Transición energética, empleo e inclusión: Inspiración en Laudato si’
9:00 a.m. | 12 oct 24 (MAI/VTN).- ¿De qué manera puede la transición hacia energías limpias influir positivamente en el futuro del empleo? Esta fue una de las cuestiones centrales discutidas por varios expertos en una conferencia inspirada en la encíclica ecológica Laudato si’ y en preparación para la próxima COP29. El evento tiene como antecedente un estudio realizado en 12 países y más de 2000 encuestados, que revela una creciente concienciación sobre cómo la meta del “cero neto” en emisiones es una oportunidad para la inclusión social y laboral.
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En vísperas de la COP29 en Azerbaiyán, los ponentes que han participado de la conferencia internacional “En el espíritu de Laudato si’. Hacia la COP29: la transición energética como oportunidad para la inclusión social y laboral”, explicaron cómo este cambio puede generar nuevos campos profesionales que encaren concretamente uno de los fenómenos más preocupantes a escala global, sobre todo para los jóvenes.
“Consideremos que en una reciente investigación de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA por siglas en inglés), se puso de manifiesto que el 84% de 10.000 jóvenes entrevistados, consideran la crisis climática como un peligro clave que amenaza su futuro. Por lo tanto, necesitan herramientas prácticas para intervenir y marcar la diferencia”. Así lo explicó la Dra. Cristina Finocchi Mahne, miembro del consejo asesor de la Escuela de Negocios de Fordham y profesora de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán.
La académica, también vinculada a la Fundación vaticana Centesimus Annus, participó como expositora en la conferencia organizada por la Embajada de la Soberana Orden de Malta ante la Santa Sede. Tras subrayar que la transición energética es una vía clave para implicar a la nueva generación en cambios “que realmente pueden mejorar el mundo”, también en términos de “inclusión social” -no sólo a nivel económico-, se preguntó qué requiere esto, “en términos prácticos”.
“Con la actual generación de jóvenes tenemos una especie de ‘superpoder’ al que podemos recurrir”, explicó, señalando que pueden ser “una parte crucial de este desarrollo, en términos de los nuevos perfiles profesionales que este sector va a generar”, y proporcionando “oportunidades” relacionadas con “un lenguaje y un proceso comunes entre la nueva generación en todo el mundo”. Con las competencias y habilidades adecuadas, esta joven generación podrá marcar la diferencia no solo en la transición energética, sino también en los entornos económico y social.
Con respecto a una fuente de inspiración para la iniciativa, se puso de relieve el terreno común entre la Encíclica Laudato si’, del papa Francisco, y la transición energética, entendida como una evolución cultural, social, económica y medioambiental que constituye el desafío más urgente y complejo de la humanidad. Al hablar del cambio climático, el Papa dijo que “debemos reconocer la magnitud, la urgencia y la belleza del desafío que tenemos ante nosotros”. La descarbonización es una oportunidad para impulsar el desarrollo humano integral y, en este contexto, las empresas (en esta iniciativa representadas por el grupo MAIRE, coorganizador del evento) desempeñan un papel primordial a la hora de contribuir activamente a la consecución del bien común.
El encuentro además fue marco para difundir un estudio de la Fundación MAIRE y algunos desarrollos previos a la COP29 en Azerbaiyán. El Ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, también estuvo entre los ponentes. En la primera edición de la investigación, presentada durante la COP28 en Dubai, participaron 1.700 encuestados de 10 países, entre ellos Italia, Reino Unido, Estados Unidos, Turquía, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, China, India, Argelia y Chile. Este último año se amplió el estudio también a Azerbaiyán y Kazajstán, consiguiendo superar los 2 mil particpantes en cuatro continentes. El estudio, “Superar el desafío de los objetivos climáticos a través de la creación de habilidades y competencias en todo el mundo”, se realizó en colaboración con la multinacional de consultoría e investigación de mercados IPSOS.
Concretar para ofrecer a las generaciones un futuro sostenible
Ante las conclusiones poco alentadoras de las últimas COP, la organización apela a la reconversión energética de los combustibles fósiles a fuentes de energía renovables y circulares, y subraya que la consideración de nuevas competencias -que implica una actualización en los programas de estudio para la mano de obra actual- son fundamentales para esta transición. Además, aboga por un cambio disruptivo en la manera de formar a las personas para lograr el “cero neto” en emisiones y avanzar hacia la neutralidad de carbono. La transición energética creará más de 30 millones de nuevos puestos de trabajo hasta 2030, según la International Energy Agency, por lo que se demanda nuevas competencias multidisciplinares, la educación para la adaptación al clima y el desarrollo de soluciones innovadoras para el uso de energía limpias y la descarbonización como factor de éxito ante el desafío.
