La salida de Rusia del Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa es una señal a Occidente

El FACE, que establece una serie de limitaciones al equipamiento militar de los Estados, fue firmado en 1990 por los países de la OTAN y los miembros del Pacto de Varsovia. En 1999, se aprobó un texto adaptado que, teniendo en cuenta la ampliación de la OTAN, rebajaba los límites de equipamiento militar para los países de la alianza y permitía a Rusia poseer más equipamiento en el Cáucaso y al noroeste del país. Moscú ratificó el tratado adaptado (en 2004), pero de los 30 países que firmaron el documento solo tres siguieron su ejemplo: Bielorrusia, Kazajistán y Ucrania. En 2007, Rusia suspendió el cumplimiento de sus obligaciones dentro del tratado, aunque solo ahora Moscú lo ha abandonado definitivamente.

Rusia ha anunciado su salida del Tratado de las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE, por sus siglas en inglés) por considerar que este “ha dejado de tener sentido”. Los expertos rusos consultados creen que, con este paso, Moscú pretende poner de manifiesto su desagrado ante las medidas desplegadas en el marco de la aún vigente crisis de Ucrania.

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Moscú ha anunciado que el 11 de marzo abandona el FACE y alega que el tratado “ha dejado de tener sentido desde el punto de vista político y práctico”. Al enterarse de la noticia, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha declarado que la alianza está decepcionada con la decisión de Rusia.

Los expertos atribuyen la decisión de Moscú a los acontecimientos derivados de la crisis de ucrania. Alexéi Arbátov, director del Centro de Seguridad Internacional del Instituto de Economía Global, ha calificado el paso de “gesto demostrativo en respuesta al incremento de fuerzas de la OTAN junto a las fronteras de Rusia”.

Según el experto, ante el reciente traslado a Letonia de una brigada de tanques norteamericana (despliegue que tuvo lugar hace unas semanas), Rusia ha querido recordar una vez más que no seguirá participando en este tratado.

Asimismo, el experto opina que “el traslado de esta brigada solo puede entenderse como una violación, si no de sus términos, sí al menos del espíritu del tratado”. Según aclara Arbátov, se suponía que con el tiempo se fijarían unos límites admisibles al equipamiento militar de los países bálticos adheridos a la OTAN en 2004 (los países bálticos no se mencionan ni en el FACE original ni en su versión adaptada).

El jefe del Consejo de Asuntos Exteriores ruso, Andréi Kortunov, ha interpretado la salida de Rusia del tratado como una señal, con la que el país eslavo desea informar a sus socios occidentales de que no está conforme con la actual actividad militar de la OTAN junto a sus fronteras.

“Un grave error”

Rusia ratificó la versión adaptada del FACE a pesar de que los países bálticos no se mencionaban en ella y de que las limitaciones fijadas al equipamiento militar en los países de la OTAN triplicaban las restricciones impuestas al ejército de la Federación de Rusia. Los miembros de la OTAN, sin embargo, no quisieron ratificarlo.

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La OTAN supeditó la ratificación del tratado al cumplimiento, por parte de Rusia, del Protocolo de Estambul de 1999, el cual preveía la retirada de las tropas rusas de Georgia, Abjasia, Osetia del Sur y Transdniéster. Moscú consideró esta condición improcedente, ya que los acuerdos para la retirada de tropas firmados con Georgia y Moldavia tenían carácter bilateral y no guardaban ninguna relación con la FACE.

“Los países de la OTAN no tenían ninguna prisa por ratificar la adaptación del tratado. Aunque Rusia retiró prácticamente todos sus contingentes e instalaciones de esos territorios, Occidente se empeñó en seguir exigiendo a Rusia la retirada de todas sus tropas respaldándose en el Protocolo de Estambul. Creo que la OTAN no estuvo muy acertada en este caso, cometió un gran error”, comenta Arbátov, a lo que añade que la alianza ha acabado con el régimen de control del equipamiento militar convencional en Europa.

Al mismo tiempo, los expertos señalan que la salida de Rusia de la FACE no ha venido acompañada de iniciativas concretas para el restablecimiento de un nivel adecuado de estabilidad y seguridad.

