Archivo por días: 31 mayo, 2011

31/05/11: SOCIOLOGIA DEL CUERPO

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Durante el III Congreso Argentino de Juegos y Deportes Alternativos realizado en La Plata, Buenos Aires – 2 y 3 de Octubre de 2009 el Dr.Alfonso Espinal Gadea de Mexico,hizo conocer este extraordinario texto que les traigo para compartir.Disfrutenlo

Gianna

Del cuerpo a la corporeidadM.

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Alfonso Espinal Gadea

La perspectiva que tenían los griegos del cuerpo giraba en torno al arte, entendido éste como máxima expresión a la que pueda llegar el ser humano. Es decir, abogaban y trabajaban por conseguir un cuerpo perfecto. Su concepto de arte se apoyaba en la síntesis de lo bueno y lo bello, lo que implica una conexión con lo mental, lo moral y lo físico, pugnando por un desarrollo interior a partir del cultivo de la apariencia externa. De ahí que se abandere el eslogan de: “mente sana en cuerpo sano”. Presuponiendo que la salud en su amplio sentido solo puede ser albergado en un cuerpo bien cuidado, estético y bello. Tal como atinadamente apunta Meinel y Shnabel (1987): “está comprobado que en un cuerpo sano y equilibrado es posible estimular decisivamente el desarrollo intelectual, social, estético y moral”.
Desde la perspectiva hedonista de los antiguos griegos hasta la fecha actual, se han construido tantas concepciones del cuerpo como tipos de estructuras sociales se han sucedido. Y sin embargo, la gran mayoría aterriza en una concepción biologisista y pragmática del hombre4 (y por lo tanto del cuerpo); al conceptualizarlo así, se espera como un instrumento útil, eficiente y productivo, lo que deviene en la ideología de una sociedad capitalista.
La hegemonía ideológica del capitalismo define al cuerpo “…como simple objeto físico sometido a las leyes naturales, cognoscible como cualquier elemento biológico a quien se pueda controlar y sobre quien se predica y condiciona para evitar perturbaciones sociales” Portela (2001). Se habla entonces de un cuerpo sometido, dominado y controlado por un sistema social que le dicta cómo debe ser.
Esto lo acentúa también Brohm (1968)5 al decir que “en todos los dominios de la vida social, el cuerpo se convierte cada vez más en el objeto y el centro de ciertas preocupaciones tecnológicas o ideológicas. Ya en la producción, ya en el consumo, ya en el ocio, en el espectáculo o en la publicidad, etc., el cuerpo se ha convertido en un objeto que se trata, se manipula, se explota. En el cuerpo convergen múltiples intereses sociales y políticos de la actual civilización técnica”.
Abordando el cuerpo desde esta perspectiva reduccionista, se limitan los valores, capacidad y potencialidad corporal. Se orienta y estructura las conductas esperadas y deseadas con el propósito de conservar la hegemonía sobre el cuerpo, y por supuesto, de su educación. Descartando la construcción de un cuerpo crítico y pensante. Denis (1980) lo resalta así: “abordar el cuerpo enseñado no supone pretender describir un realidad institucional, sino que se trata de determinar una realidad institucionalizada”, esto se cumple al ser sometido a un proceso en donde se le educa para insertarse en el contexto que lo reclama. Bernard (1985) lo clarifica aún más al mencionar que “…toda nuestra educación es en cierta medida… el ajuste de nuestro cuerpo de conformidad con las exigencias normativas de la sociedad”.
Los individuos se manifiestan con y a través de su cuerpo. Piensan sienten, se emocionan. El cuerpo no es sólo un simple objeto (reservorio de la persona), es un cuerpo que vive, que se expresa. En palabras de Trigo y Rey (2000)6, el individuo “no sólo posee un cuerpo (que sólo hace) sino que su existencia humana implica hacer, saber, pensar, sentir, comunicar y querer”. Es decir, manifestar su corporeidad.
Corporeidad y personalidad
Al hablar de los conceptos de cuerpo y de corporeidad, se debe entender a ésta última como la vivencia del hacer, sentir, pensar y querer. Donde el cuerpo es sólo el vehículo para que la corporeidad se haga presente en el mundo y para el mundo que lo rodea”7. Es decir, el cuerpo es el medio para que se manifieste y desarrolle la corporeidad.
Para Paredes (2003)7 “El ser humano se expresa, se comunica, vive con, por y a través de su corporeidad… la epifanía (consecuencia) del ser humano es su cuerpo y a partir de él desarrollamos la corporeidad (aspecto físico, psíquico y anímico). La reflexión corporal del ser humano pronuncia su primera manifestación usando el cuerpo, creando corporeidad de muchas maneras: desde que está en el vientre de la madre tiene necesitad de moverse; desde recién nacido siente la necesidad de expresarse y su corporeidad es su primera vía de expresión y comunicación con el mundo”.
Se entiende así que la corporeidad es la manifestación conciente o inconciente de la constitución física del individuo, moldeada y reclamada en un determinado contexto. Es encontrarnos y enfrentarnos a nuestra realidad con nuestros recursos físicos (de una estructura biológica capaz de moverse), mentales (razón, emoción y pensamiento) y sociales (ánimo, voluntad y motivación).
Esta triada de cuerpo, mente y socialización que conforma a la corporeidad, es lo que define al individuo como ser humano. Es decir, a través de la corporeidad se configura la personalidad.
La interrelación dinámica del ser, pensar y sentir con nuestro cuerpo, es lo que va construyendo esa estructura individual que determina la forma de apropiarse del mundo y del actuar en él, y que se llama personalidad. Para Mac Gregor (1992)8, es lo que “motiva las diferentes conductas, las formas específicas y únicas de organización de cada ser…, ya que ésta (la personalidad) es lo que hace, que siendo en lo biológico muy similares, seamos como individuos, distintos y únicos.”
