NEUROTRANSMISORES

En el marco de la III Cátedra Fernando Cabieses, el Concytec, la Universidad Científica del Sur y la Organización de los Estados Americanos (OEA), organizaron el Seminario Internacional Virtual: Neurociencias para el Diseño de Políticas Públicas.
La presidenta del CONCYTEC, Dra. Fabiola, León-Velarde, al inaugurar este evento, recordó las cuatro tecnologías que se desarrollaron en las dos décadas pasadas como la nanotecnología, la biotecnología, las tecnologías de la información y comunicación, y las neurociencias, y afirmó que “hoy están revolucionando la ciencia y el conocimiento”.
Aseguró que en la medida que las tecnologías convergen el desarrollo de las neurociencias está volviéndose una disciplina central. “Por esta razón, varios países desarrollados han priorizado la investigación en este campo del conocimiento y les asignan un presupuesto amplio, incluso antes de la pandemia”, afirmó.
La titular del Concytec refirió que el desarrollo de la neurociencia es ahora más importante en el contexto de la pandemia generada por la COVID-19. “Hoy debemos seguir estudiando, entre otros temas, cómo reacciona el sistema nervioso ante el ataque del virus de la COVID-19, las secuelas que podría dejar a los pacientes. Además, temas tan importantes y cotidianos como los patrones del comportamiento por la nueva realidad”, manifestó.
Añadió que las enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o Parkinson que hoy afectan a más de 60 millones de personas en el mundo, podrían ser contrarrestadas gracias al desarrollo esta disciplina.
León-Velarde aseguró que el potencial de las neurociencias es muy amplio y que, como toda actividad científica en pleno desarrollo, despierta esperanzas, temores, grandes incógnitas y, sobre todo, nos confrontan a la grandeza de la humanidad.
El Seminario Internacional Virtual contó con los expositores Facundo Manes, neurocientífico de Fundación INECO de Argentina; Edward Boude, Neuroingeniero de MIT McGovern Institute / HHMI de Estados Unidos; Arleen Salles, filósofa experta en neuroética de Uppsala University de Suecia, y Jorge Yamamoto, psicólogo social de B&P Bienestar & Productividad de Perú.
El video completo del seminario está en el Facebook del Concytec, véalo aquí.
https://www.facebook.com/concytec/videos/364750524670884.
Nota de Prensa de la Oficina de Comunicaciones y Proyección de CTI – 15 de octubre de 2020 – 5:00 p.m.
Link: https://www.gob.pe/institucion/concytec/noticias/307423-la-neurociencia-esta-revolucionando-el-conocimiento.
Autor: Gustavo Rodríguez
Artículo publicado el 21/11/2020 en: https://jugodecaigua.pe/nuestros-desenchufados/.
¿Por qué los simpatizantes de la vacancia no pueden ver sus enormes consecuencias?
La primera vez que sentí un puñete por estar desconectado de las mayorías de mi país tenía 21 años. Hasta entonces había pasado gran parte de mi vida en el redil mesocrático de una provincia, y no me costó adaptarme a su versión en Lima.
Yo creí que Vargas Llosa iba a ganar casi en primera vuelta ese 8 de abril de 1990.
Y lo creí, a pesar de que ya circulaban señales de que un japonesito que se paseaba en tractor había encontrado un turbo en las zonas marginadas. La segunda vuelta fue la confirmación del impresionante fenómeno Fujimori y, cabizbajo al día siguiente en mi oficina, incrédulo de que un desconocido hubiera triturado a un autor cuyos libros me habitaban, no me pareció risible enterarme de que la noche anterior un grupo de señoras de alcurnia hubiera acudido a las afueras de su casa para hacer una vigilia lacrimosa.
Yo, de alguna forma, era como ellas: la viuda de un sueño guillotinado.
Quizá desde entonces empecé a ponerle atención a las opiniones que recogían los taxistas, a hacer preguntas tímidas en vez de pontificar mis verdades, a leer las portadas de diarios antagonistas. Sería un soberbio imbécil si creyera tener una lectura panorámica de la realidad —ese Aleph borgiano sencillamente no existe—, pero creo que puedo darme cuenta si alguien está haciendo el ridículo debido a su cerramiento.
