Relaciones laborales: I QUIT – La ‘Renuncia’ y la ‘respuesta’ del ex-Jefe

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Marina Shifrin publicó un video en la red luego de sentirse desilusionada con su trabajo como productora de videonoticias, así como por la presión de sus superiores en la cantidad y no la calidad de su trabajo. El video muestra como Shifrin baila en su oficina contando las vicisitudes de su vida laboral, sus sacrificios sociales y hasta de salud.

El video fue grabado en su oficina a las 4:30 de la mañana con el fondo musical “Gone” de Kanye West. Ahora, sin ninguna relación laboral con su antiguo empleador, seguramente a ella le espera un buen futuro como bailarina.

 

Sin embargo, el jefe no se quedó callado y manifestó, de buena manera, y a través de una video-respuesta su punto de vista por la forma en que su ex-trabajadora renunció. Al final, ellos le desean lo mejor y que tenga muchos exitos en su vida.

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Otra de RT: Las seis guerras que librará China en los próximos 50 años

Este es un interesante artículo sobre el futuro del próximo “ruler” del mundo tanto en lo político y comercial: China. Si bien ahora mantiene una posición expectante, se sabe que sus empresarios y políticos han generado un plan de desarrollo para finales de este milenio. Sí, los próximos mil años que se vienen.

Es alucinante la manera en que se piensa a muy largo plazo para lograr un objetivo nacional. Quizás el mundo ya no sea el mismo pero queda este gran plan nacional de consolidación hasta el final del presente siglo y más allá.

En cuanto al aspecto militar , es sabido que la población china supera por 3 veces a la norteamericana y bien podría en 3 invasiones tirarse abajo la causa norrteamericana..aunque esta última tiene sus aliados también. Sin embargo, pensar en una guerra en estos tiempos de miseria económica sería un total suicidio nacional.

El siguiente es un video de los entrenamientos conjuntos de China con su más próximo aliado regional: Pakistán, país abiertamente declarado enemigo de la India y este último aliado de Rusia. Un equilibrio de poderes muy interesante.

China tendrá que librar seis guerras en los próximos cincuenta años en aras de la unificación y la dignidad nacional. Algunas serían guerras regionales, otras podrían convertirse en globales.

Este es el tema de un artículo de opinión del bloguero chino Liqiu Yue, publicado en el diario ‘Wen Wei Po’, con sede en Hong Kong.

El artículo se basa en que “China todavía no es una gran potencia unificada” y esa es su “vergüenza nacional”. Para la unificación, tan necesaria para la dignidad de la nación, el país asiático inevitablemente llevará a cabo seis guerras, afirma el bloguero.

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Primera guerra: La adhesión de Taiwán (año 2020-2025)

Liqiu Yue advierte de que China no debe soñar con la reunificación pacífica por parte de la Administración de Taiwán, cuya postura será, en todo caso, mantener el ‘status quo’.

Por ello, China debe elaborar una estrategia para adherir la isla en los próximos diez años, y luego enviar un ultimátum a Taiwán, obligando a los taiwaneses a elegir entre la unificación pacífica o la guerra.

Sin embargo, el análisis de la situación actual indica que la acción militar será la única solución, destaca el texto. Cuán difícil y prolongada será esta guerra para China, dependerá del nivel de intervención de EE.UU. y Japón. Si estos países juegan un papel activo en ayudar a la isla o incluso emprenden ataques contra la China continental, “la guerra deberá convertirse en una guerra total, difícil y prolongada”, reza el artículo, aunque asegura que incluso en este caso la guerra podría concluir en seis meses. Por otro lado, si EE.UU. y Japón optan por simplemente observar cómo se desarrolla el conflicto, el Ejército chino podrá fácilmente derrotar a los taiwaneses y tomar la isla bajo su control en solo tres meses.

