente proyecto.

Cada proyecto tiene su propia línea de partida o inicio de su huella (en el tiempo y el espacio). Una LDB no es solo un estudio detallado de algún lugar o inventario de recursos naturales al modo como lo realizaba la ONERN (cuando existía), el cual pretendía ser un estudio integrado y completo, como base para la formulación de proyectos y la planificación del desarrollo del área estudiada.

Una línea de base (LDB) es un estudio diagnóstico y dinámico del área de influencia del Proyecto, antes que el mismo se ejecute. Es una línea de referencia para cuantificar y monitorear los impactos específicos del proyecto cuando se lleve a efecto. Esta LDB contiene las variables de contexto y sobre todo, las variables diagnósticas que caracterizan el medio y permiten inferir los cambios que experimentará el área de influencia, debido a la ejecución del proyecto.

Una correcta LDB no se remite a reportar las evaluaciones de dos fechas estacionales; debe inferir la tendencia y trayectoria de las variables diagnósticas para inferir el comportamiento del sistema. Para ello requerirá, además, datos históricos (fuente secundaria) o modelos de comportamiento de la variable (teoría).

La Ley N°30327, Ley de promoción de las inversiones para el crecimiento económico y el desarrollo sostenible, del 21 de mayo del 2015, incluye el Capítulo II Organización, centralización, libre acceso y uso compartido de la línea base, artículos 5 al 8.
El artículo 6, señala que el titular de un proyecto puede optar por el uso compartido gratuito de la información de la “línea base” de un EIA-d o EIA-sd aprobado previamente por la autoridad competente.

El artículo 7 establece las condiciones de uso compartido de la “línea base”, e indica que en el caso de un nuevo proyecto de inversión que se encuentre íntegramente ubicado en el área física de la “línea base” preexistente, para compartir la “línea de base”, solo requiere la comunicación a la autoridad competente antes de la elaboración del instrumento de gestión ambiental correspondiente.

Lo anotado en el artículo anterior no debería interpretarse como que ya no se requiere elaborar una nueva línea de base dado que serviría la línea de base del proyecto anterior. Ello es incorrecto. Lo que evidentemente se puede compartir son los datos, que sirvieron para elaborar la línea de base del proyecto preexistente.

El intercambio de información de base de datos es positivo, pues los tiempos de colecta de información de campo se reducen a cero e incluso ello significa un ahorro pues se eliminan los gastos de ingreso a campo; aspectos muy sensibles para el titular del proyecto.

Literatura citada

PERÚ-Congreso de la República, 2015. Ley de promoción de las inversiones para el crecimiento económico y el desarrollo sostenible.

Línea de base de fondo y línea de base de evaluación de impacto ambiental ¿una línea de base detallada o una línea de base diagnóstica?

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Oscar Cuya

09 de noviembre

Lima – Perú

Ir al grano

En el “Encuentro Nacional entre los actores del Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) – 2015”, (MINAM, 2015), una vez más se presentaron críticas a los estudios de impacto ambiental (EsIA). En dicho evento, decía un panelista, representante de una institución pública, que “los estudios son tan voluminosos que hay que transportarlos en camioneta”; y que no constituyen herramientas para la decisión pues son solo datos, e incluso mal tomados.

El citado panelista agregaba contundencia a su argumentacion usando una frase, muy común ahora, para referirse a los EsIA. Decía que los EsIA tienen “mucha paja y poco trigo”. Ya el ex Ministro Brack había usado esta frase con referencia a los EsIA. Decía que “hay mucha paja, se escribe en volúmenes que no sirven para nada; y lo que el compromiso de la empresa, lo que ellos tienen que hacer, a veces ni siquiera consta; y eso hay que cambiarlo” (Enlace Nacional, 2009). En suma, la recomendación se redondearía en una frase: “déjate de paja y ve al grano, que te enrollas mucho” (López, 2013b). La interpretación de estas frases, para públicos más exquisitos, sería equivalente a decir “déjate de floreos” o “ve al grano y deja de andarte con florituras” (López, 2013a).

Si se trata de debatir con frases podríamos buscar otras, que ilustren respuestas, como: “más vale un grano de cordura que arrobas de sutileza” (Baltasar Gracián). Esta frase apelaría a que es mejor ir a la causa del problema y buscar el quid que determina que los EsIA sean tan voluminosos, y no solo criticarlos. También podríamos usar la frase que “lo bien dicho se dice presto” (Baltasar Gracián) para recomendar que escribir tanto (por tanto lento) no es sinónimo de bien hecho. Podríamos cerrar la lista de frases anotando que para quedar “limpio de polvo y paja” (Anónimo) deberíamos tener en cuenta que “paja al pajar y barberos a rapar” (Anónimo); dicho mejor, deberíamos dejar en manos de los entendidos la búsqueda del punto neurálgico que desencadena el problema.

