En el convento de Nuestra Señora del Rosario, conocido popularmente como Santo Domingo, sobre un cripta revestida de azulejos colocados con motivo del Centenario de Lima de 1935, donde descansan los restos de Santa Rosa de Lima y otros religiosos, se encuentra la Sala Capitular, que bajo la orden de los dominicos, se fundó la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Este espacio de mucha significación histórica constituye el recinto de inauguración de la primera universidad del país y de América. En esta sala, se dio lectura a la Real Cédula expedida el 12 de mayo de 1551 en Valladolid por el rey Carlos I de España y el V del Sacro Imperio Romano Germánico y la reina Juana I de Castilla que autorizaba, oficialmente, el funcionamiento de la Universidad de Lima, aquella que simboliza la creación de la educación superior en el Perú y el continente. Más tarde, el 25 de julio de 1571, por bula papal Exponi Nobis de San Pío V, se reafirmará su oficialidad y adquirirá la denominación de Real y Pontificia Universidad de la Ciudad de los Reyes de Lima, conocida hoy, y desde el 6 de septiembre de 1974, por un sorteo, como Universidad Nacional Mayor de San Marcos. La Sala constituye, por tanto, uno de sus antecedentes que registra el comienzo de la universidad.
Es en la Sala Capitular del Convento donde, después de dos años de su autorización, comienza a funcionar, in strictu sensu, un 2 de enero de 1553, la universidad. La cátedra inicial fue dictada por Andrés Cianca y Corona Cosme Carrillo, bajo la supervisión y dirección de su primer rector, Fray Juan Bautista de la Roca. Los cursos que se dictarían fueron Teología, Escritura, y Gramática y Lengua General. San Marcos sería el origen de los Estudios Generales en el Perú, que satisficieron las necesidades de la formación y educación del clero, especialmente, en sus primeros años, de la orden de los dominicos.
La Sala Capitular cuenta con un púlpito, tribunas, bancas, un balcón de madera y un altar con la imagen del Cristo Crucificado. Sus paredes están adornadas con dieciocho pinturas del dominico Santo Tomás de Aquino. Hasta el traslado de la universidad a la Iglesia de San Marcelo, luego de la expulsión de los jesuitas, la Sala fue, exclusivamente, el lugar de las actividades académicas y pedagógicas. En el ella, se realizaron asambleas, conferencias, graduaciones y clases. En las sustentaciones de tesis, el participante se situaba en el púlpito; los presentados, en las tribunas; los invitados en las bancas laterales; el jurado y los especialistas en las magistrales (en una silla de madera tallada, adornada de leones y el escudo de Lima, se sentaba el prior); y en el balcón cerrado, el Virrey, quien oculto presenciaba algunas ceremonias.
Asimismo, la Sala Capitular registra anécdotas religiosas e históricas irrepetibles. De acuerdo con una creencia religiosa, transmitida luego por Ricardo Palma en sus Tradiciones peruanas, frente a la imagen del Cristo Crucificado se encontró a Fray Martín de Porres elevado en éxtasis. Esta también fue el lugar de encuentros entre religiosos: se dice que allí Fray Martín de Porres conoció a la hermana terciaria Isabel, canonizada después como Santa Rosa de Lima, con quien compartieron los mismos ideales para el bienestar de la población. Y constituye el lugar de nacimiento, en 1962, de otra universidad: la Universidad de San Martín de Porres.
La Sala Capìtular del Convento de Santo Domingo es historia, cultura, religión y la génesis de San Marcos.
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¿Cómo citar esta fuente?
LOVÓN CUEVA, Marco (2010). “La sala capitular del convento de Santo Domingo es el nacimiento de San Marcos”. Lingüística, lenguaje y comunicación. Blog de Marco Antonio LOVÓN CUEVA. Lima: PUCP. http://bit.ly/kOY79n
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