“Cuando se renuncia a algo, lo justo sería proponer nuevas soluciones al problema”, señala Kortunov, quien opina que la forma en que Rusia ha abandonado el tratado avivará el ánimo antirruso y despertará la desconfianza por parte de los países occidentales.

En: es.rbth.com

Ver: Comité Internacional de la Cruz Roja – Armas Convencionales

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El poderío militar ruso que hace temer una guerra a los países del Báltico

Katya Adler
BBC News, Lituania

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Un tanque militar estadounidense recorre las calles de Vilnius durante un reciente desfile militar.

“Occidente habla mucho de la imposibilidad de que Rusia ataque el Báltico. Pero nosotros tememos que sea eso lo que más impulse a Putin a hacer algo”.

Lukas Borusevicius, estudiante de derecho, y su amigo Laurynas Juozapaitas se reúnen conmigo en un bar de Vilnius, la capital de Lituania, para discutir las relaciones con Rusia y su país después de la reintroducción del servicio militar.

La violencia en Ucrania y el miedo regional a un desbordamiento de la situación en los países vecinos de Europa del Este ha causado una fuerte conmoción en la ciudad y en el país.

Desde la separación de la Unión Soviética hace 25 años Lituania ha sido un territorio relativamente pacífico. Hasta ahora.

Rusia ha venido incrementando, de manera sostenida, los ejercicios militares cerca de las fronteras con sus vecinos del este, sin mencionar los sobrevuelos nocturnos y los ejercicios navales en el mar Báltico.

Un “manual de guerra” lituano ha sido publicado de forma precipitada. Ahora se puede conseguir en todas las librerías públicas.

“Hay que mantener la mente sana, no dejarse llevar por el pánico y no perder la claridad de la razón”, explica el manual. “Los disparos afuera de la ventana no son el fin del mundo”.

Guerra cibernética

Lukas y Laurynas han estado ocupados en los últimos años planeando su vida profesional, pero tal vez ahora deban hacer un giro hacia la rutina militar.

“Todos mis amigos están hablando de eso, por teléfono, por Facebook. De hecho hay un nuevo sitio en internet que se llama “¿Cuándo serás reclutado?”, dijo Lukas.

“Pero yo iré. Yo pienso en eso cuando escucho a alguien que me dice que no irá si la agresión ocurre. Mi abuelo luchó por la libertad. Mi padre combatió por la independencia de Lituania, así que está en mi corazón luchar por mi país”, añadió.

Sin embargo, a los que están asustados les gusta más el sonido de los aviones de la OTAN vigilando los cielos de Vilnius que el sonido de la libertad.

Lo que sí es cierto es que parece improbable que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, impulse sus tanques hasta las calles de los países del Báltico en el corto plazo.

El primer ministro de Estonia, Taavi Roivas, me dijo que sería una “locura” para cualquiera que los ataque de una forma militar convencional, porque “Estonia, Letonia o Lituania son tan importantes en la OTAN como Reino Unido o EE.UU.”.

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Recientemente se lanzó un “manual de guerra”, donde se pueden leer consejos sobre qué hacer ante un inminente conflicto.

Pero las naciones en la región del mar Báltico dijeron que ya están siendo atacadas desde Rusia de forma no convencional con actos de ciberguerra y propaganda, la mayoría de las veces transmitida por los canales de televisión que ve la minoría rusoparlante en Letonia y Lituania.

El dinero manda

No puedo dejar de pensar que todos estamos cayendo por algún elemento de esa propaganda.

Putin está asustando a Europa con su audacia, agresión e imprevisibilidad.

Invadir y anexar los tres países bálticos podría ser costoso y muy peligroso para él, mientras que esparcir el miedo es mucho más fácil: exacerbar las divisiones entre los rusoparlantes que habitan la región y el resto de la población no supone tanto riesgo.

Y no es solamente aquí, en los límites de Europa, donde el presidente ruso se está entrometiendo.

Él nunca se ha rendido acerca de cuál debe ser el área de influencia de Rusia, a pesar del desplome de la Unión Soviética.

Putin no ve o siente como una amenaza a cada país de Europa de forma independiente, pero sí a la Unión Europea como bloque, del que algunas exrepúblicas soviéticas hacen parte ahora.

