“Algo muy grave va a suceder en este pueblo”, un cuento de Gabriel García Márquez, describe muy bien el proceso que han seguido los fujimoristas para propagar un bulo, la llegada del comunismo con la elección del candidato Pedro Castillo (PC), bajo la bandera del grupo político Perú Libre (PL), el uso del rumor por su militancia asalariada y adherida. Anexo una clasificación de los elementos de la campaña del “terruqueo”:
Primero, creer que el Perú se volverá comunista. Creer que, por que supuestamente Pedro Castillo, su partido político, sus congresistas o sus votantes desean que el Perú adopte el comunismo, esto va a suceder, es un absurdo. Los electores que representa Castillo, no son más que el 15 porciento de la población y dudo que muchos de ellos siquiera entiendan o valoren el comunismo, pero si reconocen con total claridad que es la corrupción, la arbitrariedad y la incompetencia de la clase política, motivadores de su filia hacia una candidatura “outsider”. Un cambio de esa dimensión solo es posible hoy con un apoyo masivo de la población, apoyo que tuvo Fidel Castro y Hugo Chávez en su momento. La ausencia de esto demuestra lo inviable de tal pronostico, no hay apoyo de la población, no hay fuerza beligerante armada que los apoye y no tienen mayoría en el congreso. Esa farsa no tiene ningún valor como posibilidad de ser realizable, solo pueden creerlo los incautos, gente que es aterrorizada con escenarios perversos por los cuales los peruanos hemos pasado: hambre, violencia, perdida de derechos,…todos ellos promovidos por la prensa servil del fujimorismo y sus cómplices.
Segundo, creer que alrededor de Pedro Castillo, hay senderistas o similares. Muchos se olvidan que en el Perú, las falsas acusaciones de pertenencia a los grupos terrorista fueron instrumento de venganza y extorsión a muchos peruanos, se estima hasta el 20 % de la población carcelaria según HRW (1996). Esto sumado a la pobre credibilidad de la prensa peruana, la cual usa de manera recursiva la etiqueta de terrorismo, extremista, violentista e izquierdista de manera intercambiable, para desmerecer la opción contraria a los intereses de los dueños de los medios de comunicación, instrumentalizados por una clase empresarial y política corrupta, que ve en todo cambio del “status quo” un peligro a sus intereses gremiales. En el caso de los congresistas recientemente elegidos de PL hay cuestionables y serias acusaciones, y debieran esclarecerse pues aún no han sido comprobadas y sin embargo las vemos día y noche en los noticieros, no para informar, sino para aterrorizar.
El miedo, ha sido usado por sátrapas para hacerse del poder: Stalin, Pinochet, Pol Pot y Fujimori,…y todos terminaron y terminaran igual, olvidados y repudiados.
Referencias:
HRW (1996) Presunción de Culpa: Violaciones de los derechos humanos y los tribunales sin rostro en Perú, Human Rights Watch. Disponible en https://www.hrw.org/legacy/spanish/informes/1996/peru.html#resumen