Abuso de autoridad en la función pública: El caso ‘Lady Profeco’ en México
En 2013, Andrea Benítez buscaba con ansias una mesa en el restaurante de moda Máximo Bistrot, ubicado en la colonia Roma, un barrio de clase media-alta en el Distrito Federal de México. No podía esperar su turno en la lista. Se sentía privilegiada. Su padre, Humberto Benítez, era el director de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), institución encargada de defender los derechos de los clientes. Después de desahogarse en Twitter -“pésimo servicio”-, Andrea, conocida como ahora “Lady Profeco”, no tuvo más alternativa: llamó a unos funcionarios de la Profeco que clausuraron el negocio.
El berriche de la señorita tuvo como consecuencia el cierre del establecimiento de comidas de una manera muy arbitraria. Sin embargo, el impacto de las redes sociales frente a la prepotencia y el abuso dieron a conocer esta situación que indignó a muchos ciudadanos.
Investigaciones posteriores en este caso tuvieron como consecuencia la separación definitiva de 4 y suspensión temporal de 3 funcionarios. Así, la Secretaría de la Función Pública (SFP) recomendó a la Profeco las sanciones correspondientes por lo que consideró un caso de abuso de autoridad y aprovechamiento de las instituciones por parte de la hija del hoy ex procurador y los funcionarios sancionados.
Posteriormente, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dio a conocer la destitución del entonces titular de la Profeco, Humberto Benítez Treviño, por orden del presidente Enrique Peña Nieto, siendo nombrado en su reemplazo Alfredo Castillo Cervantes.
Los funcionarios despedidos de la Profeco e inhabilitados para ejercer cargos públicos por un año fueron el subprocurador de Verificación, el director general de Verificación y Vigilancia y el jefe de departamento de Verificación de Normas Oficiales Mexicanas de la Profeco.
Enseñanza: Todos los funcionarios públicos que tienen una responsabilidad en el gobierno, además de cumplir sus funciones dentro del marco de la Ley, están obligados a desempeñarlas con absoluto profesionalismo y ética.