Katherine Díaz entró a uno de los almacenes del Archivo Nacional. El olor a humedad lo envolvía todo. Caminó por los pasillos viendo a cada lado casettes polvorientos y vinilos corroídos. Trozos de historia audiovisual acumulada durante décadas que sucumben ante el moho y la desidia de las autoridades.
A nuestra exalumna parecen estar lloviéndole éxitos, pues en solo una semana consiguió graduarse como Comunicadora para el Desarrollo y alzarse con el primer lugar del Concurso de Investigación sobre la Cultura en Lima Metropolitana, organizado por el Observatorio Cultural Metropolitano. Su ensayo “Preservar el Patrimonio Audiovisual para nuestra identidad” fue considerado el mejor trabajo de la competencia.
Conversamos con ella, que se niega a dejar morir esos trozos de historia que ve deshacerse entre sus dedos. Esos testimonios de épocas olvidadas que dan sentido a su investigación.
¿Cómo te decidiste a participar en el concurso de la Municipalidad de Lima?
Siempre he tenido interés en temas culturales. Mi enfoque siempre ha tenido que ver con lo cultural. Descubrí la convocatoria y noté que cumplía con todos los requisitos. El concurso consistía en hacer un ensayo de 10 páginas como mínimo, desarrollando el tema de tu tesis de licenciatura sin sustentar. Lo hice y lo presenté. Allí puse la “carnecita”, lo más resaltante de la investigación que ya venía realizando.
¿Qué te impulsó a elegir este tema para tu tesis?
Debo decir que este fue mi tercer intento de tesis. Los dos primeros estaban relacionados a las Artes Escénicas, porque era la Especialidad en la que me inicié. La falta de acceso a la información me hizo abandonar esos intentos iniciales. Tomé contacto con el tema cuando trabajaba en el Ministerio de Cultura. Allí surgió la idea de crear un archivo, una cinemateca. Entonces conocí el problema: No hay espacios para la preservación adecuada del patrimonio audiovisual de nuestro país. Decidí orientar mi tesis a buscar una solución para eso. La presenté a Chicho Durand, mi profesor de Seminario II y a él le encantó la idea.
¿En qué estado se encuentra el archivo audiovisual del país?
Durante mucho tiempo mi trabajo fue netamente teórico, pero luego propuse hacer un informe detallado sobre la situación actual de los archivos audiovisuales que existen. Gracias a la Dirección obtuve los contactos y el acceso para hablar con los encargados de los archivos de la Biblioteca Nacional, el Archivo General de la Nación y el Instituto de Radio y Televisión del Perú (IRTP). Lo que descubrí es que no hay un “Archivo nacional” propiamente dicho ni un lugar donde se pueda preservar, restaurar y poner en valor nuestro patrimonio audiovisual. Lo que hay son almacenes con condiciones mínimas para conservarlo, pero en ningún caso restaurarlo. Los archivos son pequeños y trabajan aislados.
¿Se ha perdido patrimonio audiovisual del Perú con el tiempo?
Muchísimo. Y la pérdida no solo es nacional, es mundial. La UNESCO revela que casi el 80% del material audiovisual se ha perdido para siempre. El caso peruano es más grave, porque aun no tenemos una política de conservación. Eso es muy doloroso, porque somos un país que produce mucho material. La gente que se preocupa mucho por crear, olvida totalmente la importancia de conservar su obra. Nos falta esa conciencia del proceso posterior a la elaboración ¿Cómo preservar eso que nos costó tanto trabajo? No podemos guardarlo en cualquier sitio, es delicado y se puede dañar.
¿Como clase de apoyo o beneficio te otorga el haber ganado el concurso?
Me entregan un libro como premio simbólico y un diploma. Los mejores ensayos se publicarán en un libro editado pro la Municipalidad de Lima que se distribuirá a las bibliotecas públicas. La versión digital estará en la página web de la Municipalidad. Yo creo que el mayor apoyo es lograr acceso a información. Eso me interesa mucho, porque creo que abre las puertas a los futuros investigadores que podrán orientarse mejor en el estudio del tema.
¿Cuán importante puede ser el patrimonio audiovisual para un país?
Muchísimo. En otros países el desarrollo de la conciencia de la preservación audiovisual es muy importante. A través de este tipo de material podemos encontrar documentación, ver la infraestructura de una época, su cultura, su comportamiento. De esa manera puedes comparar con lo que vives ahora y analizar los cambios. Por ejemplo, el caso de los “vladivideos”, que destaparon una maraña de corrupción del gobierno de Fujimori, es una prueba fehaciente de que el material audiovisual es parte de nuestro patrimonio, porque es capaz de narrar una parte de nuestra historia.