Segunda guerra: ‘Reconquista’ de las Islas Spratly (año 2025-2030)

Al recuperar Taiwán, China tomará un descanso de unos dos años. Durante el período de recuperación, enviará un ultimátum a los países que reclaman las islas Spratly. Según el bloguero, para ese momento los países del sudeste asiático “ya estarán temblando” por la adhesión militar de Taiwán y se sentarán a la mesa de negociaciones. Sin embargo, no estarán dispuestos a renunciar a sus intereses en las islas y optarán por esperar a la decisión final, hasta que China tome acciones firmes.

Asimismo, la guerra por Taiwán enseñará a EE.UU. que no debería enfrentarse abiertamente con China, aunque Washington ayudaría a los países del sudeste asiático, como Vietnam y Filipinas, “debajo de la mesa”, reza el texto, añadiendo que de todos los países en cuestión “solo Vietnam y Filipinas se atreverían a desafiar el dominio de China”, aunque ellos también se lo pensarían dos veces antes de ir a la guerra.

Según la artículo, la mejor opción para China sería atacar a Vietnam, ya que es el país más poderoso de la región y vencerle (algo que “por supuesto” sucederá, cree el autor) significaría intimidar a los demás.

La victoria sobre Vietnam hará que otros países se sienten a la mesa de negociaciones otra vez, devuelvan las islas y “declaren lealtad a China”.

Tercera guerra: ‘Reconquista’ del sur del Tíbet (año 2035-2040)

China y la India comparten una larga frontera, pero el único punto de conflictos entre ambos países es la parte del sur del Tíbet.

La India es el antiguo rival de China, cuyo objetivo es superar a Pekín en el ámbito militar. Además, en la India, la actitud oficial y la de los medios de comunicación es más amigable con EE.UU., Rusia y Europa, y repelente o incluso hostil hacia China, lo que provoca “conflictos irresolubles” con Pekín, de acuerdo con el texto.

La mejor estrategia en este caso sería lograr la desintegración de la India para que no tenga el poder de hacer frente a China.

Como primera parte de este plan China deberá hacer todo lo posible para incitar a los estados indios de Assam y Sikkim a la lucha por la independencia.

Otro paso, de acuerdo con el artículo, sería exportar armas avanzadas a Pakistán para ayudarle a conquistar la región del sur de Cachemira en 2035. Mientras que la India y Pakistán estén ocupados luchando el uno contra el otro, China deberá emprender un bombardeo aéreo para conquistar la zona del sur del Tíbet, ocupado por la India.

La India no será capaz de mantener una guerra en dos frentes, y perderá en las dos. China podrá volver a conquistar el sur del Tíbet con facilidad, indica el bloguero. En el peor de los casos, si este plan no puede ser realizado, China tendría que apostar por la acción militar directa para recuperar el sur del Tíbet.

Cuarta guerra: ‘Reconquista’ de las islas Diaoyu [Senkaku] y Ryukyu (año 2040-2045)

En la mitad del siglo XXI, China superará a todos sus rivales y emergerá como la potencia militar mundial, considera el autor del artículo.

Ese será el mejor momento para que ‘reconquiste’ las islas Diaoyu y las islas Ryukyu, “robadas” por Japón.

Según la publicación, la guerra podría concluir en seis meses “con una abrumadora victoria de China”, y Japón no tendrá más remedio que devolver las islas.

Quinta guerra: Reunificación de Mongolia Exterior (año 2045-2050)

Aunque hay defensores de la reunificación de Mongolia Exterior en este momento, esta idea no es realista, destaca el autor.

Liqiu Yue señala que la República Popular de China reconoce la independencia de Mongolia Exterior y en este caso tendrá que actuar de acuerdo con la Constitución, de manera que sus acciones no puedan ser calificadas de agresión.

En este contexto, China deberá plantear la cuestión de la reunificación con Mongolia Exterior, y concentrarse en la propaganda dentro de región. Además, tendrá que escoger los grupos que defienden la unificación, ayudándoles a hacerse cargo de los puestos clave de su Gobierno.

Aunque la resolución pacífica de este asunto sería el mejor resultado, China debe estar preparada para la posibilidad de una intervención militar. En este caso, reza el artículo, podría servir el modelo de Taiwán: dar un ultimátum con fecha límite para el año 2045.

