20/03/10: ¿IMPROVISANDO UN DISCURSO?

[Visto: 1122 veces]

Estimadfos lectores a continuacion les hago llegar una sugerencia para que puedan desarrollar un pequeño discurso,en caso de emergencia.Estas suelen presntarseles con frecuencia a los candidatos.
Tambien quiero informarles que si desean asesoria especializada personal , en los temas de mi especialidad,pueden llamar al tlf. 6555251 TASSARACONSULTORES , o escribirme a gtassara@pucp.edu.pe,o tassaraconsultores@yahoo.com.encantada de brindarles la consultoria que requieran.Asimismo les informo que ya esta a su disposicion una version digital de”Herramientas del Marketing Elkectoral”,con tips para el candidato y orientacion general para su equipo de campaña.
Un abrazo y gracias por su preferencia
Gianna

Todo discurso debe tener un inicio, cuerpo y cierre.
Inicio: Empiece con una frase celebre, refrán o mencione un acontecimiento, de esta manera ubicara al público sobre el tema.
Cuerpo: Es el contenido del discurso, donde proporcionamos más información, resalte 2 o 3 puntos importantes.
Como desarrollar un tema improvisado, una técnica muy útil es mencionar el: pasado, presente y futuro, esto le dará tiempo para estructurar el cuerpo del discurso.
Pasado: Mencionar algo de historia respecto al tema, ejemplo: En el pasado “X” era utilizada… tenia tal forma… se hacia de… etc.
Presente: Continúa con su explicación, ubicando el tema en el presente, ejemplo: Hoy en día “X” se utiliza, tiene tal forma, etc.
Futuro: Continúe visualizando el tema en el futuro, de la misma forma.
La técnica pasado, presente y futuro es muy útil para ganar tiempo y ordenar las ideas, recuerda que se trata de un tema improvisado que tal vez no domine.
Otra técnica es la descriptiva
se trata de un objeto, mencione características como: volumen, tamaño, forma, valor, etc.
Si es un concepto, diga su opinión personal, mencione a expertos o describa alguna anécdota.
Si se trata de un hecho mencione datos como lugar, fecha, circunstancias, personas relacionadas, etc.
Conclusión: La conclusión es tal vez la parte más importante, con ello reafirmara y resumirá su opinión, aquí también funciona al mencionar una frase de impacto para dejar un mensaje memorable, siga una secuencia lógica y cronológica para ubicar al público en el tema.
En resumen, un discurso improvisado tiene inicio, cuerpo y cierre estructurado con la técnica de pasado, presente y futuro, o descubrir el tema, dando particular importancia a la frase de inicio y cierre.
Leer más »

18/03/10: ‘SE PUEDE COMPRAR EL VOTO’

[Visto: 710 veces]

Compartan conmigo este interesante articulo de Javier Ortiz (1948-2009)

La carrera periodística de Javier Ortiz se inició en su ciudad natal, San Sebastián, cuando tenía 18 años. Asumió entonces la responsabilidad de diversas publicaciones clandestinas antifranquistas, lo que le dio experiencia, sobre todo, en detenciones y en cárceles

Gianna

SE PUEDE COMPRAR UN VOTO
Con frecuencia me sorprendo de lo ingenuo que puedo llegar a ser. Ayer tuve sobrados motivos para volver a comprobarlo: estuve en una mesa electoral.
Siempre me había reido cuando la gente hablaba de comprar votos. ¿Cómo va a ser posible si el voto es secreto y tienes que meterte en la cabina para votar y la cabina tiene una cortinita y allí cada uno puede hacer lo que quiera? Claro que nunca había intentado yo comprar un voto, ni había nadie intentado comprar el mio.
Ayer comprendí cómo se hace eso. Os lo explico para que veáis qué fácil es.
Te pones fuera del local y le das un sobre cerrado (y rellenado por ti) al que tiene que votar. Lo observas todo el camino y compruebas que esa persona, tras no pasar por la cabina se encamina a la mesa. Observas cómo introduce el sobre (que tú nunca has perdido de vista) en las urnas. Asunto concluido.
No voy a decir qué representante de que partido hizo esto varias veces (en los pueblos se conocen todos) porque en Murcia han vuelto a arrasar y las consecuencias personales me pueden resultar terribles si se enteran que conozco su oscuro secreto, y que lo he revelado publicamente.
Así que, mejor aún, no habeis leido nada y nadie conoce a nadie. Shssss…..
Leer más »

17/03/10: Cómo enfrentar las dudas y las objeciones del votante

[Visto: 1039 veces]


El Dr Daniel Eskibel, gestor de muchas campañas eñectorales exitosas en sudamerica nos ilustra sobre un tema de interes , disfrutenlo.
Si alguien desea que el Dr. Eskibel los asesore en su campaña no duden en contactar conmigo,
gustosamente los apoyare como operadora en Lima Peru +
Gianna

Muchas veces el votante está relativamente cerca de un candidato pero
no se decide a votarlo. ¿Cual es el obstáculo? Las dudas y las
objeciones que tiene respecto a él.

¿Qué puede hacer al respecto la campaña electoral de ese candidato?
Ese es uno de los muchos temas que abordo en MAQUIAVELO&FREUD. Pero
te adelanto mi respuesta. Si después lees el libro, esta respuesta
te sirve de aperitivo. Y si no lo lees, de todos modos esta respuesta
por sí misma te será de utilidad.

—————————————————————-
La campaña electoral debe desarmar una por una todas las dudas y
objeciones
—————————————————————-

No me refiero a los ataques organizados en contra de un candidato.
Sobre eso es uno de los plus que acompaña a MAQUIAVELO&FREUD: “Como
defenderse de un ataque político (y sobrevivir)”. En este artículo
me refiero a las dudas y las objeciones que honestamente tiene el
votante en su interior.

Porque las tiene. Siempre las tiene.

Y si tiene dudas y objeciones, entonces la campaña tiene que animarse
a exponerlas. Buscar el momento y el formato adecuado para analizar
esos obstáculos y removerlos.

Describir las dudas y las objeciones más importantes a una candidatura.
Y luego destruirlas una por una con los argumentos más contundentes.
Ese es uno de los movimientos más importantes de una campaña electoral.

Tal vez el más importante, el que destraba la decisión de voto.Ésta es una de las tareas primordiales de una campaña electoral. Tomar
debida nota de las dudas y objeciones del votante, exponerlas con
claridad y responderlas una por una. Vas a ver que funciona.

Leer más »

15/03/10: RESPONSABILIDAD SOCIAL O ROL SOCIAL; LAS INTERROGANTES

[Visto: 1319 veces]

Les invito a disfrutar de este apasionante trabajo del Dr.Gualberto MiloccoUniversidad Autónoma de Entre Rios.Argentina.pueden escribirle a gualbertomiloccoarrobayahoo.com.ar
Gianna