En estas semanas de crisis política han abundado estos casos.
Por ejemplo, el sábado 14 de noviembre El Comercio publicó un artículo de Fernando Rospigliosi titulado ‘Un gobierno razonable’, donde el autor opinaba que el flamante gabinete de Manuel Merino, liderado por Ántero Flores-Aráoz, le sería más útil al Perú que el anterior de Martín Vizcarra. Ese mismísimo día el Perú tuvo la manifestación más grande de su historia y, al día siguiente, Merino tuvo que dejar la presidencia. Tal artículo, como lo señaló con sorna Diego Salazar, didn´t age well.
El mismo domingo que Merino renunció a la presidencia usurpada, el programa de televisión Rey con Barba entrevistó a Flores-Aráoz, el primer ministro recién expulsado por las masas, y los conductores le dijeron que algún día el país reconocería la injusticia cometida con él. Notemos que dicho programa es conducido por dos varones camino a septuagenarios que siempre han vivido rodeados de poder. Y recién, el último jueves, cuatro magistrados del Tribunal Constitucional decidieron abstenerse de interpretar el célebre artículo de la incapacidad moral que hizo vacar a un Presidente, como si la última semana de furia en las calles no hubiera ocurrido: una bomba de tiempo que la mayoría del país quería ver con instrucciones seguras de uso.
Quizá convenga confesar que estas manifestaciones de desconexión me son particularmente fascinantes porque he convivido con ellas. El chico que arribó a Lima desde una mesocracia provinciana tuvo suerte: su trabajo solucionando problemas de comunicación le dio acceso a esferas muy diversas, desde las culturales hasta las de farándula, pasando por ONG, grandes corporaciones y cúpulas políticas, y fue en estas dos últimas donde empecé a conocer a varios conservadores privilegiados de la capital peruana. Parte de mi fascinación proviene de su apertura a creer mentiras y propagarlas —si es que no las fabrican ellos mismos— con tal de imponer su visión del mundo, tal como Trump hizo durante su presidencia. Cada cierto tiempo me encontraba con algunos en reuniones, como las sanisidrinas Lentejas de la Mona Jiménez —a ella la extraño, en verdad—, y era como ingresar en un invernadero donde se guarecen modales y creencias que se desfasan con el tiempo mientras, allá afuera, la sociedad cambia con velocidad de vértigo. No es nada nuevo: María Antonieta sugiriendo repartirle pasteles al vulgo es una caricatura que lo ilustra.
La psicología social detenta un término llamado ‘sesgo de grupo’ que tal vez explique este fenómeno: cuando las personas están en grupo toman decisiones respecto al riesgo de manera diferente de aquellos que están solos. Un hincha de fútbol que camina solito por la calle tal vez no se arriesgaría a lanzar arengas, pero en multitud sería muy probable que se vuelva violento. El riesgo, en el caso de los aquí aludidos, es haber agudizado mutuamente sus creencias hasta quedar en ridículo: cuando los extremistas se encuentran en un habitáculo cerrado —los algoritmos de las redes los arrean hasta allá en rebaño—, esos prejuicios que llevan, alimentados por su desconexión con otras realidades, se multiplican, se viralizan en esa misma burbuja encerrada y el resultado son magistrados que le dan la espalda al pueblo o primeros ministros apaleados que no pueden explicarse los fenómenos que pasaban ante sus narices. Y vaya si estos fenómenos fueron gigantescos: una reciente encuesta del IEP señala que el ¡94%! de los peruanos estuvo en contra del ascenso de Manuel Merino a la presidencia. Y que el 37% expresó su hartazgo en marchas, cacerolazos y arengas en redes: ocho millones de ciudadanos activos.
Por supuesto, hay causas que propician esta desconexión:
Quienes cumplan con estos requisitos —sobre todo el último— muy probablemente terminen algún día protagonizando un meme.
