Debate científico más abierto invocan expertos en el Vaticano

4:00 p.m. | 19 oct 22 (CNS/PAV).- La ingeniería biológica, como la terapia genética para el tratamiento de enfermedades humanas, está avanzando tan rápido que el conocimiento y la comprensión del público sobre lo que está ocurriendo y las directrices éticas y legales necesarias se están quedando muy atrás. Esa fue una preocupación central en la conferencia internacional “Ética de la ingeniería de la vida”, realizada en el Vaticano y organizada entre otros, por la Pontificia Academia para la Vida. Dos días, en los que científicos (biotecnología), expertos en ética, comunicadores y otros profesionales, analizaron los beneficios y riesgos, tanto en su investigación como aplicación.

——————————————————————————————–

“Esta ciencia está avanzando; el tren está en marcha. Pero en lugar de lamentarnos por ello, tenemos que tomar la iniciativa y subirnos a ese tren, intervenir y, si es necesario, desviarlo hacia otra vía”, dijo Ralf Stutzki, jefe de ética de Ingeniería de Sistemas Moleculares de la Universidad de Basilea (Suiza). “En efecto, tendremos que dirigir un debate consecuencialista, sopesar los posibles resultados buenos y malos y tomar decisiones firmes”, dijo en la primera edición de la conferencia internacional “Ética de la Ingeniería de la Vida”.

El encuentro fue organizado en conjunto por la Pontificia Academia para la Vida (PAV), el Centro Nacional de Competencia en Investigación (a la que pertenece la Ingeniería de Sistemas Moleculares) y el hospital infantil Bambino Gesù de Roma. Para abordar los aspectos éticos de la “ingeniería” de las moléculas, las células y las funciones celulares, la PAV dijo que se invitó a científicos -y a otros expertos interesados- que participan en el desarrollo y la aplicación de enfoques que “editan y controlan” los sistemas biológicos; a expertos en ética; filósofos; comunicadores; y otros.

Entre los intentos exitosos de la biotecnología se encuentran la restauración de la visión, el control de los trastornos metabólicos o el crecimiento de tejidos y órganos. La idea es que a largo plazo se logre curar, modificar, corregir y/o complementar el genoma de los pacientes con enfermedades consideradas huérfanas, porque hasta ahora no había cura para sanar a quienes las padecían. Pero la biotecnología, puede también mejorar el estilo de vida de una persona, con el riesgo que sea utilizada en forma incorrecta.

El arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la PAV, dijo en su discurso de apertura que el objetivo es investigar y reflexionar sobre los desarrollos científico-tecnológicos actuales, especialmente en el ámbito de la vida y la salud. “Nos centramos en una visión integral de la persona humana y de una sociedad cada vez más justa” y que cuida la “casa común”, dijo. Es muy importante “que promovamos el conocimiento y la comprensión mutua entre la ciencia, la ética y la autoridad civil”. Abrir este diálogo al público en general también promoverá “una comprensión más profunda y una aceptación más amplia de los descubrimientos científicos” y ayudará a guiar a la ciencia para que comprenda “las necesidades reales de la sociedad y la dignidad de las personas, tendiendo así a contrarrestar la codicia del mercado”, dijo el arzobispo.

Las células y los tejidos humanos pueden generarse sin necesidad de utilizar embriones humanos, y pueden manipularse de forma que puedan reparar tejidos dañados o mitigar enfermedades. Por ejemplo, las células madre pueden cultivarse a partir de tejidos humanos sanos o enfermos y utilizarse para crear “organoides” formados por el mismo tejido del que proceden, actuando como modelo celular de ese órgano, dijo Hans Clevers, genetista molecular holandés e investigador de células madre que dirige el área de farmacología, investigación y desarrollo temprano en la empresa suiza Roche.

Las células madre del revestimiento interno del tracto gastrointestinal pueden cultivarse e implantarse en el colon y el intestino grueso para restaurar, “como una si fuera una curita viviente”, las lesiones y úlceras causadas por la enfermedad inflamatoria intestinal, dijo. O, si una persona tiene cáncer, “podemos secuenciar un tumor” a partir de sus células cancerosas específicas y exponer el tejido cultivado en el laboratorio a una gran variedad de tratamientos farmacológicos hasta encontrar el más eficaz, dijo. El uso de estos organoides para probar una terapia “nos dirá si la persona responderá (o no) a qué fármacos”.

Los organoides y embrioides (ambos artificiales – sintéticos) cultivados en laboratorios forman parte de un campo que “avanza muy rápido”, dijo, y que necesita “fuertes consideraciones éticas”. Un embrioide -como un organoide- es una estructura similar a un embrión de células madre pluripotentes inducidas y se comporta como un embrión temprano; se generan artificialmente a partir de cualquier célula del cuerpo, y carece de los tipos de células esenciales necesarios para desarrollarse más allá de esta etapa temprana (no serán capaces de evolucionar hacia un ser humano).