Uno de los horizontes de intervención en lo social es hacer visible aquello que diferentes velos, máscaras o incertidumbres ocultan a la mirada. Su visualización tal vez esté implicando el temor a estar de ese otro lado.
Las disonancias entre las teorías sobre la Responsabilidad Social Empresaria y la praxis institucional, generan un conjunto de interrogantes sobre la utilidad de esa construcción teórica.
Además, el análisis de los textos, nos deja la sensación de que en diversos ámbitos se confunden los conceptos de responsabilidad social y rol social, considerándose a los términos responsabilidad (basado en el voluntarismo) y rol (en la función) como sinónimos.
Esta situación coadyuva a confundir las funciones que les cabe en la sociedad, a cada tipo de organización. Y es más gravosa en el diseño de políticas públicas en los países emergentes.
La realidad nos informa que, a pesar de los esfuerzos voluntarios de las empresas, los profundos problemas de América Latina, no se solucionan y en muchos casos se han agravado, aún con un escenario internacional favorable hasta principios del 2008. Por ello, la necesidad de encontrar la claridad conceptual que permita el diseño de políticas y estrategias adecuadas a nuestra realidad, a través de interrogarnos sobre la RSE y si la misma, en realidad, es Acción Social, Filantropía y/o una herramienta de Marketing.
De allí, nuestro interrogante central: ¿Responsabilidad Social o Rol Social
INTRODUCCIÓN
En 2002, la Presidenta del Centro de Iniciativas de la Economía Social (CIES) de España (Vidal Martínez, 2002) consideraba que los gobiernos europeos se estaban dando cuenta de los beneficios mutuos que supone unir fuerzas y realizar alianzas estratégicas con los agentes económicos privados que actúan en su país, su región o su ciudad. Nótese que en este planteamiento se cuestiona la tradicional división de funciones entre el sector público y el sector privado, cuando se consideraba que el privado debía concentrar toda su atención en producir beneficios y el sector público en realizar tareas de distribución, de construcción de un marco institucional que facilite la seguridad de los agentes económicos y social y, en definitiva, garantizar la cohesión y el equilibrio social. Parece ser que esa división del trabajo, en la actualidad, está cuestionada.
Esta línea de pensamiento plantea que Europa y la Unión Europea están en condiciones de realizar un paso hacia la implementación de la responsabilidad social corporativa y el partenariado1 entre el sector público y el sector privado (PPP), lucrativo y no lucrativo. Se piensa que la responsabilidad social de la empresa no es sólo beneficiosa para la sociedad en su globalidad, sino también para la empresa en su estrategia de éxito empresarial a largo plazo y para sus accionistas.
En 2007 el grupo de trabajo integrado por 25 académicos y 120 expertos, constituido en el seno de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (RACEF), coordinado por Juan Alfaro, director del master en responsabilidad del Instituto de Empresa, con un comité consultivo copresidido por el presidente del Banco Santander y por el presidente del Instituto de la Empresa Familiar, e integrado entre otros por representantes de Iberia, IBM España, HP España, Repsol, Novartis, Bankinter, La Caixa, etc, realiza un informe de alrededor mil páginas en el que se abarcan todos los aspectos de la gestión empresarial sobre los que la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) tiene influencia. Y una de las principales conclusiones es que la RSC se ha convertido en una nueva forma de economía de la empresa. El informe tiene, según el presidente de la RACEF, Jaime Gil Aluja (2007), la finalidad de reformular la concepción del liberalismo, ‘pasando del capitalismo economicista a otro humanista y más rentable’. Y en palabras del presidente de la sección Económica-Contable Financiera de esa entidad, Aldo Olcese (2007), la RSC es “una reformulación del capitalismo liberal… es la incógnita que despeja la ecuación entre liberalismo y globalización … Uno de los retos pendientes, precisamente, es que este ámbito auto regulatorio se complete con actuaciones de la sociedad civil privada que debe gestionar este autogobierno acompañándose, en buena armonía, de iniciativas de tutela y fomento por parte del sector público”.
El análisis de los textos referenciados y de otros relacionados a la temática, nos deja la sensación de que en diversos ámbitos de discusión se confunden los conceptos de responsabilidad social y rol social, considerándose a los términos responsabilidad y rol como sinónimos.
Esta situación no tendría demasiada importancia, si no fuera porque en la realidad coadyuva a confundir las funciones que les cabe en la sociedad, a cada tipo de organización.
Especialmente esta confusión es más gravosa cuando hay que diseñar políticas públicas y los programas correspondientes en los países emergentes.
Asimismo, pareciera que la praxis agregara más confusión.
Así, por ejemplo, en la investigación, cuyos resultados se publicaron en eleconomista.es el 14-06-07, se concluyó que la responsabilidad social ocupa el lugar nº 21 (última) entre las preocupaciones de los empresarios españoles.
En Argentina, el prof. J.J. Gilli (2006), en su paper ´´Responsabilidad Social´´ afirma que “La responsabilidad social vende y genera buena reputación y, precisamente por eso puede manipularse y quedar sólo en la apariencia…
Habría que evaluar, por ejemplo, si los montos que se destinan a la ayuda de la población indigente no son menores que los que se gastan para difundir la acción o si, cuando se destina a un fin benéfico algún importe de las ventas, no se trata sólo de un pase contable, donde el consumidor es el verdadero donante y la empresa termina aumentando sus ventas” Telefónica2 Argentina fue premiada por su programa de responsabilidad social, sin embargo un fallo de la justicia federal, ordenó desactivar antenas de celulares por no contar con los certificados de aptitud ambiental exigidos; pero no son casos excepcionales: de un total de 600 estructuras de transmisión sólo un 23% tiene ese trámite finalizado3.
En su Boletín nº 116 del 30-10-07 el I.A.R.S.E. (2007) publica bajo el título ´´Gerentes y Responsables de Áreas de RSE de compañías argentinas, reunidos para dilucidar los pasos a seguir´´ que ´´entre las conclusiones finales se desprende que… ´El tema está en pañales´. …, también se comienza a tomar conciencia de que quienes no estén a la altura de las circunstancias corren riesgo de quedar fuera del mercado´´ (las cursivas son nuestras).
Para tener un panorama más completo, tal vez sea necesario recordar, que la concepción de la RSE, si bien sus inicios son anteriores, comenzó su tratamiento sistemático en los años noventa, cuando primaba una orientación muy clara en la economía mundial y se impulsó fuertemente a partir del 2000 cuando comenzaron a producirse cambios importantes en el escenario internacional. Se realizaron estudios, se crearon organizaciones, se incorporó la temática a las universidades, pero fundamentalmente cada una de estas acciones u organismos se imponían en el saber colectivo a través de los medios masivos de comunicación.
En consecuencia, consideramos que es necesario la búsqueda de una claridad conceptual que nos permita el diseño de políticas y estrategias adecuadas a nuestra realidad, y fundamentalmente válido interrogarnos sobre la RSE y si la misma, en realidad, es Acción Social, Filantropía y/o una herramienta de Marketing.
Un objetivo del presente ensayo es aproximarnos a algunos lineamientos para la búsqueda de esa claridad conceptual, porque de ella depende el diseño de políticas y estrategias públicas y fundamentalmente su efectividad. La realidad nos informa que, a pesar de los esfuerzos voluntarios de las empresas, los profundos problemas de América Latina, no se solucionan y en muchos casos se han agravado, aún con un escenario internacional favorable hasta 2007 o principios del 2008. De allí, nuestro interrogante central: ¿Responsabilidad Social o Rol Social?
DEFINICIONES BÁSICAS
Organizaciones
Para este trabajo consideramos Organización a toda unidad social, con un proceso estructurado en el cual interactúan personas para alcanzar objetivos, aplicando recursos conjuntos e individuales, y según Pfeffer (2000) “reconocidas formalmente por algún organismo gubernamental”.
Empresa
Son las organizaciones que se conforman con el propósito de obtener lucro sus propietarios.
Rol Social
Se considera que para clarificar las actividades del empresario y las políticas públicas, es necesario definir qué accionar fuerte (rol social) debe tener la empresa. De otra manera, por ejemplo, ¿debe preocuparse y actuar activamente por una mejor distribución de ingresos?, o ¿por un sistema impositivo más equitativo?, o debe cumplir solamente con las funciones de producción y ventas?, O explicado de otra forma, ¿qué es dirigir una empresa? ¿es dirigir los recursos?, o ¿es actuar activamente sobre el contexto (no sólo en lo económico, sino también en lo social, educativo, etc,) para favorecer a la sociedad como un todo, a su sector y su empresa?, ¿o ambas actuaciones?.
Las respuestas conformarían el rol social. El resto de las obligaciones que la sociedad le impone conformaría su responsabilidad social.
Si avanzamos algo más, nos llevaría a los siguientes interrogantes ¿cómo abordamos la problemática del desarrollo?, ¿sectorizadamente?, ¿cada empresa recluida en sí misma?, ¿con esferas de límites rígidos?, o ¿comenzamos a tener una mirada más totalizadora, más sistémica?.
Dificultades en la conceptualización y definiciones
Consciente de la complejidad (por lo difuso) de estas conceptualizaciones y definiciones (aún más en estas etapas) es que se intenta una aproximación a ellas, buscando algunos componentes compartidos.
Concepto de Responsabilidad Social
Toda organización, por formar parte de un sistema social, tiene obligaciones ineludibles que afrontar. Responsabilidades que serán de acción u omisión, materiales o inmateriales. Asimismo, los dirigentes y demás integrantes de las organizaciones deberán amoldar estrictamente su accionar a la moral y a la ética imperante en la sociedad en la cual actúan.
Concepto de Rol Social
Aceptando que existe esa imprecisa línea divisoria entre los conceptos de rol y de responsabilidad social, convenimos que rol consiste en las obligaciones que implica una determinada función (y posición) social. Es decir, que el rol tiene un carácter activo, decisivo, determinante. El rol inicialmente proviene de la división social del trabajo. Por ello, puede afirmarse que el rol es una responsabilidad social, pero no toda responsabilidad social conforma el rol. Por ser responsabilidad social, el rol es cambiante de acuerdo a cada realidad (en un tiempo y espacio determinados). La definición del rol que le compete a la organización en el sistema social, se verá plasmado en la visión, valores, misión, objetivos y actividades.
Un ejemplo que procura diferenciar ambos conceptos
En la concepción asumida, la búsqueda de un sistema impositivo más equitativo es parte del rol de las empresas, porque ellas, además de producir bienes y servicios, deben buscar un escenario de oportunidades iguales, que asegure estabilidad, continuidad y crecimiento, en beneficio propio y de la sociedad toda. En cambio, el cumplimiento de las obligaciones impositivas establecidas forma parte de la responsabilidad social, pero no del rol.
Dimensiones del Rol Social
• Económico
• Educativo-cultural
• Socialización (institucionalidad)
• Político
• Bienestar General
o Salud
o Esparcimiento
o Integración socio-familiar
Desarrollo
Consideramos al desarrollo como el mejoramiento cualitativo integral y sostenido de la población en todos sus niveles socioeconómicos.
Estimamos que el crecimiento (mejoramiento cuantitativo) no es necesariamente condición indispensable para iniciar un camino de desarrollo, aunque sí lo facilita.
Dimensiones
o Biológica
o Económica
o Política
o Cultural
o Ambiental
Estrategia local
Silva Lira (2005), plantea que en un mundo cada vez más globalizado los gobiernos locales y regionales de América Latina deben asumir nuevos desafíos. Dos de ellos son:
a) de crear o mejorar capacidades competitivas y
b) transformar los sistemas productivos locales.
La manera de vincularlos es considerarlos cuando se diseñen políticas locales, pero primordialmente instalar una cultura territorial que los integre.
Coincidiendo con la concepción de competitividad sistémica, manifiesta que no son las empresas las que compiten sino que se establece la competitividad territorial. Por ello, sugiere internalizar en las empresas el sentido de ¨empresas del territorio¨ y desterrar el de ¨empresas en el territorio¨ o ¨ubicadas en¨. Como existen territorios desigualmente preparados para enfrentar estos desafíos, aconseja distintos tipos de intervención en términos de políticas públicas locales y regionales tendientes a mejorar las capacidades competitivas.
Desarrollo local sistémico
En resumen, con la concepción del desarrollo local sistémico, nos referimos específicamente a considerar el conjunto de características que imprimen al territorio una identidad, como una huella digital, que lo hace único, poniendo de relieve que el territorio no es un mero soporte geográfico de recursos y actividades económicas sino una construcción social, producto de las interrelaciones y decisiones de los actores locales en torno a un proyecto de desarrollo concertado entre todos. Para ello, es imprescindible considerar la participación social, la multidimensionalidad y multisectorialidad, la mirada de una economía (y de sus actores) local o del territorio y una mayor integración institucional.
Partnership
El tercer concepto, que complementa a responsabilidad y rol social y nos permite cerrar nuestra posición, es el de alianza/complementaridad o partenariado4.
Handicap Internacional, en su Manual Técnico de uso interno (pág 11), define al partenariado como una forma de colaboración, entre dos o más estructuras, que, a priori, privilegia la cooperación más que la substitución, subordinación o competencia. Es una construcción negociada por los actores implicados alrededor de un objetivo común. Por consiguiente, el partenariado no es un fin en si y sólo tiene sustancia en una dinámica relacional provista de un objeto en relación con la razón de ser de las organizaciones. En consecuencia todo partenariado se enmarca en una temporalidad y en un sistema de actores que necesariamente debe evolucionar en función de las estrategias de los actores implicados y cambios que afectan su entorno.
En tanto nosotros, entendemos por partnership público privado (PPP), al trabajo conjunto, aliado, complementario de dos o más organizaciones en pos de objetivos comunes. Es decir, hay una conjunción de esfuerzos, una forma de colaboración preestablecida, con el propósito de obtener (o coadyuvar a) los objetivos que la sociedad se ha fijado, dentro de los lineamientos, planes y/o programas que el Estado en su rol articulador ha establecido.
En nuestra concepción, se resaltan cuatro características:
a) conjunción de esfuerzos; es decir, se prioriza el trabajo conjunto por sobre el individual, la participación por sobre la separación, la cooperación (o la coo-petencia) por sobre la competencia.
b) preestablecido, entendido como construcción acordada previa a las acciones.
c) objetivos sociales; es decir, aportar al logro de los objetivos que la sociedad en su conjunto ha determinado.
d) lineamientos públicos, que significa privilegiar el accionar conjunto por sobre el aislado, la efectividad por sobre la eficiencia, la unidad de dirección por sobre el voluntarismo, un marco colectivo que unifique y no se dispersen esfuerzos.
Esta alianza/complementaridad entre el sector público y el privado (PPP), no es una privatización, y menos aún debe ser una forma de financiamiento del sector público al privado. Hay una autoridad ejecutiva en la toma de decisiones, que el sector público podrá compartir con uno o más partners privados, dentro de los lineamientos institucionales. Los partners privados asumirán sus riesgos de inversión, de mercado, de construcción, de mantenimiento, etc por los cuales podrán obtener una retribución previamente explicitada. En síntesis, la administración pública fija objetivos, otorga derechos, determina condiciones y consigue la inversión que le hace falta sin tener que recurrir al endeudamiento.
Finalmente, el PPP permite la articulación entre la esfera estatal y la privada, en sus tres dimensiones: funcional (división del trabajo para la gestión social), jerárquica (relaciones de poder entre ambas esferas) y material (donde surge el conflicto fundamental, donde se decide “quién recibe que, cuando, como”).
Por su parte, Just (2000:255) considera que es un “proceso donde dos o más organizaciones se unen para crear algo nuevo, algo que no podrían conseguir por sí solos e incluso algo que es más que la suma de sus acciones. En dicho proceso es indispensable que la unión tenga lugar entre organizaciones de distinta naturaleza porque, de lo contrario, estaríamos hablando únicamente de coordinación ….Es importante la existencia de un proyecto común por el hecho de que facilita establecer el partenariado y la obtención de resultados. No obstante, el partenariado es posible sin que exista tal proyecto, siempre y cuando se dé una confluencia de intereses”.
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIA
Hasta principios del 2008 se trabajó intensamente, en los ámbitos académicos y empresariales, la problemática de la Responsabilidad Social Empresaria (RSE) o Corporativa (RSC).
La crisis que se exteriorizó a mediados del año pasado, ha dejado relegado el tratamiento del tema que nos ocupa.
Pareciera, en consecuencia, que prevalece el interés y la importancia de las medidas económicas-financieras que los gobiernos adoptarán para el salvataje de las empresas. La pregunta obvia que sigue es ¿por qué? ¿Será porque la RSE sólo es válida para períodos de bonanza? ¿Será porque la gestión empresarial no es apta para los períodos de crisis?.
Si compartimos el enfoque sistémico, que entiende a la sociedad como un todo integrado por tres subsistemas: mercado – estado – comunidad, ¿no resultan más efectivas las alianzas/complementaridad entre los organismos públicos y privados que el accionar de un solo sector?
¿Por qué en un proceso de aumento del desempleo el Banco de España pide eliminar las indemnizaciones por despido?
¿Por qué vuelven a instalar en los medios de comunicación la idea de que con proteccionismo laboral no se puede crecer?,
Por qué se apela a la descripción de un escenario catástrofe? (´´El proteccionismo laboral ha llevado a España a la tasa más alta de paro de la UE´´ afirmó el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordoñez7)
¿Se condice desde la RSE esta propuesta en un país cuyo sistema económico se ha desplomado y se han perdido un millón de puestos de trabajo (lo que demuestra que el mercado laboral no es tan rígido como afirman los empresarios)?