También es posible habitar este círculo miope si, a pesar de no haber crecido en un entorno cerrado y privilegiado, la inseguridad te lleva a buscar desesperadamente ser aceptado en él. En varios cócteles me he topado con ejemplos andantes de este arribismo.
Es más: quizá yo mismo haya estado en camino de ser uno de ellos.
Dios. Si algún día me golpeo la cabeza y resulta que me he convertido en eso que hoy llaman un viejo lesbiano, espero que también me desenchufen.
En primera plana del diario “Expreso” el 16-Nov se decía: “En el Perú actual no rige el Derecho Constitucional sino la dictadura de la calle y de los chiquillos de la generación equivocada de los Tiktokers”. Mientras el 14-Nov, RPP informaba sobre una entrevista con José Vega: “El vocero de UPP negó que los peruanos estén protestando a nivel nacional por la vacancia presidencial. Dijo que los jóvenes están cansados de tener políticos corruptos”. Algo así como “no marchan contra lo que hice sino a favor de lo que hice”
Para el lector no enterado de la política peruana, ambos relatos corresponden a dos posiciones ideológicas antagónicas que se conocen bien en el país: la primera de extrema derecha y la segunda de extrema izquierda. Pero viéndolos bien, ambos se parecen: son discursos muy conservadores. Lo cual me hizo recordar el trabajo de Albert Hirschman “Retóricas de la intransigencia”, en la que plantea los tipos de argumentos usados para desacreditar acciones de cambio. El primero es el relato del riesgo: la “dictadura de la calle” es el caos, y “los chiquillos tiktokers” no pueden ser algo serio. El segundo es el argumento perverso: darle a un hecho el significado exactamente contrario.
Son varios los aspectos que explican la enorme distancia actual entre los políticos y sus electores, y uno de ellos es sin duda el congelamiento de sus doctrinas políticas. Y sin importar la ideología que adopten, actúan como una élite bajo la premisa que su conocimiento especializado de la política les otorga una superioridad intelectual o moral sobre el resto de los mortales, y por tanto, les da la facultad unilateral de liderar “a los individuos” o “a las masas”, según sean de derecha o de izquierda.
Ese congelamiento se traduce en la negativa a adoptar nuevas ideas o corrientes científicas, lo que conlleva a limitar y debilitar su percepción de la realidad y de lo que piensa la gente. Por eso su incomprensión de los sucesos políticos de la semana pasada. Ejemplos: el premier Ántero Flores Araoz dijo que no entendía las protestas de miles de jóvenes, que podría reunirse con ellos para comprenderlos. El congresista Diethell Columbus, antes analista político, decía que “no imaginaba una reacción de esta magnitud”. Otro congresista, Carlos Almerí, decía de las marchas: “Esto es consecuencia de que las redes están mucha gente azuzando a los jóvenes”. Traducción: son manipulados.
Por lo tanto, queremos aportar en el análisis de las multitudinarias marchas juveniles de la semana entre el 09 al 15 de noviembre, desde la perspectiva multidisciplinaria de las Neurociencias, que pueden contribuir a este indispensable acercamiento entre política y sociedad, fenómeno que aqueja a casi todos los pueblos del planeta.
En primer lugar, para muchos jóvenes, su participación en estas marchas es por primera vez, una suerte de iniciación en ciudadanía. Gritar a todo pulmón, avanzar con mucha gente, reaccionar a los gases, etc., etc., todo ello es un nuevo conocimiento. Ello genera nuevas redes neuronales que se configuran de inmediato porque el cerebro rápidamente entiende la marcha como una actividad de riesgo. Al estar en modo supervivencia, la memoria fijará esos conocimientos para saber cómo actuar la siguiente vez.
En segundo lugar, siendo una actividad masiva y con miles de personas desconocidas, se activan las neuronas espejo, llamadas neuronas de la empatía, las que explican nuestra socialización. Por ellas, nos ponemos en el lugar del otro e imitamos a los demás. Entonces se va a la marcha en grupo. Si alguien cerca nuestro cae por disparos de perdigones, lo que haremos será auxiliarlo. Si caen cerca gases, seguiremos a quien corre delante nuestro. Ellas explican también que se conformen brigadas de jóvenes abogados, de médicos, etc., tratando de ayudar de alguna forma. Nuestro sentido colaborativo y de conexión se dispara.
