Mes: septiembre 2016
Kaytrananda – Together
Yeni Vilcatoma: “Me retiro de Fuerza Popular despidiéndome de Keiko Fujimori”
La exprocuradora dijo que “de ninguna manera se someterá a un proceso disciplinario arbitrario, que le abrió Fuerza Popular.
De ninguna manera me puedo someter a un proceso disciplinario arbitrario, ya me despedí de la Sra @KeikoFujimori
— Yeni Vilcatoma (@YeniVilcatoma2) September 17, 2016
La congresista Yeni Vilcatoma renunció a Fuerza Popular luego de participar en una reunión de más de seis horas para aclarar los impases con algunos miembros de esta bancada. Dijo que pidió disculpas públicas por los errores que cometió pero no acatará el proceso disciplinario que se le abrió porque es “arbitrario”.
Me voy triste. “En la sesión pasaron cosas muy duras. Yo me he retirado despidiéndome de Keiko Fujimori, a quien le agradecí el apoyo y confianza. Le hice saber que hice todo para ayudarla a lograr este gran sueño de cambiar el Perú. Yo me retiro del partido porque de ninguna manera me voy a someter a un proceso administrativo injusto. Me voy con un dolor muy grande, de querer haber aportado más”, dijo al programa Todo se sabe de Milagros Leiva.
Pruebas. Ante los cuestionamientos del parlamentario Daniel Salaverry sobre la falta de pruebas para la acusación contra Becerril, manifestó que todo su equipo escuchó la agresión verbal dentro de una sala del Legislativo. “Ellos son mis testigos y sus declaraciones son las pruebas de lo que ha sucedido ayer (jueves). Lo único que hice fue dar a conocer un incidente a la Comisión de Ética. Todos tienen derecho a defenderse bajo reglas claras y constitucionales. Mi familia en Ayacucho está desesperada viendo lo que sale en los medios. Me están tildando de loca. Loca no soy, sino digo las cosas de frente”.
Retira denuncia. Para evitar más incidentes y porque ya no pertenece a Fuerza Popular, Vilcatoma retirará este lunes la denuncia contra Héctor Becerril. “Al alejarme de estos problemas, considero que debo dejar todo en el estado en que está. Es lo mejor. Con esto demostraré que yo de ninguna manera hubiera querido llegar hasta este momento”.
Comisión de Fiscalización. Tras su renuncia dejará de presidir la Comisión de Fiscalización. “El trabajo ya no se iba a poder llevar a cabo por estas situaciones. No se trata de que torpedeen tu trabajo, sino que en esas condiciones de conflicto ya no podíamos seguir”.
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Cómo fue la huida y por qué vinieron los nazis a Argentina
El corresponsal de “The Guardian” y autor de “The Real Odessa”, Uki Goñi, detalló cómo fue la huida de criminales nazis a Argentina.
por Conte, Montiveros y Bustos
18 de Mayo de 2015 | 09:06
-¿Cómo es para un argentino escribir en un diario inglés con lo que significa Malvinas?
-A veces se pone complicado, pero The Guardian es un diario particular: es el diario que sacó a la luz todos los cables de Wikileaks y que participó en develar el espionaje norteamericano sobre las comunicaciones que dio a conocer Edward Snowden. Y sobre el tema Malvinas, es un medio que simpatiza con la posición argentina. De hecho, he escrito varios artículos de opinión diciendo que hay que tener en cuenta el reclamo argentino de negociar. El diario tiene un enfoque muy abierto y hace que todo sea más fácil.
-¿El diario reclama temas de la región o el periodista propone?
-Es una mezcla. Uno propone y a veces ellos te piden. No hay una fórmula estándar. Lo que interesa más de la Argentina son los temas políticos, dada la gran efervescencia que se produce en Argentina sobre algunas cuestiones. Con la muerte de (Alberto) Nisman, desde el colapso económico de 2001 que no había tantos artículos escritos sobre Argentina.
-Recientemente, usted escribió un artículo titulado Argentina suicida la verdad.