Lo concretiza aún más Dicaprio (1992) al decir que la personalidad es una “identidad personal del individuo” con componentes periféricos (gustos, hábitos) y componentes centrales (actitudes y conductas).
Con todo esto podemos aterrizar que la corporeidad alude a la manifestación física, mental y social en términos genéricos. Es decir, es movimiento, pensamiento y emoción sin ninguna otra connotación.
En cambio, la personalidad es moverse, pensar y sentir en una forma y contexto específico, en donde interesa la particularidad de tal manifestación, de quién proviene y por qué la manifiesta así.
En otras palabras, se puede decir que la personalidad es la corporeidad particular de cada persona, y que hay tantas personalidades como personas existan. No siendo así con la corporeidad, que sólo es manifestación de la realidad, y ésta la determina el contexto en que se ubica.
El cuerpo es desde donde se genera la corporeidad y ésta se hace manifiesta por medio de la motricidad (movimiento con intención) y a través de ella, se conforma el carácter en base al temperamento, lo que deviene en la personalidad del individuo.
La sociología del cuerpo
En palabras de Giddens (1999), la sociología del cuerpo es el estudio de las influencias sociales que afectan a nuestra constitución física. Entendiendo que las influencias sociales son todas aquellas acciones que orientan o reorientan el actuar del individuo en un determinado entorno, lo que deviene en socializar. Y comprendiendo que la constitución física es el conjunto de caracteres morfológicos, fisiológicos y psíquicos de un individuo, los cuales conforman su personalidad y que ésta comprende las áreas cognitiva (o intelectual), afectiva (o psicológica) y psicomotora (o de motricidad).
Viéndola así, la sociología del cuerpo se puede definir como el estudio de la socialización de la personalidad. Más exactamente, es la socialización de la personalidad a través de la corporeidad. Es decir, estudia cómo interactúan en la sociedad el intelecto, el afecto y la motricidad. Entendidos tales elementos o áreas como una unidad indisoluble; aunque, posiblemente, con mayor posibilidad o potencialidad de respuesta ante determinados estímulos.
Dicho en otras palabras, el socializar de un determinado grupo o institución puede influenciar o afectar más al área afectiva (por ejemplo), principalmente en el desarrollo de la adolescencia, que la intelectual o de la motricidad, y sin embargo, no las excluye de ser modificadas al manifestarse en tal entorno.
Para Le Breton (2002), “La sociología del cuerpo forma parte de la sociología cuyo campo de estudio es la corporeidad humana como fenómeno social y cultural, materia simbólica, objeto de representaciones y de imaginarios. Recuerda (al ser humano) que las acciones que tejen la trama de la vida cotidiana, desde las más triviales y de las que menos nos damos cuenta hasta las que se producen en la escena pública, implican la intervención de la corporeidad.
Aun cuando más no sea por la actividad perceptiva que el hombre despliega en todo momento y que le permite ver, oir, saborear, sentir, tocar…y, por tanto, establecer significaciones precisas del mundo que lo rodea”.
Se entiende que la corporeidad es toda la manifestación corporal que se potencia en los individuos. Es sentir y vivir el cuerpo en sus connotaciones de saber pensar, saber ser y saber hacer. Es decir, manifestarse integralmente a través de lo cognitivo, de lo ético y de lo práctico, lo que deviene en corporeidad. Y tener corporeidad, es existir, apropiarse del espacio y del tiempo que le acontece, transformarlo, clasificarlo y darle un valor en base a las sensopercepciones, y además de entablar un diálogo con palabras, hacerlo con la amplia gama de la expresión corporal (gestos, ademanes, posturas, miradas).
En palabras de Le Betron (2002), “a través de su corporeidad el hombre hace que el mundo sea la medida de su experiencia. Lo transforma en un tejido familiar y coherente, disponible para su acción y permeable a su comprensión. Como emisor o receptor, el cuerpo produce sentido continuamente y de este modo el hombre se inserta activamente en un espacio social y cultural dado”. La corporeidad es el eslabón de una existencia significativa y trascendente.
El buscar dar un orden y una reestructuración a las prácticas docentes que se ven implicadas en la modificación integral del individuo, que interactúa y convive en las instituciones educativas, es pretender conocer, criticar, sensibilizar y reformar dicha práctica y su fundamentación docente, en base a los resultados de una praxis congruente con los requerimientos del grupo en un contexto de educación integral en cada una de las disciplinas que se ven involucradas directamente con la sociología del cuerpo.
Si se parte de la premisa de que el ser humano es un ente social que se interrelaciona por y a través del cuerpo, es de suma importancia entonces conocer y manejar las variantes que condicionan su óptimo desempeño en una sociedad escolar cada vez más competitiva, es decir “de que manera nuestro físico se ve afectado por las influencias de los factores sociales” (Gidenns, 1999), que no sería otra cosa que el estudio de la sociología del cuerpo.
Conocer y manipular las condicionantes de la sociología del cuerpo, redundará en un mejoramiento de las políticas a seguir en la educación formal. Entendiendo que el cuerpo es una totalidad integrada por tres áreas: social-afectiva, cognitivo-intelectual y kinestésico-
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31/05/11: LA TRASCENDENCIA DEL LIDER