Entonces ha explotado esas grietas, esas divisiones y busca apalancar su influencia en el continente con sus exportaciones de gas y cultivando relaciones con partidos populistas de extrema izquierda y derecha -como el Partido de Libertad de Austria o el Frente Nacional que dirige Marine Le Pen en Francia- a través de fuertes inversiones rusas.

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Muchos analistas dudan que el presidente ruso, Vladimir Putin, intervenga en los países del Báltico.

Y el dinero manda particularmente en países pequeños como Chipre y Eslovaquia. Putin tiene muy claro que la Unión Europea necesita el voto unánime de sus países miembro para declarar nuevas sanciones contra su país.

Pero no solo es eso. Rusia acusa a Occidente de propaganda y expansionismo. Ha dicho en reiteradas ocasiones que la OTAN ha utilizado como excusa la situación en Ucrania para instalarse más cerca de su frontera.

Este viernes, los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea se reunieron en Letonia para discutir el conflicto entre Ucrania y Rusia.

Mientras tanto, el ejército ruso realizó una serie de ejercicios militares en la recién anexada Crimea así como en algunas zonas de Georgia, y la OTAN también hizo un simulacro de ejercicios de combate en el Mar Negro.

Todas estas acciones, por supuesto, no hacen sentir precisamente más cómodos y seguros a los habitantes del Báltico.

En: BBC

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Rusia despliega 2.000 militares en el distrito que hace frontera con Ucrania y más de 600 en Crimea

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MOSCÚ, 10 Feb. (Reuters/EP) – Las Fuerzas Armadas de Rusia han desplegado unos 2.000 militares en unas maniobras en el Distrito Militar Sur del país y unos 600 efectivos en la península de Crimea, anexionada a su territorio en marzo de 2014, unos ejercicios que llegan un día antes del comienzo este miércoles de las conversaciones internacionales en Minsk (Bielorrusia) sobre el conflicto de Ucrania, han informado las agencias de noticias Interfax y RIA Novosti.

Un responsable del Distrito Militar Sur de Rusia, en el que se encuadra la zona fronteriza con Ucrania, ha asegurado a la agencia de noticias rusa que los ejercicios van a durar un mes. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, tiene previsto reunirse este miércoles en Minsk con su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, y con el jefe de Estado de Francia, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, para intentar acordar una solución al conflicto en el este de Ucrania.

La agencia de noticias RIA ha informado de que más de 600 militares rusos han comenzado unos ejercicios en Crimea. Una fuente de la Flota rusa del Mar Negro ha confirmado que las unidades de defensa costera han comenzado unas maniobras en la península, con unas 50 unidades de armamentos.

En: europapress

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Las relaciones con Rusia provocan la primera tormenta política sobre Grecia

Los servicios de seguridad europeos escrutan la cercanía de varios ministros al Kremlin. La UE maniobra para suavizar el veto griego a las sanciones a Rusia.

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Colosal error de cálculo o as en la manga a la hora de defender estrategias de negociación en Europa. Entre estos dos extremos basculan las explicaciones que se dan en Atenas al primer movimiento diplomático del Gobierno de Alexis Tsipras, decididamente pro-Rusia, lo que ha desatado la primera tormenta política sobre el nuevo Ejecutivo.

El lunes, nada más tomar posesión como primer ministro, la oficina de Tsipras lamentó que la Unión Europea hubiera incluido a Grecia sin consulta previa en un comunicado que instaba a Moscú a aplicar los acuerdos de alto el fuego de Minsk en el este de Ucrania, y amenazaba con nuevas sanciones. El martes, el número tres de Exteriores dijo que “Grecia no está de acuerdo con el espíritu de las sanciones”, mientras el mismo ministro de Defensa, Panos Kamenos —líder del partido de derecha nacionalista que apoya a Syriza—, abría la puerta “a una mayor colaboración con Rusia en la compra de armamento”. El miércoles, el superministro de Reconstrucción Productiva y Energía, Panayiotis Lafazanis —único representante en el Gobierno de la facción más izquierdista de Syriza—, declaró: “Estamos contra el embargo impuesto a Rusia”.