Ese es el enfoque que plantea el estudio, que revela una creciente concienciación sobre cómo la transición energética puede ser una oportunidad para la creación de empleo y la inclusión de las mujeres y las minorías, especialmente en los países emergentes de Asia, Oriente Medio, Norte de África y Sudamérica, con el fin de “garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras”. Las conclusiones volverán a presentarse en la COP29 de Bakú (Azerbaiyán).
El padre Enzo Fortunato, director de comunicación de la Basílica de San Pedro, que tuvo un papel clave en los encuentros de la “Economía de Francisco” de Asís, habló con Vatican News sobre la responsabilidad del mundo con la próxima generación y cómo “el futuro del mundo” depende de ello. “La gran pregunta”, dijo, es: “¿Qué futuro daremos a nuestros hijos?”. Destacó que debemos reconocer nuestra responsabilidad individual. “El hombre”, dijo el P. Fortunato, “no es el Dominus, que en latín se refiere el dueño del mundo, sino que se supone que el hombre es el que hace que el mundo exista y funcione”.
Antonio Zanardi Landi, Embajador de la Orden de Malta ante la Santa Sede compartió la motivación de la Orden detrás del encuentro: “Aunque no seamos particularmente ‘expertos’ en transición energética, estamos deseosos de implicarnos y hacer que el público participe en los temas más delicados e importantes que están presentes en nuestras sociedades y en el mundo de hoy”.
Aunque “la Orden de Malta tiene grandes y muy antiguas tradiciones, también siente la necesidad de vivir en la sociedad actual para intentar comprender cómo puede implicarse y aportar su ayuda, pequeña o grande, al éxito de los grandes problemas que afligen a las sociedades europeas y no europeas”, explicó Zanardi. “Intentaremos seguir colaborando con las grandes empresas que ofrecen aportes inspirados en el Magisterio de la Iglesia, quizá sin darse cuenta, e intentaremos actuar como punto de unión entre estos dos mundos”, afirmó el embajador Zanardi Landi.
VIDEO. El Papa urge a la COP28 a imponer una transición energética “vinculante” (click en “Mirar en YouTube”)
Más sobre el estudio: Una oportunidad de inclusión social y laboral
En la COP28, la Fundación MAIRE presentó una primera versión de esta investigación en la que se concluye que la consecución de un balance “cero neto” para 2050 requiere una transición energética que tiene que ver tanto con la formación de las personas para que diseñen, construyan y utilicen los productos y servicios de forma diferente, como con la descarbonización de las infraestructuras para cumplir los objetivos de la ONU en materia de cambio climático.
Según el informe, gracias a la transición energética se crearán nuevas empresas y puestos de trabajo en los sectores de las energías renovables, la tecnología y la industria, así como en la administración y la sociedad civil. También será necesario un liderazgo y un compromiso firmes por parte de los gobiernos, acompañados de políticas y normativas eficaces y de la colaboración entre países, a medida que los sistemas energéticos estén cada vez más interconectados.
Este proceso de inversión, actualización de competencias y colaboración también supondrá una gran oportunidad económica, especialmente para aquellos países que sean pioneros y comprendan la necesidad de desarrollar una mano de obra para el futuro descarbonizado. El estudio sugiere que los países del G7 no han asumido la necesidad de actualizar las competencias y la educación tanto como las economías emergentes y, si esta desconexión se extiende a la economía en general, los países en desarrollo podrían aprovechar la transición energética con más eficacia que las potencias económicas consolidadas.
El reporte se basa en una consulta a nivel global realizada a más de 2 mil personas con un alto nivel educativo y líderes de opinión de 10 países de cuatro continentes, junto con el análisis de los responsables. Entre las principales conclusiones se encuentran:
– El 90% había oído hablar de la transición energética, y aproximadamente dos de cada tres encuestados la consideraban una prioridad en su país.
– Alrededor de dos quintas partes afirmaron que las empresas deberían dar prioridad a la innovación de productos y servicios sostenibles.
– Alrededor de un tercio afirma que las empresas deben adoptar nuevos procesos de producción.