En tercer lugar, las marchas son actividades fundamentalmente emocionales, donde el sistema límbico está en total estado de alerta, donde la adrenalina fluye por todo el cuerpo. Está plenamente demostrado que el aprendizaje es más fuerte cuando intervienen las emociones. Para miles de jóvenes será una experiencia inolvidable de vida.
En cuarto lugar, que las marchas hayan logrado expulsar en 6 días al gobernante ilegítimo otorga a los jóvenes una inmensa inyección de autoestima, de confianza en sí mismos, tanto a nivel individual como colectivo. El logro y el éxito tienen ese efecto estimulante en el ser humano, mucho más si se percibe como una acción de justicia. Se reduce el miedo al cambio y mejora la resiliencia frente a situaciones estresantes.
Finalmente, al ofrendar sus vidas, Inti y Bryan, generaron una corriente universal de repudio a la represión y de unificación de la indignación nacional. Como la muerte es uno de nuestros grandes misterios y miedos, los seres humanos tenemos la tendencia a evitar la conciencia de nuestra propia mortalidad y la trasladamos a los demás. Para evitar esta amenaza existencial, el cerebro la proyecta en otros. Ambos serán entonces la imagen de lo que les pudo pasar a cada joven. Más que víctimas de la represión, serán nuestros héroes. Y los héroes nunca se olvidan.
Cada uno de estos 5 puntos generan diversas consecuencias para la acción política. Pero hay que abrir los corsés ideológicos. Ojalá los políticos peruanos puedan entender el mensaje de los jóvenes… y rápido. Ello sería uno de los mejores aportes de la Generación Bicentenario.
Chen (Bruce Lee), joven experto en kung fu chino, desata su furia para vengar la muerte de su venerado maestro, envenenado por los abusivos japoneses, quienes además hacían tropelías a la comunidad china.
La película, “Cinco dedos de furia”, fue estrenada en 1972 y convirtió a Bruce Lee en una megaestrella global de la cultura pop y un actor de culto para varias generaciones. Tenía un argumento simple: la justicia de los débiles contra el poder abusivo a partir de la firmeza de carácter y la creencia en los valores propios.
De aquí al 11 de abril quedan exactamente cinco meses, y no hace falta ser mago para darse cuenta que serán cinco meses de furia popular. Al vacar a Vizcarra, los conspiradores cambiaron el escenario político: de un “todos contra todos” electoral a una alianza de poder no ideológica conformada por un arco de partidos cuyo afán común era un minúsculo interés político o económico materializable con la toma del Poder Ejecutivo.
Al dar ese paso, se han convertido en un gobierno ilegítimo sin respaldo popular y la falta de otros intereses comunes (más la competencia electoral) la hace una alianza precaria, sin reconocimiento internacional y débil para gobernar siquiera los pocos meses que faltan.
Lo que no debe perderse de vista, sea lo que sea que pase en estos meses, es que la sanción a todas esas fuerzas debe ser electoral, y debe ser categórica a través de los votos.
La OEA, al pedir al Tribunal Constitucional “pronunciarse respecto a la legalidad y legitimidad de las decisiones institucionales adoptadas”, tácitamente desconoce a este gobierno. ¿Qué pasaría si el TC el miércoles 18 declarara nula la decisión del Congreso del lunes 09? Nada está dicho y todo puede pasar.
No, no fueron las palabras de algún líder político anoche luego de conocerse la decisión del Congreso de la República de vacar al Presidente Martin Vizcarra.
¡Vamos a Palacio a protestar!! fue la exclamación del Arq. Fernando Belaúnde Terry la noche del 01 de junio de 1956 al conocer que el JNE le negaba su candidatura a la Presidencia por el bisoño Frente de Juventudes Democráticas, compuesto por jóvenes estudiantes de ingeniería y arquitectura, que rechazaban la feroz dictadura odriísta y la continuidad oligárquica.