A todo ello se suma un gesto no por simbólico menos importante. Hasta ahora, el primer embajador que se reunía con el nuevo primer ministro griego era el norteamericano (EE UU tiene una importante base militar en el país, en la isla de Creta; vital para la cobertura del Mediterráneo oriental). Tsipras rompió con esa tradición el lunes, al elegir al embajador ruso en Atenas, Andrei Maslov, para su primer contacto diplomático. Nada pudo entusiasmar más a los medios rusos, unánimes en los titulares: “Grecia da una lección de democracia a Bruselas” o “Syriza es el nuevo aliado de Rusia”. Dos días después, el presidente Barack Obama llamaba por teléfono a Tsipraspara para reiterarle la “tradicional alianza” entre ambos países.

Las relaciones de Grecia con Rusia vienen de lejos, pero nunca habían alcanzado este protagonismo. El año pasado, durante su gira internacional como candidato a presidente de la Comisión Europea, Tsipras visitó en mayo Moscú, donde clamó contra “la presencia de neonazis en [el Gobierno de] Kiev” —el mensaje oficial de los prorrusos de Ucrania y de Moscú— y denunció las sanciones contra el Kremlin. En el viaje le acompañaba su actual ministro de Exteriores, Nikos Kotziás, procedente del Partido Comunista de Grecia (KKE, afín a Moscú). El nacionalista Kotziás mantiene una buena relación con el también nacionalista radical Alexander Duguin, uno de los ideólogos del eurasianismo —y próximo a Vladímir Putin—, a quien ha invitado a la Universidad del Pireo, donde Kotziás era profesor de Relaciones Internacionales.

Pero no es el único que frecuenta Moscú, también lo ha hecho Panos Kamenos. Tanto este como Kotziás han sido cortejados por el círculo más íntimo del Kremlin, donde figuran algunos de los nombres que tienen prohibido viajar a la UE y EE UU por las sanciones. Estas relaciones peligrosas —Dugin es muy conocido entre los radicales populistas europeos— están bajo la lupa de los servicios de seguridad europeos.

De todo lo dicho se desprende “la preocupación” con que el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, visitó este jueves Atenas. En la reunión que mantuvo con Tsipras se abordaron “todos los temas europeos”, incluidas la crisis de Ucrania y la postura hacia Rusia, el único asunto en el que, según fuentes de Exteriores, Tsipras y Schulz no se pusieron de acuerdo. “Estamos trabajando para evitar una ruptura de la UE y Rusia”, apuntó por su parte Kotziás en Bruselas.

“Me sorprende muy negativamente esta actitud del Gobierno hacia Rusia, porque aleja a Grecia de Europa en un momento crítico. Antes de que hayan empezado las negociaciones con la troika, el Gobierno de Tsipras ya ha creado una seria divergencia”, subraya el profesor Dimitri Sotirópulos, de la Universidad de Atenas. “No creo que Grecia vaya a cambiar sustancialmente su discurso pero sí va a utilizar este asunto como herramienta para sus negociaciones. Tsipras quiere ampliar su agenda internacional y abrir otros frentes para poder negociar con Bruselas; algo así como decirle a la UE “ya tienen bastantes problemas con nosotros, pero podemos crearles más”, explica Kostas Pliakos, editor de Internacional del diario Eleutheros Typos. “Las relaciones con Rusia son un tema tabú, porque EE UU aún está muy presente en este país; pero Rusia, por cuestiones estratégicas y energéticas [el trazado del gasoducto alternativo a South Stream], interesa mucho más”, concluye.

En: internacionalelpais

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Putin felicita al líder de Syriza por la victoria en las elecciones de Grecia

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, felicitó al líder del partido griego Syriza, Alexis Tsipras, por la victoria en las elecciones al Parlamento heleno, informó este lunes el Kremlin.

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En el mensaje de felicitación, el presidente Putin expresó la confianza de que ambos países “continuarán ampliando su cooperación tradicionalmente constructiva en todos los ámbitos y colaborarán de forma eficaz en la resolución de problemas de la actualidad europea y mundial”, según el comunicado. El mandatario ruso deseó a Tsipras que su gestión en cargos de gran responsabilidad pública tenga éxito en un momento tan difícil como el actual.