¿Se condice con el trabajo de investigación y el informe final de 1.000 páginas, realizado por la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (RACEF) sobre el nuevo status que debe tener la RSE, que generaría una nueva concepción en la gestión empresarial?
¿Por qué el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, afirma que ´´una sociedad con trabajadores con más derechos es más competitiva, lo otro son tesis que entran dentro del catálogo de los neoconservadores de no regulación, no intervención y de adelgazar el Estado de Bienestar que no dan resultados satisfactorios´´8? O el presidente Ignacio ¨Lula¨ da Silva pide a las empresas que cesen en los despidos, manifestando que exageran9?. Ambos mandatarios no tienen noción de la realidad al efectuar estos reclamos?.
Pareciera que existe disonancia entre las enfáticas declaraciones sobre RSE y las acciones de las principales empresas. Si así fuera, puede argumentarse que ante la profundidad de la actual crisis mundial, es posible que los actores pierdan la visión del conjunto para concentrarse en los intereses sectoriales e individuales. Tal vez ello sea válido, aunque conlleve sacrificar la coherencia y a establecer el doble discurso, defectos tan resaltados de los países emergentes.
Pero, ¿Qué opinaban los empresarios españoles a mediados del 2007 sobre la RSE?. En la investigación realizada sobre las 1.000 empresas más importantes de España, se establece que la principal preocupación de los directivos es la credibilidad y la menor preocupación (ocupa el último lugar) es la Responsabilidad Social10. Aunque puede notarse coherencia en algunas pretensiones: en el 200711 y en 200912 tienen entre sus principales preocupaciones flexibilizar el proceso de despido.
Estas disonancias, nos llevan a plantearnos:
• ¿Cuál es el lugar de la ética?. En otros términos, ¿en pos de la eficiencia, productividad y competitividad, no se adopta la neutralidad ética?
• ¿Es el propósito final de la administración (especialmente en América Latina) buscar la eficiencia de las organizaciones?
• ¿El enfoque de Responsabilidad Social tiene incidencia en el accionar de las organizaciones?
• ¿Produce en la sociedad el impacto que se afirma?
• ¿No será un discurso impuesto por las grandes empresas, conformando estrategias para sus propios intereses e ideología?
• ¿Académicamente, la producción sobre Responsabilidad Social, tiene autonomía?, ¿o sigue el discurso impuesto?
• ¿Por qué el enfoque de Responsabilidad Social está basado en la actitud voluntarista de las organizaciones?
• ¿La Administración en América Latina, puede aportar mecanismos para enfrentar los procesos de desinstitucionalización, desocialización y despolitización que han sufrido, en diversos grados, los distintos países?
• ¿En América Latina puede la Administración no adoptar la perspectiva sistémica?
• Es ampliamente aceptado que el enfoque sistémico, en su mirada hacia el interior de la organización, exige a los subsistemas de la misma a cumplir sus propósitos (su razón de ser) en el sistema mayor, en una perspectiva coherente, ¿por qué no existe esa misma obligación hacia el ´´exterior´´ de la organización?, es decir, considerar a la organización como subsistema de un sistema mayor.
• Si seguimos a Bunge o Mosterín, en sus conceptos de racionalidad, ¿puede aceptarse una actitud obligatoria hacia el interior y otra voluntarista hacia el exterior de las organizaciones?
• ¿No deberíamos reemplazar el concepto de Responsabilidad Social basado en la actitud voluntarista, por uno basado en una actitud ineludible (o incluso, imperativa)?
• En este caso, por razones semánticas ¿no es conveniente utilizar la expresión “Rol Social”, estableciendo una separación clara entre el discurso vigente y el nuevo?
• ¿Será el propósito final de la Administración en América Latina buscar la efectividad13 de las organizaciones?
LOS SUPUESTOS SISTÉMICOS EN LA R.S.E.
Tipologías de la R.S.E.
Garraga y Melé (2004) observan que las distintas posiciones sobre la RSE podrían agruparse en cuatro conjuntos, determinando la siguiente tipología.
Teorías Instrumentales, en las que, manteniendo el enfoque tradicional de la empresa como instrumento para la creación de riqueza, se busca encontrar justificaciones económicas a las acciones de RSE. Se hablará entonces de estrategias de RSE para lograr ventajas competitivas, planteando por ejemplo el concepto de inversión social (actividades filantrópicas que pueden crear un valor social en el sentido de un mejor posicionamiento competitivo) o de marketing con causa.
Teorías Políticas, que hacen referencia al poder de las empresas en la sociedad y un ejercicio responsable de dicho poder en el escenario político. Se hablará así de las responsabilidades derivadas del poder social de las empresas (una versión moderna del antiguo “noblesse oblige”). Se hará referencia a la ciudadanía corporativa e incluso al rol de la comunidad empresaria frente a fallas o carencias del Estado.
Teorías Integradoras, siendo la más conocida de ellas la de los stakeholders (grupos implicados). Esta expresión inglesa, busca expresar que la dirección corporativa debe enfocarse hacia las personas que se ven afectadas por las políticas y prácticas corporativas. La idea de fondo es buscar una mayor sensibilidad de la empresa hacia su entorno, junto con una mejor comprensión por parte de los stakeholders de los dilemas que afronta la organización. Muy unido a este concepto está el de legitimidad social o licencia para operar.
Teorías Éticas, principios que expresan una reflexión acerca de qué se debe y qué no se debe hacer.(…) conceptos de desarrollo sostenible, y su correlato de “triple bottom line” que incluya no sólo los aspectos económicos de la firma, sino también los sociales y medioambientales.
También los conceptos de contribución al bien común y de respeto a la dignidad y los derechos fundamentales inalienables de las personas.
En las teorías de alcance más limitado (las instrumentales en la tipología señalada), está implícita la mirada hacia el contexto y el reconocimiento hacia la mutua influencia en las relaciones empresa-contexto.
Con mayor claridad se observa el enfoque sistémico en los tres grupos restantes. Así, en las teorías políticas se habla de un ejercicio responsable del poder en el escenario político. En las integradoras, la legitimidad social, licencia para operar y la sensibilidad hacia el entorno.
En las teorías éticas, qué se debe hacer con respecto al desarrollo sostenible, bien común y por el respeto a la dignidad y los derechos inalienables de las personas. Podemos concluir que en las teorías sobre la R.S.E. hay un reconocimiento de que las empresas conforman y son partes (es decir, son un subsistema) de un sistema mayor.
En consecuencia, el interrogante es ¿cuáles son sus obligaciones como subsistema?, Kliksberg (2009), afirma que las sociedades que han obtenido los mejores resultados en la gestión de lo social, han logrado articular sistemáticamente las posibilidades de aportes de los diferentes actores, creando redes y metaredes que integren Estado, ONGs, empresas, iglesias, trabajadores, organizaciones de interés público, etc.. Todas organizaciones trabajando en redes en pos de objetivos sociales mayores.
Entre otros casos la operación de estas redes para el mejoramiento de la educación parece haber sido la clave de los avances de los países de punta. En América Latina, es necesario pasar de la dispersión de esfuerzos individuales al tejido de redes. Esta superación significa pasar de una visión sectorial, a una comprensión más integral. Ello tiene implicancias directas en términos de acción. En lugar de “proteger” cuidadosamente las fronteras sectoriales, se hace imprescindible por lo contrario para lograr mayor efectividad final, explorar las interconexiones y formular diseños de trabajo a partir de esa visión integral.
Esta posición es coherente con la oficial del BID14 y otras instituciones internacionales, en cuanto a que la competitividad de un país (o zona de él) es una cuestión sistémica (generando la concepción de Competitividad Sistémica).
Por su parte ESSER (1994) afirma que la competitividad es el resultado de un conjunto de fuerzas que interactúan compleja y dinámicamente provenientes del Estado, las empresas, las instituciones intermedias y la capacidad organizativa de la sociedad. De acuerdo a la descripción realizada de las teorías existentes y a los planteamientos que se realizan desde organismos internacionales, ¿puede concluirse que las empresas tienen obligación de aportar para que todas las partes funcionen adecuadamente y, en conjunto, impulsando el crecimiento y desarrollo de toda la comunidad?
SUPUESTOS ÉTICOS DE LA R.S.E.
Adela Cortina15 (2005), ante las disonancias entre el gran desarrollo teórico y la realidad empresarial, sostiene la imperiosa necesidad de rever la aplicación de la RSE, ya que debe basarse fuertemente en la ética. En consecuencia, nos está diciendo que la RSE, se convierte en un instrumento de marketing.
En el documento referenciado, Cortina plantea que hay una buena y una mala noticia. La buena, que las prácticas éticas atraen, no repelen, generan reputación; es decir, la ética vende. La mala, es que precisamente por ello puede manipularse, quedarse sólo en la apariencia de una buena actuación.
Afirma que la RSE no es filantropía, que no se trata de realizar acciones de beneficencia, sino de diseñar las acciones de la empresa considerando los intereses de todos los afectados por ella. El beneficio no es sólo económico; además, es social y medioambiental. El beneficiario no es sólo el accionista, sino todos los afectados directa o indirectamente por la empresa.
Sostiene, también, que la RSE debe permitir algo más en la gestión de la empresa. No debe ser una limosna añadida que convive alegremente con los bajos salarios, la mala calidad de los productos, con empleos precarios e incluso explotación y violación de los derechos básicos de las personas, para concluir que la reputación se gana con buenas prácticas y no con un marketing social que maquilla un rostro impresentable.
En la misma línea de pensamiento, Gómez Fulao (2005:14) nos exhorta a buscar una propuesta alternativa a nuestras tribulaciones, que significa ayudar a alcanzar un lugar más justo y solidario, integrando a todos los individuos, un lugar donde no pueda vulnerarse la libertad del hombre, su formación educativa y su potencial desarrollo.
La moda de la ética y el uso de ella
En los ´90, en los países latinoamericanos, se instaló con fuerza el discurso de la ética, posiblemente por la vertiginosidad de los cambios que se operaron en la sociedad, la consiguiente pérdida de referencia a los valores tradicionales, la mercantilización de la sociedad y la frustración de la expectativa de los ciudadanos respecto a lo que esperaban de los políticos elegidos con su voto en el ejercicio de la democracia representativa (que en Argentina concluye en el “Que se vayan todos”).
Por otro lado, pareciera que existió la necesidad de tapar, con el manto de la ética, cuestiones que en el fondo no lo eran; es decir, mostrar una apariencia de ética cuando en realidad no lo es. Todo ello ha llevado a que estudiosos de distintas procedencias, consideraran a los ´90 como la década de la moda ética.
Con el auge del neoliberalismo, donde prima lo individual sobre lo colectivo, surge con mayor énfasis el reclamo, al existir contradicción entre el interés individual y el colectivo. Aparece como una dicotomía libertad-igualdad. La opción es libertad aún en detrimento de la igualdad.
Que la ética haya pasado a ser una moda, lo único que hace es sacar a la luz la existencia de un pensamiento social dominante, el llamado “neoliberalismo” o “pensamiento único”, que, o bien impide cualquier tipo de disenso con respecto a las deformaciones del sistema, o bien el margen de resistencia y de libertad de expresión se encuentra acotada para que pueda escucharse sólo su voz.
Los cambios socioeconómicos mencionados, llevaron a poner sobre el tapete cuestiones claramente reñidas con la ética, que tocan a nuestras profesiones. A manera de ejemplos podemos individualizar:
• evasión impositiva
• precarización laboral
• descuido del medio ambiente
• no respeto por el consumidor
• competencia desleal (incluida la profesional)
• quiebra fraudulenta de grandes corporaciones (en el 2001/2002 WordCom, Parmalat),
• connivencia entre administradores y auditores para llevar adelante el fraude (Arthur Andersen) perjudicando a accionistas y Estado.
• publicidad engañosa o estímulos subliminales
• ofrecimiento de “retornos” (comisiones) de un posible proveedor como práctica cotidiana.
• difusión de rumores falsos sobre competidores
• negociación de evaluaciones favorables sobre un candidato
• Utilización de materiales tóxicos para el personal o el medio ambiente para abaratar costos.
• Y como cierre de este listado ilustrativo, la crisis actual.
Esto ha llevado a incorporar la temática en Congresos, Jornadas, Programas de capacitación, los que a veces no son más que tender el mismo manto ficticio que mencionamos en los otros ítems. Por ello, en las conclusiones del V Congreso sobre Responsabilidad Social, se reclama que no sea asistir para escuchar un mensaje (ver La RSE en la Praxis, ítem Algunas conclusiones sobre la RSE en la práctica).
El interrogante es ¿podemos basar una teoría en supuestos éticos, que la praxis nos demuestra reiteradamente que no son respetados?.
EL ESCENARIO POSTMODERNO
El escenario global
Sin dudas es redundante describir el escenario global, hoy. Por lo tanto, la intención de este inciso es solamente recordar algunas características del mismo17, que enmarcan el accionar y que por ello es necesario para poder interpretar correctamente esas acciones y sus resultados, especialmente en la construcción del saber colectivo sobre la RSE.
a) Sociedades centro y sociedades periferias; fragmentación social; individualismo exacerbado; según Bauman (2006) con imposición de lo inmediato y de lo líquido, que se conjugan en la levedad del ser; levedad y velocidad juntas; combinación que identifica las relaciones humanas; sociedad que es de flujos, de movimientos, con espacios y tiempos redefinidos; con actores sociales sin presencia física en el territorio; como afirma Touraine (2006) donde lo importante no está en la ciudad ni en el campo, está en la carretera, que produce desestructuración, desinstitucionalización y despolitización de la realidad social.
b) Si un lugar se puede definir como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, se definirá como un no lugar; el hombre del no lugar no es únicamente un hombre anónimo, sobre todo es un hombre solo. (Augé, 1993). Los no lugares apenas permiten un cruce de miradas entre personas condenadas a no reencontrarse, a ser sordomudas relacionales. Augé (2005) afirma que no es la alteridad la que pone la identidad en crisis; la identidad está en crisis cuando un grupo o una nación rechaza el juego social del encuentro con el otro, sino se produce una relación familiar e ilusoria; ejemplo: a través de los medios de comunicación nos informamos de personajes que llegan a resultarnos familiares, pero ¿que conocimientos tenemos de ellos?.
c) Las diferentes clases y fracciones de clase están comprometidas en una lucha propiamente simbólica para imponer la definición del mundo social más conforme a sus intereses, nos indica Bourdieu (2000) cuando describe el poder simbólico, explicando además que las tomas de posición ideológicas de los dominantes son estrategias de reproducción que tienden a reforzar en la clase y fuera de la clase, la creencia en la legitimidad de la dominación de la clase.
A estas características, debe agregarse los recientes avances de las neurociencias. Estos descubrimientos, nos ayudan a entender con mayor detenimiento al individuo postmoderno (o sobremoderno según Augé, con sus tres características: exceso de la velocidad de tiempo, del espacio y del individualismo). Para una introducción a esta temática, nos basta tomar algunas enunciaciones de Antonio Damasio (2006). Una de ellas, el mal diagnóstico y la decisión incorrecta de invertir sólo en ciencia y matemática. Sostiene que los dos procesos, racional y emotivo, si bien tienen orígenes y tiempos distintos, se complementan e incluso se ha demostrado la importancia del emotivo para las cuestiones morales y éticas, que dependen de un juego de emociones sociales.
“Las pruebas demuestran que incluso adultos que han crecido completa y normalmente, han sido desarrollados completamente, y han sido sólidos ciudadanos, pierden la brújula de su fina moral después de que una lesión cerebral afecta sus sistemas emocionales … es la evidencia sólida para la conexión entre la emoción y la construcción de un ciudadano. … sabemos que niños que sufren el daño de sus sistemas emotivos18, muy temprano en la vida, no son capaces de aprender las convenciones sociales y las reglas éticas…” (la cursiva es nuestra).
El escenario Latinoamericano
Kliksberg (2004) nos presenta el cuadro de la “pobreza paradojal” relacionando las capacidades de producción general y/o de alimentos que tienen los países latinoamericanos, pero que sin embargo presentan altas tasas de pobreza (44%), afectando con mayor crudeza a los niños de menos de 5 años (58%) y de 6 a 12 años (el 57% son pobres), con el 36% de los niños menores de dos años en ‘’alto riesgo alimentario’’. La desnutrición en edades menores a los 5 años causa déficits en el desarrollo intelectual, enfermedades respiratorias agudas, enfermedades infecciosas en general y puede terminar como sucedió en Tucumán (Argentina) en muerte. De 6 a 12 años puede traer raquitismo, déficits en el crecimiento, vulnerabilidad y perturbación de las funciones del sistema nervioso. Según la Organización Panamericana de la Salud, 190.000 niños mueren al año por enfermedades prevenibles ligadas a la pobreza.
En cuanto a educación afirma el autor que mientras los países avanzados están logrando que todos sus niños completen desde el preescolar hasta el secundario, en Latinoamérica 1 de cada 5 va al preescolar, y si bien casi todos comienzan la primaria, el 37% de los jóvenes desertan de la escuela y aproximadamente la mitad en la primaria. Las altísimas tasas de deserción y repetición afectan fundamentalmente a los niños pobres.
En cuanto a la familia comenta que el equilibrio emocional, el desarrollo afectivo y psicológico, la adquisición de una cultura de salud preventiva, el desarrollo de las cualidades intelectuales básicas, depende de la familia, que es la institución decisiva en la vida y según se sabe hoy de gran peso en el desempeño institucional y macroeconómico de los países.
Hoy la familia está en involución
Kliksberg (2003) también afirma que las desigualdades en educación contribuyen a la generación de desigualdades en salud, que posteriormente vienen a afectar las posibilidades de trabajo y las condiciones socioeconómicas básicas, traduciéndose luego en problemas en la educación y en la familia. Se configura así un círculo perverso de pobreza.