Un debate con frases hechas no lleva a ningún punto. Abordemos, entonces, el tema acerca de si podemos plantear una línea de base de fondo y una línea de base para la evaluación de impacto ambiental.

El concepto de línea de base

Si tenemos en cuenta que cualquier acción y decisión está siempre soportado, explícita o implícitamente, sobre un conjunto de creencias, es decir un marco conceptual, podríamos buscar una salida del túnel por el lado de lo que se entiende por línea de base ambiental con fines del EsIA, y el marco teórico que lo soporta: sus conceptos, enunciados y teorías.

Recientemente el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las inversiones sostenibles (SENACE) publico el “Manual de evaluación de Estudios de Impacto Ambiental detallado (EIA-d) para el Subsector Minería”. Dicho manual, señala el SENACE, constituye “una herramienta de trabajo para orientar y ordenar todas las etapas internas del procedimiento de evaluación de los EIA-d en el Subsector Minería; predeterminar y estandarizar criterios, lineamientos y formatos del equipo evaluador, y delimitar funciones internas de dicho equipo durante todas las etapas de la evaluación ambiental” (SENACE, 2016).

En dicho manual, notamos que nuevamente se insiste en un concepto de línea de base detallada en vez de una línea de base diagnóstica. Dicho manual incluye la definición de “Línea Base” como “Estado actual del área de actuación, previa a la ejecución de un proyecto. Comprende la descripción detallada de los atributos o características socioambientales del área de emplazamiento de un proyecto, incluyendo los peligros naturales que pudieran afectar su viabilidad” (SENACE, 2016, p.7). Esta definición es la misma que considera el Reglamento de la Ley 27446 Ley del Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental, D.S. N° 019-2009-MINAM (PERÚ-MINAM, 2009)

Una causa de los EsIA voluminosos podría ser la insistencia en que la Línea de Base de un EsIA sea un estudio detallado y por ello se trate de tomar información de “todo lo que existe y se mueve” en el área de influencia del proyecto. Es necesario hacer la atingencia de que un estudio detallado no significa necesariamente un estudio total del área, que es lo que actualmente se pretende en los EsIA, tomando información de todo lo que existe en el área, tanto a ser impactado o no, para lograr superar las observaciones que la autoridad ambiental realiza cuando revisa un EsIA.

Se puede realizar un estudio detallado pero con criterio diagnóstico, es decir detallado para los componentes del medio que se infiere que serán afectados; y no necesariamente de detalle para las variables que no serán afectadas. En esta línea de ideas podría plantearse los conceptos de línea de base de fondo y línea de base de evaluación de impactos.

Una línea de base de fondo estaría asociada a todas las variables físicas, biológicas y sociales, digamos de contexto, y la línea de base de evaluación de impactos tomaría en consideración las variables e indicadores de impactos del proyecto. La primera no tendría la exigencia de nivel detallado y podría realizarse a partir de información de fuente secundaria (estudios e investigación publicada) con reconocimientos de campo. La segunda si implicaría el nivel detallado como base para seleccionar las variables que serían materia del monitoreo ambiental durante la ejecución del proyecto y su etapa de operación y cierre.

Un contraargumento sería que no es posible elaborar un estudio con diferencias de detalle puesto que todo está interrelacionado, pues constituye un sistema ecológico y social. Por supuesto que todo está interrelacionado, pero ello no implica que todo deba ser descrito. Sería suficiente describir y evaluar las variables diagnósticas y las de impacto.

En la actualidad, los EsIA elaboran lo que sería una línea base de fondo, aunque deficiente pues se constituyen de datos casi nada interpretados. La premura de tiempo hace que no se llegue a interpretar los datos con fines de evaluación del impacto ambiental, y así obtener variables integradoras o índices orientados a explicar las vulnerabilidades, sensibilidades o fragilidades del medio receptor ante los estresores, aspectos ambientales o peligros del proyecto sobre el medio. Para ejemplificar, los EsIA no incluyen en la línea de base la determinación de los hábitats críticos siguiendo los criterios esbozados en las normas de desempeño del IFC (IFC, 2012a,  2012b); aunque, algunos si lo incluyen pero incorporando análisis de sensibilidad biológica demasiados subjetivos y con métodos no validados. Es tanta la premura que muchas veces se presenta el EsIA con datos de una primera evaluación estacional, quedando la segunda evaluación estacional para ser presentada en la ronda de observaciones.