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Este articulo de la Licenciada Mariana Leticia Perdomo Buendía del Instituto Tecnológico de Orizaba, Veracruz México expone la importancia que reviste para el líder la capacidad de cimentar el futuro de la organización que dirige, más allá del horizonte temporal correspondiente a su gestión. Partiendo de la premisa básica de que, ineludiblemente, el líder deberá retirarse de la organización en un momento dado, es necesario promover un liderazgo que trascienda y que permita dejar un legado a la organización. Por tanto, la temática que se presenta a continuación reúne algunos aspectos y consideraciones que todo líder debe tomar en cuenta en su camino hacia la trascendencia.

Gianna

LA TRASCENDENCIA DEL LÍDER

El camino que recorre el líder para alcanzar el éxito no es un camino fácil. Para llegar a la cima, el líder tuvo que haberse enfrentado a un sinnúmero de obstáculos, haber puesto todo su esfuerzo y perseverancia, e incluso haber realizado grandes sacrificios a lo largo de su vida. Pero la dificultad no termina en ese punto. Una vez que se ha llegado a la cima, no es recomendable quedarse cruzado de brazos celebrando la victoria. Como decía Thomas Alva Edison: “Muéstrame un hombre completamente satisfecho y te mostraré un fracaso.”
Mantener el éxito es una labor que nunca termina. Las organizaciones requieren de estar en continuo movimiento para afrontar los cambios del entorno y para encontrar la forma de mejorar lo que está llevando a cabo. Por lo tanto, los líderes deben ser capaces de consolidar el éxito de la organización que dirigen, y de construir las bases que harán posible su continuidad, en búsqueda de alcanzar una gran visión que plasme su futuro.
Los líderes visionarios no se limitan a establecer objetivos que puedan ser alcanzados durante su estancia en la empresa; por el contrario, fijan objetivos a largo plazo y proyectan la organización más allá del lapso de tiempo en que ellos estarán al frente; sus expectativas manifiestan la pretensión de que su empresa continúe creciendo y se superen los triunfos obtenidos.
Pensar en el futuro de la empresa conlleva a que el papel del líder deje de ser transitorio. El liderazgo debe ser perdurable, y esto se logra a través del legado de dos elementos principales que marcan a la organización y a sus integrantes: la creación de una cultura organizacional sólida, y por otra parte, la formación de nuevos líderes que compartan la misma visión. En esto consiste la herencia que el líder depara a la organización, que a su vez, representa el camino hacia su trascendencia y hacia la continuación de su trabajo.
En por esto que Ken Blanchard (2007, p.17) comenta en su libro “Liderazgo al más alto nivel” que “Las organizaciones de alto desempeño no dependen del cultivo de un gran líder carismático, sino de la creación de una organización visionaria que perdure más allá del líder.” Cuando la visión traza un sueño considerablemente ambicioso, implica una labor que puede prolongarse por generaciones. Y finalmente, ese es el sentido con el que deben operar las organizaciones, bajo el propósito de crecer y permanecer en el mercado. La visión debe motivar la trascendencia de la organización.
Por su parte, todo líder debe estar consciente que su participación como dirigente de la organización, tendrá lugar en un espacio de tiempo limitado, pues llegará el momento en que deba retirarse. Este no es paso fácil de dar para los líderes, pues como se mencionó en un principio, llegar a la posición que ocupan representó un gran esfuerzo y no es sencillo depositar en otra persona la responsabilidad de continuar la misión. Sin embargo, el líder debe tomar esta decisión de manera oportuna, y principalmente, debe preparar su salida con la debida anticipación. Identificar a los posibles candidatos a ejercer la función directiva constituye un aspecto de gran relevancia para el futuro desempeño de la empresa. Es por ello que Max Dupree, autor de “El liderazgo es un arte”, escribió que “la sucesión es una de las responsabilidades clave del liderazgo.”