-New York Times me pidió un artículo de opinión sobre el caso Nisman. Pero como uno ha visto tantos suicidios dudosos, principalmente el del hermano de Eva Duarte, Juan Duarte, escribí ese artículo. También está el caso de Héctor Febres, quien manejaba la maternidad en la ESMA y a mitad de su juicio apareció muerto en su celda (2007). Era un caso que llevaba justamente la mujer de Nisman, la jueza (Sandra) Arroyo Salgado. Para ella no fue suicidio.
-¿Hitler vino a Argentina?
-No. Me encantaría que Hitler se hubiese fugado a Argentina porque estaríamos todos trabajando sin parar, escribiendo sobre el tema. Pero Hitler se suicidó en el búnker al final de la guerra. Hay infinidad de testigos que dicen eso. Los americanos, los ingleses y Stalin lo investigaron. Stalin se llevó gente que estaba en el búnker a la Unión Soviética, los tuvieron presos durante años, los interrogaron, y nunca salió una pista que dijera lo contrario al suicidio. Incluso, los rusos desenterraron el cuerpo y recuperaron la mandíbula de Hitler. Trajeron al dentista de él y dijo que la dentadura era de Hitler. En aquellos años, antes del ADN, se identificaban los cuerpos por las dentaduras. Incluso, los soviéticos consiguieron los papeles del dentista que comprobaron la identidad. Todo lo demás es fantasía. Lo que hay son cuentos.
-Esta semana tuvo difusión mundial el hallazgo de un supuesto refugio nazi en la selva misionera.
-Yo me he pasado 10 años de mi vida investigando a fondo este tema (la presencia de jerarcas nazis en Argentina) y todo lo que hallé es mucho más serio que todas estas pavadas. Lo de Misiones es otra pavada. Son ruinas jesuitas de aquella época (década del 40). Una persona encontró monedas alemanas de aquellos años y dijeron que era un refugio nazi, pero tienen que tener en cuenta que en Misiones hay una gran presencia de descendientes alemanes. Es tan sexi la nota, que da la vuelta al mundo porque ningún editor puede resistirse a publicarla.
-¿Argentina demora en declarar la guerra a Alemania por la influencia de jerarcas nazis sobre el Gobierno?
-No hubo influencia de jerarcas nazis en Argentina. Cuando ves los interrogatorios sobre Argentina que hicieron Estados Unidos e Inglaterra, Walter Schellenberg (general de Brigada de las SS) dice nosotros veíamos en Argentina un gobierno que tenía una mentalidad similar a la nuestra. Estaba hablando del Gobierno del GOU (Grupo de Oficiales Unidos). Y era así. En Argentina había una gran simpatía por el fascismo y los nacionalistas católicos argentinos buscaban la forma de compatibilizar su admiración por el nazismo con el hecho de que el nazismo era anticatólico. En ese punto, se reflejaron más bien en el fascismo belga, francés o croatas. Lo que hubo acá fue una gran simpatía por el nazismo. Quien viajaba constantemente a Berlín a admirar aquello era el general Juan Pistarini (vicepresidente de Farrell). Iba a comprar armas para el Ejército. Tenía un problema porque el embajador (Eduardo) Labougle era antinazi y daba la orden de no alzar el brazo de saludo nazi, pero Pistarini no se podía contener. Era un nazi recontra conocido.
-¿Por qué vinieron los nazis a Argentina?
-Argentina se diferencia del resto de los países recibiendo nazis porque el Gobierno envía misiones a Europa a buscar esta gente. Llegan en gran cantidad criminales nazis. Una de las razones era los grandes lazos que había, ya que Alemania era el principal inversor. Otra era la gran cantidad de germano-argentinos que habían participado en el Gobierno nazi. El ministro de Agricultura de Hitler, Walther Darré nació y creció en Argentina, iba a un colegio en Belgrano y se fue a los 11 años a Alemania. Fue uno de los principales teóricos del racismo nazi. En 1936, en las olimpiadas de Berlín saludó a la delegación argentina. Tras la guerra, fue condenado en Nüremberg y murió en la cárcel. Otro argentino de gran influencia fue Carlos Fuldner. Era hijo de alemanes, nació acá y se fue de adolescente a Alemania, donde ingresó a las SS y al final de la guerra fue enviado a Madrid y a Argentina para organizar el escape.
-¿Qué le dicen los peronistas de sus investigaciones?
-He podido ver a la Argentina con una cierta distancia. Yo no veo diferencia entre peronismo y antiperonismo. Configuran dos equipos en un mismo partido. Ninguno de los dos contribuye a la verdad. Los peronistas niegan mi trabajo y los antiperonistas, en vez de interpretarlo objetivamente, lo usan para atacar a los peronistas. Ninguno sirve. Es más, casi que prefiero a los peronistas. Yo llegué acá y empecé a trabajar como periodistas durante la dictadura en el Buenos Aires Herald, el único que contaba lo que pasaba en aquella época. EL nazismo no es que me interese particularmente, pero dije “acá hay un punto ciego que nadie quiere ver”. Aunque mi trabajo fue bien recibido, en el mundo académico ningún historiador ni universidad me llamó para ver ningún documento. Junté 26 mil páginas de documentos que quedaron en el Museo del Holocausto de Washington.
-En el medio, la música.
-Yo llegué acá y me metí en el periodismo, y cuando llegó 1981, donde la dictadura se veía que estaba terminando, dije quiero hacer música. Yo tenía una banda en Irlanda. Y acá formé Los helicópteros. Fue una reacción a lo horrible que fue la dictadura, decir “yo no voy a dejar que los militares me quiten la alegría”. Fue una banda pionera con Los twist y Virus.
Producción: Franco Pereira para Tormenta de Ideas, programa que se transmite los sábados por FM 105.5, MDZ Radio.
En: mdzol.com
Por qué en Estados Unidos no dejan de ir al trabajo cuando se enferman
Considero que el sistema democrático norteamericano esta diseñado (y es la matriz) para favorecer a las grandes corporaciones y financieras sin importar el bienestar de las clases trabajadoras.
Las relaciones de trabajo han cambiado demasiado desde la revolución tecnológica y digital en los últimos veinte años.
La aspiración a vivir el sueño americano se vuelve cada vez más dificil conforme avanza el tiempo, en tanto la riqueza y el poder se concentra más y más en pocas manos, agrandándose la brecha entre ricos y pobres, siendo la clase media un estrato que se incorpora más a este último sector socioeconómico.
Como paliativo, es necesario contar con leyes laborales mas abiertas que tomen en cuenta los derechos de todo trabajador, sin embargo, ello depende de la legislación que Estados Unidos apruebe tanto a nivel del Poder Legislativo o con iniciativas del Ejecutivo.
El problema es que en los últimos años, quien tenga ingentes recursos para financiar campañas políticas generalmente tendrá a su disposición el poder político que les ayudará a que sigan manteniendo su riqueza.
Así las cosas, es obvia la existencia de un círculo vicioso que tiene como protagonistas a unos pocos que poseen riqueza y que financian a quienes se encuentran en el poder para que éstos, a su vez, aseguren la riqueza de los primeros con normativas, políticas o legislación que les permita perpetuamente mantener su riqueza, siendo la población un factor accesorio que debe ser controlado y distraído para dedicare a trabajar toda su vida.
Así, contar con trabajadores en constante competencia interna (entre trabajadores de una misma compañía) y externa (entre trabajadores de los Estados Unidos y otros mas “baratos” en países como China, Bangladesh, Pakistán, Camboya, etc), en situación de inestablidad laboral con un salario mínimo por hora; facilita un enorme control a traves del temor y el miedo, a perder su unica fuente de sustento, mas aun si se tiene hijos u otros dependientes.
La población no pone mucha atencion en estos detalles porque el poder los entretiene y los aleja de la realidad a través de distintos medios. Este abuso al trabajador debe ser erradicado y el modelo norteamericano reformado para una justa relacion entre riqueza y poder.
