Los robots se hacen cargo – DW Documental
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PRIMERA PARTE: EL LADO MORAL DEL HOMICIDIO
Si tuvieras que elegir entre
(1) matar a una persona para salvar la vida de otras cinco personas y,
(2) no hacer nada aunque supieras que cinco personas morirían ante tus ojos si no hicieras nada:
¿Qué harías? ¿Qué sería lo correcto?
Ese es el escenario hipotético que el profesor Michael Sandel usa para iniciar su curso sobre el razonamiento moral. Luego de que la mayoría de los estudiantes votara por matar a una persona para salvar la vida de otras cinco, Sandel presenta tres acertijos morales similares, cada uno ingeniosamente diseñado para hacer la decisión más difícil. A medida que los estudiantes se ponen de pie para defender sus opciones conflictivas, queda claro que las suposiciones detrás de nuestro razonamiento moral a menudo son contradictorias, y la pregunta de qué es correcto y qué está mal no siempre está en blanco y negro.
SEGUNDA PARTE: UN CASO SOBRE CANIBALISMO
Sandel presenta los principios del filósofo utilitarista, Jeremy Bentham, con un conocido caso del siglo XIX que involucra a cuatro náufragos. Después de diecinueve días perdidos en el mar, el capitán decide matar al más débil entre ellos, el joven grumete, para que el resto pueda alimentarse de su sangre y su cuerpo para sobrevivir. El caso fija un debate en el aula sobre la validez moral del utilitarismo, y su doctrina de que lo correcto es lo que produce “el mayor bien para el mayor número”.
PRIMERA PARTE: PONERLE PRECIO A LA VIDA
Hoy, las empresas y los gobiernos usan la lógica utilitaria de Jeremy Bentham bajo el nombre de “análisis de costo-beneficio”. Sandel presenta algunos casos contemporáneos en los que se utilizó el análisis de costo-beneficio para poner un valor en dólares en la vida humana. Los casos dan lugar a varias objeciones a la lógica utilitaria de buscar el mayor bien para el mayor número.
¿Deberíamos dar más peso a la felicidad de la mayoría, incluso si la mayoría es cruel o innoble?
¿Es posible resumir y comparar todos los valores usando una medida común como el dinero?
SEGUNDA PARTE: CÓMO MEDIR EL PLACER
Sandel nos presenta a Jhon Stuart Mill, un filósofo utilitarista que intenta defender el dicha corriente contra las objeciones planteadas por los críticos de la doctrina. Mill argumenta que buscar el mayor bien para el mayor número es compatible con la protección de los derechos individuales, y que el utilitarismo puede hacer espacio para una distinción entre placeres superiores e inferiores. La idea de Mills es que el mayor placer siempre es el placer preferido por una mayoría bien informada. Sandel prueba esta teoría al reproducir videoclips de tres formas muy diferentes de entretenimiento: Shakespeares Hamlet, el reality show Fear Factor y The Simpsons. Los estudiantes debaten qué experiencia proporciona el mayor placer, y si la defensa de Mills del utilitarismo es exitosa.