En este momento, las cuatro guerras anteriores ya se habrán librado y China tendrá el poder político, militar y diplomático de tomar Mongolia Exterior bajo su control, lo que efectuará, según el texto, en tres años. Una vez realizada la reunificación, Pekín se concentrará en los preparativos para la reclamación de su “pérdida territorial” con Rusia.

Sexta guerra: Recuperación de las tierras perdidas con Rusia (año 2055-2060)

Aunque en la actualidad las relaciones entre China y Rusia son buenas, los dos países se están vigilando de cerca el uno al otro. China nunca olvida las tierras cedidas a Rusia y, en cuanto llegue el momento, hará todo lo posible por recuperarlas.

Para este fin, otra vez se concentrará primero en las campañas de propaganda y esfuerzos para desintegrar a Rusia.

De acuerdo con el artículo, en los tiempos de la “China antigua”, Rusia ocupó alrededor de 160 millones kilómetros cuadrados de tierras, equivalente a una sexta parte del actual territorio de China. Después de las victorias en las cinco guerras anteriores, llegará el momento de “hacer que los rusos paguen su precio”.

“Tendrá que haber una guerra con Rusia”, concluye el autor de artículo, advirtiendo que China debe estar bien preparada para esta guerra.

En: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/107212-guerras-china-japon-india-taiwan-rusia

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Exocotidae: el pez volador

Un pez volador mueve su cola hasta 70 veces por segundo para impulsarse hacia arriba y fuera del agua. Esas aletas pectorales especializadas están muy abiertas y ligeramente inclinadas hacia arriba para proporcionar la elevación, y luego se doblan hacia atrás contra el cuerpo para bajar el pez al océano. Los peces voladores son comidos por delfines, atunes, aves, calamares y marsopas, por lo que necesitaron desarrollar un modo ingenioso de escapar – como volar – con el fin de sobrevivir.

En: amusingplanet.com

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Gobierno de USA cierra sus puertas : Shutdown – fiscal impasse

No hay acuerdo sobre en qué gastar el dinero. El no acuerdo de los representantes en la asamblea norteamericana sobre el presupuesto para el año 2014 ha generado el cierre parcial de las oficinas del gobierno generando una cesantía provisional de su personal.

Cerca de 800 mil empleados públicos no recibirán sueldo. Asimismo, algunos funcionarios podrán acudir a trabajar pero no tienen asegurado un sueldo por este tiempo de servicios. Legalmente no puede pagarse a estas personas y los únicos que tienen asegurado su salario serán los militares. El gobierno ha garantizado que no se afectará a los servicios públicos esenciales.

A pesar de que son muchos los empleados federales que no tendrían que presentarse a trabajar, no ocurriría lo mismo para los controladores de tráfico aéreo, manipuladores de residuos peligros, ni para los inspectores de alimentos y el servicio postal. Estos empleados tendrían que cumplir con su labor sin que se les pague al menos por unos días, aunque luego recibirán el salario retroactivo por las horas trabajadas.

Los demócratas señalan que se debería poner énfasis en programas sociales mientras que los republicanos señalan que no. Hace 17 años que no se producía una parálisis de la administración norteamericana.

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Era una contrarreloj incierta de la que pocos se atrevían a predecir el resultado. El tira y afloja de republicanos y demócratas mantenido a caballo entre la Cámara de Representantes y el Senado se ha traducido finalmente en el ‘cierre’ parcial del Gobierno federal, el primero desde 1995. Para oficializarlo, la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca ha emitido una circular interna en la que ha ordenado a los distintos departamentos que ejecuten los planes “para llevar a cabo un cierre ordenado del Gobierno”. La Casa Blanca tendrá que echar la persiana de algunos departamentos e interrumpir varias actividades no esenciales al no conseguir el Capitolio un pacto para aumentar el techo de deuda que contentase a todos.