Tras el escrutinio del 90% de los votos, la Coalición de Izquierda Radical, Syriza, obtiene el 36,3% de los apoyos y 149 de los 300 escaños del Parlamento griego. La formación centroderechista Nueva Democracia del actual primer ministro Antonis Samarás reúne el 27,8% de los votos y 76 escaños. El tercer mejor resultado es para el ultraderechista Amanecer Dorado, con el 6,3% de los apoyos y 17 escaños.

Según datos preliminares, un total de siete partidos podrán tener representación en el Legislativo. Grecia celebró el domingo legislativas anticipadas después de que el anterior Parlamento se disolviera en diciembre pasado tras fracasar la elección de un nuevo presidente del país.

En: mundo.sputniknews

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La amenaza rusa se queda sin combustible

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En Europa, el acontecimiento definitorio del año 2014 fue la anexión de Crimea a Rusia y la intervención militar en la región de Donbass, al este de Ucrania. Las acciones del Kremlin desafiaron los principios fundamentales que han guiado a Europa desde hace más de seis décadas, en particular, a la renuncia al uso de la fuerza para alterar las fronteras nacionales. Sin embargo, Rusia no está en condiciones de sostener su política exterior agresiva.

A menudo se ha argumentado que Rusia estaba reaccionando ante la intrusión percibida en sus cercanías, al tiempo que era presionada por la Unión Europea y la OTAN. Pero la historia sugiere una explicación más simple: una década de constante aumento de los precios del petróleo envalentonó a Rusia, dejándola lista para aprovechar cualquier oportunidad de desplegar su poderío militar.

De hecho, la Unión Soviética tuvo una experiencia similar hace 40 años, cuando un período prolongado de aumento de los ingresos petroleros dio pie a una política exterior cada vez más agresiva, que culminó en 1979 con la invasión de Afganistán.

La floreciente riqueza petrolera reforzó la credibilidad del régimen, y el aumento de la fuerza económica y militar dio a los vetustos líderes de la Unión Soviética un sentido rejuvenecido de invulnerabilidad. La invasión de Afganistán no fue simplemente una respuesta improvisada a un hecho local (un golpe de Estado en Kabul); también fue un resultado directo de este patrón.

La reacción de Putin ante las manifestaciones del Euromaidán en Ucrania siguió un patrón similar. En ambos casos, se vio una oportunidad, aparentemente de bajo costo, que supondría una gran ganancia estratégica, al menos en el corto plazo. De hecho, si bien las consecuencias devastadoras de la aventura afgana de la Unión Soviética son ahora ya conocidas en su integridad, en aquel entonces la invasión fue vista como una gran derrota para el Occidente.

La retirada del ejército soviético en 1988 se atribuye generalmente a la insurgencia afgana, liderada por muyahidines entrenados en Pakistán con el apoyo de Estados Unidos. Pero la caída de los precios del petróleo durante la década de 1980, que redujo el valor de la producción soviética a un tercio de su nivel máximo, sin duda, desempeñó un papel.

La postura de Rusia cambió durante la década de 2000, mientras los precios mundiales del petróleo -y la producción de Rusia- se recuperaban, revitalizando la base económica del país en momentos en los que sus líderes se tornaban cada vez más autocráticos. Sólo entonces Rusia comienza a reclamar que EEUU y sus aliados europeos llevaran a cabo un compromiso implícito con relación a no ampliar la OTAN hacia el oriente.

Con los precios del petróleo en constante aumento, el valor de la producción de crudo de Rusia alcanzó un nuevo pico, aproximadamente diez veces el nivel de 1999, en 2008. Rusia invadió Georgia el mismo año. Aunque los precios se derrumbaron durante la Gran Recesión de 2009, rápidamente se recuperaron, llegando la producción rusa a otro pico en el período 2012-2013. Fue precisamente en dicho momento cuando la posición de Rusia sobre el Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea se endureció. Debido a que la UE y Ucrania ya habían estado negociando el acuerdo durante dos años, sin que existiera mucha reacción de Rusia, la UE se vio sorprendida por las objeciones bruscas y repentinas del Kremlin.

