Las oraciones subordinadas sustantivas son aquellas que desempeñan la función sintáctica correspondiente a un sustantivo o nombre (N) o una frase nominal (FN). Dado que asumen una función nominal, estas oraciones son reemplazables por los pronombres eso, ése, ésos, ésa y ésas que también poseen propiedades nominales equivalentes (por ejemplo, se encuentran en la misma posición que ocupa una frase nominal sujeto).

Esta clase de oración compuesta subordinada comprende 6 seis tipos. Estos son las oraciones subordinadas sustantivas subjetivas (proposición que funciona como sujeto), las oraciones subordinadas sustantivas de atributo (proposición que funciona como atributo), las oraciones subordinadas sustantivas de objeto directo (proposición que funciona como objeto directo), las oraciones subordinadas sustantivas de objeto indirecto (proposición que funciona como objeto indirecto), las oraciones subordinadas sustantivas de agente (proposición que funciona como agente) y las oraciones subordinadas sustantivas complementarias (donde las proposiciones funcionan como complementos de un nombre, un adjetivo o un verbo). Estas últimas se subclasifican en proposiciones subordinadas sustantivas de complemento de un nombre (la proposición funciona como complemento de nombre), proposiciones subordinadas sustantiva complemento de adjetivo (la proposición funciona complemento de adjetivo) y proposiciones subordinadas sustantiva de complemento verbal (la proposición funciona como frase nominal de verbos de régimen). Todas estas oraciones subordinadas sustantivas cumplen los roles que, básicamente, le competen a la categoría lexical nombre (N). Si hacemos un repaso por la gramática de esta categoría, el nombre, pues, cumple funciones sintácticas de sujeto, atributo, objeto directo, objeto indirecto, agente y complemento de verbos. En otras palabras, existen tantas oraciones subordinadas sustantivas como existen funciones sintácticas del nombre.

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