Las percepciones acerca de que la línea de base es la “foto del área” tomada antes que se ejecute el proyecto no son apropiadas puesto que la realidad no es estática. Todo ocurre en el tiempo y el espacio. Al ocurrir en el tiempo, hay historia. Si describimos la realidad física, biológica y social a partir de variables e indicadores tendremos entonces que incluir el comportamiento histórico y las tendencias al futuro de tales variables e indicadores. Solo así se puede, con propiedad, plantear la predicción de impactos ambientales.

Conclusión

En conclusión, no es lo mismo una línea de base de fondo y una línea de base para la evaluación de impacto ambiental. Es conveniente plantear que la línea de base sea un estudio diagnóstico, detallado en cuanto a las variables que permitan la predicción y seguimiento del impacto ambiental, y no necesariamente detallado para las variables que no recibirán impactos e irrestricto para toda el área. Tener en cuenta que detallado no alude necesariamente a un estudio total.

 

Referencias bibliográficas

Enlace Nacional. (2009, marzo 24). Ministro Brack respalda decreto que reduce plazo de presentación de estudios de impacto ambiental. Enlace Nacional. Recuperado a partir de https://www.youtube.com/watch?v=eaTTeyOo6s4

IFC, C. F. I. (2012a). Normas de desempeño social y ambiental. Washington D.C.: IFC.

IFC, C. F. I. (2012b). Notas de orientación de la Corporación Financiera Internacional: Normas de desempeño sobre sostenibilidad ambiental y social. Washington D.C.: IFC.

López, A. (2013a, mayo 9). ¿Cuál es el origen de la expresión «andarse con florituras»? Recuperado a partir de http://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/cual-es-el-origen-de-la-expresion-andarse-con-florituras/

López, A. (2013b, mayo 21). ¿De dónde surge la expresión «ir al grano» para referirse a algo rápido y conciso? Recuperado a partir de http://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/de-donde-surge-la-expresion-ir-al-grano-para-referirse-a-algo-rapido-y-conciso/

MINAM. (2015, diciembre). MINAM realiza Encuentro Nacional entre los actores del Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) – 2015. Recuperado 7 de enero de 2016, a partir de http://www.minam.gob.pe/politicas/2015/12/15/minam-realiza-encuentro-nacional-entre-los-actores-del-sistema-nacional-de-evaluacion-de-impacto-ambiental-seia-2015/

PERÚ-MINAM. Reglamento de la Ley 27446 Ley del Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental, D.S. No019-2009-MINAM (2009).

SENACE. Aprueban el «Manual de Evaluación del Estudio de Impacto Ambiental detallado (EIA-d) – Subsector Minería del Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles – SENACE», R.J. N° 112-2015-SENACE/J (2016). Recuperado a partir de http://www.senace.gob.pe/download/manual-eia-d/manual-eia-d.pdf

La percepción ambiental en las fórmulas de calificación de un impacto ambiental

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Oscar Cuya

Una percepción es una captación, selección y organización de una información. La percepción del ambiente es aprendida y está cargada de afectos que traducen juicios sobre el mismo. Están juntos lo cognitivo y lo emocional, lo interpretativo y lo evaluativo. En suma, la percepción ambiental es aprendida y aparece en los juicios que formamos sobre el medio ambiente. Es resultante tanto del impacto objetivo de las condiciones reales sobre los individuos como de la manera como la intervención social y valores culturales inciden sobre la vivencia del impacto (Kuhnen,  2009, p. 47).

Si aceptamos que los problemas ambientales deben ser analizados considerando la relacion entre la sociedad la persona y la naturaleza (Kuhnen,  2009, p. 40), las formulaciones para la calificación del impacto ambiental deberían incluir los tres factores: sociedad, persona y naturaleza. Así, se tendría el enunciado siguiente: un proyecto algo cambia en la naturaleza y en la sociedad lo cual es percibido de modos particulares por las personas.