Es evidente que la actitud de Rusia hacia su exterior cercano no es tan errática como puede parecer. Cuando los precios del petróleo suben, Rusia expresa sus resentimientos latentes de forma más agresiva, a menudo empleando sus fuerzas armadas. Además, cuando los precios son más altos, la industria del petróleo desplaza y reduce la participación de otros sectores de exportación que apoyan a los mercados abiertos y una política exterior menos agresiva.

Después de la guerra soviética en Afganistán se produjo un descenso de largo recorrido en los precios del petróleo. La reciente caída de la cotización – a 50-60 dólares por barril, que reduce a la mitad el valor de la producción de petróleo de Rusia- sugiere que la historia está a punto de repetirse. Y los precios del petróleo no son el único problema de Rusia. Las sanciones de Occidente, que parecían constituir sólo un pinchazo hace unos meses, parecen haber causado graves daños, ya que el rublo ha perdido casi la mitad de su valor frente al dólar estadounidense el año pasado. Aunque los mercados financieros se calmarán cuando el tipo de cambio del rublo se asiente en su nuevo equilibrio, la economía de Rusia se mantendrá débil, lo que obligará a que los líderes del país tomen decisiones difíciles.

En este contexto, un punto muerto en la región de Donbass parece más probable que una ofensiva directa destinada a ocupar el resto de la región y establecer un corredor hacia Crimea. El resultado que muchos en Occidente temían inicialmente.

El nuevo proyecto Novorossya del presidente Vladimir Putin simplemente no puede progresar con los precios del petróleo en su nivel actual.

Sin duda, Rusia continuará desafiando a Europa, pero ningún alarde de fuerza puede compensar la desintegración de la base material de la economía causada por el nuevo equilibrio en el mercado petrolero. En este sentido, EEUU ha venido al rescate de Europa de una manera diferente: la producción de petróleo de esquisto y el poder gasífero norteamericano posiblemente desempeñen un papel más importante en cuanto a mantener a Rusia a raya en comparación al papel que desempeñan las tropas de la OTAN en las fronteras orientales de Europa.

En: economiahoy

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¿Quién se beneficia de la crisis rusa?

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La crisis rusa puede presentar una oportunidad para otros países.

La diplomacia rusa, asediada por la caída del precio petrolero y el conflicto con la Unión Europea y Estados Unidos en torno a Ucrania, está diversificando sus alianzas planetarias.

Los países vecinos y China son los pilares de esta estrategia y posibles beneficiarios de la reorientación económica rusa por efecto de la nueva realidad geopolítica global. Algunos incluso sugieren que América Latina podría obtener algunos beneficios.

Según Paulo Botta, director del Departamento de Eurasia de la Universidad de la Plata en Argentina, se trata de una estrategia de largo aliento.

“Rusia se ve a sí misma como un actor global. De manera que quiere tener una presencia en distintas partes del planeta. Con la crisis esta estrategia le ha servido a Putin para mostrar que no están aislados internacionalmente”, indicó a BBC Mundo Botta.

Eurasia

Los países vecinos, ex miembros de la Unión Soviética, son el espacio natural.

Este primero de enero empezó a funcionar la Unión Económica Eurasiática (UEE), integrada por Bielorrusia, Kazajistán, Rusia y Armenia, al que podrían sumarse Kirguistán, Azerbaiján, Uzbekistán e incluso Vietnam.

Más en los márgenes, pero también pendientes de posibles alianzas, se encuentran Turquía, India e Israel.

La Unión Económica Eurasiática (UEE) anunciada a comienzos del año tiene más de 170 millones de habitantes y un Producto Interno Bruto (PIB) conjunto de US$4 billones.

Los cuatro miembros – cinco cuando Kirguistán se añada en el curso del año – representan la quinta parte de las reservas de gas del mundo y un 15 por ciento del petróleo global.

El comercio entre sus miembros creció en un 50% desde que en 2011 se dio el primer paso para la UEE con la creación de una unión aduanera: el intercambio hoy asciende a unos $US60 mil millones.

Al mismo tiempo la asimetría entre Rusia y las otras naciones es muy fuerte.

Rusia tiene superavit comercial en todos los casos: el peligro para sus socios es terminar en una versión apenas disimulada de la vieja Unión Soviética.

