El oscuro club Bilderberg
La organización que reune a los políticos y personajes más influyentes del mundo realizó su cónclave anual está semana para tratar temas de interés planetario. Se dice que deciden el orden mundial, y ponen y sacan gobernantes. Algo es cierto: alientan el secreto.
Se le conoce como ‘el Club Bilderberg’ porque cada año reune a los políticos y personalidades de Europa y Estados Unidos más poderosos e influyentes del planeta, pero ellos llaman a su cónclave solo ‘Reuniones Bilderberg’. Ese es el título de su página web. Allí informan de los temas que tratarán, pero -eso sí- no dejan acercarse a nadie al lugar donde se realiza el encuentro. Las fuerzas de seguridad del país anfitrión les brindan toda la seguridad y el aislamiento posible. Dicen que en los últimos años usan hasta bloqueadores de señales para evitar una intrusión sobre lo tratado allí.
Este año, como siempre, tratarán tópicos que están en la agenda mundial: ciberseguridad, amenazas con armas químicas, cuestiones económicas, globalización, Grecia, Irán, Terrorismo, OTAN, Reino Unido, Rusia, USA y Elecciones en USA. Ellos mismos definen su reunión, como un “cónclave anual destinado a fomentar el diálogo entre Europa y América del Norte”. Así fue en 1954, año de la primera reunión, y así se ha mantenido hasta hoy. El nombre Bilderberg se debe al hotel, ubicado en Holanda, donde se realizó ese primer encuentro.
En las conferencias se pide guardar el máximo secreto acerca de las conferencias que se dan en el interior. Ese secretismo es lo que ha alentado las teorías conspirativas acerca del grupo. En efecto, los invitados reciben una invitación personal y deben llegar a la cita -que se realiza alternativamente en hoteles de Europa y EEUU- sin acompañantes y sin escolta. No hay conferencias de prensa posteriores, la prensa es mantenida lejos durante la reunión.
La reunión de 2015
Este año 133 personalidades han sido invitadas al hotel Interalpen, un refugio lujoso ubicado en Telfs-Cuchen, una zona alejada de los Alpes austriacos. El sistema de debate promueve discusiones informales. Los participantes son libres de usar la información recibida, pero no pueden revelar la identidad ni el contenido de los discursos de ningún participante. Se busca así que los invitados expresen libremente sus ideas, ya que tienen la garantía de que no se van a difundir en los medios de comunicación.
Por lo que se sabe no se transcriben las intervenciones, no se graban los discursos, no se vota ningún acuerdo y no se hacen declaraciones oficiales. En esta ocasión, entre los invitados esta el titular de Economía del Reino Unido, George Osborne; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y los primeros ministros de Holanda, Mark Rutte, y Bélgica, Charles Michel. También están los españoles, Pedro Sánchez, líder del PSOE, la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín; y el dueño de Prisa, Juan Luis Cebrián.
También estarán, entre otros, el ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger, que ha ido muchas veces, el ex primer ministro italiano, Mario Monti, la directora de ‘The Economist’, Zanny Minton; y el exdirector de la CIA David Petraeus. Hay unos 40 ministros y políticos, 30 banqueros y unas 11 personalidad de empresas mundiales, entre ellos directivos de Google o Bill Gates de Microsoft. La importancia de los invitados extrema las medidas de seguridad y ha hecho que el gobierno austriaco prohiba los sobrevuelos en la zona.
Teorías conspirativas
El secreto con que se realiza la reunión alienta algunas ideas algo forzadas acerca de que este grupo supuestamente dirige el mundo, pone o quita gobernantes, inventa crisis y, en general, controla el devenir de la política y las finanzas global. Hay leyendas acerca de que ningún político norteamericano puede ser presidente si antes no ha acudido a alguna de sus reuniones. Pero lo raro sería que siendo una reunión USA-Europa, sus políticos más influyentes no acudan. Barack Obama ha ido y lo mismo Hillary Clinton. Es el mismo caso de Margaret Thatcher.
Hay más teorías sobre el Club Bilderberg: le atribuyen la crisis mundial como parte de un plan destinado a establecer un gobierno mundial, la creación del euro, la caída del rey Juan Carlos de España, la reunificación alemana y hasta el poner en agenda el calentamiento global.
Hay otras ideas más descabelladas pero todas sugieren que ellos dirigen la política internacional. Ellos se defienden: dicen que son sólo un foro de intercambio para compartir experiencias. Eso si, un foro con muchísima influencia.
En: larepublica