Si bien es cierto que los hablantes de una lengua crean palabras para nombrar y referirse a las cosas objetivas, igualmente crean para manifestar las apreciaciones subjetivas (amor, rechazo, dulzura, etc). Podemos estar de acuerdo con las connotaciones que da un grupo a otro o no estarlo, de qué depende, de la pertenencia o identificación con uno de los grupos en un espacio y momento determinado; no obstante, lo que no puede dejar de negarse es la existencia del vocablo. Aunque nos desagrade, hay términos despreciativos producto de la capacidad inventiva del hombre que ve a otro hombre como distinto, raro, superior, injusto, salvaje.
En términos de grados, el alférez es el alfiler, el capitán es capirucho, el comandante es comanche y el coronel es coroncho. Se buscan palabras equivalentes para las denominaciones de la organización militar y policiaca. Cabe señalar que estos términos usados en el lenguaje peruano se presentan con un matiz peyorativo. Se desvalora al militar o al policía por sus distintos grados o autoridad. El lenguaje es como el ajedrez: de un lado hay fichas blancas, del otro, negras; y cada una de ellas se corresponde una a otra. Por cierto, el término capirucho se ha extendido al campo del fútbol para adjetivar al capitán de un equipo.
El lenguaje, ciertamente, permite a los hablantes ocultar aquello que otros no deben conocer. Así en la jerga delictiva se llama moroco al soldado; es decir, la persona que sirve en el Ejército es apodada como moroco por la gente que delinque. Un moroco es, sobre todo, el militar que empieza a trabajar dentro de la escuela militar después de haber egresado. Como soldado posee poca experiencia en la ejecución de las labores militares. Ciertas veces, calificar demanda a los grupos humanos de escabullirse de las alusiones directas. Otras veces requiere denominar aquello que se resiste a ser nombrado. En la Sierra o en la Selva, por ejemplo, se testimonia que el término uniformado es el intento de reconocer al militar o al policía no identificado. El lenguaje, pues, está al servicio de todos.
*X-man. “Reparos a la eliminación de Cédula Viva”. Perú21.pe (Comentario). 2 setiembre 2010. http://bit.ly/bNttiM Reg. 28 enero 2011)
¿Cómo citar esta fuente?
LOVÓN CUEVA, Marco (2011). “De militar a milico”. Blog de Marco Antonio LOVÓN CUEVA. Lima: PUCP, 28 enero 2011. http://bit.ly/hfSko0
…………………………..
Deja un comentario