Según Paulo Botta la mayor debilidad actual de Rusia puede favorecer una integración más equitativa.

“Rusia aporta a estos países la posibilidad de una economía de escala. No es lo mismo invertir en un país de unos pocos millones de personas que saber que esa inversión se puede expandir a toda la zona y llegar a Rusia. Dado que Rusia está más débil, ha tenido una posición más negociadora”, indicó a BBC Mundo.

Turquía

Turquía se ha beneficiado con la crisis, aseguran expertos.

La diplomacia rusa considera que esta nueva esfera de socios comerciales para la economía rusa se trata de un espacio abierto.

Entre los más optimistas se proclama la posible incorporación de países tan diversos como Turquía, Israel, Vietnam e India.

“No es realista pensar que esto va a ocurrir pronto. A lo sumo estos países verán como funciona la UEE para luego hacer su propia apuesta. Lo que no quiere decir que no haya habido movimiento. Turquía, por ejemplo, se ha beneficiado mucho con la crisis, sentando una fuerte presencia de sus subsidiarias en el mercado ruso y permitiendo que empresas occidentales aprovechen su inversión en Turquía para llegar al mercado ruso”, indicó a BBC Mundo Botta.

Por su parte India, aliado histórico desde la época soviética, firmó en noviembre una serie de acuerdos energéticos que incluyen la cooperación rusa en la construcción a unos 10 reactores nucleares.

Como confirmó en aquel momento el primer ministro de la India Narenda Modi, Rusia seguirá siendo su principal fuente de equipamiento militar.

China

El intercambio entre Rusia y China llegó a US$89.000 millones en 2013.

El crecimiento del comercio ruso con Eurasia empalidece cuando se compara con el intercambio bilateral con China, que alcanzó los US$89 mil millones en 2013.

En noviembre China y Rusia firmaron 16 acuerdos, entre ellos un gasoducto para transportar gas natural a China.

Pero además, la retirada de firmas occidentales como Exxon, Eni y Statoil del norte ruso y la estratégica zona ártica, que tiene un 13 por ciento del petróleo no descubierto mundial y un 30% del gas natural, deja un espacio abierto para China que ya ha manifestado su interés en la región.

Putin acusa a las naciones occidentales de ir contra los intereses de Rusia. “China fue el que mejor aprovechó la crisis rusa, sobre todo por el lado de la compra de gas, porque el gas, a diferencia del petróleo, es un precio mucho más político que se fija bilateralmente. A estos acuerdos se suma el interés estratégico de China en la zona ártica que, con el calentamiento global, se va derritiendo, abriendo al posibilidad de su explotación comercial”, indicó a BBC Mundo Botta.

La relación bilateral tiene sus sombras. El espacio de Eurasia choca con el interés de China por conformar la nueva ruta de la seda.

Según Jos Boonstra, jefe del programa de Eurasia de Fride, un centro de análisis de Relaciones Internacionales, la cooperación entre ambos países en este área será nula.

“Para los países de la Unión Económica Eurasiática, Rusia es económicamente menos importante que China. Es decir, que hay un nivel de competencia, aunque a ambos les interesa la estabilidad política de la zona”, indicó a BBC Mundo.

¿Y América Latina?

Rusia prohibió la importación de lácteos de Estados Unidos o la UE.

Algunos creen que América Latina podría cubrir parte de esa demanda.

En agosto, en represalaia por las sanciones de Occidente, el gobierno de Vladimir Putin prohibió la importación de carne, lácteos, frutas, verduras y pescado de Estados Unidos o la Unión Europea, importaciones que rondaban los US$18mil millones.

Esta prohibición generó una intensificación de la relación diplomática-comercial de la región con Rusia para intentar captar la ventaja competitiva que tienen algunos países de América Latina en esos productos.

A fin del año pasado la caída del precio petrolero y la fuerte devaluación del rublo pusieron paños fríos sobre este inicial optimismo.

Hoy la región va a tener que luchar contra un consumo a la baja y una competencia por el lado del precio con países vecinos de Rusia que tienen costos de transporte mucho más económicos.

Aún así, la región es potencialmente una de las ganadoras de este conflicto.