Si se emplea dicho enunciado como premisa cobra mucho sentido la definición de impacto ambiental planteada por Gómez (2003), quien anota que  “para entender el concepto de impacto ambiental, resulta útil distinguir lo que es la alteración en sí de un factor –efecto o impacto sin adjetivo-, de la interpretación de dicha alteración en términos ambientales y, en última instancia, de salud y bienestar humano. Este significado ambiental es lo que define más propiamente el impacto ambiental”  (p. 172-173).

Las fórmulas para la calificación de impacto ambiental no solo deberían considerar la magnitud e importancia del impacto ambiental, sino la percepción ambiental de las personas a ser afectadas. Si un proyecto genera efectos ambientales menores, por su magnitud e importancia, y a pesar de ello no recibe aceptación de la población, es posible que la percepción ambiental de tal proyecto sea negativa.

¿Cree usted que este razonamiento aplica a los proyectos de inversión que no son aceptados por la población?

Literatura citada

Gómez Orea, D. (2003). Evaluación de impacto ambiental. Un instrumento preventivo para la gestión ambiental (2 ed.). Madrid: Mundi Prensa.

Kuhnen, A. (2009). Meio ambiente e vulnerabilidade a percepção ambiental de risco e o comportamento humano. Geografía (Londrina), 18(2), 37–52.

Una formulación para categorizar los proyectos por su nivel de riesgo o impacto ambiental

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Oscar Cuya

 21 de mayo del 2015

En el Perú, dado que los estudios de impacto ambiental detallados (EIA-d) serán revisados y aprobados por el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (SENACE), Artículo 1° de la Ley 29968, se ha puesto tácitamente, en la agenda de prioridades, la determinación del procedimiento para la clasificación de los proyectos de acuerdo con su riesgo ambiental; dicho de otro modo, el procedimiento material y objetivo para establecer los tipos de proyectos que requerirán estudios de impacto ambiental detallado (EIA-d) o en su defecto, estudios de impacto ambiental semidetallado (EIA-sd).

Tanto si se opte por clasificaciones anticipadas o un procedimiento de clasificación caso por caso se requerirá un instrumento de clasificación, el cual deberá reunir tres requisitos esenciales: confiabilidad, validez y objetividad; es decir además de ser legal y legítimo deberá cumplir con todas las exigencias de un instrumento de investigación cuantitativa o cualitativa.

La elaboración de tal instrumento debe partir de los principios del análisis y evaluación de riesgos, así como de los desarrollos teóricos actuales sobre servicios ecosistémicos, integridad del ecosistema, vulnerabilidad social, presencia de conflictos socioambientales, entre otros criterios.

La evaluación de riesgos es una técnica que posee un soporte teórico bastante desarrollado así como toda una instrumentación de evaluación cualitativa y cuantitativa, que bien pueden adecuarse para fines de la categorización de los proyectos por sus riesgos ambientales.

En el Perú hay abundante material técnico y de divulgación sobre proyectos y su evaluación de riesgos. Por ejemplo, en el sitio virtual del Ministerio de Economía se encuentran manuales, guías y presentaciones multimedia sobre la evaluación de riesgos para los proyectos de inversión pública (PIP).

El documento, elaborado por la Dirección General de Programación Multianual del MEF-Perú “Conceptos asociados a la gestión del riesgo de desastre en la planificación e inversión para el desarrollo” presenta un marco conceptual sobre la gestión del riesgo. Sobre la base de dicho material se presentan a continuación definiciones adicionales:

¿Qué es el riesgo?

El riesgo es la probabilidad de que la unidad social o sus medios de vida sufran daños y pérdidas a consecuencia del impacto de un peligro. El riesgo es función de una amenaza o peligro y de condiciones de vulnerabilidad de una unidad social. Estos dos factores del riesgo son dependientes entre sí, no existe peligro sin vulnerabilidad y viceversa; no existen independientemente pero se definen por separado para una mejor comprensión del riesgo. (MEF. Perú, 2006, p.17)

¿Qué es un peligro?

El peligro, también llamado amenaza, es un evento de origen natural, socio natural o antropogénico que por su magnitud y características puede causar daño. (MEF. Perú, 2006, pp. 10-11)

Es preciso tener muy claro que el peligro o amenaza es la probabilidad de ocurrencia de un evento y no el evento en sí mismo. El nivel de peligro depende de la intensidad, localización, área de impacto, duración y periodo de recurrencia del evento. Se pueden tener los tipos siguientes de peligro:

Peligro natural

Es el asociado a fenómenos meteorológicos, geotectónicos, biológicos, de carácter extremo o fuera de lo normal (sismos, lluvias intensas o tormentas, sequías, tsunamis, etc.)