– En este contexto, tanto las habilidades duras como las blandas son fundamentales en la educación. Entre las blandas se incluyen la creatividad y la resolución de problemas, y entre las duras, elementos como el análisis del impacto ambiental y el conocimiento de materias primas alternativas y fuentes de energía renovables.
El estudio destaca que la importancia de la educación y la formación está especialmente reconocida en los países de Oriente Medio (Arabia Saudí, EAU, Turquía), Argelia y Chile, donde una parte sustancial de los individuos subraya su importancia y urgencia. Sin embargo, preocupa que los avances educativos sigan siendo demasiado lentos.
Las competencias necesarias en los futuros profesionales para la transición energética varían de un país a otro, pero es evidente que tanto las competencias técnicas como las interpersonales son cruciales: algo a lo que la publicación se refiere como la creación de ingenieros humanistas, formar a las personas en disciplinas técnicas y humanísticas, proporcionarles conocimientos sobre sostenibilidad y enseñarles pensamiento crítico y competencias interpersonales creativas. El énfasis en la creatividad (en Reino Unido, Argelia, Arabia Saudí, India y Emiratos Árabes Unidos), la resolución de problemas (en Italia, Turquía, Arabia Saudí, China, Estados Unidos y Chile), el pensamiento crítico (en Reino Unido) y la capacidad de análisis indica la necesidad de nuevos profesionales con una mentalidad diferente.
Al mismo tiempo, se consideran fundamentales los conocimientos técnicos sobre el análisis del impacto ambiental (en el Reino Unido, los Emiratos Árabes Unidos y los Estados Unidos), los materiales alternativos (en China), las fuentes de energía renovables (en Turquía, Arabia Saudí y Argelia) y los principios de la economía circular (en la India). Esto refleja la conciencia de estos países de las lagunas educativas que es necesario abordar.
En el reporte se llega a la conclusión de que utilizar la tecnología existente es tan importante como desarrollar nuevas soluciones, lo que requiere una respuesta técnica más amplia al cambio climático, centrada tanto en la forma en que las personas utilizan la tecnología, los productos y las infraestructuras como en el diseño de nuevas generaciones de tecnología, productos y servicios bajos en carbono. Se plantea que sin una revolución en la forma en que formamos y equipamos a los millones de personas que se necesitan para conseguir un balance “cero neto”, nos quedaremos cortos en la construcción de las infraestructuras, productos y servicios necesarios para la mitigación y adaptación al cambio climático.
Refiriéndose a la investigación, Fabrizio Di Amato, Presidente del Grupo y Fundación MAIRE, ha declarado: “Abordar la energía y la transición a ‘cero neto’ nos obliga a adoptar el concepto de ‘Ingeniero Humanista’ como un nuevo tipo de agente de transformación. Estas personas navegarán por la complejidad y encontrarán soluciones que incluyan la innovación tecnológica, la atención a las necesidades económicas, medioambientales y sociales y los aspectos culturales. Nuestro Grupo ha fijado como prioridad en su plan estratégico la contribución a los objetivos climáticos. Queremos invertir en la evolución de la sociedad a largo plazo y crear impacto tanto a través de nuestras tecnologías como de la actividad social de nuestra fundación. Las competencias que podamos crear hoy marcarán la verdadera diferencia dentro de veinticinco años”.
Según el Informe Mundial sobre el Empleo en el Sector de la Energía de la AIE, el sector de la energía emplea a más de 65 millones de personas en total, alrededor del 2% del empleo mundial en 2019. Para alcanzar el objetivo de emisiones “cero neto”, la transición podría crear 14 millones de nuevos puestos de trabajo relacionados con las tecnologías de energías limpias, transferir alrededor de 5 millones de trabajadores de los combustibles fósiles y requerir cualificaciones y formación adicionales para unos 30 millones de empleados, según el histórico informe de la AIE Net Zero by 2050. En la mayoría de los casos, esto requerirá desarrollar tanto la mejora como la actualización de las competencias.
VIDEO. Presentación del estudio “Superar el desafío de los objetivos climáticos”
Información adicional
- Nota de prensa con la presentación del estudio
- Llegar a las emisiones netas cero
- Transición energética en América Latina y el Caribe
- La transición energética contribuirá al crecimiento y la generación de empleo
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Fuentes
Fundación MAIRE (2) / Vatican News / Videos: AFP Español – MAIRE / Foto: Organización Internacional de Empleadores