Esa noche, minutos después de ser alzado en hombros, sucedió el episodio que fue conocido como “el manguerazo”, que construyó la épica del naciente líder y el origen de Acción Popular.
Como una cruel ironía del destino, los manguerazos de ayer 09 de noviembre de 2020, podrían cerrar ese período iniciado en 1956, si se diera el castigo ciudadano a Acción Popular (el principal partido involucrado en la conspiración congresal) en las próximas elecciones. La decisión de ayer es profundamente ilegítima, y ya ha provocado una oleada de rechazo generalizado en todo el país.
La maniobra ha sido tan torpe que ha hecho de Martin Vizcarra un héroe popular y abre una situación política de consecuencias insospechadas. Más del 80% de la población era de la opinión que se juzgue a Vizcarra a partir del 28 de julio de 2021, y un similar porcentaje tiene el temor que el nuevo gobierno de Manuel Merino, sustentado por un Congreso aborrecido por casi toda la nación, postergue su mandato más allá de esa fecha. Pero no les ha importado en absoluto el sentir popular. Hasta el propio Arzobispo de Lima les pidió rectificar su decisión.
Manuel Merino de Lama ha cumplido su deseo de ceñirse la banda presidencial pero con certeza no tendrá el respaldo ciudadano. Fuera Vizcarra de la coyuntura, los meses que se vienen serán de ánimos caldeados por la temperatura electoral.
Es bueno no olvidar que se articuló una alianza política, mediática y legal para dar el zarpazo, que se ha configurado una alianza de partidos que va a controlar todos los poderes del Estado en busca de impunidad y beneficios, y que, con seguridad, pretenderán cambiar la correlación electoral a partir de esa enorme presencia estatal.
Necesitamos ser ciudadanos vigilantes y activos para que Merino:
– respete las elecciones convocadas y no intente quedarse más allá del 28 de julio de 2021.
– nombre un gabinete técnico y no un gabinete repartija.
– no permitir la reelección de ningún congresista del período 2016-2021.
– no amnistiar a ningún sentenciado ni permitirle ser candidato en estas elecciones.
Que nadie se sorprenda si la frase “Vamos a Palacio a protestar” resuene intensamente los próximos días. Hoy son de nuevo los jóvenes los que ofrecen su pecho a una nación atribulada. Que Dios nos ampare.
Al igual que su famosa serie de telerrealidad “El Aprendiz” en la que despedía eufórico a postulantes poco competitivos, ahora toca a Donald Trump saborear el trago amargo de la derrota, en una campaña de reelección que pensaba era pan comido. Los resultados electorales arrojan ya que Trump fue despedido por el pueblo norteamericano.
Cuatro años después de su sorprendente victoria ante Hillary Clinton, ha dejado a un país exhausto de un Comandante en Jefe que lo dirige como en un show televisivo a punta de conflictos con sus enemigos, con aliados, contra débiles o poderosos, y contra todo aquel que a su parecer se le cruce en su camino. Su gran arma: los tweets diarios con los que destruía razones, verdades y honras, incluso con mentiras descaradas.
Durante su gobierno, Donald Trump ha mejorado la economía estadounidense, pero su displicencia ante el coronavirus le ha cobrado al país más de 235 mil vidas. No obstante el auge económico, su período será recordado por ser el momento histórico en que EEUU dejó de ser la única potencia mundial global para pasar a compartir con China el dominio del planeta.
Su slogan aislacionista “América primero” tuvo como consecuencia el retiro de EEUU de muchos escenarios globales. Su guerra comercial con China fue impulsada en clave interna: reactivar EE.UU no tanto impulsando competitividad interna sino poniendo muros arancelarios para proteger sus industrias locales. Sin embargo, no ha dejado de ser el estado policía que está presente en casi todos los conflictos regionales del planeta. Esta confusión existencial, entre priorizar atender los problemas internos o arbitrar todos los problemas de un mundo complicado, con Donald Trump ha adquirido rasgos disociativos casi patológicos.