Por su parte el documento de Aparecida de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano (2007:31-33), sostiene que hay una exacerbada afirmación de derechos individuales y subjetivos, de manera pragmática e inmediatista, sin preocupación por criterios éticos. La imposición de los derechos individuales y subjetivos, sin un esfuerzo semejante para garantizar los derechos sociales, culturales y solidarios, resulta en perjuicio de la dignidad de todos, especialmente de quienes son más pobres y vulnerables. Se promueven los derechos individuales al acceso a bienes, mientras paradógicamente se niega el acceso de los mismos a las grandes mayorías; bienes que constituyen elementos básicos y esenciales para vivir como personas.
El Banco Interamericano de Desarrollo (2008) en su Informe sobre el Progreso Económico y Social 2007 (IPES) sostiene que Latinoamérica registra la mayor desigualdad de ingresos en el mundo. Ello se explica en parte por la exclusión social de la región. “(la exclusión) es un proceso social, político y económico dinámico, pero ineficiente y disfuncional, por el cual se deniega a personas y grupos el acceso a oportunidades y servicios de calidad para que puedan tener vidas productivas fuera de la pobreza”.
¿Qué hacer para terminar con esta brecha? El informe plantea que es imprescindible fomentar la inclusión social. “La inclusión se presenta en tres niveles. El normativo, el institucional y el nivel en que se instrumentan las políticas propiamente dichas. Para que haya inclusión es preciso que exista un marco constitucional y jurídico que reconozca los derechos colectivos así como los derechos individuales”, dice parte del IPES.
Para el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, “alcanzar la inclusión social demanda no sólo que se reparen las injusticias pasadas con transferencias de recursos y programas de acción afirmativa, sino también – lo que es más importante – que se cambie la forma en que se tomen las decisiones, se asignan los recursos y se ejecutan las políticas”.
El informe concluye que un elemento decisivo para desarrollar procesos de inclusión en América Latina es que existan sistemas democráticos. Con democracias consolidadas es posible llegar a niveles aceptables de representatividad y participación, dos variables esenciales para hablar de inclusión propiamente tal.
El interrogante que en este acápite se nos plantea es: ¿de continuar estas condicionantes, imaginamos la situación de nuestros países a 10, 15 ó 20 años
LA R.S.E. EN LA PRAXIS
Walt-Mart
En el informe de la V CONFERENCIA INTERAMERICANA SOBRE RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA EMPRESA RSE (2007:7), se resalta como acción de RSE al trabajo de Walt-Mart, que promueve la eficiencia energética, la reducción de emisiones de gases y reducción de empaques.
Se destaca que en el 2007 cumplió en sólo 8 meses el objetivo de un año de vender 100 millones de lámpara bajo consumo. Además, que para 2013 espera reducir el material de empaque en un 5%, con lo que espera sacar a 213.000 camiones de la carretera con los beneficios que ello otorga.
Cosmética Avon
Mediante el programa Lazos Solidarios de su fundación convoca al personal en caso de catástrofes naturales para realizar campañas de colaboración con las personas afectadas. Además, en América, las cruzadas de Avon contra el cáncer de mama constituyen el mayor aporte corporativo en programas de salud sobre ese tema.
En las inundaciones de 1998, se armó un equipo de 629 personas para recolectar víveres, ropa y medicamentos para los inundados del Litoral.
En marzo último, 344 personas participaron en la búsqueda de productos destinados a los inundados de Córdoba, Santiago del Estero Tucumán.
American Express
Cuenta con una brigada de voluntarios activos que llevan el nombre de Buenos Ciudadanos. En la actualidad son 60 empleados que, con regularidad, visitan, llevan alimentos, cubren necesidades o realizan actividades de distinto tipo en beneficio de los internados en distintas instituciones. El dinero que utilizan para comprar comestibles y demás elementos proviene de la recolección de tickets de almuerzo donados por los diferentes departamentos de American Express. Por su parte, la empresa duplica el valor del monto reunido. Esta fundación también dona anualmente dinero para las instituciones en las que sus empleados realizan trabajos voluntarios. Esto es parte del programa Fondo Global de Voluntariado.
BankBoston
Las acciones de sus Aguilas Solidarias. El eje del programa institucional es cooperar con los más necesitados y además dedicar tiempo para compartir juegos y entretenimientos. Grupos de empleados se han sumado también al Programa Crece. Dicho programa consta de la promoción educativa y comunitaria que impulsa la entidad financiera en colegios de Villa Soldati.
Las Aguilas solidarias -565 empleados de todo el país- en un año y medio de existencia, entre otras acciones, remodelaron y pintaron doce escuelas en localidades del interior; desarrollaron una campaña de recolección de medicamentos destinados al Hospital de Reconquista, en Santa Fe.
Dieron funciones de teatro infantil en hospitales; visitaron instituciones donde hay niños en situación de riesgo, y distribuyeron juguetes en hogares y hospitales de las localidades donde el banco tiene sucursal.
Chase Manhattan Bank
A instancias de la casa matriz de Nueva York, comenzó siete años atrás a festejar El Día del Voluntario. Esta jornada está destinada a realizar tareas en instituciones que precisan ayuda. El Chase cuenta con aproximadamente 60 voluntarios que con su entusiasmo contagian a familiares, amigos y, desde el año 2000, a integrantes de otras empresas.
En el país, los voluntarios acondicionaron una sala de lectura en el Jardín de Infantes Nº 910 del barrio Los Tilos, de Pilar. Refaccionaron dormitorios de los chicos de la Asociación de la Niñez Desamparada. Donaron una máquina para producir pañales en el Hogar de Mujeres Golpeadas y repararon la sala de internación de la Casa Cuna.
Fundação Belgo-Mineira
El sistema permite que cada equipo de voluntarios decida con libertad sobre que área temática y público quiere actuar. En esta línea, un de los grupos de voluntarios escogió colocar su competencia en gestión de la calidad al servicio de capacitación de liderazgo de organizaciones sin fines de lucro, en cuanto un segundo equipo prefirió actuar directamente en la educación de niños y jóvenes un tercero optó por el camino de trabajar en sintonía con los proyectos apoyados por la Fundação Belgo-Mineira.
Shell Chile
Shell Group, es una de las pocas compañías en Chile en haber establecido un programa de voluntariado. El programa, “Manos Unidas”, es iniciada y manejada por los empleados, animandolos a que trabajen en un proyecto específico.
Hasta la fecha, los empleados del shell han trabajado junto con los residentes locales para construir un jardin de niños, un campo multiusos para deportes y restaurar la plaza central de la comunidad.
Algunas conclusiones sobre la RSE en la práctica.
En el informe final de V CONFERENCIA INTERAMERICANA SOBRE RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA EMPRESA (2008:8) se establece que impulsar las prácticas responsables a través de la cadena de valor puede ser un arma de doble filo. Por una parte, puede incentivar a pequeños proveedores a adoptar esas prácticas para acceder a mercados de empresas más grandes o inclusive a mercados de exportación. Pero por otra parte puede ser utilizado, consciente o inconscientemente, para discriminar a menores empresas que por su falta de conocimiento o no son capaces de alcanzar los estándares exigidos por los grandes compradores, de la misma manera que las buenas intenciones de promover prácticas laborales y medio-ambientales responsables en los tratados de libre comercio pueden dificultar las exportaciones de países en vías de desarrollo.
El mismo informe final, brinda algunas recomendaciones, entre las cuales podemos destacar:
• Presentar no solo las experiencias y opiniones de los altos ejecutivos de las empresas u organizaciones, también invitar a los empleados para conocer el impacto que ha tenido la RSE en sus vidas.
• Realizar trabajo de campo relacionado con la RSE, que se puedan ver las prácticas de RSE en la realidad.
• Darle seguimiento a lo que se esta planteando en esta conferencia para poder evaluar en la próxima actividad.
• Tratar de ampliar el tiempo para desarrollar la Conferencia y que permita una mayor retroalimentación entre ponentes y participantes.
• Permitir mayor interactividad en la Conferencia, que los participantes realicen preguntas directamente a los ponentes.
El interrogante de este capítulo sería ¿los planes y acciones de RSE llevados a cabo por las empresas hasta el presente, no se asemejan más acción social, filantropía y peor aún a un uso indebido del marketing?
LA R.S.E. Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Es importante notar que en la mayor parte de las noticias aparecidas en los medios masivos de comunicación, el concepto de ´´Responsabilidad Social Empresario o Corporativo´´ no es tratado o explicitado. Se conforma un concepto implícito, contextualizado en una realidad parcial descripta en la nota periodística. Así, es común encontrar un titular como ´´La empresa NN y la RSE´´ y en el copete una descripción del accionar de la empresa y del problema específico al cuál va dirigido. Luego en el texto, hay una mayor explicación de lo mismo, pero sin profundizar ni contextualizar adecuadamente22. Ello impide que la comunidad pueda utilizar la pieza periodística como elemento de análisis de la problemática y la identificación de programas y actores responsables de su solución. En general, el resultado es la no solución del problema en su totalidad y no hay mediciones que indiquen, al menos, el grado de avance en las soluciones parciales. En otros términos, el problema sigue o queda latente, a pesar del esfuerzo de la empresa.
Nótese, además, que la similitud de tratamiento o de exposición en las notas periodísticas, conforman una convergencia discursiva23, definiendo sucesivos contextos catástrofes, en los cuales el mensaje implícito es la ausencia del Estado y su innecesariedad, lo que en extremo, conlleva a la negación del mismo. En términos socioeconómicos, el mensaje implícito afirma que el mercado es apto, y más eficiente, y por lo tanto puede (o debe) reemplazar al Estado.
Siguiendo a Van Dijk (1996:19), podemos afirmar que el conjunto de discursos permite conformar representaciones sociales, propias del grupo impulsor, que realicen óptimamente sus fines e intereses. Estas representaciones, en conjunción con otras (como el conocimiento y las actitudes socioculturales) influyen en el conocimiento específico y en las creencias de los individuos, usuarios del lenguaje.
Dependiendo de su posición, cada grupo seleccionará entre el repertorio de normas y valores sociales, propios de la cultura general, aquellos que realicen óptimamente sus fines e intereses y se servirán de estos valores como los componentes que edifican sus ideologías de grupo. (Van Dijk, 1996:19).
Las representaciones sociales son propias de los grupos, en la medida en que son compartidas por (las mentes de) los miembros de grupos sociales (Farr y Moscovici, 1984). Esto significa que es necesario disminuir la distancia entre estas cogniciones sociales y las cogniciones personales (tales como el conocimiento y las experiencias personales) que subyacen al texto y al habla individuales. A través de otras representaciones sociales, como el conocimiento y las actitudes socioculturales, las ideologías influyen también en el conocimiento específico y en las creencias de los individuos usuarios del lenguaje. Estas cogniciones personales representadas en modelos mentales de acontecimientos y situaciones concretos (incluyendo situaciones comunicativas), controlan a su vez al discurso, por ejemplo en el recuento de experiencias personales, o en la argumentación alrededor de las opiniones personales (Van Dijk, 1996:19).
En este somero análisis es necesario el cotejo con posiciones desde otros campos disciplinares. Así, por ejemplo, Sartori (1998: cap.2) nos indica que estamos inmersos en una sociedad de opiniones. Esta afirmación nos genera la duda básica ¿cómo se forman esas opiniones?. El mismo autor nos da la respuesta cuando afirma que las mismas se forman a través del cruce de informaciones recibidas, deliberadamente preparadas, por lo cual es fácil concluir sobre la inducción de las opiniones. Afirma que esta situación se agravó con la aparición de la televisión, que nos induce a reemplazar el acto de discurrir por el acto de ver. Interpretamos que el autor afirma que ya la retroalimentación no es un proceso de análisis, de encuentro de ideas, de compartir, de búsqueda conjunta de soluciones a problemas comunes. La retroalimentación se produce sólo por el ver, ya que el ojo cree lo que ve, siendo por lo tanto lo que se ve la autoridad cognitiva. Lo que se ve es real, verdadero, no importa si es parcial y haya manipulación.
Basamos la interpretación, también, en la afirmación de Sartori de que informar es proporcionar noticias, y en consecuencia no es conocimiento; aún cuando se transmita el llamado saber nocional, ello no significa entenderlas. Incluso comenta sobre algunas herramientas utilizadas para armar la ¨información¨: manipulación de estadísticas, entrevistas casuales y/o precocinadas, pseudos acontecimientos, excentricidades, ataques, agresividad, etc.
Y según la concepción de los no lugares de Augé, asociadas a las enseñanzas de Damasio cuando se impide el juego emotivo social, ¿podemos negar o desconocer que el discurso de la RSE, discurso ambivalente y sobretodo ambiguo, salta los lugares anclados en la memoria (que son los que permiten construir la identidad en la alteridad) para instalar un discurso de no lugares?.
CONCLUSIONES
El propósito último del trabajo es el intento de contribuir a la discusión sobre si es conveniente, desde el ámbito académico, seguir abonando las teorías sobre R.S.E., basadas en el voluntarismo y, en general, individualismo de las empresas, que los hechos nos indican no han sido efectivas para transformar la realidad latinoamericana, ni siquiera paliar sus problemas fundamentales, a pesar de un contexto internacional favorable. La calidad de vida sólo mejoró para una minoría, el acceso a la educación, salud, trabajo digno, etc sigue inaccesible para una amplia franja poblacional, siendo los más afectados los jóvenes (con un sentido de anomia preocupante hoy y más aún en perspectiva), los no calificados y los pobres de siempre, clientela política apetecible sólo en períodos eleccionarios.
Basta repasar los Objetivos del Milenio, comprometidos a alcanzarse para el 2015, para comprobar la ineficacia del accionar público-privado:
1) erradicar la pobreza extrema y el hambre, 2) lograr la educación primaria universal, 3) promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer, 4) reducir la mortalidad infantil, 5) mejorar la salud materna, 6) combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, 7) garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, y 8) fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
A su vez el Informe Progreso Económico Social 2008 (BID, 2009) establece ¨…una de las inquietudes más apremiantes que enfrentan los gobiernos en América Latina y el Caribe …, una gran parte del intenso debate sobre las políticas económicas y sociales necesarias para lograr el crecimiento sostenible y equitativo gira en torno a la cuestión de la inclusión social. Este informe muestra que alcanzar la inclusión social demanda no solamente que se reparen las injusticias pasadas con transferencias de recursos y programas de acción afirmativa, sino también –lo que es más importante– que se cambie la forma en que se toman las decisiones, se asignan los recursos y se ejecutan las políticas….¨
Gomez Fulao (2005:207), que reconoce explícitamente las disonancias entre teoría y praxis, propone que para enfrentar situaciones de corrupción, de violencia económica y las demás expuestas, es necesario reformar los hábitos de conducta en la actividad empresarial, más allá de los códigos éticos que usualmente son meras formalidades.
Para alcanzar el propósito de este ensayo, someramente hemos descrito las teorías sobre RSE, el pensamiento de empresarios, el escenario global y latinoamericano, la problemática de estos países, la construcción del saber colectivo y las acciones de RSE llevadas a cabo por las empresas y sus fundaciones.
Si como sostiene Elías (1990:157), a medida que las cadenas de acciones se hacen más numerosas, para los individuos entretejidos en esa red, se vuelven más imperceptibles las interdependencias de necesidades y capacidades, que finalmente es cada vez más difícil de distinguir cuál es el medio y cuál el fin, en este devenir de interrogantes sobre la RSE, nos surge si no se ha dado en ella esta confusión entre medio y fin.
Desconcierto que también plantea ¿si es un medio, para cuál fin? y ¿si es un fin, entonces es un medio?
Si el propósito de la RSE es una mejora continua de la calidad de vida de la mayoría de la población (en la cual incluimos primariamente a los trabajadores de las empresas, muchos de los cuales prestan sus servicios mediante los llamados ¨contratos basuras¨ y pasantías que disfrazan la relación laboral, entre otros mecanismos que les impiden goza plenamente de sus derechos, especialmente la cobertura de salud para él y su familia), entonces podemos admitir como conclusión que, luego de dos décadas, la RSE en América Latina ha fracasado. Por lo tanto, la administración, disciplina responsable de la efectividad de las organizaciones, debe asumir esta realidad y verdaderamente comenzar a cambiarla. Visualizamos dos caminos: continuar los lineamientos actuales (seguramente con los resultados conocidos) o buscar el replanteo total sobre el rol que las empresas deben asumir en una realidad concreta que, insistimos, se caracteriza por la amplia exclusión y baja calidad de vida para la mayoría latinoamericana.
Estamos persuadidos de la necesidad de un planteamiento crítico sobre las teorías de RSE. En general, en los ámbitos académicos hay una orientación lineal favorable al enfoque actual. Estimamos que en América Latina, las cátedras que tengan la temática en sus contenidos, deberán plantear concretamente estas dos posiciones, hasta ahora antagónicas: la responsabilidad social como un accionar voluntario o el rol social basado en las obligaciones de un subsistema (la empresa) para el sistema mayor (su territorio, en la concepción de desarrollo local sistémico). Y, posiblemente, esta segunda alternativa nos lleve a otra/s superadora/s de ambas. Pero ella, debe generarse en el ámbito académico y del rol transformador que la universidad tiene (su razón de ser).
Leer más »