Estaba previsto que este 1 de octubre el Tesoro de Estados Unidos superara irremediablemente el límite de endeudamiento público, fijado en 16,7 billones de dólares, cayendo así en una nueva crisis de liquidez que podía llevar al cierre de la administración pública. Para evitarlo era necesario que republicanos y demócratas se pusieran de acuerdo en el Congreso para ampliar el límite de endeudamiento público hasta los 988.000 millones de dólares, garantizando así el funcionamiento del Gobierno hasta la elaboración de los nuevos presupuestos generales.

La oposición republicana había elaborado un plan según el cual se comprometía a apoyar una ampliación del límite de endeudamiento público a cambio de nuevos recortes en el gasto público, centrados en la reforma sanitaria del Gobierno, a la que se conoce popularmente como ‘Obamacare’. Con el objetivo de imponer su plan, la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, aprobó el sábado un proyecto de ley para aplazar un año la aplicación de la reforma sanitaria a cambio de entregar más fondos al Gobierno, pero el Senado, de mayoría demócrata, lo rechazó.

A última hora del lunes, la Cámara de Representantes volvió a aprobar -por 228 votos a favor y 201 en contra- otro proyecto de ley con el mismo contenido y el Senado lo volvió a rechazar -con 54 votos en contra y 46 a favor-, haciendo casi inevitable el cierre del Gobierno. En un último intento conciliador, la Cámara de Representantes propuso celebrar una “conferencia legislativa” para crear una comisión bicameral en la que resolver este asunto, pero el Senado se negó. “No iremos con una pistola apuntando a nuestras cabezas”, dijo su presidente, Harry Reid.

Un “impacto real”

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha estado negociando hasta última hora del lunes para forzar un acuerdo entre republicanos y demócratas en el Congreso, advirtiendo de que el cierre del Gobierno tendrá un “impacto real” en la economía del país norteamericano. En una comparecencia pública, ha instado a los líderes políticos a “actuar de forma responsable”, subrayando que el Congreso tiene como principales responsabilidades “aprobar un presupuesto y pagar las facturas a tiempo”.

Además, ha llamado por teléfono a todos los lideres del Congreso: el republicano John Boehner y la demócrata Nancy Pelosi en la Cámara de Representantes, y el demócrata Harry Reid y el republicano Mitch McConnell en el Senado, para persuadirles de que limaran sus diferencias. “Es hora de dejar los juegos políticos y de aprobar un presupuesto claro que evite el cierre del Gobierno”, escribió la Casa Blanca a través de su cuenta oficial en la red social Twitter, cuando ya se alejaba la posibilidad de acuerdo.

Primer cierre desde 1995

Se trata del 18º cierre de la administración pública estadounidense desde 1976. El último precedente se remonta a la Presidencia de Bill Clinton. Entonces, el bloqueo presupuestario se prolongó entre el 5 de diciembre de 1995 y el 6 de enero de 1996.

Aunque, de momento, se desconoce la dimensión de las consecuencias del cierre del Gobierno, la Casa Blanca calcula que dejará en sus casas a 700.000 funcionarios y que costará unos 7.800 millones de dólares semanales a la economía estadounidense. Desde el Gobierno han garantizado que no afectará a los servicios públicos esenciales. Obama ya ha firmado un proyecto de ley para garantizar los pagos a los miembros de las Fuerzas Armadas y, con ello, la seguridad del país.

En este contexto, la Casa Blanca, al formalizar el cierre del Gobierno, ha vuelto a instar al Congreso a “actuar rápidamente para proporcionar un puente a corto plazo que garantice el tiempo suficiente para aprobar un presupuesto para lo que queda de año fiscal”. Siguiendo este consejo, la Cámara de Representantes ha formalizado su petición de una “conferencia legislativa”. El Senado la discutirá a las 9.30 horas (15.30 horas en España), pero Reid ya ha adelantado que, salvo cambios imprevistos, será rechazada.

En: hoy.es

Ver: Diez preguntas clave sobre el cierre del gobierno de EEUU

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