Como sucede en las relaciones de pareja o en las relaciones globales en que no se puede entender la acción de uno sin la reacción del otro, China no desaprovechó el vacío dejado y pasó de ser el país emergente siempre en busca de la paz mundial a convertirse (previo cambio de la Constitución China el 2018 permitiendo a Xi Jinping ser Presidente vitalicio) en la otra potencia dominante de este siglo. Ya no es sólo una enorme billetera para invertir y un voraz mercado ávido de consumir. Ahora también enseña los caninos: pregunten a India, Taiwan o a Australia.
La Presidencia de Donald Trump ha sido demasiado errática en política internacional. Evidencia una confusión o indefinición de la élite política norteamericana respecto al nuevo rol que le corresponde en este escenario global. EEUU le ganó a Alemania el predominio luego de una brutal guerra mundial en 1945, venció a la URSS con la caída del Muro de Berlín en 1989. Pero parece no saber cómo actuar ante China!!
Seguro que cuando el republicano Richard Nixon le abrió a China la entrada a las ligas mayores en 1972 (en ese entonces con la idea de debilitar a la URSS), no se imaginó que bastarían 50 años para que la República Popular China se convirtiera en la otra gran potencia mundial. El asunto medular que lo explica es el modelo económico chino.
China ha podido demostrar que puede crear un modelo exitoso de capitalismo bajo el control de un Partido Comunista, sin necesidad de reconocerle a su población las libertades políticas básicas pero dándoles el orgullo de ser ya la segunda nación más poderosa del planeta. Tan sólo eso es toda una hazaña, pero hay más: ante el retiro norteamericano ha asumido abiertamente el liderazgo de la globalización económica. El paso más significativo que ha decidido dar es buscar desplazar al dólar como moneda global a mediano plazo. El yuan hoy representa el 2% del comercio mundial, pero con la consigna de “soberanía cambiaria” viene impulsando su criptomoneda o yuan digital bajo la garantía de su banco central, el Banco Popular de China. Me queda la duda: si el dólar dejara de ser la moneda global ¿seguirá siendo EE.UU la nación más poderosa? A mi modo de ver, no sé si la solución sea reemplazar una moneda nacional por otra, por más digital que sea.
Por su parte, Estados Unidos representa un capitalismo que ha generado las condiciones materiales y tecnológicas para que la humanidad entera no pase hambre, pero no ha podido acoger las expectativas de igualdad e inclusión de millones de seres humanos, que ante la incapacidad del mercado para desplegar el progreso y desarrollo de todos, miran al Estado como el mecanismo alterno para distribuir la riqueza en la sociedad. El auge de los llamados “populismos” tiene su explicación en la demanda de los pueblos para que una parte de la torta les llegue también, sin importarles mucho las convicciones democráticas del gobierno que lo haga o el precio a pagar: las libertades conculcadas.
El otro elemento clave es la transformación del Partido Republicano. Un sector radical de ese partido ha desplazado el concepto de libertad por el de la raza como principal valor de unidad de los norteamericanos. De un republicano ecuménico como Abraham Lincoln que abolió la esclavitud se ha llegado a un Presidente que ha legitimado a los supremacistas blancos y su relato de que EEUU ha fracasado porque otras razas gobiernan a la Norteamérica blanca. Bajo esa narrativa binaria no hay transacción posible, todos los demás (incluido el Partido Demócrata) son enemigos y sólo cabe la confrontación total. Esa herencia por desgracia no se irá con Trump.
Es un hecho incuestionable que la diversidad de conflictos que vive la humanidad no puede resolverse a patadas por el más fuerte ni aislándose de los demás. Aunque la humanidad ha dado pasos gigantescos en la defensa de valores como la libertad y la preminencia de los derechos ciudadanos respecto al poder, la historia humana demuestra que ha sido más fácil ir a la guerra que preservar la paz, y que el afán de dominio y poder no está ausente en ninguna ideología, por más defensora de las mayorías que proclame ser.