11/03/10: ETICA PARA EL BUEN OFICIO POLITICO

[Visto: 5176 veces]

A continuación quiero comparto con Uds. el capítulo VII de la Parte II del Libro “Sueños, Realidades, Fantasías” de la Política (Una crisis generacional), ” de Hugo Sirio Escobar
Hugo Sirio nació en San Isidro, Provincia de Buenos Aires, el 4 de Septiembre del año 1951, milito en el Movimiento Nacional Justicialista desde 1989.
En el año 2004 comenzó a desarrollar un arduo trabajo digital en Internet, sus emisiones fueron EL FEDERAL (Emisión Digital Independiente) y BAJO LA LUPA, superando más de 500 emisiones ininterrumpidas en cada lanzamiento. El 5 de Marzo de 2008 falleció a consecuencia de un infarto
Hugo Sirio fue un periodista y político honesto que siempre velo por la ética.

Gianna

Ética para el buen oficio político

“El idealismo asigna al político un papel preponderante en todos sus actos, sin este principio fundamental estamos en presencia de un sujeto que nos lleva a un fracaso seguro.” H. Sirio

Fácilmente comprenderemos que la ética necesaria para este oficio es muy exigente. Los dilemas éticos que enfrenta el buen político son permanentes. En casi todas las decisiones importantes hay más de un bien ético en juego y la información sobre los costos y beneficios de toda decisión nunca es suficientemente precisa (a veces ni si quiera está claro lo que conviene ya no al país sino al político que decide). Desde luego siempre hay un límite por debajo del cual las decisiones son éticamente reprobables, pero los contornos son borrosos (¿dónde termina la política industrial razonable y comienza la concesión a las empresas poderosas de privilegios que deteriorarán la institucionalidad propia del mercado eficiente?). En general, en contextos decisionales específicos, casi nunca se impone una sola solución como la única éticamente correcta. La grandeza de la política reside en que, una vez rechazadas las decisiones abiertamente contrarias a los intereses generales, hay que optar entre bienes públicos igualmente valiosos. En estas decisiones se mezclan conocimiento, razón, sensibilidad, valores, cálculos, azar… Es el momento egregio de la política que no puede ser sustituido por ningún manual o consultor. Es también el momento de la libertad y la vida en toda su plenitud. Son los momentos en que hacemos historia.
Seguidamente nos vamos a permitir la audacia de establecer una serie de principios éticos que deben ser considerados en el oficio de buen político. Aunque esta exposición no tiene en absoluto valor de conocimiento académico, tampoco es una mera ocurrencia. Además de reflejar la reflexión sobre la propia experiencia, se apoya en algo más objetivado: la convicción de que los buenos políticos son los que mejoran constante y decididamente la gobernabilidad del país, su sistema institucional en sentido amplio, al que consideran el mejor activo para lograr el desarrollo.
Los buenos políticos son hombres y mujeres prácticos. Tras un discurso como éste tenderán siempre a preguntar. Bueno, ¿y qué puedo hacer yo para que la ética fortalezca el buen desempeño de mi oficio? Cómo además son inteligentes y vivos, si se les ofrece un manual lo rechazarán, pero seguirán inquiriendo ¿existen algunos principios o guías que me ayuden a ver mejor las exigencias de mi oficio y a cultivar el desarrollo personal necesario? El oficio de buen político no se aprende en una maestría. Las maestrías enseñan a gestionar y a administrar. Los buenos políticos siempre son líderes y emprendedores, hacen historia. Ellos no nacen, se hacen a sí mismos por la determinación de ponerse al frente y hacer una diferencia positiva. En el bien entendido que, como decía Peter Drucker, sólo es líder el que tiene seguidores. Los buenos políticos se esfuerzan siempre, como los grandes artistas y todos los creadores. Nunca se puede decir ya domino plenamente el oficio, como nunca se puede decir, por ejemplo, que el violín o la guitarra ya no tienen secretos para mí. Los buenos políticos mueren aprendiendo y para aprender practican permanentemente las disciplinas que les ayudan a dominar su oficio. Para ello necesitan guías o principios éticos y ahí van unos cuantos:

