Esther Vargas está en México. En el pasado, esta situación hubiese hecho imposible una entrevista, pero no en nuestros días. Las redes sociales e Internet han reducido las distancias y ahora todo parece estar al alcance de los dedos. Lejos de ser una barrera, este hecho se convierte en una posibilidad para explorar a Esther en su ambiente natural: Las redes sociales. La periodista, que se ha convertido en una especie de gurú de la prensa Web gracias al prestigio de su proyecto “Clases de periodismo”, se une este ciclo a la lista de docentes del Departamento de Comunicaciones y tendrá a su cargo el curso de Gestión de redes sociales. Ambos estamos frente a una computadora, a miles de kilómetros el uno del otro. Una ventana se abre y llevamos el periodismo a niveles insospechados.
Cuando estudiabas periodismo ¿Veías venir la revolución del internet que vivimos ahora?
Definitivamente no esperaba esto. Ha sido un cambio en la manera de pensar y de hacer periodismo, un cambio positivo que no ha terminado, que se da cada día y del cual tenemos mucho que aprender aun.
Muchos se atreven a decir que este es el inicio del fin para la prensa escrita ¿Crees que los medios impresos desaparecerán?
No me gustar lanzar pronósticos. Creo que es irresponsable anunciar finales, pero está claro que los medios deben transformarse, que el papel no será siempre un buen negocio (todavía lo es en América Latina) y que lo digital es ya el presente y el futuro.
Cuando trabajabas para la versión impresa de Peru21 llevaste el diario a las redes sociales ¿Cuándo notaste que este salto a la web era algo necesario?
Perú.21 me permitió experimentar e implementar las redes sociales con mucha libertad. En ese momento era evidente que teníamos que estar. Llegamos junto a muchos medios a las redes y aprendimos en el camino. La redacción se adaptó poco a poco y hoy muchos de los editores están usando estos espacios de manera efectiva. Yo estudiaba una maestría en ese momento y el proceso en Perú.21 fue parte de ese aprendizaje. Un reto que salió bien. Era el camino a seguir y mis jefes me apoyaron.
¿Por qué “Clases de periodismo”? ¿Hay desconocimiento o errores en el manejo de información en la web? ¿Cuáles son los peores?
“Clases de Periodismo” no solo busca llamar la atención de los errores. Queremos y nos interesa poderosamente llamar la atención sobre las buenas prácticas porque nos permiten aprender a todos. La web busca difundir experiencias, consejos, tips y se ha posicionado como una ayuda para estudiantes, profesionales en ejercicio, académicos y más. Somos fuente de consulta de muchas universidades y eso nos llena de responsabilidad. Somos un equipo pequeño que está atento a los cambios en el periodismo. Considero que el peor error es quedarse sentado esperando que pase la ‘revolución’ de la que tanto se habla. Hay que aprender, experimentar, equivocarnos y producir noticias que la audiencia quiere leer.
En el Perú hay casi un sisma. Redactores para versión impresa y otros para versión web ¿Consideras que esto es provechoso o negativo?
Hace dos años el panorama en el Perú era preocupante respecto a la transición y la importancia de Internet. Esto ha cambiado. Los grandes medios han sido los primeros en reaccionar. No podemos negarlo. Las redacciones enfrentan problemas evidentemente, pero creo que hay un despertar positivo, un interés de los periodistas por adaptarse (saben que de no hacerlo quedarán fuera) y una oferta de aprendizaje que se va creando, ya sea desde la vía online o presencial. Creo que hay que cambiar el chip, pero he dejado el pesimismo al ver estos avances. También creo que todavía falta crear contenido propio, y entender que notas del tipo “los tuiteros sintieron el temblor” no es precisamente hacer periodismo digital. Hay deficiencias de calidad graves (desde la formación, claro), pero también buenas ideas y mucha crítica.
Muchos critican que los contenidos web son superficiales, cortos y amarillistas. Dicen que estamos retrocediendo ¿Se puede hacer periodismo profundo, serio y bueno en la web?
Se puede hacer periodismo profundo y bueno en la web. Se debe entretener también y ser responsable. Nada nuevo. Periodismo simplemente. Estamos cambiando la plataforma y el formato, pero es periodismo. La baja calidad es la misma que se encuentra en el papel. Todavía hay periódicos que parecen de hace dos días y que le quitan espacio al análisis y la interpretación, que descuartizan la nota y se quedan en lo más superficial, quizás porque insisten en creer que la gente no lee. También está la tendencia de llenar la redacción de practicantes o de cargar de trabajo a los periodistas: Que hagan todas las notas que puedan para llenar. Así no se puede hacer un gran periodismo. Eso es lo peor que yo veo en los medios, sean digital o de papel. Se quita espacio a la cultura, se recortan recursos a las unidades de investigación o se estrangula el presupuesto de los suplementos. Así no podemos hacer nada y todavía no hay UNA CRISIS como sí se vive en Europa o en Estados Unidos. El amarillismo, el sensacionalismo, lo superficial y todo lo que quieran añadir como malo no son patrimonio de los medios de internet.
¿Cuáles son los retos de periodismo digital para el futuro? ¿Qué es necesario mejorar?
Hay que invertir en hacer un periodismo de calidad, hay que exigir profesionalismo en la redacción, pero hay que dar recursos a los periodistas para informar (un smartphone, por ejemplo. El grupo El Comercio lo ha hecho y eso es un gran avance). Hay que capacitar a los periodistas, y hay que lograr un buen mix entre los recién egresados y los periodistas de experiencia. Ninguno debe quitar el lugar al otro. Juntos pueden hacer un buen producto. Llenar las redacciones de practicantes para reducir el costo de la planilla es el peor error en el que se puede caer. Así como se busca Community Managers baratos, hoy se busca redactores de locales baratitos. Así no llegamos a ninguna parte. Pero bueno, debemos ser mejores nosotros, al margen del medio donde estemos. No importa que mi medio no cambie, yo voy a cambiar, yo voy a evolucionar, yo me voy a preparar. Si pensamos así creo que vamos a poder llegar a las organizaciones para liderar los procesos de cambio. O quizás vamos a crear proyectos que nos hagan sentir más que conformes: que nos hagan sentir felices de haber elegido esta profesión.