Finalmente, y esto vale para EEUU y para China: no se puede gobernar siempre por la fuerza de las armas o la economía. Lograr legitimidad local y global requiere de valores compartidos, de acuerdos y concesiones universales. Por ello, se necesita más que nunca, un mundo en el que sepamos vivir en paz, en respeto de los demás, en el que podamos vivir en libertad con oportunidades para todos, con mercados y estados que trabajen sinérgicamente. Ojalá ese anhelo haya sido una de las razones por la que Donald Trump fue DESPEDIDO.
La absolución de un denunciado de violación porque a criterio del juzgado la agraviada usaba una trusa roja con encaje que “conlleva a inferir que estaba dispuesta a mantener relaciones sexuales con el imputado”, fue una noticia bomba que ocupó titulares de medios nacionales e internacionales.
La sentencia fue emitida por el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial Transitorio Zona Sur de Ica (Expediente 2822-2019), en un largo texto de 37 páginas que contiene una decisión unánime absolviendo y anulando antecedentes del imputado. Lo más sorprendente es que está compuesto por tres magistrados: un hombre y …¡¡dos mujeres!! Ni siquiera hay voto singular.
Para no cambiar ninguna palabra, voy al ya famoso Fundamento 35 tal como ha sido redactado:
“Un hecho singular que no pasa desapercibido por este Tribunal y llama la atención que según los psicólogos Calle Arévalo como De La Cruz Nieto, quienes examinaron a la agraviada coinciden en señalar que “es una mujer tímida…muestra una actitud pasiva, dificultades para poder ser asertiva y poder decir no de una manera tajante, lo cual se refleja a través de su timidez, dificultades para tomar decisiones y también que la colocan de alguna manera en una posición de sumisión frente a otras personas…” “rasgos de personalidad dependiente con tendencia a la extroversión ese tipo de personalidad se caracteriza por ser una persona sensible, indefensa, sumisa, con cierta inmadurez se percibe como débil y frágil..”… sin embargo, suele vestir prendas interiores como la descrita por la bióloga forense Doris Matilde García Espinoza en su dictamen de biología forense N° 201907000119, describiéndolo … “….trusa femenina de color rojo con encaje en zona delantera, blondas en contorno de pierna..” resultando extraño que la supuesta personalidad que presenta la misma (tímida) no guarde relación con la prenda íntima que utilizó el día de los hechos, pues por las máxima de la experiencia este tipo de atuendo interior femenino suele usarse en ocasiones especiales para momentos de intimidad, por lo conlleva a inferir que la agraviada se había preparado o estaba dispuesta a mantener relaciones sexuales con el imputado, de allí que de forma consciente se autoderminó quedarse en la casa del imputado.”
De la forma más breve, voy a referir lo que en mi opinión son los hechos probados y si ellos encajan en el tipo penal de delito contra la libertad sexual, en la modalidad de violación, tipificado en el artículo 170 del Código Penal.
Mi opinión legal es que por lo menos hay tentativa de violación, no es creíble la versión del imputado de que ella lo desnudó, lo echó en la cama y esperó vestida hasta las 6:00 a.m. para recién irse. El Fundamento 35 realmente es vomitivo, ni siquiera era necesario, exuda una condicionalidad misógina, y muy lamentable que dos damas magistradas (mujeres profesionales con poder) parezcan tan machistas como el Presidente del Juzgado Colegiado. Una deplorable imagen la que ofrece el Poder Judicial.
Octubre ha sido un mes de pesadilla para el Presidente Martin Vizcarra al conocerse las versiones de colaboradores eficaces que lo sindican de haber recibido coimas por el Hospital Regional y el proyecto de irrigación Lomas de Ilo durante su gestión como Gobernador Regional de Moquegua. Eso de inmediato disparó una nueva petición de vacancia, esta vez por el Frente Amplio, que ya ha cumplido el trámite de admisión de la moción de vacancia, pasando a noviembre la decisión final del Pleno del Congreso. Unos audios involucraban a Antauro Humala ordenando a su bancada apoyar y anudar la consigna de la vacancia presidencial con su propia libertad y movilizaciones callejeras. Fue enviado al penal Ancón I a cumplir aislamiento preventivo.
Una encuesta de IPSOS a fines de este mes señala que los 4 principales problemas del país son: corrupción (61%), falta de seguridad y delincuencia (49%), desempleo (35%) y salud pública (34%). Asimismo, da cuenta de que el 78% de peruanos cree que el Presidente debe continuar hasta el 28 de julio de 2021 y luego ser juzgado. No parece existir la correlación necesaria en el Congreso para vacar al Presidente.
En cuanto al proceso electoral, el 31 fue la fecha de cierre para participar en las elecciones internas partidarias (que la ONPE supervisa): 34 precandidatos para 24 planchas presidenciables. En intención de voto, George Forsyth sigue liderando el pelotón por quinto mes consecutivo con 19%, seguidos por 5 precandidatos entre 7% y 4%, y luego una larga fila.
En su último informe “Perspectivas de la Economía Mundial”, el FMI señaló que el Perú tendría una caída del PBI de -13.9% el 2020 pero estima que el 2021 crecería a 7.3%. También señaló que en el 3° trimestre 2020 se ha dado un acelerado repunte de China y Estados Unidos (nuestros principales socios comerciales). Advirtió también que la pandemia ha acentuado las disparidades y vulnerabilidades sociales, que los gobiernos deberán considerar para sus políticas del próximo año.
Por otro lado, según Scotiabank, la caída del PBI del tercer trimestre sería del -10%, mucho menor al descenso del -30% registrado en el segundo trimestre. Ello se debe a la recuperación de los sectores construcción, minería, comercio e inversión pública. Se estima para el cuarto trimestre una recuperación más acentuada y llegar a un PBI de -5%.
El mundo entraba este mes a una segunda ola de contagios a nivel global, especialmente en Europa y Estados Unidos, con altas cifras en varios países. Francia, Irlanda, España, Alemania, y otras naciones volvían a los confinamientos pese a la reacción en contra de muchos ciudadanos. “Debemos ser humildes ante la fuerza de la naturaleza” decía Boris Johnson, primer ministro británico al anunciar un nuevo cierre nacional. Emmanuel Macron, el Presidente francés, auguraba: “Será más dura y letal que la primera”. Estados Unidos llegaba a 90 mil nuevos contagios y más de mil decesos por día, a pocos días de las elecciones. Mientras tanto, en Perú los decesos bordean los 50 diarios en curva descendente sostenida todo el mes.
Dos sucesos en este mes no pueden omitirse. La victoria contundente del MAS en Bolivia con más del 55% de los votos en favor de su candidato Luis Arce, fue una lección durísima a los partidos de centroderecha que prefirieron ir divididos y enfrentados a las elecciones. Aún no es claro el rol que cumplirá Evo Morales en el gobierno ni el grado de giro de la política internacional boliviana, especialmente en el caso Venezuela.
El otro hecho significativo fue el 78% de aprobación ciudadana para elaborar una nueva Constitución Política en Chile, y reemplazar la actual aprobada en tiempos de Pinochet, vía el mecanismo de Convención Constituyente que será elegida de forma paritaria por hombres y mujeres en abril de 2021. Dos datos más de interés: uno, la asistencia fue superior al 50% lo cual es una gran marca en Chile si comparamos con las asistencias a elecciones anteriores. Dos, sólo partidos de extrema derecha votaron por el “Rechazo”: obtuvieron 21.7% de votos.
Un nuevo jaque al Poder Ejecutivo desde el Congreso agrega otro episodio de incertidumbre política a poco más de 5 meses de las nuevas elecciones. No parece haber la fuerza suficiente para vacar al Presidente (aunque en el Perú nunca se sabe), pero éste sufre un desgaste indecible. Cabe la pregunta: ¿lo de Chile abrirá el camino para debatir en Perú la necesidad de un cambio constitucional? George Forsyth asombra a la clase política con alta intención de voto. La pandemia se muestra a dos ritmos: baja en Perú pero sube una nueva gran ola en Europa y Estados Unidos. El país se recupera económicamente por la mejora en la demanda de China y EEUU, y por la inversión pública.
El presente reporte es un producto de análisis político del Grupo de Estrategia y Política del Instituto de NeuroEducación para el Liderazgo.