Comunicaciones Vaticanas: Seis años de reforma

6:00 p.m. | 25 mar 21 (VTN).- En junio se cumplirán seis años desde que se consolidó la reforma de las comunicaciones vaticanas, firmada por Francisco, con el objetivo de actualizar sus canales y su gestión, y estar preparados para el futuro. Esto implicó la convergencia de la acción comunicativa, necesaria por el modelo de medios digitales y la “realidad multimedia”, con todas las propuestas reunidas bajo un Dicasterio para la Comunicación. Se sostuvo la misión de apoyar el magisterio de los Papas, pero ahora con mayor énfasis en la participación de los fieles, interconectados en la redes sociales. El laico Paolo Ruffini, responsable del Dicasterio, contó a Vatican News detalles de la reforma del aparato comunicativo vaticano.

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-Con el Motu Proprio El contexto comunicativo actual el Papa Francisco inició en 2015 una transformación radical de los medios de comunicación vaticanos, que a partir de ese momento iniciaron un camino de convergencia dentro de un solo dicasterio. ¿Qué pasos se han dado y qué queda por hacer?

Respecto a los pasos dados y por dar, cada reforma es un viaje. Pero ningún viaje empieza de la nada, ni siquiera el nuestro. Las nuevas tecnologías nos desafían, pero esto tampoco es nada nuevo. En este sentido, podemos decir que la historia del Dicasterio para la Comunicación se remonta a siglos atrás. Y nació del hecho que somos miembros unos de otros. La Iglesia no puede no comunicar. De hecho, existe también por esto. La Santa Sede tiene una imprenta desde hace 434 años. La imprenta con tipos móviles acababa de ser inventada por Gutenberg, quien reprodujo la Biblia por primera vez con la nueva técnica en 1455.

Hace 160 años que tiene un periódico, 95 que tiene una casa editorial. Hace 90 años que tiene una emisora de radio; 25 años que tiene un portal web. Hace 82 años nació la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Hace 75 años se creó la Pontificia Comisión, que luego se convirtió en el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales. Hace 62 años se creó la Filmoteca Vaticana, y hace 38 años el Centro Televisivo Vaticano (CTV). Y hace cinco años nació el Dicasterio. Su propósito era y es la unidad. Pero hoy como entonces es una unidad plural. Una unidad en la diversidad de profesiones, de medios, de roles, de funciones.

-¿Se puede hacer ya un balance de estos años?

Por supuesto que sí, eso sí, siempre que sintamos que estamos en camino. Si miramos hacia atrás, constatamos los muchos pasos que hemos dado. Si miramos hacia adelante, vemos lo mucho que nos queda por recorrer. Y nos damos cuenta de que esto siempre será así. Hoy vivimos en un mundo que no existía hace cinco años. Nuestros hijos ya están acostumbrados a esta época acelerada, en la que no solo los cambios son continuos, sino que también son muy rápidos. Y nos desafía, no podemos parar. La misma palabra “actual”, que el Papa utilizó en su motu proprio, no describe lo que era actual hace cinco años, sino que nos indica que no podemos escapar a la actualidad del tiempo. Debemos intentar no quedarnos atrás.

La reforma nunca se completará, porque corremos junto al tiempo: cada uno de nosotros debe sentirse desafiado cada día, sin miedo, sin complejos de inferioridad o superioridad. En cuanto al balance, inevitablemente provisional, creo que ha crecido durante estos años la conciencia de que somos una sola institución. Hoy el Dicasterio para la Comunicación es una realidad multimedia que emite los programas de Radio Vaticano en 41 idiomas (12 mil horas de transmisión en 2020); es el Centro de radiodifusión de onda corta de Santa María de Galeria; es un portal de noticias en 43 idiomas que no solo difunde noticias, sino que acompaña a los fieles en la oración (250 millones de páginas leídas en 2020).

Es también una galaxia de cuentas de redes sociales (en muchos idiomas) que han construido una red para el bien (5 millones de usuarios en 26 idiomas en Facebook, con una tasa de crecimiento del 23 por ciento en 2020; 101 millones de vídeos vistos en YouTube en 2020; más de tres mil millones de vistas en cuentas de Twitter en 2020). Es la redacción del sitio vatican.va que custodia el Magisterio de la Iglesia y los mensajes papales en Instagram y Twitter (en 2020 se leyeron 36 mil millones de veces; cada tuit individual llegó hasta 19 millones de usuarios).