Subjetivamente se esfuerzan por el autoconocimiento y el autodominio. Sin ello es imposible la autenticidad, la integridad. Sin ello no se logra inspirar confianza ni se consigue la buena comunicación. Comunicar no es hablar bien, ni siquiera expresar buenas cosas, sino conseguir la atención y el respeto de las audiencias, lo que se hace imposible si la audiencia no percibe autenticidad en los mensajes, es decir, si no reconoce una coherencia básica entre el mensaje y la trayectoria de vida. ¿Conozco mis motivaciones y ambiciones últimas? ¿Tengo una medida adecuada de mis capacidades? ¿Soy capaz de reconocer y resistir las peores tentaciones del poder? ¿Sé encontrar los espacios de recogimiento en los que me pregunto permanentemente quién soy, qué pretendo, para qué estoy en este mundo? ¿Conozco mis modelos mentales? ¿Soy capaz de comprender los modelos mentales de mis interlocutores y adversarios sin dejar de ser fiel a mis propósitos? ¿Soy capaz de resistir al oportunismo del cambio? ¿Soy capaz de cambiar cuando resulta necesario?
Los buenos políticos tienen un compromiso con la realidad que pretenden transformar. Buscan el conocimiento y la información necesarias no sólo para operar en la realidad sino para transformarla. Para ello generan sistemas de información y de conocimiento, construyen equipos, establecen “sensores” y sistemas de alerta. Saben que no pueden saberlo todo, pero que es imperdonable cometer errores por no contar con la información necesaria y disponible. Pero el tipo de información y conocimiento que precisan es diferente de la información y el conocimiento que construye la ciencia y la técnica. Éstos producen conocimiento codificado, fácilmente comunicable, dotado de gran valor objetivo en tanto no se halle falseado. Es loco ir contra el conocimiento científicamente bien establecido. Por eso el buen político se rodea de asesores que están al día y, por ejemplo, supera viejos esquemas ideológicos e interioriza las lecciones aprendidas por la comunidad internacional en materia de desarrollo. El compromiso con la realidad es compatible y se refuerza con la firmeza de los valores y los principios, pero es incompatible con el apego dogmático a esquemas ideológicos periclitados. El buen político no desarma la ideología para caer en el pragmatismo más oportunista; contrariamente afirma valores y principios, desarrolla nuevos conceptos, imágenes y eslóganes movilizadores y con todo ello adapta viejas y respetables ideologías a las nuevas realidades.
El tipo de información y de conocimiento que precisa el buen político es muy diferente del conocimiento científico y experto: necesita conocer los desafíos, las oportunidades y amenazas, los actores estratégicos, sus ambiciones y sus miedos, sus estrategias, necesita conocer muy bien los conflictos actuales y potenciales, los recursos y alianzas que puede movilizar, su consistencia y durabilidad… necesita, en definitiva, crear los sistemas de información y conocimiento precisos para formular y desarrollar buenas estrategias de cambio. Para ello tiene que desarrollar una capacidad de pensamiento sistémico y estratégico, de reflexión y de indagación, tienen que ser capaces de comprender el sistema.
El mero operador político conoce personas y hechos, gestiona conflictos y compra ambiciones, pero no tiene rumbo. Pone su conocimiento como máximo al servicio de las próximas elecciones. No sabría ponerlo al servicio de las próximas generaciones, porque no tiene visión, no tiene metas y propósitos de cambio. Su pasión por el poder se agota en sí misma. Para él el poder no es instrumental para el desarrollo humano. El buen político ve y va más allá, es capaz de ver procesos lentos y graduales, sabe aminorar el ritmo frenético para prestar atención no sólo a lo evidente sino a lo sutil. Busca más allá de los errores individuales o la mala suerte para comprender los problemas importantes. Trata de descubrir las estructuras sistémicas que modelan los actos individuales y posibilitan los acontecimientos. Sabe que esas estructuras que se trata de cambiar no son exteriores pues son las propias instituciones en las que él opera y a las que pertenece. Sabe que lo fundamental es comprender cómo su posición interactúa con el sistema institucional real. Pero a medida que comprende mejor las estructuras que condicionan su conducta ve con más claridad su poder para adoptar las políticas capaces de modificar las estructuras y las conductas. Sabe que todos formamos parte del sistema que se trata de reformar. Para él no hay nada externo y por eso comprende mejor que nadie la sabiduría de la vieja expresión “hemos descubierto al enemigo: somos nosotros”.
Los buenos políticos se orientan siempre a elevar la gobernabilidad, la institucionalidad existente. Cuando los políticos hacen algo notable pero no lo dejan institucionalizado, la supervivencia del progreso logrado es problemática. Suele desaparecer con su creador, que no habrá sido un buen político al no lograr su institucionalización, al hacer depender de su persona el progreso, al no haber elevado la gobernabilidad. Oí decir una vez a un interlocutor anónimo que “los únicos caudillos que valen son los que acaban haciéndose prescindibles creando buenas instituciones”. Esta frase expresa el concepto que Maquiavelo tenía del buen Príncipe, que es el que fija en buenas instituciones el futuro progreso de la República.
Esta sabiduría histórica se corresponde con resultados muy recientes y reveladores en el ámbito de las relaciones entre gobernabilidad y desarrollo. En particular los trabajos de Kaufmann y su equipo desafían la creencia convencional de que la producción de crecimiento acarreará inevitablemente mejoras en la gobernabilidad. Contrariamente, sus trabajos revelan que mientras existe una relación causal y a largo plazo entre buena gobernabilidad y crecimiento duradero y de calidad, la causalidad no funciona en sentido inverso. Lo que ratifica que la gobernabilidad no es un bien de lujo, sino un bien público que es necesario cultivar en todos los estadios del desarrollo.
El buen político sabe que la gobernabilidad exigida por el desarrollo humano es la gobernabilidad democrática. Sabe también que la democracia es un sistema exigente que no debe confundirse con las meras aperturas electorales, las pseudo-democracias, semidemocracias, las democracias delegativas u otras expresiones descriptivas de las formas más o menos imperfectas de democracia de que disponemos en la región. El buen político sabe que la democracia es un proceso complejo y de fin abierto, en el que se experimentan avances y retrocesos. Sabe que la calidad democrática depende de un criterio fundamental: el grado de igualdad política efectiva que el sistema político permite. Sabe que la opción democrática no es sólo una opción de conveniencia que se justifica por las ventajas positivas que la democracia aporta; no es un demócrata por defecto; es demócrata también por una convicción ética desde la que cree en la superioridad moral de la democracia sobre cualquier otro sistema político. Dicha convicción es la afirmación axiomática de la igualdad humana intrínseca, de que el bien de todo ser humano, cualquiera que sea su condición, es intrínsecamente igual al de cualquier otro.
La igualdad política no es obviamente una constatación empírica sino un juicio moral sobre el que se interioriza un imperativo categórico. Su formulación más conocida es la que en 1776 hicieron los autores de la Declaración de Independencia Norteamericana: “Sostenemos como evidente estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”. Esta afirmación no es ni una manifestación de cinismo no una descripción de la realidad. Es sencillamente un juicio moral que afirma el deber moral de tratar a todas las personas como si poseyesen una igual pretensión a la vida, la libertad, la felicidad y otros bienes e intereses fundamentales. Significa igualmente que ninguna persona está tan definitivamente mejor cualificada que otras para gobernar como para dotar a cualquier de ellas de autoridad completa y final sobre el gobierno del Estado. Significa que los derechos de participación política han de ser asignados por igual y que deben crearse las condiciones para que toda persona adulta pueda enjuiciar lo que sea mejor para su propio intereses y para los intereses generales.

Sabe que sin igualdad en la participación política, sin una representación política de calidad, sin inclusión política real y efectiva, la acción social de los gobiernos tenderá siempre a ser paternalista y clientelar.
El único gobierno que puede satisfacer plenamente las exigencias del estado social es aquel en el que participa todo el pueblo; que cualquier participación, incluso en las más nimias funciones públicas, es útil; que la participación debe ser tan amplia en todas partes como permita el nivel general de mejoramiento de la comunidad; y que nada puede ser tan deseable en último término como la admisión de todos a compartir el poder soberano del Estado. Pero dado que, en una comunidad que exceda el tamaño de una pequeña población, todos no pueden participar personalmente sino en alguna porción mínima de la acción pública, el resultado es que el tipo ideal de un gobierno perfecto debe ser el representativo.

El buen político dispone de una estrategia de desarrollo, que ve como parte de un proyecto nacional. Son este proyecto y estrategia lo que da sentido a sus decisiones particulares y le ayuda a movilizar los recursos y a construir las coaliciones necesarias para enfrentar los conflictos inherentes al cambio. El proyecto del buen político no es un plan irrealista, voluntarista, de esos que plantean y prometen resolver bajo su mandato todos los males patrios y que normalmente acaban en populismo, frustración, desgobierno y división nacional. Desde el imperativo ético de conocer la realidad, el buen político sabe las constricciones con que cuenta, sus recursos y alianzas y propone sólo aquellos cambios que con su liderazgo devienen viables y factibles. Sabe que son los éxitos en los primeros pasos y conflictos los que le permitirán ampliar sus alianzas y seguir avanzando hacia objetivos más ambiciosos. Sabe que por mal que estemos, nada hay que no sea empeorable, y se mueve tan decidida como cuidadosamente.
Como buen demócrata sabe que no hay buen gobierno sin fuerte compromiso social. Que el imperativo moral de la igualdad política impone avanzar decididamente hacia la creación de las condiciones que hacen que la igualdad y la libertad sean reales y efectivas. Que la democracia sólo es una fachada para la gente que, víctima de la indigencia o la pobreza, no puede realizar su derecho a la igualdad en la participación política y se ve forzada a renunciar o a transar con sus derechos políticos. Que en sociedades profundamente desiguales o hasta estructuralmente dualizadas como las nuestras o la democracia sirve para ir creando las condiciones económicas y sociales de la igualdad política o la democracia se deteriora inevitablemente. Por ello mismo entiende el compromiso democrático como inseparable e integrante del desarrollo humano. Sabe que no hay proyecto democrático sin proyecto de desarrollo. Sabe que aún está lejos el día de la verdadera democracia que será cuando ningún/a latinoamericano/a, desde la libertad conquistada, deje de mirar a los ojos a cualquier otro. Pero se sabe al frente y responsable de un tramo significativo de este viaje.
El buen político ha aprendido que los avances económicos y sociales que no quedan institucionalizados en la cultura cívica y política democrática (como los experimentados en tantos populismos y autoritarismos latinoamericanos) son una bomba del tiempo para el desarrollo humano sostenible del país. La cultura del beneficio o caridad social a lo Evita Perón o de tantas otras primeras o segundas damas no produce ciudadanos sino clientes y asistidos. La ciudadanía es una extensión de la cultura de los derechos que debe quedar fijada y garantizada en las instituciones del Estado social y democrático de derecho. Si las mejoras sociales no se acompañan con esta institucionalidad, entonces sólo hay un espejismo de desarrollo que propala malas culturas políticas que acabarán cobrando un alto precio a los países en los que arraiguen.
6. Los buenos políticos impulsan siempre la transparencia, combaten la opacidad en la que se envuelven siempre los malos políticos. Sin transparencia en el ámbito público tiene poco sentido la participación política y se hace muy difícil la rendición de cuentas. La transparencia se mide por el grado que un sistema institucional permite a los ciudadanos o a las organizaciones interesadas acceder eficazmente a información relevante, confiable, suficiente y de calidad en el ámbito económico, social o político que resulte necesario para la defensa de sus intereses o para su participación en la definición de los intereses generales. Estos flujos de información no pueden ser asegurados por los mercados, en parte porque puede haber beneficios importantes derivados de la no revelación. Por eso el rol de la política y del estado resulta crítico en este punto, aunque nada fácil pues también hay rentas políticas derivables.
La orientación a la transparencia no es sólo una exigencia de la lucha contra la corrupción. Es también una condición para avanzar la calidad de la democracia y generar buena cultura política. Pero no basta sólo con la transparencia en el ámbito público. El buen político sabe que hoy la definición y realización de los intereses generales no es ningún monopolio del gobierno, pues éste se ve obligado a decidir y actuar en redes de interdependencia con las empresas y, a veces, con algunas organizaciones sociales. Si éstas relaciones no son transparentes, resulta muy alto el riesgo de extorsión de las empresas por los políticos, de captura del gobierno por las empresas, o de connivencias entre unos y otros contrarias a los intereses generales. Por eso el buen político sabe que la exigencia de transparencia, como imperativo de buena gobernabilidad, alcanza tanto al sector público como al privado así como a las relaciones entre ambos. Hoy la gobernanza gubernamental ya no es separable de la consideración de la gobernanza empresarial cuando nos planteamos la construcción de una verdadera gobernanza democrática. Y la letanía de escándalos, encabezada por Enron y Worldcom, que ha recorrido el mundo pone de manifiesto las graves consecuencias en el ámbito público de profundos defectos en la gobernanza corporativa. Por eso las políticas de transparencia deben incluir a los gobiernos y a las empresas.
Los buenos políticos enfrentan constantemente el desafío de la captura del estado ya sea por grupos políticos, burocráticos, de negocios, financieros o sindicales privilegiados. No olvida la sabiduría de Adam Smith quien advirtiera que “rara vez se verán juntarse los de una misma profesión u oficio, aunque sea con motivo de diversión o de otro accidente extraordinario, que no concluyan sus juntas y sus conversaciones en alguna combinación o concierto contra el beneficio común, conviniéndose en levantar los precios de sus artefactos o mercaderías”. Saben que en los mercados y las democracias imperfectas todos los grupos de interés con acceso al gobierno tratan de atentar contra los intereses generales, propenden a la opacidad y ocultan sus intereses particulares bajo el velo de los intereses generales. En especial prestan atención al dato crecientemente revelado por investigaciones empíricas de la gravedad de la tendencia de algunas empresas y conglomerados empresariales –incluidos los internacionales- a afectar ilícitamente la formación de políticas, leyes y regulaciones estatales.
De las crisis vividas en Asia, Rusia y América Latina hemos aprendido que el sector financiero ha estado especialmente involucrado en la captura del estado con consecuencias muy negativas para la gobernabilidad general. Los datos existentes indican una correlación fuerte entre el grado de solidez bancaria y el nivel de control de la corrupción. Estos datos apuntan en el sentido de que una estrategia de fortalecimiento de la gobernabilidad no podría dejar de considerar el fortalecimiento de la gobernanza de las corporaciones privadas y en particular del sector financiero (Daniel Kaufman, ob.cit. , P.17.

El buen político sabe distinguir entre las instituciones del mercado y las empresas actualmente existentes. Sabe que a largo plazo el determinante fundamental del número, la calidad, productividad y competitividad de las empresas estriba en la calidad de las instituciones del mercado. Sabe también que necesita la colaboración del sector empresarial existente o al menos de una parte significativa del mismo para impulsar una mejor institucionalidad del mercado y de las relaciones entre las empresas y el estado. Pero sabe que el gobierno ha de ser mucho más favorecedor del desarrollo de los mercados que de los negocios. Salvar o fortalecer empresas sin asegurar su capacidad para sobrevivir o desarrollarse en entornos de mercados más amplios y perfeccionados equivale a proteger campeones de mercados imperfectos y a bloquear en consecuencia y más pronto que tarde el desarrollo. Sabe lo difícil que resultan estas decisiones y trata de desarrollarlas con transparencia y buscando las difíciles alianzas con las que enfrentar los inevitables conflictos. Respeta la empresa y la riqueza obtenida a través de ella, pero siempre que, tal como exigía Adam Smith, no se hayan obtenido violando “las reglas de juego limpias”, es decir, siempre que se haya buscado el propio interés “por un camino justo y bien dirigido”. Por eso, como Adam Smith también enseñó, sabe que defender la libre empresa es diferente de defender a los empresarios, pues éstos, en ausencia de instituciones garantizadoras del “camino justo y bien dirigido” (principalmente la libre competencia y una política industrial coherente con ella) tenderán a realizar su propio interés a costa del interés común

El buen político sabe además que si no hay buenas reglas del juego y buen manejo de las relaciones entre el gobierno y las empresas, es la propia democracia la que se acaba poniendo en riesgo.
El buen político sabe que no es el capitalismo sino su forma institucional específica de economía de mercado lo que constituye una condición favorecedora de la democracia. Pero no se le oculta que la estrecha relación entre democracia y economía de mercado oculta una inevitable paradoja: si bien el desarrollo de las economías de mercado producen transformaciones económicas y sociales que propenden a la democratización política, no es menos cierto que la economía de mercado al provocar una distribución muy desigual de muchos recursos clave (riqueza, ingresos, status, prestigio, información, organización, educación, información y conocimiento…) determina que unos ciudadanos tengan una influencia mayor que otros sobre las decisiones políticas. La consecuencia es que, de hecho, los ciudadanos no son iguales políticamente y, de este modo, la fundamentación moral de la democracia, la igualdad política, se ve seriamente vulnerada.
7. Los buenos políticos se orientan a la rendición de cuentas y a la asunción de responsabilidades. Saben que sin buenos sistemas de transparencia y responsabilidad el ejercicio del poder no puede superar los riesgos a que está continuamente sujeto. No cree que los políticos sean corruptos, pero sabe que todos –comenzando por él mismo- somos corruptibles. Por eso aunque valora el discurso se esfuerza porque se traduzca en instituciones eficaces de rendición de cuentas. Nuevamente sabe que las buenas instituciones son las que hacen que todo funcione correctamente cuando nos flaquea la ética. Que la tendencia del ser humano a acrecentar y abusar del poder corre paralela a la propensión a ocultar la información y silenciar la crítica, a exigir responsabilidades desde la oposición y a boicotear su exigencia y producción desde el gobierno.

Pero el buen político sabe también que las instituciones de rendición de cuentas interiorizadas en los procesos gubernamentales (controles ex ante del gasto, controles de gestión presupuestaria, evaluación interna de desempeño personal y de resultados organizativos, controlarías, oficinas anticorrupción…) resultan tan necesarias como insuficientes. La experiencia le demuestra y las investigaciones empíricas más actuales le confirman que sin mecanismos más amplios de transparencia y responsabilidad externa a cargo de evaluadores externos independientes, los medios de comunicación, los parlamentos, las fiscalías y los jueces penales, y hasta determinadas organizaciones sociales…, sin todo esto, los mecanismos internos de control y responsabilización no funcionan efectivamente. Especialmente en países como los nuestros donde las estructuras administrativas son altamente imperfectas y vulnerables. Desde luego que el buen político conoce bien las imperfecciones que afectan a los medios de comunicación y a las organizaciones sociales con funciones de supervisión, alerta, control y exigencia de responsabilidad. Pero, además de tratar de superarlas garantizando mayor pluralismo, objetividad e independencia, comprende que el gran aprecio que la ciudadanía muestra por estas instituciones se debe a la convicción cívica profunda de que sin ellas la opacidad y los negociados políticos acabarían matando el nervio democrático.

El buen político se orienta a la construcción y desarrollo del estado de derecho. Sabe que América Latina, por lo general, registra niveles muy limitados de Estado de Derecho. En cualquier caso no confunde a éste con la mera seguridad jurídica del estado de los derechos existentes. La desigualdad estructural que atraviesa la región se expresa también en un acceso muy desigual, entre otros, a los derechos de propiedad eficazmente protegidos. Si confundimos el Estado de Derecho con la seguridad jurídica del status quo, muchos países latinoamericanos serían campeones del Estado de Derecho. El entramado de privilegios económicos y sociales expresados en la distribución de la tierra, los beneficios fiscales a algunas empresas, los privilegios comerciales, los monopolios otorgados a algunas corporaciones profesionales, regímenes privilegiados de determinados colectivos laborales… y un largo etcétera, son restos de un sistema jurídico, procedente del tiempo colonial, en que el derecho se configuraba más como un entramado de privilegios personales o corporativos que como un orden abstracto fundamentador de una ciudadanía universal. Todos los buenos políticos experimentan la dificultad de ir desmontando esos entramados bloqueadores del desarrollo, que suelen hallarse amparados por leyes hechas muchas veces –como solemos decir- con nombre y apellidos.

Pero ningún buen político renuncia a este objetivo, pues sabe que la democracia y el desarrollo humano exigen el fortalecimiento progresivo del verdadero estado de derecho, es decir, el que garantiza derechos de ciudadanía política, civil, económica, social y cultural, con carácter universal, para el conjunto de la población. Capta intuitivamente la idea expresada por Amartya Sen de que “la reforma legal y judicial es importante no sólo para el desarrollo del estado de derecho sino también para el desarrollo en las esferas económicas, política, civil, social y cultural, las cuales a su vez forman parte del concepto integral de desarrollo humano”. Y coincide con la evidencia empírica, pues disponemos ya de análisis econométricos que indican que existe una relación causal y significativa entre el nivel de estado de derecho, por un lado, y la riqueza de las naciones, el grado de alfabetización y escolarización y la tasa de mortalidad infantil, por otro.

Hoy sabemos también que el fenómeno de la captura del estado no se agota en el ejecutivo sino que incluye también al legislativo y al judicial. Por eso sabemos que los programas tradicionales de fortalecimiento institucional basados en formación, cambio en las reglamentaciones, informatización, mejora de recursos presupuestarios, simplificación de procedimientos, reducción de dilaciones, gestión de la carga, visitas de estudios, etc., no producen avances sostenibles si no van acompañados de programas tendentes a reducir la captura del poder legislativo y judicial por los grupos de interés más diversos. Por ejemplo, aunque la independencia del poder judicial con relación al poder político continúa siendo un tema mayor en muchos países, en otros es superado por la necesidad de asegurar esta independencia frente al poder económico nacional e internacional y en otros por asegurar la transparencia y responsabilización de unos jueces bastante independientes pero poco responsables y eficaces capturadores de rentas.
Avanzar hacia la independencia, la transparencia, la responsabilización y la confiabilidad de los jueces, administradores y legisladores sigue siendo el tema clave de la construcción del Estado de Derecho. Pero la estrategia precisa para lograrlo debe plegarse perfectamente a las condiciones específicas de cada país. En particular, es preciso conocer si el déficit de independencia procede de la subordinación política, de la captura económica o de cualquier otra fuente.
9. Por último, el buen político cultiva la sensibilidad ética, la simpatía y la empatía. Trata de no perder nunca la capacidad de ponerse en el lugar del otro e imaginar cómo siente y piensa. Sabe que el juicio ético es a la vez corazón y razón. Por ello combate permanentemente la apatía, la alogia y la anestesia moral con la que tienden a contagiarnos tantos “triunfadores” al uso. Sabe que las gravísimas diferencias sociales que registramos propenden a inhibir la empatía y a asignar valores diferentes a la vida humano en función del grupo de pertenencia. Al final ya no vemos a los pobres; los usamos pero no los sentimos nuestro prójimo.

El buen político trata de no ser captado y anulado por los poderosos, pues no olvida las advertencia de Adam Smith: “la disposición a admirar, y casi a adorar, al rico y al poderoso y a despreciar o al menos menospreciar a las personas pobres y de medios limitados, aun cuando sea necesaria para establecer y para mantener la distinción de jerarquías y el orden social, es a su vez la causa más grande y universal de la corrupción de nuestros sentimientos morales”. Por eso el buen político no descuida los gestos de compasión y apoyo hacia las víctimas y los pobres, de respeto y consideración hacia los honestos, los emprendedores, los esforzados, los innovadores, los solidarios… en definitiva hacia los hombres y mujeres que necesitamos asegurar para que la locura del neoliberalismo (con su sueño imposible de un consumo irrestricto e irresponsable de recursos no renovables, con la manipulación mediática y el aturdimiento sensible que provoca, y con la subordinación de los intereses del mundo a los hegemónicos de la PAX AMERICANA no impida el resurgir, el arraigo y la expansión incontenible de una gobernanza global multilateral y democrática sobre la que pueda florecer el desarrollo humano sostenible.

Leer más »

06/03/10: CONSEJOS PARA SER UN BUEN POLITICO

[Visto: 28480 veces]

Debido a la tendencia de comportamiento adoptado por la mayoría de los políticos del mundo, he decidido crear este rápido y simple manual de comportamiento para políticos.

El buen político debe ser persona honrada, que tenga como misión fundamental en su existencia el servicio y no el aprovecharse de su cargo en beneficio propio y mucho menos metiendo la mano en las arcas del Estado, o favoreciendo a familiares y amigos en cargos públicos, o sacando ventaja personal de contratos que tengan que ver con el servicio público. Ver en el Estado un campo para trabajar seria y sinceramente por los demás y no un terreno para incrementar su fortuna.
El buen político no debe ser un politiquero, es decir, debe apoyar todo proyecto bueno así haya sido propuesto por adversarios, por personas que no pertenecen a su organización política. En otras palabras, tener presente que la Patria es primero, por encima de los intereses de su partido y de su propia persona.

Pasos

Culturizate, para ser un buen politico, de cualquier indole, la educacion es un punto crucial.
Haz una especie de “declaracion de principios”, la cual sera tu guia en cuanto a Etica y Moral, que no tiene por que ser publica.
Ahora, segun el cargo politico que uses, tu camino a seguir deberia ser algo como esto:
Alcalde: Un buen alcalde debe ser uan persona con vision de futuro, poner siempre por delante el bien de su comuna, debe comprender y estar totalmente informado de las realidades socioeconomicas de su gente, sus acciones no deben ser pensadas para ganar votos para la siguiente eleccion, sino que tiene que actuar para el bien de toda la comunidad.
Congresistas Estos son cargos importantisimos en un sistema politico como el nuestro, que ademas son MUY bien pagados, son la voz de la gente, por lo cual SIEMPRE deben actuar pensando en el bien del pueblo.
Ministro: Informate, estudia a fondo tu area de trabajo, VIVE LA REALIDAD de tu area, recuerda que tu eres el representante de un grupo especifico de gente que espera que des lo mejor de ti.
Presidente: Eres la voz de todo un pais, tus acciones tienen una repercucion que quizas ni te haz imaginado, eres responsable de que todo funcione, tus subalternos deben respetarte, debes ver siempre al futuro y cuidar los recursos del pais.
La politica es una carrera 100% vocacional, si te metes en ella solo por dinero, lo mejor es que abandones lo antes posible.
Si tienes pensado participar en una eleccion futura, no trates de ganar votos, los votos llegaran a ti solos si la gente esta conforme con tu accionar.
Cuidate siempre de los corruptos, si tienes la oportunidad de denunciar a uno, no lo dudes y HAZLO!.
Si eres uno de los corruptos lo mejor sera abandonar lo antes posible.
No compitas con tus pares(independientemente de su partido), trabaja junto a ellos; recuerda que “2 cabezas piensan mejor que 1”.
Cuando la sombra de la corrupcion te aceche, recuerda por que estas en la politica, recuerda que tienes un sueldo muy superior al promedio del pais, que debes cuidar, recuerda que si te vez manchado por la corrupcion, esa mancha se extendera a tu familia.

ADVERTENCIA
El politico corrupto no tiene futuro, si bien al principio parecera facil salirte con la tuya, mas temprano que tarde toda mentira se descubre.
El politico de mentira, es decir, el que toda su carrera se basa en conseguir votos y pasar de campaña en campaña, JAMAS llegara lejos.
El politico que te precedio en el cargo quizas halla dejado problemas, buscalos y solucionalos o te haran la vida imposible mas tarde.
(Presidente)Hoy en dia el tema de la guerra es muy complejo, evitalo a toda costa, en ningun caso lo incluyas en tus opciones ante un problema con otro pais.
Leer más »

04/03/10: Cazar tendencias : Los coolhunters, esos espías entre nosotros

[Visto: 1216 veces]

Para no saturarnos solo de marketing politico y electoral quiero incluir en esta ocasion ,informacion sobre un nuevo concepto del Marketing en general:Cazar tendencias,es decir espiar,definir y utilizar las tendencias actuales para que nuestras campañas sean mas exitosa,adelante con esta entretenida lectura y aprendamos
Gianna

Siempre me han llamado la atención esos trabajos que tienen un aura especial por lo inusuales que son. Algo así como en ‘My Fair Lady‘, cuando ves al profesor Higgins, un mega-especialista en lengua inglesa capaz de adivinar la historia de cualquiera con sólo escuchar su pronunciación. Alucinante. Pues hoy… ¡venimos para hablaros de los coolhunters y de los cultsearchers!
El pasado 11 de febrero se celebró en el IED (Instituto Europeo de Design) un cursillo convocado por C4E (Communication For Effectiveness) al que estaba invitado el FCL de Milán (Future Concept Lab), una empresa pionera de ésas que están en primera fila, que desde hace veinte años trabaja en la “caza de tendencias“. Sí, se dice a la ligera, porque… ¿Cómo se cazan tendencias? Los presentes en la conferencia gozamos de un buen desglose metodológico ofrecido por Francesco Morace y Elisabetta Pasini, socios del Future Concept Lab, y que os ofreceremos en una serie progresiva de posts.
La que suscribe estuvo allí presente, y no sólo gozó con el tema de la conferencia, sino también con los croissancitos de la recepción. Un consejo para el IED: seguid con ese prodigio de catering bollil. Pero más allá de eso, vayamos al bollo. Digo, al grano.
Hoy empezaremos por la fase del coolhunting y cultsearching, por ser el tema central de interés de toda la conferencia.
En FCL tienen a más de 50 coolhunters y cultsearchers dispersados por 25 países, encargados de recabar información, datos, material gráfico, etc., de las sociedades. Ese material recabado se envía a la oficina central en Milán, donde un equipo de no más de veinte profesionales de varios campos como la antropología, la psicología social, la sociología, diseñadores de moda, etc., se encargan de analizar todos esos datos. Distinguen y descubren así entre modas (efímeras) y tendencias (que tienen una duración de años). Como en las películas de James Bond.
¿Y por qué interesa cazar tendencias? Porque realizar campañas acordes a las tendencias vigentes o que se intuyen en una sociedad es una forma de asegurar el éxito. Los seres humanos somos muy influenciables. No sería exitoso hacer una campaña basándonos en expresiones como “ser verdes” si la ecología no fuera una tendencia. Que lo es.
Las tendencias no se venden, se descubren. Para los descubridores de tendencias, “marketing is societing”. Y los coolhunters y los cultsearchers son los que dan en primer lugar ese paso para descubrir tendencias.
• Los coolhunters
Los coolhunters no analizan. Envían la información a Milán y allí el equipo se encargará de darle forma. Su trabajo se basa esencialmente en la observación. Son antenas sensibles. Observan gente y lugares “on the spot”, es decir, en el mismo lugar que quiere analizar. ¿Madrid? Pues en Madrid vive y trabaja el coolhunter.
Para ello se basan en la “coolhunting technique”, que consiste en realizar fotografías, preparar material gráfico… Por eso han de ser gente despierta, preferentemente jóvenes profesionales para evitar que tengan algún tipo de filtro que les haga ver sólo esa parte de la realidad que quieren ver. Han de tener buenas aptitudes fotográficas, y curiosidad por buscar signos poco convencionales en su entorno, además de cierta sensibildad creativa.
• Los cultsearchers
Su trabajo es un poco diferente al de los coolhunters, y nace porque el coolhunting por sí solo no es suficiente. El de los primeros es más en superficie, más explorativo. Este segundo es más profundo. El cultsearcher no es testigo de lo que ocurre en la calle. El cultsearcher, aunque también joven profesional algo más experimentado que el coolhunter, ha de tener un ojo también más crítico.
También entra en los hogares, y por eso han de tener habilidades comunicativas, porque gran parte de su trabajo se basa en la investigación por medio de entrevistas. Tienen mayor capacidad de análisis, lo que supone un primer filtro (considerando que los coolhunters fueran 100% imparciales), pero es un primer filtro necesario. Porque su trabajo sirve para enriquecer la interpretación de los hallazgos de tendencias. A los cultsearchers, por ejemplo, se les pide que hagan vídeos, no que envíen fotografías. Es una forma de ver su personalidad a través de sus montajes. También se les pide por ejemplo que manden objetos. Si se ponen de moda las manos locas y viscosas, que las envíen igual.
A mí es algo que me fascina, pero lo cierto es que no sé si esto de ser cazadores de tendencias es algo así como “top-secret”, porque… ¿alguien aquí conoce a alguno? Es como lo de los audímetros de la televisión para ver los shares de audiencia. Yo sólo he conocido a una persona que lo tuvo, y ahora lo puede confesar porque dejó de tenerlo.
Vamos, que están entre nosotros, pero nosotros no nos damos cuenta. Por eso siempre, desde que me enteré de su existencia, he considerado a los coolhunters y a los cultsearchers como una especie de espías sociales.
Leer más »

03/03/10: Uruguay:Jose Mujica : Un Político a Contrapelo

[Visto: 1098 veces]

Les Transcribo el siguiente artículo de La Jornada On Line,por sus vigencia e interés

Jose Mujica ,Nació el 20 de mayo de 1934, cuando el país estaba convulsionado por la primera dictadura del siglo XX. Se inició en política con un partido conservador y en 1960 se sumó a la guerrilla.

Con su manera de hablar “directa y desenfadada” como sello de distinción, el ex guerrillero José “Pepe” Mujica se convirtió hoy en presidente electo de Uruguay, con mandato para asumir a partir del 1 de marzo próximo por los próximos cinco años.Pese a usar reursos como el Internet en su campaña Mujica cree en el contacto direcro como clave de sus exito.

Nació el 20 de mayo de 1934 en una zona rural del oeste de Montevideo cuando el país estaba convulsionado por la primera dictadura del siglo XX, encabezada por Gabriel Terra, que se convirtió en dictador al disolver el Congreso el 31 de marzo de 1933, dos años después de haber asumido como presidente constitucional.

El discurso de Mujica, “a contrapelo de las reglas básicas del marketing”, le fue abriendo camino en la siempre enmarañada realidad política de su país e incluso de la izquierda, donde tuvo que hacer frente a una fuerte resistencia de algunos partidos y movimientos que preferían al economista Danilo Astori como candidato.

Pero las bases militantes, primero en un congreso y después en una elección interna, se inclinaron mayoritariamente por el veterano dirigente de 75 años, que anticipó que jugaría “su último partido”.

Si perdía este domingo, se habría dedicado a su pequeño establecimiento agrícola y a los juegos de salón con sus vecinos de la zona rural de Montevideo, donde vive.

Mujica inició su carrera política en filas del conservador Partido Nacional, hasta que en la década de 1960 se integró al Movimiento de Liberación Nacional “Tupamaros” (MLN-T), que impulsó la lucha armada hasta comienzos de los años 70 y que desde 1989 forma parte del Frente Amplio, una coalición que reúne también a socialistas, comunistas e independientes, entre otras corrientes.

En un enfrentamiento armado fue herido de seis balazos y estuvo preso varias veces, la última ocasión por 13 años junto a otros líderes en calidad de “rehén” de la dictadura de la época (1973-1985), que amenazaba con ejecutarlos si el grupo seguía realizando operaciones guerrilleras.

La personalidad de Mujica no solamente cautivó a los seguidores del Frente Amplio, de todas las edades, sino que se extendió a amplios sectores del país, incluyendo a empresarios y las franjas más pobres, históricamente inclinadas a los partidos tradicionales Nacional y Colorado.

Ex guerrillero, ex ministro, senador y ahora a punto de ser presidente del país, Mujica “nunca se alineó con lo políticamente correcto y sus expresiones suelen levantar polvareda, sin menguar su popularidad” y el apoyo de sus compatriotas, según escribió la periodista María Noel Domínguez en el libro “Mujica 2009”, que se reditó este año, tras una primera aparición en el 2005.

Por esa razón, el viejo dirigente, que tiene muchas cicatrices en su cuerpo, es protagonista de un inusual fenómeno político y comunicacional.

Su página oficial de Internet, llamada deliberadamente “Pepe tal cual es”, pretende mostrar esas facetas del dirigente político sin maquillaje y sin rodeos.

Los uruguayos no esperan cambios profundos en el país con la conducción de Mujica, ya que deberá aplicar el programa común, aprobado en el último congreso de la coalición de izquierdas y que apunta a profundizar las reformas de los últimos cinco años, en la primera experiencia de gobierno de la izquierda, con Tabaré Vázquez en la presidencia.

Pero muchos están convencidos de que, más allá de las limitaciones, la necesidad de acuerdos y las pujas naturales que siempre se producen en el terreno político, Mujica le dará su sello personal a la nueva administración.

“Pepe” Mujica prometió sacar de la pobreza a la quinta parte de la población de Uruguay que está en esa situación y reducir las desigualdades en el nivel de ingreso de la gente, sin recurrir a medidas radicales para ello Leer más »

26/02/10: DESAFIO NUMERO 1 PARA EL LIDER : LA CRITICA

[Visto: 1035 veces]

ALGUNAS VECES CENTRADOS,OTRAS ENGREIDOS,LOS LIDERES DEBEN EQUILIBRAR SU CONDUCTA,EN LA BALANZA DE LA EVALUACION DE SUS SEGUIDORES Y OBSERVADORES
Gianna

La Critica, Es uno de los desafíos mas imponentes, sobre el líder, la critica a un líder puede estimular dos acciones importantes; las acciones de un líder maduro, o las acciones de un líder inmaduro.
Razones por las cuales puede ser criticado un líder:
1.- Porque está haciendo las cosas mal,
2.- Porque la gente no lo quiere aceptar aunque haga las cosas bien.
3.- Porque en la mayoría de la gente siempre tiene inconformidad, y le gusta criticar.
4.- Porque otras personas, creen que lo pueden hacer mucho mejor que el.
5.- Porque saben que las cosas se pueden hacer mejor de lo que se esta haciendo.
6.- Por todas y cada una de estas razones, o por muchísimas otras razones mas.
Cuando Estamos siendo sometidos a constantes críticas, hay momentos en que podemos experimentar, ciertas emociones, ciertos sentimientos, y cierto tipo de pensamientos que atacan nuestra mente, si somos personas maduras, podemos trabajar directamente con esas críticas, y aprender a usarlas a nuestro favor. Pero si somos inmaduros, haremos que la crítica nos destruya por completo, nuestra autoestima.
Hay dos tipos de críticas; las críticas constructivas y las críticas destructivas, sin embargo, ambas críticas pueden estimular, una actitud, una forma de pensamiento, nuestras decisiones, y nuestra autoestima, todo depende de cómo afronta el líder, cada una de las criticas, hacia su persona, sean constructivas o no.
Frente a la crítica, se pueden tomar diferentes posturas:
Posturas Inmaduras:
1.- Hacerse indiferente, y no permitirse valorar si la crítica, corresponde a la realidad o no.
2.- Creer todo lo que le critican, sin buscar soluciones, a las que si puedan resolverse, y dejarse derribar y desanimar a continuar
3.- Contraatacar a todo el que critique, y responderle con criticas también a la otra persona.
4.- Entregar el cargo, y dejar que otro lo haga porque tal vez otro lo hará mejor,
5.- Entregar el cargo, por rebeldía y soberbia,
6.- Seguir en el cargo, pero ya no intentar nada mas, porque siente que no vale la pena.
Posturas Maduras:
1.- Autoanalizarse y verificar, que tan cierta es la veracidad de la crítica.
2.- Intentar resolver lo que hay que resolver,
3.- Si las acciones que se han tomado son correctas, no dejarse abrumar por la crítica, para evitar ser juzgado.
Leer más »

25/02/10: Un político piensa en las próximas elecciones, un estadista, en las próximas generaciones

[Visto: 1190 veces]

Para George Bush estos eran los puntos claves de un buen politico, que pretendía ser Presidente:
• Respeto de los mercados libres”.
• ” Respeto de las libertades individuales”.
• ” Respeto a los derechos humanos”.
• Respeto de las oportunidades económicas verdaderas —no solo retóricas— para sus pueblos”.
• No ser una amenaza para sus vecinos y tener buenas relaciones con ellos”.
• No dar “ningún apoyo al narcotráfico, al terrorismo internacional ni al crimen internacional”.

Para José Alberto Mujica Cordano presidente electo en el 2009 para Uruguay periodo 2010 2015
Por el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, con un pasado guerrillero y ex senador

“Un candidato a presidente tiene que tener “más de sicología humana y de boliche que de técnico”. “Para técnicos están los tipos que él tiene que convocar”.

Estas premisas que han llevado a estos hombres al poder y que les han servido de slogans, durante su campaña, denotan que la elección de un mandatario no siempre se rige a parámetros pre.establecidos.Es por eso que el manejo de las campañas, o Marketing Electoral debe ser acorde a cada realidad, a cada paisa análisis de, que es lo que quiere el elector de él, claro está sin perder la perspectiva de la problemática nacional.
Haciendo un breve análisis y repaso del comportamiento electoral de los votantes en los últimos procesos electorales, se puede observar que los programas electorales se ubican como el tercer factor en importancia, de parte del elector, a la hora de emitir su voto, muy por debajo del candidato y el partido, situados en el primero y segundo lugares respectivamente.

El problema radica en que lamentablemente, el político quiere concitar en sí mismo la fuerza de muchos para así consolidar su propia fuerza. Es así que no pretende establecer con sus electores un nexo en términos de representación; no le interesa ser el motor de una acción que concrete el futuro por ellos deseado, porque el político no es la sociedad sino el mercado.
Es por eso que en estas próximas elecciones mueven a una profunda reflexiona buscar el mejor de los mejores, el que vaya mas allá de las propuestas profundas o ligeras.
Votemos por el que piense como estadista, no como político.
Sinceramente
Gianna
Leer más »