El consultor empresarial Carlos Rodríguez Combeller en su libro “Liderazgo Contemporáneo”, hace referencia al caso de Jack Welch, ex presidente ejecutivo de General Electric (GE) y considerado como uno de los líderes más admirados de nuestro tiempo. En su autobiografía, Welch relata que seleccionar a su sucesor fue la decisión más importante y difícil de su carrera.
El proceso de selección, que tomó siete años en completarse, corrió a cargo de Welch y su director de recursos humanos. Para el proceso se estableció una serie de requisitos y características deseables, tales como: integridad, valores, experiencia, visión, liderazgo, etc. Con base en el perfil, se eligieron 26 candidatos potenciales, a los cuales se les puso retos particulares a lo largo de los siete años. El grupo se fue reduciendo hasta que quedaron tres candidatos. Cada uno podía manejar sus decisiones como consideraba que eran correctas. Finalmente Jeff Immelt fue anunciado como sucesor, Welch se retiró y le entregó las riendas de la compañía para que él pudiera comenzar a dirigir. Este ha sido considerado como el mejor proceso de planeación por sucesión para GE.
Las grandes compañías son muy cuidadosas al llevar a cabo la selección de los sucesores para los puestos directivos. Incluso, tal y como sucedió en el caso de GE, el proceso involucra la formación de los candidatos durante un considerable periodo de tiempo para involucrarlos en el sistema y evaluar su desempeño. Esto nos da una idea de la importancia que conlleva el que el líder invierta en la formación de su recurso humano para posteriormente, tener en quien depositar la estafeta.
Sin embargo, de acuerdo con John Maxwell (2007, p.120), pocos directivos conciben la sucesión como una de sus responsabilidades, y pocos líderes dejan un legado a sus organizaciones. Este mismo autor expresa que los líderes que dejan un legado realizan las siguientes acciones:
1. Dirigen la organización con “amplia perspectiva”. Esto se refiere a que es relativamente sencillo hacer que la organización obtenga beneficios durante un corto periodo de tiempo, a través de la realización de un evento o del lanzamiento de un nuevo producto, por ejemplo. Pero quienes realmente dejan un legado, son aquellos que ejercen el liderazgo teniendo en mente el futuro tanto como el presente.
2. Crean una cultura de liderazgo. Las compañías más estables cuentan con líderes en todos los niveles de la organización. Desarrollar un liderazgo de tal amplitud se logra haciendo que los líderes en desarrollo formen parte de la cultura.
3. Pagan el precio hoy para asegurar el éxito mañana. No hay éxito sin sacrificio. Todo líder que quiera contribuir con su organización debe estar dispuesto a pagar el precio para asegurar un éxito duradero.
4. Valoran el liderazgo en equipo por encima del liderazgo individual. Por excelente que sea un líder, no puede hacerlo todo solo. Una compañía requiere de un equipo de buenos líderes para lograr el éxito.
5. Se retiran de la organización con integridad. Cuando llega el momento en que el líder debe abandonar la organización, debe estar dispuesto a dejar que su sucesor continúe.
Las consideraciones anteriores incluyen los dos aspectos fundamentales que se mencionaron al inicio, para que el líder herede un legado a la organización y trascienda: crear una cultura y formar líderes.
La cultura organizativa es un factor que el líder debe crear y mantener, y es importante porque da una identidad a los integrantes de la organización. La cultura envuelve un conjunto de principios compartidos por todos los integrantes de la organización, y por tanto, constituye un elemento que promueve la cohesión y la orientación hacia el logro de objetivos. En otros términos, y de acuerdo al autor Debashis Chatterjee (2001), “Todos los individuos que se embeben de una determinada cultura empresarial actúan como un ADN organizativo y se vuelven capaces de preservar y transmitir esa cultura en el espacio y en el tiempo.”
Si en la cultura organizacional se encuentran inmersos la aceptación y más aún, el compromiso por la visión, los valores y los objetivos de la empresa, se proporciona una dirección a las personas, quienes se convierten en transmisores de la voluntad y el empuje con el que se trabaja en la organización.