Es un centro de producción televisiva que, además de emitir imágenes del Papa, contribuye a la realización de documentales sobre la historia de la Iglesia (337 emisiones en directo en 2020, además de grabaciones para documentar todos los eventos pontificios y otros hechos importantes). Es una casa editorial con sus libros y sus dos librerías (165 libros publicados en 2020). Es un periódico, L’Osservatore Romano, escrito en siete idiomas. Es un servicio fotográfico. Es una imprenta. Es una Sala de Prensa que habla diversos idiomas, publica un boletín diario y se relaciona con los medios de comunicación de todo el mundo. Es un archivo multimedia. También es la infraestructura tecnológica que está detrás de todo esto, y que ha desarrollado las páginas web de los dicasterios de la Santa Sede, que nos permite escuchar la voz del Papa en la Plaza de San Pedro, ver las imágenes en las pantallas gigantes.

 

-¿Cuáles han sido los pasajes más importantes y significativos?

Radio Vaticano ha llevado su hermosa historia al universo digital de Vatican News. L’Osservatore Romano, que acaba de instalarse en el mismo edificio en el que se encuentra la redacción de Radio Vaticano, ha visto potenciado su trabajo, su servicio y su periódico en el trabajo en equipo que se ha expresado de forma natural. Y así también sucede con la Radio, que a través de la web ha dado vida a un proyecto multimedia y multilingüe único en el mundo.

El Servicio Fotográfico ha puesto sus imágenes, su archivo, su sensibilidad, a disposición no solo del periódico, sino también del portal y de los canales de las redes sociales, incluidas las cuentas oficiales del Santo Padre. El CTV, convertido en Vatican Media, ha alimentado todo el sistema de comunicación, produciendo imágenes que quedarán en la historia de la Iglesia y del mundo. La Librería Editora Vaticana ha creado un proyecto que le permite imprimir también on demand, en diferentes idiomas. También ha producido libros electrónicos. Ha creado un sitio que atestigua nuestro esfuerzo por acompañar con una reflexión profunda la actividad de la comunicación día a día.

-La creación del Dicasterio ha supuesto una compleja remodelación del área económica. ¿Qué partidas de gastos caracterizan el presupuesto de la misión de una “máquina” que en su trabajo diario gestiona una multiplicidad de estructuras, redes y plataformas?

La mayoría de las entidades que pasaron a depender del Dicasterio eran anteriormente instituciones vinculadas a la Santa Sede y, como tales, estaban dotadas de autonomía jurídica y patrimonial y, en cierta medida, también de autonomía de gestión. Los gastos de estas entidades se financiaban no solo con los ingresos que producían, sino también con las aportaciones de la Secretaría de Estado y/o del Governatorato, especialmente en lo que suponía el déficit de Radio Vaticano. La reforma hizo posible el proceso de integración y gestión unitaria de todo el sistema, reforzando también la conexión con las realidades eclesiales locales y sus instrumentos de comunicación social.

-En su Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2021, el Papa Francisco llamó a “comunicar encontrando a las personas donde y como están”. ¿Cómo trabaja el Dicasterio para conseguir este tipo de narración?

El Papa suele decir que la fe se transmite en dialecto. Hablar el idioma de nuestros oyentes puede parecer secundario. Desde luego, no es algo llamativo, es un trabajo humilde, pero fundamental. Creo que en el hecho de que hablemos tantos idiomas (en el intento incansable de hacernos “todo para todos”) está la respuesta a la pregunta. La información vaticana no es información de Palacio. Nuestro esfuerzo es construir una red para compartir, una red que una, una red libre de prejuicios, que cultive la belleza del nosotros.

-El desarrollo de las tecnologías mediáticas sigue y seguirá en el futuro orientando y condicionando los “modos” de comunicación e información. ¿Cómo se proyecta el Dicasterio en este escenario?

Con la confianza de poder contar con el apoyo, la ayuda, el consejo, la cercanía y la creatividad de millones de católicos en todo el mundo. Nuestra sana ambición es hacer que las muchas personas que nos siguen, y que hoy son millones también a través de la web y las redes sociales, se sientan protagonistas en primera línea de esa aventura colectiva que es la historia que se hace; y que necesita una lectura cristiana para ser entendida.


Cifras del movimiento del personal desde el año de la reforma


Balance financiero año tras año desde la reforma

ENLACE. Entrevista completa a Paolo Ruffini

Antecedentes en Buena Voz Noticias
Fuente:

Vatican News

 

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Buena Voz

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