“El potencial existe, pero estamos en un momento de extemada fluidez. Para darle un ejemplo. Turqúia está aprovechando esta crisis rusa para posicionarse como alternativa en alimentos y otros rubros. ¿Compite o no con América Latina? No lo hace en las frutas porque son productos estacionales: Turquía produce cuando la región no lo hace y viceversa. Pero en electrodomésticos sí es un rival. La oportunidad está, pero también la competencia”, indicó Botta a BBC Mundo

En: BBC

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Ministro de Finanzas ruso llama a reducir los gastos de defensa

El ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov, se pronunció este viernes por recortar los gastos de defensa, al calificarlos de elevados.
Las asignaciones a la seguridad y defensa representan un tercio del presupuesto federal, “listón alto” en opinión de Siluánov.

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“Creo necesario reestructurar los gastos, redistribuirlos a favor de infraestructuras, educación, etcétera”, declaró el ministro en una comparecencia ante la prensa.

Agregó que “resulta difícil soportar tanto gasto militar” y propuso, en particular, plantearse “una optimización del personal, especialmente en los cuerpos de seguridad, donde hay grandes reservas”.

En 2015, Rusia planea asignar a defensa 3,3 billones de rublos (más de $61.000 millones al cambio actual) o el 4,2% del PIB, lo que convierte su presupuesto militar en uno de los mayores del mundo.

La viceministra de Defensa, Tatiana Shevtsova, dijo en una reciente entrevista con el diario Kommersant que más del 65% de esta suma se destinará al rearme del Ejército y la Marina, así como a la modernización de las empresas de la industria militar.

Shevtsova afirmó que los llamamientos recortar los gastos de defensa en la actualidad son “totalmente equivocados”.

En: sputniknews

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Caen las reservas de divisas en Rusia

Las reservas de divisas de Rusia, que están entre las más grandes del mundo, acaban de situarse por debajo de los 400.000 millones de dólares por primera vez desde 2009. Moscú asegura que la caída ya ha sido frenada.

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Las reservas de divisas de Rusia cayeron a 398.900 millones de dólares (unos 327.000 millones de euros), situándose por primera vez desde 2009 por debajo de la marca de los 400.000 millones de dólares. Así lo informó este jueves (25.12.2014) el banco central del país euroasiático, que este año ha invertido más de 80.000 millones de dólares para apuntalar al rublo. El ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, subrayó que la caída ya ha sido frenada. “Estamos viendo una tendencia a que el rublo se fortalezca”, indicó el funcionario

Aunque las reservas de divisas de la Federación Rusa todavía se cuentan entre las mayores del mundo, éstas se redujeron en 15.700 millones de dólares solamente entre el 13 y el 19 de diciembre. Tras llegar a un récord de mínimos la semana pasada, la moneda volvió a subir gracias a la intervención del Gobierno. Simultáneamente, cada vez más grandes empresas privadas y públicas piden garantías, créditos y otras ayudas ante el temor de que los compromisos económicos adquiridos no pueden ser honrados.

Entre esas compañías se encuentran la petrolera Rosneft, el VTB Bank y la aerolínea Transaero. El Gobierno de Vladimir Putin ofreció ayudas procedentes del fondo de bienestar nacional, que actualmente cuenta con cuatro billones de rublos (unos 63.000 millones de euros). Rusia, cuya economía depende ante todo de la venta de materias primas –sobre todo de petróleo–, atraviesa una seria crisis económica debido a la caída de los precios del crudo y a las sanciones que le han impuesto varios países Occidentales por su actuación de cara al conflicto interno ucraniano.

El propio Putin señaló que a los factores externos de la actual crisis nacional se suman problemas económicos internos, por lo que la situación ofrece una oportunidad para una “renovación” puertas adentro.

ERC ( dpa / Reuters )
En: DW

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Rusia bajo presión

El derrumbe del precio del petróleo y las sanciones de los países occidentales golpean con dureza la economía rusa. El rublo pierde valor y las medidas de rescate del Banco Central son ineficaces. Una situación que aviva el recuerdo de la crisis de 1998. El Kremlin lucha por su futuro. (Click en la imagen)

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En: DW

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