Hay mensajes ocultos en los discursos a los que diariamente somos expuestos. Neyla Pardo dedica su vida a descifrarlos. Lingüista de profesión, la doctora Pardo lleva 30 años enseñando en la Universidad Nacional de Colombia y estuvo en Lima del 18 al 21 de junio para dictar el seminario ‘Discursos y nuevos medios de comunicación’ organizado por el Departamento de Comunicaciones. En su calidad de presidenta de la Asociación Latinoamérica de Estudios del Discurso (ALED), Neyla aprovechó su visita para firmar un acta que crea la filial peruana de esta organización. Conversamos con ella y nos dio detalles sobre este proyecto, el seminario y sus motivaciones.
El Seminario ha sido bastante exitoso ¿Cómo han reaccionado los asistentes?
Creo que estamos compartiendo experiencias. Si yo lograra sorprenderlos estaría fascinada, aunque en todo proceso de conocimiento siempre hay sorpresa. Yo también me sorprendo de encontrar cosas nuevas. Aprendo mucho de ellos, porque asiste gente con intereses muy variados. Publicistas, filósofos, lingüistas, periodistas. Tener gente de tantas disciplinas me parece interesante porque cada uno observa el fenómeno desde su bagaje cultural y eso enriquece el curso. Las intervenciones son muy interesantes. Más que lo que yo pueda decir, es lo que ellos puedan aportar.
¿Cuál será nuestra relación desde ahora con ALED?
Mi visita a Lima tiene como propósito consolidar una organización académica en la PUCP que estructura equipos de trabajo dedicados al estudio de discursos desde múltiples perspectivas. Lo que buscamos es comprender la realidad social usando para eso los mismos discursos que la sociedad produce. Como presidenta de ALED acabo de firmar el acta de creación de la regional ALED Perú. Esto abre un espacio muy importante de diálogo académico dedicado a promover la calidad, la ética, la búsqueda y exploración de los problemas de nuestras sociedades. El grupo lo conforman 14 académicos de gran nivel, dirigidos por la profesora Celia Rubina. La incorporación formal se hará en el congreso que tendrá la asociación en Puebla.
¿Cuáles son los discursos que investigas?
Cada vez que nos expresamos, que alguien crea un aviso, que un político habla o escribe. Cada vez que un ciudadano corriente, desde la persona de a pie hasta el personaje más importante de la comunidad. Cada vez que nos expresamos y comunicamos, construimos un tejido simbólico que recupera conocimientos, principios, valores, creencias y en consecuencia aportan socialmente. Todos esos son asuntos que nos competen. Mi trabajo actualmente está centrado en los discursos mediáticos que produce la sociedad colombiana, a propósito del fenómeno de la pobreza y muy particularmente, al problema del despojo de tierras en el marco de una coyuntura en Colombia en la cual se debate y aprueba la Ley de Victimas y Restitución de tierras.
¿Son realmente similares los discursos que se emiten en los distintos países de América Latina?
Mucho. Esto se nota no solo en la publicidad sino también en los discursos políticos. Como región formamos parte de una misma cultura. Los problemas estructurales que nos aquejan son los mismos. Compartimos fenómenos culturales, lengua, cultura, raíces, una cantidad de factores sociales, económicos y culturales que hacen que tengamos la necesidad de unir esfuerzos para dar solución a tres problemas muy claros: Primero, el conocimiento que producimos en la región es poco visible en el mundo occidental. Segundo, debemos trabajar en solucionar los problemas derivados de la imposibilidad de acceder a derechos, que es el gran dilema de nuestras sociedades. Por último, creo que tenemos que empezar a construir una América latina de manera colectiva y con bienestar parea todos. Tiene que ser un trabajo conjunto.
¿Crees entonces que a través del análisis de discursos podemos transformar el mundo?
Al menos podemos contribuir a que se haga. Podemos proponer a nuestros estudiantes que piensen el mundo de maneras distintas, que hay alternativas. Que lo que dicen los políticos, los publicistas o los medios de comunicación no es necesariamente la reconstrucción de un acontecimiento y que todo eso está orientando de alguna manera por un trasfondo social. Creo que los Estudios del discurso contribuyen a formular explicaciones sobre la realidad latinoamericana, principio esencial para iniciar procesos de transformación.
¿Tu trabajo está influenciado políticamente?
Todo ser humano es un ser político. Somos sujetos de un ideario, de valores, de creencias. Esas potencialidades humanas son inherentes a todos. Eso es muy distinto a ser un militante. Yo no milito en ningún partido y creo que eso me da libertad, me permite observar, desentrañar y empezar a encontrar las razones por las que hacemos unas cosas u otras. Creo que es necesario que entendamos que nuestras sociedades tienen problemas y que tenemos que transformar cosas que garanticen condiciones de bienestar para la gente. Con eso no me refiero a tener carros o casas, esa no es la manera de entender el progreso. Es una manera de poder alcanzar ciertos niveles de felicidad y comodidad, de convivencia, que es lo que nos falta.
¿Cuál crees que es la responsabilidad que tienen los investigadores del discurso en nuestra sociedad?
Nos corresponde desentrañar la realidad de nuestra sociedad y nuestra cultura, explicarla e interpretarla. Mostrar que aquello que es aparentemente natural o normal no lo es tanto. Por ejemplo, la pobreza no es un fenómeno natural, es una construcción social que tiene sujetos responsables. Estos mensajes, al hacer circular ideas, formas de entender la realidad social, orientan nuestras maneras de vivir. Nosotros no tenemos pretensiones económicas, ni políticas ni defendemos intereses de terceros. Lo único que buscamos es contribuir a que la comunicación de una sociedad sea más incluyente, permita reconocernos como sujetos y como cultura y a partir de las reflexiones sobre lo que se dice y expresa socialmente sea posible proponer formas alternativas de comunidad. Eso no lo haremos los analistas del discurso, sino las propias personas que tomen conciencia y empiecen a cambiar sus actitudes. Queremos crear un sistema educativo capaz de escudriñar en lo que nosotros mismos construimos. Mientras no tengamos conciencia de lo que somos, no podremos nunca rediseñarnos.