Sin lugar a duda la resiliencia es uno de los llamados tópicos estrellas en la investigación de las organizaciones, mucho se ha hablado, se sigue hablando y se seguirá hablando para entenderlo, medirlo, desarrollarlo y construirlo.
El peruano que duda cabe es muy resiliente, por escenarios similares en otras latitudes, el desarrollo de los acontecimientos históricos y políticos, han tenido conclusiones muy diferentes. Solo por mencionar dos casos, La Reforma Agraria en el Perú, que duda cabe que luego de la intervención concreta del gobierno del presidente Velasco Alvarado, se llevo a cabo, digo concreta pues para la fecha hubo intentos de Reforma como las emprendidas por los gobiernos previos como los de Prado y Belaunde, que resultaron en un fiasco y burla total para los sectores populares afectados (Eguren, 2016). Resultado, muertos totales, quizás una centena, durante el lapso de 15 años en Perú. Mientras que en en México, se pueden contar por decenas de revoluciones, y miles de muertos incluidos hacendados y trabajadores en el lapso de 45 años, es decir en México (Velázquez, 2017), la expresión de la resiliencia que es resistir y persistir, tuvo claramente su limite en una consecuencia de mayor gravedad en términos de vida y perdidas. Un segundo caso interesante, es la elección de caudillos que tanto fascina a los peruanos, quizás radique en una parte de su población en sus remembranzas con una pasado histórico brillante con los Incas, mientras que otra parte de la población menos identificada con la población andina, busca en la imagen del foráneo conquistador aquella imagen más cercana paternalista. Incluso puede perdonar la incompetencia, como la demostrada por Alan Garcia Perez, en su primer gobierno, cuando se compra la ilusión que el candidato podrá resolverle sus problemas siendo presidente. Trabajo que era obvio imposible para el suicidado político de conocidas limitaciones con el uso de la razón y ética. Las recientes elecciones en USA, han demostrado que los norteamericanos no están dispuestos a dar segundas oportunidades a una persona de pocas aptitudes y actitudes para gobernar una nación, por muy popular que éste sea.
¿La resiliencia tiene sus limites?, si. cuando el retorno al estado previo al evento disruptor es una situación igual de mala. Un ejemplo sencillo, a nadie en su sano juicio se le ocurriría pensar retornar al estado previo a la pandemia, ¿porqué?, pues ese estado previo a la pandemia, era aquel donde convivíamos con un sistema precario de salud, con políticos ignorando esa situación (o sacando ventaja de esa situación, recuérdese los negociados del asesor cercano a PPK, el desfalco del IPSS, las compras de medicinas vencidas en el gobierno de Fujimori, etc), y con la población habiendo normalizado esa precarización de vida. ¿Qué corresponde hacer, cuando la resiliencia claramente ya no es útil, pues nadie quiere retornar al estado previo a la pandemia?.
Muy simple, innovar, apostar por un camino distinto, claramente el comunismo que aspira Cerrón seria un fracaso total por las experiencias ya conocidas. Por eso un plan de gobierno de consenso de la izquierda democrática, que el candidato Pedro Castillo esta construyendo, apostando por la industrialización del país, por un gobierno inclusivo y honesto, siendo una apuesta de riesgo, siempre será mejor opción para salir de este circulo perverso de elegir a caudillos, como el que se encuentran en la otra opción con Keiko Fujimori, dando evidencias claras cada día de institucionalizar la corrupción y la arbitrariedad como se hizo en los 90s.
Fuentes:
Eguren, F. (2016) Perú, ¿era necesario una reforma agraria?. Disponible en https://www.agter.org/bdf/es/corpus_chemin/fiche-chemin-694.html
Velázquez, F.J. (2017) Antecedentes agrarios de la Constitución de 1917. Disponible en http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2448-83722017000200123