La Iglesia católica se opone a la investigación con células madre embrionarias humanas, que requiere la destrucción del embrión humano, y apoya la investigación con células madre adultas, que no incluye células madre embrionarias humanas. Clevers dijo que, a medida que avanza la investigación, estos embriones se parecerán cada vez más a los embriones reales, lo que planteará aún más problemas éticos. “Ahí necesitamos unas directrices realmente sólidas. Los científicos no son los más adecuados para discutir sobre ética, al menos los biólogos, en general, porque son curiosos, quieren saber el siguiente paso, así que no han aprendido fácilmente a dar un paso atrás”, dijo.

Pero, añadió, algunos científicos han comprendido que es importante involucrar a los especialistas en ética en sus reuniones, para hacerles diferentes preguntas, para ayudarles a “dar un paso atrás” y ver qué es lo que realmente quieren hacer.

Marie-Jo Thiel, médica y teóloga que enseña ética y teología moral en Francia, dijo que las religiones y la teología católica de por sí ofrecen una importante voz que defiende “los valores de la justicia y la dignidad de todos los seres humanos”, especialmente los más vulnerables. La ética debe adoptar una amplia visión “global” que considere no sólo “lo que podemos hacer con los sistemas de tejidos moleculares y celulares y las técnicas de ingeniería, sino lo que pueden hacernos a nosotros, a nuestra sociedad, como consecuencia de su potencial”, incluyendo sus efectos socio-psicológicos, dijo en su charla.

La información tiene que ser transparente y compartida con el público en general, incluso haciendo “obligatorio” divulgar todos los “resultados y efectos negativos”, dijo. El debate “no puede limitarse a una discusión o una batalla entre expertos que no siempre están especialmente formados en ética”, añadió, y debe discutirse “el tipo de sociedad que queremos y la aceptabilidad de los cambios en curso” en estos campos.

También hay que sopesar los costes financieros, dijo, porque a veces el precio de las tecnologías de bioingeniería “es realmente desorbitado”. En los sistemas de pago privado no sólo se limita el acceso al tratamiento a quienes pueden pagarlo, sino que en los sistemas sanitarios universales o socializados, el pago de una atención de alto coste para unas pocas personas puede privar a muchas otras de la atención sanitaria primaria.

“Los valores y la ética no son límites ni obstáculos para la innovación y el cambio; representan la brújula que indica qué caminos responsables, inclusivos y sostenibles” son los mejores para el futuro, dijo, citando un informe de 2021 de la Comisión Europea sobre ética y ciencia. Thiel dijo que todas las partes deben trabajar juntas en una relación basada en la confianza. La confianza es “el cemento para co-construir el mundo que deseamos y poner los diversos ladrillos éticos que son decisivos para todos nosotros”, dijo.

¿Usar la biotecnología para mejorar? Consecuencias

Vatican News habló con Federico de Montalvo Jääskeläinen, Vicepresidente del Comité de Bioética de España. La biotecnología dijo de Montalvo, puede sufrir el riesgo que no sea usada para curar o para prevenir una enfermedad, sino para mejorar una condición física del ser humano. Mejorar al individuo, dijo, alterar sus genes en la línea germinal para intentar tener una persona, “socialmente mejor”: Más alta, más inteligente, más robusta. Lo cual plantea un dilema, afirmó.

Habría que estudiar caso por caso. Pues como señaló, si se quiere prevenir el enanismo en un niño, serían permitidos, mientras los padres desean que su hijo llegue a medir de un metro 40 a un metro 70. Pero si fueran padres que pretenden que su hijo mida más de dos metros, ya no se habla de curar dijo de Montalvo, sino de alcanzar niveles superiores al estándar normal.

El problema que se pone, es si usar las biotecnologías, para curar, o se acepta mejorar a los individuos que lo necesitan, creando una nueva especie. Aunque sea barato, dijo, si lo estamos usando para mejorar eso supone, por un lado, que algunas personas serán mejoradas y otras no, y supone que las personas que nacen con determinadas discapacidades en una sociedad del mejoramiento, pues serán vistas con cierto recelo y serán discriminadas”, afirmó.


La seguridad en su aplicación

De Montalvo, señaló que hoy por hoy, estas biotecnologías son muy precisas, pero tienen efectos secundarios, efectos adversos, que todavía los expertos nos son capaces de explicar y prevenir. “Mientras no seamos capaces de evitar estos riesgos, esos efectos indeseados, se entiende entonces que estas biotecnologías quedan un poco a la espera, ir poco a poco desarrollándose. Lo bueno es plantearnos estos debates sobre la diferencia entre mejoramiento y curación. O hasta qué punto pueden ser utilizadas cuando aún no han cumplido los estándares de seguridad”.


Escuchar la entrevista completa a Federico de Montalvo Jääskeläinen

Información adicional
Publicaciones recomendadas en Buena Voz Noticias
Fuentes

Catholic News Service / Vatican News / Fotos: Pontificia Academia para la Vida

Puntuación: 5 / Votos: 1

Buena Voz

Buena Voz es un Servicio de Información y Documentación religiosa y de la Iglesia que llega a personas interesadas de nuestra comunidad universitaria. Este servicio ayuda a afianzar nuestra identidad como católicos, y es un punto de partida para conversar sobre los temas tratados en las informaciones o documentos enviados. No se trata de un vocero oficial, ni un organismo formal, sino la iniciativa libre y espontánea de un grupo de interesados.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *