Stiglitz pide dotar de más derechos a los trabajadores

Vuelve a la carga. Premio Nobel de Economía 2001 participó en el foro donde se debatió sobre reformas estructurales, desigualdad y crecimiento.

Expositores. Min Zhu, del FMI, dice que hace falta un cambio en la política pensionaria. Stiglitz lo mira atento. Foto: Renato Pajuelo.

Expositores. Min Zhu, del FMI, dice que hace falta un cambio en la política pensionaria. Stiglitz lo mira atento. Foto: Renato Pajuelo.

Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001, participó en el Seminario “Reformas Estructurales, desigualdad y crecimiento” y no tuvo reparos en afirmar que en los países en vías de desarrollo se requiere urgentemente medidas laborales.

Consideró que ya se superó la percepción tradicional donde la única forma para reducir la desigualdad era el crecimiento y para conseguirlo se tenía que aceptar más desigualdad. “Hoy se piensa que hay reformas capaces de lograr los dos objetivos”, remarcó.

Las reformas más eficientes para conseguir equidad dependerá de la etapa de desarrollo de cada país. “En el marco general tenemos que reescribir las reglas del mercado que suponen decisiones políticas y económicas”, dijo el Nobel.

Stiglitz indicó tres cambios urgentes, el primero de ellos es incrementar los derechos de los trabajadores. Stiglitz opinó que los empleados deben participar en decisiones claves de la compañía, donde la mujer tenga un rol igualitario y se cuiden las condiciones laborales, como un transporte adecuado para desplazamiento al centro laboral.

Estimó necesario que se fomente la competitividad con leyes más eficientes que lo conseguido en EE.UU. y Europa. “Y esto supone alejarse de una mentalidad cortoplacista para pensar en un crecimiento sostenido”, dijo el economista y puso como ejemplo la reforma del sector de las telecomunicaciones desarrollada en México, atacando directamente a un monopolio establecido al interior de este mercado. La tercera reforma que señaló como necesaria es la del sector financiero, ya que –según Stiglitz– los cambios a este mercado han buscado evitar que el mundo financiero afecte al resto de la economía y lo que se debe plantear es cómo puede servir al resto de la sociedad en vez de servirse a sí mismo.

“En un régimen en el que pocas personas se llevan mucho y están dispuestos a desacelerar el crecimiento, entonces no puede tenerse un crecimiento sostenible solo pensando en resultados de crecimiento. Además, debe haber una reforma en el sistema financiero para que sirva al resto de la sociedad”, opinó.

Explicó que las reformas forman parte de una gran canasta, pero que, en algunos casos, pueden generar desaceleración y desigualdad si no se aplican adecuadamente.
“Según estudios del FMI a los países con mayor desigualdad no les va bien, no crecen y no tienen efectos positivos, y si hacen reformas que no comparten la idea de productividad crearán mayor desigualdad”, agregó.

Asimismo, comentó que existe la idea de que el sector privado es la fuente de riqueza de todo el país, pero lo que no se menciona es que las grandes innovaciones provienen del sector público. “El sector público ha tenido un rol crítico, así como las universidades públicas, un trabajo muy grande para crear fuentes de valor”, añadió.

La clave

Según Oxfam, en Europa existen 123 millones de personas que están en riesgo de caer en pobreza debido a las políticas de austeridad que ahí se implementan por exigencia de los organismos internacionales.

En: larepublica

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