El líder es el encargado de sembrar el espíritu que caracterice a la organización y que perdure a lo largo del tiempo. De este modo, las cuestiones fundamentales que deben conservarse en la empresa, y su razón de ser, podrán prevalecer aun cuando el líder ya no se encuentre dentro de la organización.
En su libro “Teoría y diseño organizacional”, Richard L. Daft (2007, p.361) da un ejemplo de una empresa que ha conservado la cultura y la visión de su líder inicial. “La cultura de Les Schwab Tire Centers está basada en valores y creencias simples pero útiles propias de su fundador de 87 años de edad, Les Schwab”. Y como este existen numerosos casos de organizaciones que han perdurado más allá de la vida de sus fundadores. El autor Stephen Robbins (2004) menciona como ejemplos a Sony, Kodak, Guillette, McDonald’s y Disney. Son ejemplos de empresas en las que se ha tenido un liderazgo trascendente. Para Robbins, cuando una organización cobra vida propia a través de su cultura, adquiere la inmortalidad.
Por otra parte, se dice que el futuro de una organización depende de la formación de líderes potenciales. Los líderes eficaces reconocen la necesidad de desarrollar de manera permanente futuros líderes en todos los niveles de la organización.
Compañías como General Electric, Procter & Gamble, PepsiCo, IBM, entre otras, se esfuerzan por apoyar la formación de líderes y se han consolidado como escuelas de líderes. Jack Welch (ex director de General Electric) “invertía una tercera parte de su tiempo en actividades formales e informales de desarrollo de personas. En sus memorias escribe que dedicaba más tiempo al componente de recursos humanos que al componente financiero”.
Aunque existen diversas pautas que han aportado los expertos en el tema de liderazgo, cabe señalar que no existe un método único e infalible para formar líderes, y al interior de las organizaciones, cada compañía emplea diferentes prácticas encaminadas a apoyar el desarrollo de sus líderes.
Algunas de las observaciones que se consideran pertinentes para desarrollar líderes en las organizaciones son las siguientes:
• Adoptar la convicción de que todos los integrantes de la empresa pueden desarrollar habilidades de liderazgo. Como se mencionó anteriormente, cada vez más organizaciones están tomando consciencia sobre la importancia de contar con líderes en todos los niveles y no sólo en la cúpula de la organización.
• Precisar los resultados esperados ante la formación de líderes. Para determinar el tipo de actividades a llevar a cabo en el proceso de formación de líderes, se deben definir aquellas capacidades y habilidades que se pueden aprender y que coadyuvarán al logro de los objetivos organizacionales.
• Los programas de desarrollo deben estar enfocados a las situaciones reales que enfrenta la organización.
• Los programas de desarrollo no deben limitarse a la realización de cursos esporádicos, sino que deben ser una actividad continua. El aprendizaje debe ir de la mano del liderazgo.
• Compartir las historia de la empresa y su visión, de manera que se transmita energía, ideas y valores. Muchos líderes relatan a sus trabajadores sus experiencias personales acerca de cómo superó algunos problemas de la organización, y esto representa un método de aprendizaje de alto impacto.
• Considerar que el desarrollo de líderes es una inversión, por lo que los resultados se harán evidentes en el largo plazo.
Es posible decir que todo líder puede dejar una huella imborrable en su organización al crear en su interior nuevos líderes, y al sembrar un sueño y una identidad compartidos.
Finalmente se desea compartir la siguiente reflexión de John C. Maxwell (2007, p.120): “Un logro llega cuando una persona es capaz de hacer grandes cosas. El éxito, cuando el líder faculta a sus seguidores para hacer grandes cosas con él. La trascendencia se alcanza cuando ese líder desarrolla a otros para hacer grandes cosas para él. Pero un legado se crea sólo si el líder pone a su organización en la posición de hacer grandes cosas sin él.”
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31/05/11: LA IMPORTANCIA DE TENER UN CONSULTOR POLITICO

