Algunos de los ensayos que presentas en el libro, ya habían sido publicados hace algunos años ¿Cómo fue que decidiste compilarlos y darles esa particular estructura?
El libro está compuesto por ensayos que he escrito a lo largo de 40 años de trabajo. Algunos son inéditos, como las breves notas sobre música. Es una compilación de toda una vida de actividad intelectual. A pesar de tratar temas tan diversos (la música, la danza, la muerte de un actor), a pesar de eso me parece que constituyen en conjunto, una suerte de propuesta estética. Esa es la unidad que da sentido a este conjunto, en apariencia heterogéneo, de textos.
Estos textos son una combinación de crítica y reflexión sobre experiencias personales. ¿Te parece que el término ensayo es el más apropiado?
El ensayo, como género literario, es una expresión personal. Además de ser una investigación objetiva, es una búsqueda personal. Montaigne ya hablaba desde el yo a partir de sus inquietudes, experiencias, sensaciones y perplejidades hace muchos años. No es algo novedoso. El problema ha sido que con el paso del tiempo la palabra poco a poco ha ido convirtiéndose en una suerte de sinónimo de cualquier tipo de investigación. Entonces, un político escribe un texto y le denomina ensayo; un sociólogo escribe otro texto y le denomina ensayo. Me parece que se ha generado una acepción más amplia del término. Pero la acepción que yo uso es la que corresponde al ensayo como género literario, relativamente tradicional, que parte con Montaigne, y que tiene como carácter muy visible la participación personal del autor. El autor no se borra, se examina.