Peligro socio natural

Es el que corresponde a una inadecuada relación hombre-naturaleza; está relacionado con procesos de degradación ambiental o de intervención humana sobre los ecosistemas. Se expresa en el aumento de la frecuencia y severidad de los fenómenos naturales o puede dar origen a peligros naturales donde no existían antes y puede reducir los efectos mitigantes de los ecosistemas naturales (tala, quema, deforestación, desertificación, erosión hídrica, deslizamientos e inundaciones, huaycos, salinización de tierras).

Peligro tecnológico o antropogénico

Está relacionado a procesos de modernización, industrialización, desregulación industrial o la importación, manejo, manipulación de desechos o productos tóxicos. Todo cambio tecnológico, así como la introducción de tecnología nueva o temporal, puede tener un papel en el aumento o disminución de otros peligros.

La vulnerabilidad

La vulnerabilidad es la susceptibilidad de una unidad social (familias, comunidad, sociedad), estructura física o actividad económica que la sustentan, de sufrir daños por acción de un peligro o amenaza. Tres factores, ante la ocurrencia o posible ocurrencia de un desastre, explican la vulnerabilidad:

Grado de exposición

La vulnerabilidad surge por las condiciones inseguras que representa la exposición, respecto a un peligro que actúa como elemento activador del desastre.

Fragilidad

Está referida al nivel de resistencia y protección frente al impacto de un peligro amenaza, es decir las condiciones de desventaja o debilidad relativa de una unidad social por las condiciones socioeconómicas.

Resiliencia

Este término se refiere al nivel de asimilación o la capacidad de recuperación que pueda tener la unidad social frente al impacto de un peligro-amenaza. Se expresa en limitaciones de acceso o adaptabilidad de la unidad social y su incapacidad o deficiencia en absorber el impacto de un fenómeno peligroso.

A partir de los conceptos desarrollados por el documento mencionado (MEF. Perú, 2006) podríamos intentar la elaboración de generalizaciones al modo de fórmulas.

A = Amenaza

El nivel de amenaza es una función de su probabilidad de ocurrencia, su intensidad, duración, extensión y recurrencia.

A = p × i × d × e × r

p = probabilidad; i = intensidad; d = duración; e = extensión; r = recurrencia

V =Vulnerabilidad del medio receptor

La vulnerabilidad del elemento bajo peligro o medio receptor es una función de la exposición a la amenaza, así como de su fragilidad y resiliencia. La vulnerabilidad será elevada si la exposición y la fragilidad son elevadas y si la resiliencia es baja.

V = ex × f × 1/re

Ex = exposición del medio u objeto receptor al peligro;

f    = fragilidad del medio u objeto receptor

re  = resiliencia del medio u objeto receptor

A partir de las funciones anteriores tendríamos también una formulación general del riesgo.

R =Riesgo

R= A × V

A = Amenaza,  V = Vulnerabilidad del medio u objeto receptor

La formulación final sería la siguiente:

R = [p × i ×  d × e × r] ×[ ex × f × 1/re ]

Hagamos un ejercicio de adaptación de la formulación de riesgo a una formulación para categorizar proyectos.

Transforme a una formulación como R = [p × i ×  d × e × r] ×[ ex × f × 1/re ], las variables de la expresión siguiente

CP = F([E, D, R, P], [T, I, E, V, C])

Donde (CP) es la categoría del proyecto; (F) = Función matemática; (E) = Extensión del área de facilidades del proyecto; (D) = Duración del proyecto; (R) = Factor de riesgo de contaminación; (P) = Número total de trabajadores directos. T = Usos del territorio en el área de influencia del proyecto como es el caso de territorios comunales, áreas de conservación biológica, áreas para producción, tipos de uso actual y potencial (zonificación ecológica); I = Integridad o salud del ecosistema; E = Servicios del ecosistema; V = Vulnerabilidad social; C = Conflictividad social.

Tendríamos una función como la que sigue: CP = [E × D ×  R × P] ×[T × I × E x V × C × 1/re ]

¿Le parece apropiado usar la teoría del riesgo en la categorización de los proyectos con fines de establecer el nivel de los estudios de impacto ambiental convenientes?

Literatura citada

Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)-Perú (2006). Conceptos asociados a la gestión del riesgo de desastre en la planificación e inversión para el desarrollo. Lima: Dirección General de Programación Multianual del MEF