Un detalle en USA es que debemos diferenciar entre trabajadores con educación superior y quienes no la tuvieron. Generalmente los primeros estan en una mejor situación que estos ultimos (Low-paid shift workers). Es verdad que no hay derechos laborales amplios en este país, solo los básicos referidos a jornada laboral, derecho de sindicación (union), seguro médico, etc., y otros que no se encuentran reconocidos o desarrollados por completo, como por ejemplo: licencia por maternidad, paternidad, vacaciones de un mes, licencias remuneradas, etc..). Si fallas en cualquiera de ellos simplemente te botan de trabajo, porque habrá otra persona detrás tuyo con ganas de trabajar y ser explotado por necesidad.
El sistema norteamericano es muy deshumanizado e individualista al máximo. Si para los trabajadores manuales y obreros nacionales y residentes legales es injusto, es posible imaginar el también el tipo de desigualdad tan grande que se genera cuando se hablamos de trabajadores ilegales en este país. Una de sus consecuencias es el uso de los trabajadores, exigiéndoles más en nombre de las ganancias de las empresas para finalmente quemarlos y darles de baja con un cuerpo cansado y enfermo (tanto física como psicológicamente). Como leí una vez, al final de tu vida mirarás hacia atras y pensarás: “mi vida se resumió en trabajar y trabajar, sin parar para otros y no pude gozar a mi familia”. Triste pero cierto.
En mi opinión, no importa quien salga electo presidente de los Estados Unidos, sea demócrata o republicano, el sistema norteamericano está diseñado para mantener en el poder a una élite a perpetuidad. Los políticos y personas que deciden el destino de un país, le deben pleitesía a un grupo de billonarios que los financian, son en suma sus espantapájaros o títeres según como deseen utilizarles.
Estados Unidos dejó de ser el paraíso que muchos idealizaron. Considero que si un migrante quiere buscar un mejor futuro, solo le beneficiará venir a los Estados Unidos para recolectar o juntar dinero y enviarlo a su familia o retornar a su país después de un tiempo, asi como las mismas corporaciones y entidades financieras hacen con sus inversiones en todo el mundo (a modo de capitales golondrinos).
Hillary Clinton no es la única estadounidense que esta semana fue a trabajar pese a estar enferma.
Al presentarse el domingo en la ceremonia de conmemoración de los atentados del 11-S tras haberle sido diagnosticada una neumonía, la candidata presidencial demócrata hacía lo mismo que millones en su país cada día: ignorar sus síntomas y tratar de sobrellevar un día de trabajo.
“A nadie se le permite estar enfermo. La enfermedad es vista como una debilidad”, dice Leanne DeRigne, profesora de trabajo social en la Universidad Florida Atlantic.
“Hay una actitud de decir ‘soy insustituible, si no me presento, mi trabajo no se hará’. Parte del problema es también la preocupación por la forma en que las personas van a ser juzgadas como empleadas: si son personas confiables o no. A quienes le preocupa que al tomarse demasiados días por enfermedad, acumular demasiadas ausencias, ya no sean consideradas como fiables”.
Y añade: “En el núcleo mismo de la identidad de los estadounidenses está la idea de ser un trabajador abnegado”.
Sin alternativa
No es que la mayoría de los estadounidenses puedan escoger.
Estados Unidos es el único país industrial desarrollado que no garantiza por ley la licencia pagada por enfermedad a todos sus trabajadores.
En virtud de la Ley de Ausencia Familiar y Médica, a ciertos trabajadores se les permite tomar hasta 12 semanas de descanso por enfermedad o por haber tenido un hijo. La norma fue promulgada por Bill Clinton en 1993.
Muchas compañías ofrecen a su personal unos cuantos días de licencia por enfermedad como parte de su paquete de beneficios.
Pero para millones de trabajadores con salarios bajos, la regla es simple: si usted no se presenta a trabajar, va a perder un día de salario.
