El Rector, Dr. Marcial Rubio, en su carta a la comunidad universitaria-PUCP del 28 de enero de 2011, difundida por la Dirección de Comunicación Institucional, apuntó que
“Una nueva campaña pública contra nuestra Universidad se inició el mes pasado y arreció durante este mes de enero”.
Este manifiesto nos muestra que la palabra arreciar describe una acción que resulta ser más fuerte e incluso violenta comparada a una anterior. En su carta, el Rector hizo alusión a un escrito más que intenta desaprobar el manejo de la institución:
“Cómo se ha llegado a esta situación es fácil de comprender: cuando autoridades y catedráticos dejaron la fidelidad doctrinal al magisterio católico para coquetear con ideologías ajenas a la fe cristiana y cuando el manejo monetario dejó de tener la prudente supervisión de la jerarquía de la Iglesia, corriendo el riesgo de convertirse en una repartija de unos cuantos”.
Claramente, el Rector considera que dichas afirmaciones constituyen un libelo, un escrito que denigra o infama a la Universidad. Esta palabra, arreciar, es una creación léxica derivada del vocablo recio (fuerte, vigoroso, duro). Para convertirse en verbo ha recibido un morfema prefijal y uno sufijal.
En su evolución semántica, hasta el momento, el verbo arreciar ha adquirido tres sentidos; es decir, contiene tres acepciones. En primer lugar, tiene el significado de dar fuerza y vigor. En segundo lugar, tiene el sentido de cobrar fuerza o vigor. En tercer lugar, tiene el significado de irse haciendo cada vez más recia, fuerte o violenta una cosa.
Apreciar el arte tradicional lo arrecia, le da vida, lo fortalece es un ejemplo de la primera acepción: dar fuerza y vigor. Otro es el caso de los conceptos que le dan un nuevo tono a la nueva pieza del diseñador Modesto Lomba inspirado en la obra de Gabriel García Márquez:
Mariposas amarillas, el inexorable paso del tiempo y un viento que lo arrecia todo son los conceptos sobre los que construye Modesto Lomba la pieza gestada sobre un extracto de los Cien años de Soledad de García Márquez.
“El vestido del verso”. Conde NAST. 14 abril 2010. http://bit.ly/hvC5nI Reg. 29 enero 2011.
Esta primera acepción nos permite describir hechos que dan aliento, ánimos, fuerza.
Surcaba los mares mientras los vientos soplaban con odio cuando de pronto, y sin controlarla, arreció una tormenta es un ejemplo de la segunda acepción: cobrar fuerza o vigor. Así, este sentido se puede observar también en el siguiente ejemplo donde una noche fría es arremetida por un viento que cobró fuerza y terminó por acarrear desgracias a la población de Porto do Son:
Todos ellos recuerdan que era una noche muy fría de otoño, en la que arreció un fuerte y congelador viento del norte. En el mar, sólo una leve marejadilla ponía de manifiesto que esa noche se produjo una desgracia que nadie olvidará ya en Porto do Son y que sumió al pueblo en el dolor.
“El pueblo entero se arremolinó en el muelle de Queirugas toda la madrugada”. Farodevigo.es: sección Secciones. 18 octubre 2010. http://bit.ly/cFRsWX Reg. 29 enero 2011.
Esta segunda acepción nos muestra, como se ha ilustrado, que un hecho cobra una intensidad o una fuerza mayor.
El caso expuesto por el rector Marcial Rubio donde señaló que una campaña pública arreció durante el mes de enero es un ejemplo de la tercera acepción: irse haciendo cada vez más recia, fuerte o violenta alguna cosa. Otro ejemplo es el caso de la persecución que ha sufrido el juez Baltasar, la que se volvió más grave y violenta cuando dio a conocer la red de corrupción que implicaba a personajes del partido conservador de España, Partido Populista (PP):
La persecución contra el juez Baltasar Garzón arreció hace poco más de un año a raíz de que el magistrado destapara el caso Gürtel, la red de corrupción en la que resultaron implicados dirigentes del PP de Madrid y Valencia, entre los que destacan el senador y ex tesorero del partido Luis Bárcenas y el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps.
“La persecución contra el juez arreció a raíz de destapar el ‘caso Gürtel'”. El País. 26 marzo 2010. http://bit.ly/9PuAK3 Reg. 21 enero 2011.
Es común encontrar esta tercera acepción en los periódicos; por ejemplo, está el caso de Cuba donde la represión aumentó gravemente en el año 2010 por los diferentes arrestos realizados contra los ciudadanos que se oponían al régimen socialista:
Arreció la represión en Cuba en 2010: El periodista independiente agregó que a finales de 2010 la represión se intensificó en Cuba, con más de cien arrestos por motivos políticos, y que el régimen marxista ha demostrado fehacientemente que no se han producido los cambios que necesita y demanda la sociedad cubana.
Radio Martí. 09 enero 11 http://bit.ly/eaxGr0 Reg. 29 enero 2011.
Esta tercera acepción da cuenta de hechos que se han agravado o empeorado; en otras palabras, donde la gravedad de una situación ha aumentado.
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¿Cómo citar esta fuente?
LOVÓN CUEVA, Marco (2011). “Arreciar”. Blog de Marco Antonio LOVÓN CUEVA. Lima: PUCP, 29 enero 2011. http://bit.ly/fRIjqI
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31 enero, 2011 at 7:31 pm
Marco, en el caso de hambre, como en "cuando el hambre arrecia", ¿es un uso válido?
31 enero, 2011 at 8:04 pm
Estimado Hugo:
Es muy válido el uso "cuando el hambre arrecia". En este contexto, se utiliza la segunda acepción de "arreciar": cobrar fuerza. A continuación, hay dos ejemplos de uso. En el primero, si se tiene mucha hambre, puedes ir a Japón, porque es un lugar donde los establecimientos de comida están abiertos las 24 horas. En el segundo, si no se tiene para comer, y el hambre gana, resultas ser un blanco fácil de reclutamiento para los narcotraficantes.
En Japón se puede comer a todas horas, las tiendas no cierran en todo el día de manera que a las cuatro de la tarde se puede uno ir a comer. Si prefiere merendar, también existen gran variedad de cafeterías, Starbucks, pastelerías, bollerías, salas de té, creperías, etc. Las posibilidades son infinitas. Cuando el hambre arrecia, lo mejor es estar en Japón.
http://bit.ly/faavtn
El reclutamiento de descontentos. Los que integran las bandas y son capaces de actuar con menor capacidad de asimilar códigos son los mas jóvenes. En ellos, cuando no hay escuela, cuando el hambre arrecia y cuando falta identificación positiva, encuentran los lideres del narcotráfico a sus mejores soldados.
http://bit.ly/eed5AL