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No hay campaña sin dinero; es una verdad pero si los candidatos creen que pueden con solo tener razón o ser mejores está equivocado. No solo es necesario dinero sino tener en el equipo un consultor político, que debe ser alguien con formación en comportamiento electoral y no solo en comunicación o marketing,y aun despues de ser elegido,un Consultor,permite al Pólitico, estar seguro que cada paso que dé,estará calibrado

Gianna

En época electoral, los asesores abundan, generalmente el político busca asesores vinculados a la prensa, les llaman asesores mediáticos, están también los asesores informáticos, que ilustran al candidato en las bondades del internet.
Pero sin oponerse a estos, una de las opciones que más auge está teniendo en el ámbito de la política internacional, y en los últimos tiempos en la Latinoamericana, es la de la consultoría política especializada.

En el Perú, aun no se ha cimentado esta especialidad, lo suficiente quizás por falta de centros que se encarguen de su formación integral. Espero en un futuro y quizás con el auspicio de alguna Institución interesada crear el Primero, quizás porque generalmente el Consultor Político, resulta un poco más caro, que el resto. Es probable que los partidos se inclinen por el periodista bien relacionado, y más barato.
Aunque no debería ser juez y parte debo admitir que el Consultor Político tiene una caudal mayor de conocimientos que ofrecer Estar preparado para asesorar en el campo político al candidato, que puede ser un buen profesional o dirigente, pero no necesariamente saber los gajes del oficio. El candidato puede confiar en él para que en función de sus propuestas le prepare documentos”digeribles”es decir mas allá de mamotretos tediosos que solo hacen aburrir al posible elector, textos concretos y directos, en lenguaje atractivo. Puede elaborar los discursos, las frases de campaña, los mensajes para la publicidad. Asesorarlo en los mensajes y contenidos de sus blogs webs o Social Media. Prepararlo para su presentación desde el lenguaje a utilizar, hasta el lenguaje corporal.
Como lo señala el Dr. Cesar Ureña Socio -Director de Más Consultant, Tiene que saber de comunicación, de ciencias políticas, algo de derecho, algo de sociología Grupo en España , el Consultor Político “Tiene que saber de comunicación, de ciencias políticas, algo de derecho, algo de sociología”
A veces la presencia del Consultor Político crea cierto pánico y desconfianza en el entorno del candidato, es importante que estos comprendan que el CP suma, no resta.
Como señala Joseph Napolitan, con más de 35 años de experiencia en exitosas campañas y uno de los padres del Marketing Político en USA
“Todo el equipo de campaña debe entender que el consultor es un recurso a ser utilizado y no una amenaza a sus aspiraciones.”
También señala Napolitan“Mientras más pronto un consultor se comprometa con una campaña, más valor tendrá para el candidato, el partido, o cualquiera que sea su cliente. Si el asesor comienza cuando las decisiones importantes han sido tomadas, su valor potencial en la campaña será reducido”
Finalmente y si realmente quiere tener éxito en su propósito, hay que tener en cuenta el siguiente consejo de Napolitan:”El consultor es la persona más importante en la orquestación de todo el equipo de campaña, y como tal, debe ser provisto de todo el material que necesite”. No hablamos de una tarjeta de crédito abierta o de un auto con chofer a disposición, sino de información de interés, datos básicos que le sirvan de referente para perfilar la campaña. No tiene sentido que usted le dé a su consultor una información incorrecta porque él basará importantes decisiones en esa información y quien saldrá perdiendo será su campaña.
Lamentablemente algunos candidatos, endiosados por sus seguidores, suelen sentirse más allá de críticas….PELIGRO, Si decide contratar un asesor, úselo: su consejo no le hará bien a menos que lo practique.
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