Amenazados
Casi un cuarta parte de los adultos estadounidenses han sido despedidos o amenazados con ser despedidos por tomarse días para recuperarse de una enfermedad o para cuidar a un ser querido enfermo, según afirma Family Values at Work (Valores Familiares en el Trabajo), una ONG que hace campaña por el derecho a licencias remuneradas para los trabajadores.
Este clima es particularmente difícil para las mujeres que siguen enfrentando la responsabilidad principal de cuidar a niños pequeños y familiares ancianos, dice Leanne DeRigne.
Sus investigaciones sugieren que algunas familias pueden estar gastando más en tratamientos médicos debido a que están retrasándolo ante las dificultades de ausentarse de su lugar de trabajo.
Esta situación también puede tener graves consecuencias para la salud pública.
En febrero, la cadena de comida rápida mexicana Chipotle le echó en parte la culpa de un brote de norovirus en 2015 a algunos empleados que habían ido a trabajar enfermos a sucursales en Boston y Simi Valley, California.
La compañía, que emplea a 50.000 personas en EE.UU., ahora requiere que los empleados se tomen una licencia remunerada en sus casas por cinco días luego de que sus síntomas hayan desaparecido.
Acuerdo tácito
Pero incluso cuando tienen derecho a licencia por enfermedad, muchos estadounidenses no la toman.
Más de una cuarta parte de los trabajadores encuestados en 2014 por la agencia de salud pública NSF dijeron que siempre van a trabajar cuando están enfermos.
La cultura de los sitios de trabajo estadounidenses, caracterizada por largas horas de jornada laboral, no es el sitio adecuado para correr el riesgo de ser etiquetado como “vago”.
“En cualquier empresa distinta al sector público, cuando usted dice que tiene una jornada de “nueve a cinco”, en realidad se espera que trabaje de ocho a siete, al menos en la ciudad de Washington y particularmente en Nueva York”, asegura Nicholas Scheeberger, de 30 años de edad, ejecutivo de ventas de tecnología basado en la capital estadounidense.
“Es como un acuerdo tácito. Su jefe no le va a decir que necesita quedarse y trabajar más, pero si usted es la persona que llega a las nueve y se va a su casa a las cinco todos los días, es probable que no vaya a durar mucho en ese puesto”.
Por la resaca
Scheeberger dice que no le molestaba la falta de licencias pagadas cuando trabajaba como camarero, un empleo en el que las propinas formaban la mayoría de sus ingresos.
Ahora que tiene un trabajo de oficina, tiene dos semanas de vacaciones y “siete a 10 días de enfermedad”, pero hay presión por no utilizar ese derecho.
“No me malinterpreten, hay un montón de personas que piden licencia cuando en realidad están con resaca, pero hay más que eso. Incluso si uno está enfermo y hay algo importante pendiente, es absolutamente necesario estar en el trabajo”.
Si hay una reunión con un cliente grande o un seminario, añade, “a menos que usted esté moribundo, lo más probable es que va a ir a trabajar”.
Leyes
Las encuestas sugieren que el público estadounidense está fuertemente a favor de la licencia por enfermedad, pero el progreso hacia ella ha sido lento.
Algunos estados, como California y Nueva York, han aprobado sus propias leyes. Como resultado, se estima que 11,3 millones de trabajadores estadounidenses ahora tienen derecho a algún tipo de licencia pagada.
Hillary Clinton se ha comprometido a consagrar una licencia familiar remunerada de 12 semanas por enfermedad si gana la elección presidencial. Donald Trump no se ha pronunciado sobre el tema, a pesar de que ha respaldado el permiso pagado por maternidad.
Los intentos del gobierno de Barack Obama por establecer la licencia remunerada se encontraron con una fuerte oposición en el Congreso, dominado por el Partido Republicano.
Los republicanos argumentaron que podría afectar a las pequeñas empresas y dar lugar a la pérdida de empleos, y se burlaron de la idea de que Estados Unidos podría aprender lecciones de las naciones europeas en ese aspecto.
En: BBC
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